1. ESTAMOS
CRUCIFICADOS MUERTOS Y RESUCITADOS PARA
VIVIR PARA DIOS.
Gálatas
2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí.”
Dios le ama
tanto que Jesucristo agonizó y derramó su sangre al ser crucificado por usted.
Usted es preciado para Dios, es el objeto de su amor. La sangre de Jesucristo
fue derramada en el Calvario por usted. Amigo, amiga, si lo sabe, entonces
podrá mantenerse firme ante toda crítica. No le molestará lo que otros digan de
usted. La cruz le libera. Aquel que murió por usted vive ahora en usted. El
Señor entregó su vida por usted, para luego poderse entregar a usted. Cuando
Jesucristo murió por usted, no solamente removió sus pecados, sino que le
removió a usted. Usted está crucificado con él. Así que, ¿quién puede hacerle
daño a un hombre o mujer muerta?
¿SABE USTED
CÓMO RESISTIR LA CRÍTICA Y EL RECHAZO COMO CRISTIANO?
¿Ha sentido
el ardor de la crítica esta semana? Extraiga el aguijón y lave la herida con el
bálsamo del amor de Jesús. Entréguele esa crítica al Señor. Luego, pídale a
Dios que le enseñe de lo acontecido.
2. LAS
RIQUEZAS REALES DEL CRISTIANO.
Riquezas
Reales en Cristo.
El apóstol
escribió: … Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría
y del conocimiento. (Colosenses 2:3)
Según se ven
las cosas usted posiblemente es una persona impresionante. Tal vez tiene una
linda casa. Supongo que sus vecinos estarían de acuerdo en que usted trabaja
duro… tal vez está trepando por la escalera hacia el éxito, ¿verdad?. . .Usted
gana un salario, y sus posesiones materiales están creciendo en número, pero…la
verdad es que tal vez aun poseyendo todas esas cosas se siente vacío por dentro
y por fuera, y está fingiendo. Ninguna cosa de su propio "reino" le
ha dado la felicidad que esperaba. Así que está pensando: "Tal vez si
consiguiera un trabajo mejor," o "consiguiera una casa más
grande," o “un mejor auto”, o “una mejor posición”, etc.
No permita
que la cortina de humo de más dinero le ciegue los ojos a la verdad. Hay mucho
más en ser rico que ganar más dinero. Séneca, el romano, tenía razón: "El
dinero nunca ha hecho a nadie rico." ¿Quiere riquezas? Entonces escuche a
Jesús: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas (Mateo 6:33).
3. LOS
NUEVOS VALORES DEL REINO DE DIOS.
Para hallar
riquezas reales cambie los valores de su reino.
¿Sabe cuál
es el problema con muchos de nosotros? Nuestra fe es algo añadido a nuestras
vidas. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores”(Mateo 6:24). ¿Cree
usted eso? Necesita tener sólo una meta en su vida, y ésa es conocer a
Jesucristo personalmente, poderosamente, apasionadamente, y predominantemente.
Todo lo demás será resultado de su devoción.
Usted dirá:
“Pero espere un minuto. ¡Yo tengo otras cosas que hacer! Poseo un trabajo. Debo
descansar. Necesito recreación, tengo amigos. No puedo simplemente limitar mis
intereses a sólo uno.”
Cuando
disciplina su vida a un solo enfoque, todas estas otras cosas contribuirán a lo
principal.
¿Cuál es el
enfoque principal de su vida? ¡Que sea Jesús y tendrá éxito!
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” - (Mateo 6:33).
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el
contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. Ahora, escriba Mateo
6:33 en un papel. Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar
su tesoro y que usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.
6:19 No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan;
6:20 sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:22 La
lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo
estará lleno de luz;
6:23 pero si
tú ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que
en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
6:24 Ninguno
puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas.
