lunes, 4 de enero de 2016

UN CAMBIO TOTAL EN TODO EL PLANETA POR EL DILUVIO UNIVERSAL.

UN CAMBIO TOTAL EN TODO EL PLANETA POR EL DILUVIO UNIVERSAL.
Noé y su familia, las siete parejas de animales limpios y una pareja que no era limpia de todas las criaturas vivientes que entraron en el arca, tal y «como mandó Dios» (Génesis 7:2, 9,16); el gran diluvio mundial; el pacto del arco iris.
«Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca» (Génesis 7:1). Noé pudo salvar a su familia y preservar a la humanidad porque su fe en la Palabra que Dios le había hablado le guió a construir el arca. Durante los muchos años que tomó para construir el arca, él también fue conocido como «pregonero de justicia» a un mundo impío (II de Pedro 2:5). Esto ilustra la verdad del Nuevo Testamento que nos dice: «así también la fe sin obras está muerta» (sin sentido) (Santiago 2:26). El arca fue un refugio y una protección de una muerte inevitable; fue un tipo (una sombra) de Cristo, quien provee un refugio espiritual para los creyentes. Cristo, nuestra Arca espiritual, está llamando a los que están perdidos hoy en día: «Venid a mí todos . . . y Yo os haré descansar» (Mateo 11:28).
Para Noé y su familia llegó el día, antes del diluvio mundial, cuando Dios les dijo que entraran en el arca, «y Jehová le cerró la puerta» (Génesis 7:16). Esto nos hace recordar que « . . . he aquí ahora el día de salvación» (II de Corintios 6:2). Todos los que esperan por un día o un tiempo más adecuado para ser salvos necesitan darse cuenta que nadie sabe el día que su puerta se cerrará, perdiendo esa oportunidad para siempre. «Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir» (Mateo 25:13).
Tal y como Noé pudo descansar adentro del arca, protegido de las aguas de la muerte, así también nosotros podemos estar seguros en ese descanso espiritual, pues «. . . vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (Colosenses 3:3). Enseguida que Noé se paró otra vez en tierra seca, «edificó Noé un altar a Jehová. . . y ofreció holocausto en el altar» (Génesis 8:20). La obediencia en fe y la adoración a Dios van de acuerdo. Así como Dios no le dio a Noé un día exacto cuando el diluvio mundial iba a venir, tampoco nosotros sabemos el día de la segunda venida de nuestro Señor.
 «Más como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. . . . Por tanto, también vosotros estad preparados» (Mateo 24:36-39,44).
DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA EL DÍA SEÑALADO POR DIOS.
Nosotros no sabemos el día que nuestras vidas van a terminar — debemos de estar preparados.
UNA DESCENDENCIA REBELDE Y UNA DESCENDENCIA OBEDIENTE A DIOS.
Los descendientes de Noé; Babel; el origen de los idiomas; el llamamiento y el pacto de Dios con Abram; su viaje a Canaán y a Egipto.
Nimrod es el primer rey mencionado en la Biblia: «Y fue el comienzo de su reino Babel» (Génesis 10:10). El nombre de Nimrod significa «rebelde». «Este fue vigoroso cazador delante de Jehová» (Génesis 10:9). Después leemos: «Cus engendró a Nimrod; éste llegó a ser poderoso en la tierra» (I de Crónicas 1:10).
Con Nimrod como el líder, las personas se unieron: «Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo» (Génesis 11:4). Ellos también dijeron: «hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra». Las palabras «hagámonos un nombre» revela el deseo por el poder y el dominio. El corazón humano busca cómo hacer de sí mismo un nombre poderoso o famoso, y no tiene deseo alguno de glorificar a Dios.
El «poderoso» Nimrod estableció y reinó sobre el primer imperio mundial. Su ambición de edificar una torre «cuya cúspide llegue al cielo» no significa que él esperaba llegar al trono del Dios Todopoderoso — su mayor deseo fue de hacer de sí mismo y de sus seguidores tan «poderosos» que pudiesen reinar sobre el mundo entero. Nimrod era un «cazador» — probablemente un «cazador» de hombres que apoyaran sus ambiciones. La frase «delante de Jehová» significa que este hombre rebelde siguió sus propios planes ambiciosos en desobediencia y desafío delante de Dios, quien había mandado a Adán, diciendo: «Fructificad y multiplicaos» (Génesis 1:28); y también a Noé le dijo: «Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra» (Génesis 9:1).
Así como en los días de Nimrod, hoy en día hay un movimiento mundial que quiere unirse para controlar todos los pueblos y todas las religiones del mundo, y así hacer un gobierno y una iglesia mundial. La única seguridad que tenemos para no ser engañados en este mundo desordenado está en conocer bien la Palabra de Dios. Solamente la Biblia da luz a las acciones de los líderes en los asuntos mundiales.
En una comparación sorprendente con Abram, quien simboliza la sumisión a Dios, Nimrod es un símbolo de la persona que busca su propia independencia fuera de la voluntad de Dios. El llamamiento de Dios vino a Abram y le dijo: «Vete de tu tierra. . . a la tierra que te mostraré. . . . Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram. . . » (Génesis 12:1-4).
El llamamiento de Dios demanda que tomemos una decisión. Aun las relaciones más cercanas de lealtad y cariño humano tienen que ser cortadas cuando están en conflicto con nuestra sumisión a Cristo y a lo que está escrito en Su Palabra. «Y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí» (Mateo 10:38).
ESCUDRIÑAD LAS ESCRITURAS, PORQUE EN ELLAS ESTÁ LA VERDAD.

Nada es más importante que el obedecer la Palabra de Dios.

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