EL
ENDEMONIADO GADARENO FUE SANADO Y PERDONADO Y ENVIADO A PREDICAR. Lucas
8:26-39.
Mateo 8:29 –
9:1 y Marcos 5:1-20 también documentan este incidente. El relato de Mateo es
más corto e incluye a dos demoníacos, mientras que el relato de Marcos se
parece más al de Lucas. Ambos Marcos y Lucas lo presentan.
Esta
historia, que también se halla en Marcos 5:1-20 y Mateo 8:28-34, es para Lucas
el desarrollo y el cumplimiento de la misión de Jesús que él mismo planteó en
4:18-19 —“a pregonar libertad a los cautivos” y “poner en libertad a los
oprimidos” (repitiendo palabras de Is 61:1-2, 58:6).
La historia
del endemoniado gadareno es extraña.
¿Qué hacía
Jesús en esa región? ¿Realizó su propósito echando a los demonios del hombre?
¿Envió a los demonios en los cerdos para hacer una declaración sobre leyes
judíos alimentarios? ¿Cuál es el simbolismo del hombre que vive entre los
sepulcros? Para mí, esta lección evoca más preguntas que respuestas. No puedo
esperar contestar a todas las preguntas, sino que sí pienso que hay varias
maneras en que se puede aplicar esta lectura a una comunidad de la iglesia.
Exploraré tres puntos aquí.
Primero:
Jesús arribó a la comunidad en el lugar donde vivió el paria.
Segundo: Los
que apacentaban los cerdos se preocupaban más por sus ingresos que un miembro
de su comunidad.
Tercer: El
hombre que había sido curado se fue, y dijo a todo el mundo qué grandes cosas ha hecho Dios contigo" Este relato se encuentra dentro de una modalidad narrativa
que podemos llamar de “expulsión de demonios”. Tienen por objeto mostrar la
fuerza de Jesús sobre poderes invisibles, pero que operan afectando la realidad
humana, los que son llamados “espíritus” o “demonios”. No podemos extendernos
ahora en una consideración detallada de este tema, que ha tomado gran auge en
ciertos círculos y denominaciones cristianas. Hoy en día, la visión moderna
positivista del mundo descree de la existencia de tales fuerzas, y menos aún
que puedan ser entes con propia voluntad. Sin embargo, otras concepciones
también vigentes, postulan, de distintas maneras, la presencia de fuerzas,
energías, poderes, etc. que se corresponden con lo que se llamaban demonios
(daimones) en los tiempos bíblicos. No todos lo asocian con fuerzas malignas,
aunque entre los cristianos que se guían por tal concepción siempre se ven
estas fuerzas como opuestas al señorío de Cristo. cosas había hecho Jesús para
él.
LUCAS 8:26.
LA TIERRA DE LOS GADARENOS.
Esta tierra
está “delante de Galilea” tanto espiritual como geográficamente. Es tierra de
gentiles, y es el único relato en este Evangelio donde Jesús viaja a territorio
gentil.
LUCAS 8:27.
NO VESTÍA VESTIDO Y VIVÍA ENTRE LOS SEPULCROS.
El hombre
vive entre los sepulcros, desnudo y como un animal. Hasta los animales viven en
familias o rebaños, pero este hombre vive solo. Judíos piensan de las tumbas
como morada de los demonios y las consideran inmundas. Puercos, por supuesto,
también son inmundos y aborrecibles para los judíos (Lev. 11:7; Deut. 14:8).
La
referencia a demonios nos incomoda. Descartamos los demonios como una creencia
primitiva, algo como creer en un mundo plano. “En nuestro día, nos hemos
acostumbrado a atribuir calamidades y desordenes a las fuerzas de la naturaleza
más que a los problemas mentales o emocionales que llevamos en nuestro interior.
El remedio no es el exorcismo, sino consejería o medicamentos”.
Pero no
debemos apresurarnos a clasificar los malestares espirituales como si fueran de
carácter médico o social. Cualquier lectura de historia contemporánea revelará
una maldad tan abrumadora que nos pondríamos cegueras si lo llamáramos por
cualquier otro nombre. ¿Era Hitler un hombre mentalmente turbado o simplemente
malvado? ¿Se hubieran solucionado mejor los problemas de Stalin con terapia o
con exorcismo? ¿Podría un psiquiatra o farmacéutico haber encaminado bien a Idi
Amín? ¿Habría Pol Pot sido menos matador si hubiera gozado de mejor educación?