6:25 Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis
de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que
el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
6:26 Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro
Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por
el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen:
no trabajan ni hilan;
6:29 pero os
digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
6:30 Y si la
hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así,
¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os
afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque
los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
6:34 Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio mal.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez
ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34,
viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las
más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras
necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán
añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no
confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio
piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos
una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son
las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al
Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza
en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted buscando primero el reino
de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su vida que testifica que Él
es su primera prioridad?
5. RIQUEZAS
EN CRISTO QUE NO SE ACABAN.
Él provee de
sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente” -
(Proverbios 2:7).
En Cristo,
existe sabiduría, fortaleza, seguridad y satisfacción. Cuando usted se acerca a
Él con urgencia, fervor, persistencia y expectativa, recibirá respuesta de Él.
Jesús no va a pensar que le está molestando, Él se complace cuando usted le
pide su sabiduría. Señor, necesito tomar una decisión. ¿Cuál universidad escojo?
¿Me caso con esa persona o no? ¿Es este el trabajo que quieres que tenga? ¿Cuál
mecánico uso para reparar mi choque? ¿Dónde quieres que viva? ¿Alquilo o
compro? Annie Johnson Flint escribió un edificante himno: “Su amor no tiene
límite, Su gracia no tiene medida, Su poder no posee fronteras conocidas al
hombre; Porque de sus infinitas riquezas en Jesús, Él da y da y da otra vez.”
Deposite todas sus cargas en Él hoy, porque Jesús ansía llenarle con Él mismo.
Alábele:
“Señor gracia por proveer “de sana sabiduría a los rectos”. Gracias porque eres
“escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:7).
6. EL JOVEN
RICO PREGUNTÓ POR LA MAYOR RIQUEZA, LA VIDA ETERNA.
¡Cuán
difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Cuando el
joven rico le preguntó a Jesús respecto a la salvación, nuestro Señor probó de
inmediato su disposición a dejarlo todo y a seguirlo "vende todo lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme"
(Lc. 18:22). Cuando el joven rico no prestó atención a las palabras de Jesús,
demostró que no estaba dispuesto a someterse al señorío de Cristo.
El que
quiera aceptar la salvación debe rendir el control de su vida al Salvador. Eso
significa estar dispuesto a abandonarlo todo para seguirlo, o estar contento
con todo lo que le ha dado, sabiendo que puede soberanamente darle más cuando
le sirve.
La salvación
es cambiar todo lo que usted es por todo lo que Cristo es. Por lo tanto, la fe
salvadora no es simplemente un acto mental; ella calcula el costo (Lc. 14:28) y
humildemente clama a Dios como hizo el publicano en Lucas 18:13: "Dios, sé
propicio a mí, pecador"
¿Tiene usted
en cuenta el costo hoy y todos los días?
7. LA
PREGUNTA Y LA RESPUESTA MÁS IMPORTANTE.
Ninguna
pregunta es de mayor importancia que la que hizo «un hombre principal» (Lucas
18:18), que «vino. . . corriendo, e hincando la rodilla delante de Él (Jesús)»
(Marcos 10:17). Este hombre era «joven» (Mateo 19:20,22), y tenía grandes
riquezas. Hincándose de rodillas delante de Jesús, el joven le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo. . . No
adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu
padre y a tu madre» (Lucas 18:18-27; ver Mateo 19:16-30; Marcos 10:17-31).
Nadie nunca se dirigía a un escriba o a un rabino como «Maestro bueno» — sólo a
Dios se le llamaba Bueno. Tres de los evangelios registran que el joven reconoció
que Jesús era más que otro Maestro, pero como el «Buen Maestro» (Señor). Él
sabía que, más allá de la vida física, había una eternidad que él quería
heredar.
En respuesta
a su suma importante pregunta: «¿qué haré . . . ?», entonces Jesús le dijo:
«Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso
muy triste, porque era muy rico» (Lucas 18:22-23). A esta respuesta no se le
debe torcer el sentido a decir que la vida eterna se puede ganar por los
esfuerzos personales o por los sacrificios que se hacen en dar y ayudar a otras
personas. La vida eterna sólo viene por medio de Él (Jesucristo) quien «nos
amó, y nos lavó de nuestros pecados con Su sangre» (Apocalipsis 1:5). Este
joven no estaba dispuesto a dejar que Jesús fuese el Señor de su vida. Él no
quería dejar atrás la influencia, el prestigio, y la seguridad financiera que
sus riquezas proveían. Él pensó que él era un «buen hombre», muy religioso,
pero tristemente estaba perdido eternamente.
