jueves, 27 de septiembre de 2018

EL PODER DE LA ORACIÓN.


EL PODER DE LA ORACIÓN Y LA RESPUESTA DE DIOS A NUESTRAS NECESIDADES.
EL PODER DE LA ORACIÓN.
Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. - San Mateo 6:6
Cuando Jesús estuvo físicamente en la tierra, su prioridad siempre fue pasar tiempo a solas con su Padre. Aunque Jesucristo era completamente Dios, también era enteramente humano. Se vio sometido a una vida de impresionante presión y de continuas persecuciones. Al llevar a cabo su ministerio tuvo que enfrentarse con una creciente oposición, continuamente acosado e incluso teniendo hambre y sed. Pero para poder manejar todo esto: Jesús se apartaba a orar. Él se retiraba a solas para buscar a su Padre y tener comunión con Él.
Cada vez que tengas que tomar decisiones importantes en tu vida, sigue su ejemplo, porque solo de esa manera lograrás la victoria. Si se te hace difícil separar un tiempo para estar a solas con nuestro Padre Celestial, recuerda que Él está deseando y esperando estar contigo ¡No lo dejes esperando! porque ¡Nuestro corazón se embellece en las manos del Señor!
Para llegar a Dios solamente necesitas tres cosas muy importantes:
1. Doblar tus Rodillas.
 2. Cerrar tus Ojos.
 3. Levantar tu Clamor.
 En menos de "un minuto" puedes llegar a alguien que está más allá del sol y más allá de todo. “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3.
Charles Spurgeon dijo: “La oración tira de la soga desde abajo, y la gran campana suena arriba en los oídos de Dios”. Algunos difícilmente hacen sonar la campana, porque oran con desánimo; otros sólo dan un tirón ocasional a la soga. Pero el que se comunica con el cielo es el hombre y la mujer que toma la soga vigorosamente y tira continuamente de ella con todas sus fuerzas”.
1. La Oración, es para el Enfermo el Toque de Sanación.
2. Para el Necesitado, La Chequera de Provisión.
3. Para el que está Atemorizado una Segura Protección.
Un día sin Oración es un día sin Bendición, y una Vida sin Oración es una Vida sin Poder!!
Autora: Brisna Bustamante.
NO DEJEMOS DE ORAR.
“Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).
G. Campwell Morgan fue un gran expositor de la Palabra de Dios, y alguna vez dijo: “Nunca recuesto mi cabeza en la almohada sin pensar que tal vez antes de despertar, mi mañana final haya llegado. Nunca comienzo a trabajar sin pensar que Él puede interrumpir mi trabajo para hacer el Suyo.”
Cada noche, al irnos a acostar, deberíamos decir: “Jesús puede venir esta noche.” Y cada día al ir a nuestros respectivos trabajos, deberíamos pensar que ese día pudiera ser el último día de trabajo para nosotros. Debemos estar apercibidos para Su regreso.
¿Está usted orando por el retorno de Jesús? Si usted le ama, debería estar anhelando Su regreso y orando: “Sí, ven, Señor Jesús”(Ap. 22:20)
Si éste fuera su último día sobre la tierra, ¿qué es lo que haría diferente? ¿Cómo invertiría su tiempo? ¡Piénselo! Luego viva como si Jesús fuera a venir cualquier momento. ¿Y sabe qué? ¡A lo mejor lo hace!
QUE CADA DÍA HAGÁMOS NUESTRA TAREA PARA EL SEÑOR EN FORMA FIEL.
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así” (Mateo 24:45-46).
¡Oh!, que Dios nos encuentre fieles y sin avergonzarnos de lo que hacemos en Su nombre.
Porque Dios es digno de su lealtad.
Primera Corintios 4:2: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
¿Es usted fiel? Cuando los tiempos se ponen difíciles, ¿es usted alguien con quien se puede contar? Hoy en día, existe una gran carestía de integridad genuina y de fidelidad entre los hijos de Dios. Es una burla. En la actualidad las palabras de un hombre significan muy poco, ya sea en un pacto matrimonial o en un contrato de negocios. Incluso los tratados entre naciones no parecen ser fidedignos.
Nuestra fidelidad es la base fundamental de nuestro carácter. Nunca conoceremos las bendiciones de Dios si nuestro caminar carece de fidelidad.
Cuando usted muera, ¿dirá la gente que usted fue fiel? ¿Fiel a su familia? ¿A sus amigos? Y primordialmente ¿fiel a Dios?.
DIOS SIEMPRE HA SIDO FIEL, SU MISERICORDIA NUNCA FALTA.
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23).
¿Sabe el significado de Lamentaciones 3:22-23? Significa que a Dios nunca se le acaba la compasión. ¿Alguna vez ha estado en las cataratas del Niágara? ¿Ha observado su turbulenta y torrencial fuerza?
Cuando el pastor Rogers las vio por primera vez pensó: “De seguro esa agua algún día se secará.” Pero no ha sucedido así.
