sábado, 15 de septiembre de 2018

PREPARADOS TODOS LOS DÍAS PARA PRESENTARNOS DELANTE DE DIOS.


PREPARADOS TODOS LOS DÍAS PARA PRESENTARNOS DELANTE DE DIOS.
“Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).
G. Campwell Morgan fue un gran expositor de la Palabra de Dios, y alguna vez dijo: “Nunca recuesto mi cabeza en la almohada sin pensar que tal vez antes de despertar, mi mañana final haya llegado. Nunca comienzo a trabajar sin pensar que Él puede interrumpir mi trabajo para hacer el Suyo.”
Cada noche, al irnos a acostar, deberíamos decir: “Jesús puede venir esta noche.” Y cada día al ir a nuestros respectivos trabajos, deberíamos pensar que ese día pudiera ser el último día de trabajo para nosotros. Debemos estar apercibidos para Su regreso.
¿Está usted orando por el retorno de Jesús? Si usted le ama, debería estar anhelando Su regreso y orando: “Sí, ven, Señor Jesús”(Ap. 22:20).
Si éste fuera su último día sobre la tierra, ¿qué es lo que haría diferente? ¿Cómo invertiría su tiempo? ¡Piénselo! Luego viva como si Jesús fuera a venir cualquier momento. ¿Y sabe qué? ¡A lo mejor lo hace!
“No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día” (Proverbios 27:1).
 “Prosigo a la META, al premio del supremo LLAMAMIENTO de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).
Tal vez usted mismo es una de esas personas. Mañana saldrá de vacaciones. Mañana limpiará y arreglará la casa. Mañana comenzará una nueva dieta. Mañana va a poner al día su chequera. ¡Mañana, mañana, mañana! El único problema es que el mañana nunca llega, porque cuando llega, entonces es hoy. Y hoy es el mañana que le preocupó ayer. ¡Siempre es hoy!
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).

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