La Biblia no condena a las personas
sólo por ser ricos, pero: «A los ricos de este siglo manda (instruye) que no
sean altivos (orgullosos), ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales
son inciertas, sino en el Dios Vivo, que nos da todas las cosas en abundancia
para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos (compartiendo); atesorando para sí buen fundamento para lo
por venir, que echen mano de la vida eterna» (I de Timoteo 6:17-19).
Las
decisiones diarias y el estilo de vida revelan lo que en verdad se cree. Este
joven rico ilustra la razón por qué Jesús dijo: «estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (Mateo
7:14).
8. RIQUEZAS
EN SU SALVACIÓN.
Los
creyentes siempre podemos dar gracias a Dios por un Perfecto y Sumo Sacerdote,
«por lo cual (Cristo) puede también salvar perpetuamente a los que por Él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (por nosotros)»
(Hebreos 7:25). Porque hemos creído en Jesucristo como el Salvador y Señor de
nuestras vidas, debemos de tener un deseo sincero de conocer Su voluntad
mientras que leemos toda Su Palabra.
9. POBREZA
PARA GANAR LA MEJOR RIQUEZA.
“Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” - (Mateo
5:3).
¿Qué significa
ser pobre en espíritu? ¿Significa calificar como el director del crucero
Titanic? No. Jesús está hablando de alguien que reconoce que ante Dios su
posición espiritual está en bancarrota. Literalmente significa que llegamos al
final de la dependencia en nosotros mismos. Usted nunca descubrirá las
verdaderas riquezas de la vida cristiana, hasta que primero admita su condición
destituida ante el cielo. Y algunos de nosotros no queremos admitirlo. Pero,
permítame recordarle algo: Dios creó el mundo de la nada. Esa es su naturaleza.
Él no hará nada de usted, hasta que usted llegue a ser nada. ¿Ha admitido que
es un pecador perdido ante Dios? ¿Qué no posee nada que ofrecerle? Amigo, si
piensa que puede llegar al cielo de alguna otra forma, está enormemente equivocado.
Usted no sabe cuán santo es Dios y cuán pecador es usted.
10. ANDAR CON
DIOS Y PARA SERVIR A DIOS ES LA MAYOR RIQUEZA.
“Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores,
ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está
su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:1-2).
Las
Bienaventuranzas nos enseñan el fundamento de cómo debemos ser y vivir, tal y
como los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento nos enseñan cómo vivir.
Ahora, existe una palabra clave en lo que acabo de decir:
“ser”. Verá,
el mundo está más interesado en la palabra “tener”. Si usted tiene cosas,
entonces es considerado bendecido según el mundo interpreta dicha palabra. El
mundo piensa que la felicidad emana de su habilidad, dinero, astucia,
posesiones, belleza, poder o fama. Sin embargo, creo que conocemos personas que
poseen mucho y son perfectamente miserables. La felicidad no proviene de lo que
una persona tiene, sino de lo que la persona es.
Los
epitafios son generalmente escritos acerca del carácter de una persona. Escriba
qué desea que su lápida diga.
SEÑOR: FUI
UN SERVIDOR DEL REINO.
Mateo 5:6:
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán
saciados.”
La felicidad
es algo con lo que usted se tropieza al servir a Jesús. Cuando usted está
sirviendo al Señor Jesucristo, la felicidad es el derivado de la justicia. Las
personas que están tratando de ser felices enfocan su energía en el blanco
equivocado. Si usted busca la justicia, entonces será feliz. Lo que usted
necesita es beber del Espíritu. Es alimentarse de la Palabra de Dios. La
necesidad más profunda de su corazón sólo será satisfecha en JESÚS.
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