EL AMOR DE
DIOS SI ES ETERNO Y EL NUESTRO QUÉ?
“EN LAS
BUENAS Y EN LAS MALAS”.
En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó
a nosotros, y envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados... Nosotros
le amamos a Él, porque Él nos amó primero. 1 Juan 4:10,19.
UN AMOR
HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE.
Cuando una
pareja se promete amor eterno, expresa que en los momentos de alegría, salud y
prosperidad estarán juntos pero también en las situaciones de tristeza,
enfermedad o pobreza. Declarando así que su amor es más fuerte que cualquier
adversidad y que sabrán sobrepasar cada una de ellas. Al empezar un matrimonio,
se es consciente que vendrán los problemas pero el deseo es estar listos para
enfrentarlos y superarlos. Sin embargo con el pasar de los años vemos como
muchos matrimonios se acaban al pasar por estas dificultades y muchos
argumentan que se acabo ese amor que lo podía todo.
Lamentablemente lo mismo ocurre con nuestro
amor hacia Dios. Cuando todas las cosas van bien, podemos amarle, seguirle y
buscarle, sin embargo cuando llegan los problemas, argumentamos que Dios no nos
ama, pues si lo hiciese no estaríamos pasando por eso. Reducimos el amor de
Dios a las bendiciones, prosperidad y felicidad pero cuando vienen los momentos
difíciles, sencillamente concluimos que el amor se a cabo y culpamos a Dios por
todo aquello que no anda bien en nuestras vidas.
De acuerdo a
la palabra de Dios, esa no es la forma en que Dios manifiesta su eterno amor
por nosotros, no podemos medir su amor porque todo sea color de rosa, sino en
que ha tenido misericordia de nosotros, a pesar de nuestras muchas rebeliones.
No olvidemos que aunque hemos sido infieles, Él permaneces fiel y que aunque
fallamos Él nunca nos dejará ni nos desamparará, aun cuando dudamos que Él está
allí, y lo herimos con nuestra indiferencia, su amor nunca cambia.
Necesitamos
entender el amor de Dios, para poder disfrutarlo a su plenitud, no minimizarlo
a prosperidad económica, felicidad sentimental o nada por el estilo, sino el
saber que Dios nos amó primero y no esperó nada a cambio. Debes estar listo
para las tormentas que atravesaras en tu caminar con Dios, recordando que Él te
llevara de la mano derecha y te mostrara el camino que debes andar, sobre todo
recordar siempre que su amor sobrepasa las cosas materiales, ya que te regaló
una salvación que nada en este mundo te puede arrebatar, y con ella un pase a
la eterna felicidad y sumo gozo. No permitas que tu amor por Dios se apague,
pues el suyo nunca menguara. Oremos para llegar a amar a Dios como Él nos ama,
con un amor incondicional, en las buenas y en las malas.
Jehová se
manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3. (RVR1960)
Autora:
Dilean Canas.
EL VERDADER
AMOR DEL Discípulo.
“Y el que no
lleva su cruz y viene en pos de Mí, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:27).
La cruz no
solamente nos salva, sino que continúa santificándonos. ¿Ha leído lo que Jesús
dijo? “Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame” (Marcos 8:34b).
Mucha gente
piensa que esto significa que nuestra “cruz” es una enfermedad, o un cónyuge
incrédulo, o un jefe déspota. Sin embargo, una cruz no es algo puesto a la
fuerza sobre usted y sobre lo cual no tiene ninguna opción. La cruz es algo que
usted volitivamente acepta. Jesús puso su vida voluntariamente, y nos pide que
hagamos lo mismo. Su cruz es cuando usted voluntariamente muere a sí mismo, y
realiza esto al decir “¡No!” al pecado y a su ego, y “¡Sí!” a Cristo.
Ofrezca esta
oración de entrega Dios hoy: “Padre, perdóname por ponerme yo en primer lugar,
y Tú en segundo. Perdóname por no tomar mi cruz para seguirte. Dame la gracia
de morir a mí mismo, y de morir para aquellas cosas en mi vida que no traen
gloria para Ti, y mantenme muy cerca de Ti.”
EL AMOR DE
DIOS, ES UN AMOR SIN LÍMITES.
“Si bien
todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos
llevaron como viento” (Isaías 64:6).
No existe ni
uno bueno. Ni uno solo. Si usted pidiera a cada ser humano en el planeta tierra
que ponga en una taza todas sus cosas buenas, no habría en esa taza ni siquiera
lo suficiente para salvar a una sola persona.
Isaías 64:6
dice que “todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia” a los ojos de
Dios. La cruz de Jesucristo es nuestra única esperanza. Sin Jesús, usted tendrá
que enfrentar la ira de Dios. Jesús pagó la deuda de su pecado que la justicia
de Dios requiere, y ahora, como Su hijo, usted comparte Su justicia.
En 1906
Jessie Brown Pounds escribió estas palabras: “Necesito ir al hogar por el
camino de la cruz; no hay ninguna otra forma, sino ésta. Nunca podré ver las
puertas de luz, si es que pierdo el camino de la cruz.”
¿Cómo se ve
a usted mismo, este momento? ¿Digno? ¿O indigno? ¿Qué es lo que dice Juan 3:36,
5:24 y Romanos 3:23-26?
SOLO DIOS
SALVA.
“Yo, Yo
Jehová, y fuera de Mí no hay quien salve” (Isaías 43:11).
Se requiere
más del poder de Dios para salvar a una alma a través de la cruz de Cristo, que
lo que se requiere para cualquier otra cosa. Dios no tuvo ninguna dificultad
creando el universo. La Biblia nos dice que Él habló, ¡y sucedió! Pero cuando
Dios escribió la historia de la salvación, tuvo grandes dificultades.
En una
ocasión el pastor Rogers dijo: “¿Qué si yo realizo un servicio y tengo el poder
de enderezar las piernas de los inválidos, o de devolver la vista a los ciegos?
¡En el próximo servicio no habría dónde poner a la gente! Ahora, por cierto que
deseo que Dios sane a las personas, pero déjeme decirle algo más. ¿Qué, si
después de que predique un mensaje, una niñita pasa al frente para decir que
Dios le ha salvado? ¡Ese es un milagro mayor que abrir los ojos de los ciegos,
porque el Hijo de Dios tuvo que colgar en una cruz, en agonía y derramar Su
sangre, para comprar la salvación de esa pequeña!”
Jesús no
vino como un gran sanador o profesor. ¡Él vino como Salvador!¿Cómo usted
definiría lo que sucede cuando Dios salva a una persona? ¿Podría ponerlo en
palabras? Pídale a Dios que le muestre, en Su Palabra, lo que significa la
salvación, y luego trate de explicarlo con sus propias palabras. Y compártalo
con alguien más esta semana.
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