Amigo, más grande que las cataratas del Niágara es la compasión del Señor. Su compasión nunca falla.
En 1923, Tomás O. Chisholm escribió uno de los grandes himnos de todos los tiempos. Esta estrofa es un reflejo de esta verdad: “Oh Dios eterno, tu misericordia ni una sombra de duda tendrá, Tu compasión y bondad nunca fallan, y por los siglos el mismo serás.”
Alabe a Dios cantando el himno “Grande Es Tu Fidelidad”, y medite en esta gran verdad.
“Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones” (Deuteronomio 7:9).
Cuando el pastor Rogers hablaba acerca de la seguridad eternal, inevitablemente escuchaba a alguien decir: “Bueno, tal vez sus pecados no podrán separarle de la mano de Dios, pero Satanás sí puede.” Con todo respeto él respondía: “Perdóneme, pero eso es una tontería. Si Satanás puede separarle de la mano de Dios, ¿por qué no lo ha hecho ya? ¿No ha sido él “bueno” con usted?”
Sería una muy extraña doctrina el decir que usted va a ir al cielo por la gracia del diablo, ¿no le parece? Dios nos salva. Dios nos guarda. Lo que ha sido sellado en la eternidad jamás puede ser deshecho por los intentos de los hombres ni por las artimañas del diablo.
¿Tiene usted la seguridad en su corazón de que cuando muera, se irá al cielo? Si no la tiene, pase algún tiempo hablando con Dios, ahora mismo. Pídale que le dé el regalo de la fe, ahora mismo, para creer en la seguridad de lo que hizo Jesús por usted, en la cruz, hace más de 2.000 años.
“Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas” (Salmos 138:2).
Había un hombre que amaba estudiar la Biblia, cuando encontraba algo que no entendía, le preguntaba a su amigo Carlos: “¿Qué significa este versículo?” Un día, durante su estudio bíblico, el Espíritu Santo le dijo: “¿Por qué no me preguntas a Mí? Yo soy el que le enseño a Carlos.”
Gracias por los eruditos que enseñan la Palabra de Dios, pero el  mismo Dios que enseña a esos hombres y mujeres, quiere enseñarle a usted también. Cuando lea la Biblia, pídale a Dios que le ayude a contestar las siguientes preguntas:
 1) ¿Hay una lección que debo aprender?.
2) ¿Hay algún pecado que debo evitar?.
 3) ¿Hay una bendición que disfrutar?.
 4) ¿Hay alguna promesa que reclamar?.
 5) ¿Hay algún nuevo pensamiento que debo llevar?.
Lea el Salmo 138. Luego conteste dichas preguntas relacionadas con las Verdades en ese pasaje.
DEBEMOS VIVIR  EL DÍA  A DÍA  EN JESUCRISTO.
“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos” (1 Timoteo 6:12).
Algunos de los mayores fracasos espirituales que sufrirá se presentarán después de algunas de sus mayores victorias espirituales. Jonás, Moisés y Elías lo aprendieron. ¿Por qué sucede esto? Porque estamos cansados y sentimos que podemos deslizarnos cuesta abajo sin motor. Pensamos:“¿Acaso Dios no me bendijo y me dio una gran victoria?”
Nos olvidamos que el diablo es astuto. Él sabe exactamente cuándo hacernos una zancadilla. Permítanos darle un consejo: Aunque el efecto residual de las bendiciones de ayer le bendecirá, no puede viajar con las bendiciones pasadas. Dios le creó de tal forma que no puede vivir por medio de experiencias; usted debe vivir a través de Jesucristo un día a la vez.
¿Le ha bendecido Dios con una victoria extraordinaria? ¿Qué va a hacer hoy para vivir una vida digna de esa bendición y en lealtad a Aquel que le bendijo?
VIVIR SIEMPRE EN LEALTAD CON DIOS.
“De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien” (1 Pedro 4:19).
Permítame hablarle de tres reacciones que usted necesita tener cuando enfrenta el sufrimiento.
1. Primero, debe regocijarse (vea 1 Pedro 4:13).
2. Segundo, debe revisar su vida (vea 1 Pedro 4:17-18). “¿Estoy sufriendo por algo que he hecho?” Si el Espíritu Santo le convence que su sufrimiento es el resultado de su pecado, entonces necesita arrepentirse.
3. Tercero, cuando revisa su vida y descubre que sus sufrimientos son por la causa de Cristo, entonces, sencillamente confíe, descanse en Él (vea 1 Pedro 4:19).
 Ya no es su problema, sino el problema de Dios. En ese versículo vemos la palabra “encomienden”. Ese es un término bancario que significa el poner algo en las manos de alguien más como depósito seguro. Tenga plena seguridad que Dios cuidará de usted.
¿Cómo reacciona usted, generalmente, cuando está enfrentando sufrimientos? Pídale a Dios que le dé un plan para estar listo cuando el sufrimiento llegue: ¿qué incluye eso? ¿Qué debe o no debe hacer?


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