LA SUMISIÓN ES UNA PALABRA Y UNA ACTITUD QUE NO SIEMPRE NOS GUSTA.
1. SOMETERME Y OBEDECER. LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN EN EL TEMOR A DIOS.
“Siervos,
obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que
quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios”
(Colosenses 3:22).
¿Trabaja
usted para una persona difícil? “¡Sí! Es un esclavizador, avaro e intimidador. ”Bueno,
veamos lo que la Biblia dice acerca de los “esclavizadores”:
“Criados,
estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y
afables, sino también a los difíciles de soportar” (1 Pedro 2:18). “¿Me quiere
decir que debo someterme a ese diablo en dos piernas?” ¡Exactamente! Y no sólo
someterse, sino también “servirle”. Usted puede acallar las voces de la crítica
y traer a esa persona a Jesucristo, cuando practica la más poderosa fuerza
sobre la faz de la tierra: sometimiento por medio de la obediencia.
Pídale a
Dios que le dé un espíritu de sumisión hacia las autoridades en su vida.
Ruéguele que le dé la fortaleza para hacer “lo imposible”, levantarse por sobre
las circunstancias, y refleje en su vida y sus acciones, su Espíritu de
confianza y obediencia.
2. SOMOS UNO EN CRISTO JESÚS. LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN GLORIFICA A DIOS.
“Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús” - (Gálatas 3:28).
Si queremos
aprender a sobrevivir durante los tiempos difíciles de nuestras vidas, debemos
aprender a someternos. Así es. Ahora, eso suena paradójico, pero permítanos
explicarle. La Palabra de Dios enseña que nadie es inferior a nadie. Somos uno
en Jesucristo. El sometimiento es algo que hacemos, unos a otros, “en el temor
de Dios” (Vea Efesios 5:21). A través de la sumisión viene el poder y la
victoria. ¿Quiere usted saber una buena definición de “sumisión”? Aquí está:
“La sumisión es uno igual voluntariamente poniéndose bajo otro igual, a fin de
que Dios pueda ser glorificado.” Nunca somos más como Jesús que cuando nos
sometemos. Y nunca somos más como el diablo, que cuando nos rebelamos.
¿Está usted
teniendo dificultades con alguien ahora mismo? ¿Podría ser que la respuesta
esté en su sometimiento? Pídale a Dios que le ayude, e irrumpa en la vida
abundante hoy mismo.
3. AMOR Y ENTREGA POR SUMISIÓN. LO DICE DIOS
SI EL ME AMA, YO HARÉ LO QUE SEA.
Efesios
5:25: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a Sí mismo por ella.”
¿Sabe usted
lo que la mayoría de los matrimonios necesitan? Necesitan dos funerales y una
boda, donde ambos cónyuges mueren a sí mismos y son vivificados en Cristo.
El pastor
Rogers afirmó: “Verá, cuando un hombre ama a su esposa apasionadamente, no
existe nada tan valioso para él que no lo abandonaría por ella, excepto su
relación con Dios Todopoderoso. Cuando se muestra ese tipo de amor a una dama,
me atrevo a afirmar que el tema de la sumisión no será un problema. A la
mayoría de las mujeres no les molesta someterse a un varón que la ama tanto que
daría su vida por ella y que lo demuestra en la forma en que vive para ella.”
¿Está usted
casado (a)? Salga en una cita con su pareja esta semana.
¿Es usted
soltero (a)? Ore para que el Señor le prepare para ser la persona que su pareja
necesitará. Asimismo ore que Dios le haga la persona que Él exclusivamente
diseñó para su propósito, casada o soltera.
4. LA SUMISIÓN POR RESPETO Y NO CON ABUSO. LO DICE DIOS
ME SOMETO A QUIEN ME AMA, ME SOMETO A QUIEN NO ME PROVOCA, ME
SOMETO A QUIEN ES MI AUTORIDAD Y ME SOMETO A JESUCRISTO, QUIEN ME AMA Y DIO SU
VIDA POR AMOR A MI.
Primera Juan
5:3: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
gravosos. ”
La sumisión es un término que ha sido
lamentablemente distorsionado porque hay hombres que han usado esta palabra
como un arma para lastimar a sus esposas en lugar de usarla como una
herramienta para construir su hogar. Cuando Dios le dice a la esposa que se
someta a su esposo, Él a su vez le manda al esposo amar a su esposa. (Efesios
5:22-25). Cuando Dios le dice a los hijos que obedezcan a sus padres, Él
también instruye a los padres a “no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Cuando el Señor
le manda que se someta a Él, es por su bien (Santiago 4:7). Jesús es la cabeza
de la iglesia y Él nos dirige por amor. Igualmente debería serlo en el hogar.
