martes, 6 de septiembre de 2016

UNA DE LAS COSAS QUE DIOS MÁS DESEA DE SUS HIJOS ES LA RECONCILIACIÓN.

UNA DE LAS COSAS QUE DIOS MÁS DESEA DE SUS HIJOS ES LA RECONCILIACIÓN.
1. DEJAR LA OFRENDA EN EL ALTAR Y RECONCÍLIATE CON TU HERMANO.
“Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
2. HACER LA PAZ  CON SU HERMANO.
Jesús nos dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo 18:15-20). Aquí Jesús está diciendo que usted necesita “hacer la paz” con algún hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes de que cante, antes de que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende, antes de que adore, la Biblia dice que primero debe reconciliarse con su hermano (a). No hay ofrenda sobre la tierra que pueda substituir el estar en paz con los otros.
De lo que usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
Antes de que usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y hágalo!
3. VEA LO BUENO QUE ES HABITAR LOS HERMANOS JUNTOS.
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” (Salmos 133:1).
4. DIOS QUIERE ARMONÍA Y RECONCILIACIÓN.
¿Sabe lo que quiere Dios para usted hoy? Reconciliación. Eso es mucho más importante que cantar en el coro, o predicar un sermón, o servir en la escuela dominical, o aún ofrendar. Cuando aprendemos esto, Dios traerá gran avivamiento a nuestras iglesias. El avivamiento siempre comienza cuando la gente confiesa sus faltas, unos a otros, oran los unos por los otros, y se perdonan mutuamente. Avivamiento no es hacer temblar el edificio por la mucha emoción. Es, más bien, “hacer que se derrumben los muros”. No es solamente el decir: “Voy a hacer las paces con Dios.” Es más bien decir: “Voy a hacer las paces con mis hermanos y hermanas.” Cuando estemos reconciliados, el avivamiento vendrá, seguido de regocijo. Pero no cualquier clase de regocijo: habrá el gozo del Espíritu Santo cuando usted sepa que no hay ningún estorbo entre su alma y su Salvador, y ningún problema entre su alma y un hermano o hermana. ¡Gozo indescriptible!
5. RESOLVER LAS DIFERENCIAS, PONERSE DE ACUERDO.
Lea Mateo 5:23-26. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tú hermano tiene algo contra ti,
5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
5:25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
5:26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
 ¿Ha tenido alguna divergencia con alguien de su familia?
¿Está usted separado o separada de su cónyuge? ¿Están rotos los lazos de amistad con alguien? Reconcíliate ahora mismo.
6. RECONOCER NUESTRA CULPABILIDAD.
“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en Ti hay perdón, para que seas reverenciado” - (Salmos 130:3-4).
7. RECONOCER LO QUE EL PECADO HACE EN NUESTRAS VIDAS.
Sansón, el poderosos hombre del Antiguo Testamento aprendió tres cosas acerca del pecado que compartiremos con usted hoy.
 1ª. Primero, el pecado le llevará más lejos de lo que quiere ir.
 2ª.Segundó, el pecado lo mantendrá por más tiempo del que quiere quedarse
3ª.y, tercero, el pecado le costará mucho más de lo que quiere pagar.
 Nunca ha habido un fracasado tan grande como Sansón, pero en su remordimiento, él empezó a pensar en el gran Dios que le amaba. Y pensó en el hecho de que Dios siempre está dispuesto a perdonar. No importa cuán grande, ni cuán horrible sea el pecado, Dios es mayor.
8. PEDIR PERDÓN POR NUESTROS  PECADOS.
¿Tiene usted algún pecado al que no quiere renunciar? ¿Quiere tener victoria? ¿Desea perdón? Pídale a Dios que perdone su espíritu de rebeldía. Pídale fortaleza para arrepentirse. Deje que su Santo Espíritu trabaje su convicción, y entonces busque su perdón. Usted puede reconciliarse con Dios hoy. Hágalo ahora mismo.
9. RECONCILIARSE ES BUSCAR LA SANTIDAD.
“Porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy Santo” (1 Pedro 1:16).
10. ESTAR PREPARADOS PARA EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR.
¿Por qué usted y yo debemos escoger el vivir una vida santa? Una razón es que anticipamos la segunda venida de Jesucristo. Cuando estamos esperando el regreso de Cristo en cualquier momento, debemos anhelar el ser limpios y santos, en preparación para verle. Por ejemplo, si usted supiera que Cristo regresa esta tarde:
¿Piensa que se pondría en paz con Él?
 ¿Habría alguna persona con quien usted está disgustado,
¿Y desea reconciliarse?
¿Habría algunos pecados en su vida de los cuales debe arrepentirse?
11. DIOS NOS RECONCILIÓ.
Efesios 2:16: “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
12. LA CRUZ ES EL MEDIO UTILIZADO POR DIOS PARA RECONCILIAR.
Arriba en el cielo está Dios Santo, abajo en la Tierra está el hombre pecador. Y el pecado es el abismo que nos separa. El hombre posee un vacío, por ello constantemente trata de alcanzar a Dios, más él continúa rebotando en la muralla del pecado. Dios, al ver la situación conmovedora del hombre pecador, en su misericordia dijo: “Haré algo.” Dios envió a su Hijo el Señor Jesús, para abrir un camino. Y sobre los toscos troncos de la cruz, Jesús entregó su vida para que usted y yo pudiésemos vivir eternamente y vivir perdonados. Jesús construyó un puente entre el hombre y Dios. Es un puente que el hombre jamás hubiese podido construir, es un puente que el hombre nunca podrá derribar. Dios edificó una entrada que nosotros no podíamos construir… para nosotros… y para usted.
13. EL PUENTE DE AMOR ES JESUCRISTO.
Dado que el Señor Jesús erigió un puente de amor para que usted se reconciliara con Dios, es su turno de construir un puente de amor para alguien que está perdido y busca el camino a Cristo.
14. DE DIOS VIENE LA RECONCILIACIÓN Y ÉL NOS HACE RECONCILIADORES DEL MUNDO.
Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 2 Corintios 5:18
Dado que el Señor Jesús erigió un puente de amor para que usted se reconciliara con Dios, es su turno de construir un puente de amor para alguien que está perdido y busca el camino a Cristo.
¿CONOCE A ALGUIEN QUE NECESITE RECONCILIARSE?
Vaya y compártale este mensaje, invítelo a la Iglesia el próximo miércoles, o el domingo; empiece Orando por él y por toda su familia.



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