LUCAS
8:28-29. RUÉGOTE, NO ME ATORMENTES.
Los
discípulos preguntaron, “¿Quién es éste, que aun á los vientos y al agua manda,
y le obedecen?” (8:25), pero, irónicamente, los demonios conocerán a Jesús como
“Jesús, Hijo del Dios Altísimo” (8:28). Los demonios son poderosos – de manera
peligrosa – pero su solicitud a Jesús (“no me atormentes”) demuestra que saben
que Jesús es aún más poderoso.
Los vecinos
Gergesenos del demoníaco le mantenían preso con cadenas y grillos, pero los
demonios le ayudaron a escapar. Sin embargo, la libertad que los demonios le
dan es una libertad falsa. Solo sirve para aumentar la deshumanización y el
aislamiento del hombre. Corre desnudo e inconteniblemente, una presencia
incontrolable y temerosa, y vive entre los muertos en vez de los vivos.
Hoy podemos
ver un fenómeno similar entre aquéllos cuyas adicciones les destruyen física,
mental, emocional, social, y espiritualmente. Como el demoníaco, viven
marginados – en las calles o bajo los puentes – aislados de la comunidad. Son
libres de trabajos de 9 a 5, y códigos de vestir – libres de pagos de alquiler
y reparaciones de coches – libres de no obedecer las normas culturales. Pero,
en lo que verdaderamente cuenta, son los menos libres de todos nosotros.
“Anotemos el
valor total de Jesús al tratar con el hombre... Sus compañeros estaban...
aterrorizados de él,...pero Jesús se le enfrentó con calma y sin temor”.
Cristianos, fortificados por Cristo, a menudo enfrentan grandes peligros con
gran valor.
El demoníaco
(o los demonios que hablaban por su voz) le suplica a Jesús que no le atormente
(v. 28), porque Jesús ha mandado a los espíritus inmundos que salgan de él (v.
29). A pesar de lo horrible que nuestros demonios sean, estamos acostumbrados a
ellos y nos cuesta dejarlos ir. Consejeros conocen la frustración de trabajar
con gente que se aferra a sus demonios – gente que, a pesar de su miseria,
rehúsa cambiar su comportamiento auto-destructivo. Vemos este principio
funcionando en congregaciones cristianas, descontentos por su inhabilidad de
atraer a gente nueva pero que, al mismo tiempo, se aferran a las viejas
costumbres que les mantienen marginados.
LUCAS
8:30-31. ¿QUÉ NOMBRE TIENES?
Una legión
es una patrulla romana de unos seis mil soldados, y simboliza las “fuerzas de
ocupación romanas cuyo poder era abrumador y cuya presencia significaba una
pérdida de control sobre cada dimensión de su propia sociedad”.
“Legión” (v.
30). La respuesta del demoníaco nos demuestra la capacidad de las fuerzas en
contra de Jesús – muchas y poderosas. También revela que el hombre ha perdido
su identidad a sus demonios. Lleva su nombre y está bajo su poder. “Lo único
que quedaba era una lucha hirviente de fuerzas en conflicto. Era como si una
legión romana batallara dentro de él”.
Eruditos
mencionan una creencia primitiva que el conocer el nombre de una persona puede
conferirle poder sobre esa persona, y sugieren que Jesús le pregunta al demonio
su nombre para ganar el poder sobre ellos. Jesús, sin embargo, no necesita su
nombre para ganar poder. Él ya tiene poder sobre ellos – el poder del “Hijo del
Dios Altísimo” (v. 28) – éste es un hecho demostrado por los demonios cuando le
ruegan a Jesús que no les atormente (v. 28) o que les mande al abismo (v. 31).
La palabra
griega (abusson), traducida como “abismo” en v. 31 se traduce como “pozo sin
fondo” en el libro de Revelaciones (Rev. 9:1; 11; 11:7; 17:8; 20:1, 3), y es el
lugar donde las fuerzas demoníacas han de ser exiliadas para que ya no puedan
regir sobre seres humanos. Los demonios del demoníaco le piden a Jesús que no
les “mandase ir al abusson.” Esto sugiere que el abismo es un lugar que ya
conoce – su hogar natural, quizá. Pablo utiliza la palabra abusson para hablar
de la morada de los muertos (Rom. 10:7).
