sábado, 24 de septiembre de 2016

EL SIERVO FIEL, SIEMPRE HACE LA TAREA PARA SU SEÑOR.

EL SIERVO FIEL, SIEMPRE HACE LA TAREA PARA SU SEÑOR.
“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así” (Mateo 24:45-46).
EL QUE LE SIRVE AL SEÑOR, Y ES PRUDENTE Y FIEL; NUNCA DUDA DE DIOS, NI LE PIDE UNA PRUEBA DE SU EXISTENCIA O DE SU PODER.
Es un pecado pedirle a Dios que nos pruebe que es Dios, realizando milagros y señales. Quizás todos hemos hecho eso.
LA PALABRA DE LOS FARISEOS CUANDO JESÚS ESTABA EN LA CRUZ ERA: Mateo 27: 39- 42.
27:39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,
27:40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
27:41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:
27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
¿HA HECHO ESTO MISMO USTED, ALGUN DÍA?
Cuando el pastor Rogers era un jovencito y estuvo en la Universidad Stetson, tenía su tiempo devocional en la capilla de oración, y le pedía a Dios que moviera una silla de un lado de la sala hacia el otro. Le decía: “Yo creo en Ti y no quiero ofenderte, pero ¡qué tremenda confirmación sería para mi corazón y mi vida si Tú haces ese pequeño milagro!”
HACER ESTO ES DAR LA OPORTUNIDAD AL DIABLO.
¡Que solemne tontería! Nos alegramos que Dios no permitiera que el diablo moviera esa silla de allá para acá, y lo envolviera en alguna clase de actividad tipo “abra-cadabra”.
Jesús dijo que pedir a Dios una señal, es evidencia de un corazón malo y adúltero (lea Mateo 12:39).
EL INCRÉDULO EN SU PECADO PIDE UNA SEÑAL PARA CREER.
12:38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
12:39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.
12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
12:41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.
12:42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
SEA FIEL Y TRABAJE PARA EL SEÑOR, SIN TENTARLO Y RETARLO.
¡Oh!, que Dios nos encuentre fieles y sin avergonzarnos de lo que hacemos en Su nombre.
DIOS ES DIGNO DE NUESTRA LEALTAD, POR LO TANTO PÍDALE PERDÓN POR SER UN INCRÉDULO.
¿Le ha pedido a Dios que realice algo sobrenatural para confirmar en su corazón que Él le está escuchando o que Él es, en verdad, Dios? Confiese esto como incredulidad, y pida perdón a Dios, y que le dé una fe que le ama a Él, porque Él es digno de su lealtad.
BIENAVENTURADOS LOS QUE CREEN SIN VER.
NO SEAS COMO TOMÁS, QUE DUDÓ DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS. Juan 20: 24-29.
20:24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
20:26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
20:27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
¿EN QUÉ BASA USTED SU LEALTAD A DIOS, EN LO QUÉ VE O EN LO QUÉ USTED LE CREE?

Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así” (Mateo 24:46)

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