Dialogue el
principio de la sumisión con su familia y amigos esta semana. Compare el
contraste entre lo que el mundo dice que significa la sumisión, y lo que Dios
anhela de nosotros.
5. JESUCRISTO ES LA CABEZA DE LA IGLESIA. LO DICE DIOS
TODOS SOMOS MIEMBROS DE CRISTO, ENTONCES TODOS TENEMOS UN
ESPÍRITU DE SUMISIÓN EN EL TEMOR DEL SEÑOR. Y NOS SOMETEMOS A ÉL, Y LO HACEMOS
POR AMOR.
Romanos
12:5: “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros
los unos de los otros.”
Su mano
izquierda es un miembro de su cuerpo. De igual manera lo es su mano derecha. La
mano derecha no puede dirigir a la izquierda y viceversa, pero ambas manos
pueden recibir instrucciones de la cabeza. Si una mano está conectada a la
cabeza y la otra también lo está, consecuentemente ambas pueden someterse la
una a la otra. Éstas no van a pelear entre sí. Es lo mismo que sucede con el
cuerpo de Cristo: la iglesia. ¿Quién es la cabeza del cuerpo? El Señor Jesucristo.
¿Quiénes son los miembros del cuerpo? Usted y yo. Dios nos has puesto en la
iglesia junta para que podamos tener un espíritu de sumisión en el temor del
Señor.
¿Existe
alguien en su congregación con quien usted tiene dificultades? Sométase al
Señor y permita que Él le dé gracia para someterse los unos a los otros.
6. PRIMERO ES LA SUMISIÓN Y LA OBEDIENCIA, QUE LA VICTORIA.
LO DICE DIOS
MI SUMISIÓN EMPIEZA ESCUCHANDO LAS INSTRUCCIONES, LUEGO
ACEPTÁNDOLAS Y POR ÚLTIMO OBEDECIÉNDOLAS. EL RESULTADO SE DARÁ CON BASE A LOS
PASOS ANTERIORES.
“La soberbia
del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra” (Proverbios
29:23).
¿Ha enseñado
a alguien a manejar? ¿Qué es la primera cosa que les enseña? Si usted es como
lo fue el pastor Rogers, antes de enseñar a sus hijos lo que es encendido, el
acelerador o las señales direccionales, les enseña dónde está el freno.
Ahora,
suponga que su alumno dice: “¡Yo no quiero saber del freno! ¡Quiero saber del
acelerador!” Usted seguramente responderá: “Olvídate del acelerador. Antes de
que puedas ir, debes saber cómo frenar.”
Ponga esto
en el plano espiritual. Si le pidiésemos que se someta a Dios, y contesta: “No
estoy interesado en la sumisión. ¡Lo que quiero es la victoria!”
Hermano (a),
Dios no va a derramar su poder en usted, hasta cuando Él no vea en usted un
espíritu de sumisión.
Si usted
está físicamente apto, arrodíllese y dóblese en reverencia a Dios. Permita que
esta posición de humildad transforme su espíritu en una total entrega y
sumisión al Todopoderoso Dios.
7. ESPERAR Y CONFIAR EN ÉL, NO ESCUCHAR OTRA VOZ. LO DICE
DIOS.
ESPERO EN EL TIEMPO DE DIOS, ÉL ES JUSTO, EXALTAR SU NOMBRE, LE DOY GRACIAS, ME SOMETO, LE
OBEDEZCO Y LE DOY LA GLORIA, LO QUE ÉL ME DA ES LO MEJOR PARA MI.
“Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. No te alteres
con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades”
(Salmos 37:7).
No nos gusta mucho la palabra “espera”, ¿verdad? Corremos sin
parar sacando, por decirlo así, los rábanos de la tierra para ver cómo están
creciendo y los volvemos a enterar. No esperamos.
El profeta Isaías nos dice: “Por tanto, Jehová esperará para
tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros
misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que
confían en Él” (30:18).
Amigo (a), usted no puede “apurar” a Dios, porque Él no está
interesado en el tiempo. Está interesado en lo que hacemos con el tiempo. Así
que deténgase, mire, espere y confíe. Dios sabe lo que está haciendo.
Agradezca a Dios por el proceso de “esperar”. Dele gracias a
Dios que ha escuchado cada una de sus oraciones, que no se ha olvidado de
usted. Agradézcale por esta oportunidad que le ha dado de crecer y confiar en
Él, por Su soberanía, y porque Él sabe mejor que usted lo que necesita y es
mejor para su vida.
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