LUCAS
8:32-33. SE ARROJARON AL LAGO Y SE AHOGARON.
Ya que Jesús no permite que los
demonios permanezcan en el hombre, le preguntan si pueden residir en otros
seres vivientes. Los puercos son lo más lógico, puesto que ya se consideran
inmundos (Lev. 11:7; Deut. 14:8). Jesús se lo permite, pero los puercos no les
pueden salvar. En vez, la presencia demoníaca les hace correr hacia su propia
destrucción (y así causando la destrucción de los demonios) en el abismo del
mar.
Gente
moderna tiende a preocuparse por el desastre económico que representa la muerte
de los puercos para sus dueños y también por el destino de los mismos animales.
A los autores de los Evangelios, sin embargo, poco les preocupaban los puercos
o sus dueños. Para ellos “el asunto espiritual de esta historia es mucho más
importante que sus asuntos monetarios .Los autores del Evangelio vieron esta
historia como el liberar a un hombre de la esclavitud que vivía bajo los demonios.
La liberación del demoníaco y la sentencia de los demonios era su primera
preocupación”.
LUCAS
8:34-37. TENÍAN GRAN TEMOR.
“Hallaron
sentado al hombre de quien habían salido los demonios, vestido, y en su juicio,
á los pies de Jesús” (v. 35). Esta imagen de “después” se contrasta
dramáticamente con la imagen de “antes.” Este hombre que antes era “agitado del
demonio por los desiertos” (v. 29) ahora se sienta pacíficamente a los pies de
Jesús. Estaba desnudo, pero ahora está vestido. Había sido controlado por un
comportamiento salvaje y auto-destructivo, pero ahora está “en su juicio.”
• Por un
lado, Jesús ha llevado a sus vecinos, los dueños de los puercos, a la
bancarrota y no están seguros de quién les seguirá. “Los Gergesenos no alaban a
Dios porque un hombre ha sido sanado; están calculando el costo y les parece
demasiado alto”.
• Después
está el asunto de un poder incontrolable a su alrededor. Como el fuego, puede
ser beneficioso, pero también puede destruir. ¿Qué hará Jesús ahora? ¿Cómo les
afectará?
• También
existe el asunto de la rutina alterada. Como el demoníaco, los Gergesenos están
acostumbrados a tratar con demonios. Sí, el hombre estaba loco, pero vivía
fuera de la vista de todos y entre las tumbas. Ahora que está “vestido, y en su
juicio” (v. 35), tendrán que encontrar un lugar para él en su aldea. ¿Le dará
su familia la bienvenida? ¿Se habrá vuelto a casar su mujer? ¿Habrán hecho sus
hijos las paces con su ausencia? ¿Cómo se ganará la vida? ¿Volverá a ser
peligroso? ¿Se enamorará de él alguna de sus hijas? ¡Jesús resolvió un problema
pero abrió la puerta para mil nuevos!.
Claro que
ésta no es la primera vez que este Evangelio presenta a gente temerosa en la
presencia del poder de Dios. Los pastores se aterrorizaron al aparecer los
ángeles (2:9). Los discípulos temían cuando Jesús calmó los mares – temían aún
más su poder sobre el mar que el poder del mar sobre ellos (8:25). Las mujeres
en la tumba temieron al enfrentarse con dos hombres en ropas resplandecientes
(24:5).
“Había sido
salvado aquel endemoniado” (griego: esothe – de sozo – salvado) (v. 36). Lucas
presenta esto como el sanar del hombre entero – físico, mental, emocional,
social, y espiritual. Jesús ha salvado a este hombre en todas las maneras que
él lo necesitaba.
“Entonces
toda la multitud... le rogaron que se fuese de ellos; porque tenían gran temor”
(v. 37). Mientras que podemos entender su miedo, nos da pena su respuesta.
Tienen una elección – no deben permitir que su miedo dicte sus decisiones. Los
pastores temerosos no les pidieron a los ángeles que se fueran. Los discípulos
temerosos no le pidieron a Jesús que dejara su barco. Los Gergesenos podían
celebrar el poder de Dios a su alrededor pero, en vez, satisfacen su miedo.
“Y él,
subiendo en el barco, Volvióse” (v. 37). Jesús no se impondrá sobre gente que
está indispuesta.
LUCAS
8:38-39. MAS JESÚS LE DESPIDIÓ.
38Y aquel
hombre, de quien habían salido los demonios, le rogó para estar con él; mas
Jesús le despidió, diciendo: 39Vuélvete á tu casa, y cuenta cuán grandes cosas
ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes
cosas había hecho Jesús con él.
SEÑOR QUIERO
SERVIRTE DESDE HOY LE DIJO AQUEL HOMBRE.
EL SEÑOR LE
DIJO, VUELVE A TU CASA.
Una vez
libre de sus demonios, el hombre ya no teme a Jesús, y le ruega que le permita
irse con él. Jesús, sin embargo, le manda a su casa para que predique a la
gente que mejor le conoce – para hacerse “un misionero local”. Jesús, por lo
tanto, comisiona a este gentil aún antes de comisionar a los doce.
A diferencia
de otras ocasiones en las cuales Jesús le manda a la persona sanada o liberada
que mantenga silencio, aquí le dice al hombre que vuelva a su casa y cuente las
obras de Dios. Probablemente es porque siendo territorio gentil, no existía el
peligro de que se formara un movimiento popular para levantarse contra Roma de
manera violenta en el nombre de Jesús. Este mandato sirve como el precedente
para la misión hacia los gentiles que Lucas describe en el Libro de Hechos.
CUENTA A LA GENTE LO QUE DIOS HA HECHO EN TU VIDA.
PREDICA EL AMOR DE JESUCRISTO A LOS TUYOS.
Las
instrucciones de Jesús para este hombre no se parecen a su práctica general de
decirle a la gente que mantenga silencio después de ser sanada. El testimonio
de este hombre será un ministerio continuo entre los gentiles, que todavía no
están preparados para recibir a Jesús entre ellos, pero que tampoco pueden
ignorar el cambio en la vida de este hombre.
ES EL
MOMENTO DE DAR TESTIMONIO DE NUESTRA CONVERSIÓN AL EVANGELIO Y LA ENTREGA DE
NUESTRA VIDA A JESUCRISTO.
El hombre
obedece, proclamando “cuán grandes cosas ha hecho Dios conmigo” (v. 39). A
menudo nos sentimos empujados hacia una vocación que no es la que hubiéramos
escogido. En estos momentos es importante escuchar con cuidado y obedecer la
llamada a la que hemos sido llamados. Es mejor ser un portero en la casa del
Señor que ser un príncipe o princesa en cualquier otro lugar – a no ser que
Dios nos haya llamado para ser príncipe o princesa.
EN RESUMEN
PODEMOS DECIR:
Ni los
demonios ni los cerdos tuvieron oportunidad de salirse con la suya. El poder de
Jesús los sometió. El poder de Jesús habría de enfrentarse con los poderes
malignos —sean los demonios o sea el imperio. Y no sería a través de la fuerza
o la violencia, sino por el simple testimonio del hombre restaurado. Cuando nos
sentimos tentados con usar la violencia o la opresión en contra la injusticia o
en contra de los que nos resisten, hemos de recordar que la victoria de Jesús
no es ganada por los métodos de César, sino por la Palabra y al último, por la
cruz.
Jesús tiene
autoridad para librar al hombre de los demonios y los manda a entrar a los
cerdos. Recordemos que para mucha de la audiencia judía de los evangelios, los
cerdos representaban inmundicia y el mundo gentil. Los cerdos se precipitan
hacía el lago y mueren. De manera dramática, se nos señalan algunas cosas:
CONCEPTOS
PARECIDOS: ROMA PODER MALIGNO Y PECADO- DEMONIO.
El poder opresor, explotador, y violento
(Roma) tiene detrás de sí un carácter demoníaco; esta potestad es incontrolable (v. 29). Solamente el
poder de Dios a través de Jesús puede dar auxilio ante esta opresión; este poder tiránico está destinado a la muerte y al
abismo; Jesús no
solamente tratará con Roma, sino que limpiara la inmundicia de la faz de la
tierra.
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