¿SABE USTED
LO QUE SIGNIFICA EL REINO DE DIOS?
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez
ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34,
viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las
más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras
necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán
añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no
confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio
piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos
una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son
las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al
Señor.
En Mateo 6:
31-34. La Palabra dice: 6:31
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?
6:32 Porque
los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
6:34 Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio
Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon
toda tu atención y confianza en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted
buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su
vida que testifica que Él es su primera prioridad?
Mateo 5:3:
“Bienaventurados los POBRES en ESPÍRITU, porque de ellos es el reino de los
cielos.”
¿Qué
significa ser pobre en espíritu? Jesús está hablando de ser un mendigo. Él está
diciendo: “Bienaventurados son los mendigos.” Él no está hablando aquí de
finanzas, sino de una persona ESPIRITUALMENTE pobre. Antes de que una persona
pueda entrar en el reino de los cielos debe reconocer primero que NO importa
cuánto tenga en el reino material o en el reino psicológico, está rotunda y
totalmente en quiebra espiritual y es un mendigo ante Dios. Si esa persona no
ve eso, nunca jamás entrará en el reino de los cielos.
El pastor
Rogers solía mencionar a menudo que era simplemente un mendigo mostrándole a
otro mendigo dónde encontrar comida.
¿Se ve usted
a sí mismo como un mendigo en necesidad del Pan del Cielo?
¿ Sabe
cuántas personas más, necesitan de ese Pan del Cielo?
Apocalipsis
12:10: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la
salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo;
porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
ESCUCHE LA
VOZ DE DIOS Y NO LA VOZ DEL ENEMIGO.
Usted será
un creyente miserable si no aprende la diferencia entre la convicción del
Espíritu Santo y la acusación satánica. Cuando el Espíritu Santo pone en su
corazón la convicción de un pecado, Él no le hará simplemente sentirse mal. Él
pondrá su dedo en la llaga y presionará. Él le dará convicción de algo
específico y lo declarará culpable legítimamente. Ahora bien, si el diablo no
lo declara culpable en general de todos sus pecados, él intentará acusarlo de
un pecado específico del cual usted ya ha sido perdonado. Satanás lucha una
batalla perdida porque si usted depositó su pecado bajo la sangre de Jesucristo
y éste surge de nuevo, no es Dios quien lo sacó a la luz.
¿Está usted
bajo convicción o acusación hoy de un pecado sin confesar? Lea Apocalipsis
12:9-11. Clame que la sangre poderosa de Jesús cubra su pecado. ¡Arrepiéntase y
crea!
RECUERDE QUE
DIOS PUSO SU REY EN SIÓN.
Salmo 2:6:
“Pero Yo he puesto mi Rey sobre Sion, mi santo monte.”
Los reinos
de este mundo son movidos como peones en un juego de damas, más pronto Dios
moverá a su Hijo a la fila del rey y ordenará: “¡Corónelo Rey de reyes!”
ORE Y
DISPONGA SU CORAZÓN PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.
¿Cuántas
veces usted ha orado: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra”? ¿Cree usted que la voluntad de Dios se está haciendo
en la tierra como en el cielo? Dele un vistazo a su alrededor al crimen,
violación, asesinato, abuso de niños, y blasfemia. ¿Cree que eso es la voluntad
de Dios? ¡Claro que no! ¿Cree usted que Jesucristo nos hubiera enseñado a orar
una oración que no sería contestada? Dios va a poner a Jesús a la fila del rey
y demandará: “¡Corónelo Rey!”
Le invito a
leer el Salmo 2: 1- 12.
2:1 ¿Por qué
se amotinan las gentes,
Y los
pueblos piensan cosas vanas?
2:2 Se
levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes
consultarán unidos
Contra
Jehová y contra su ungido, diciendo:
2:3 Rompamos
sus ligaduras,
Y echemos de
nosotros sus cuerdas.
2:4 El que
mora en los cielos se reirá;
El Señor se
burlará de ellos.
2:5 Luego
hablará a ellos en su furor,
Y los
turbará con su ira.
2:6 Pero yo
he puesto mi rey
Sobre Sion,
mi santo monte.
2:7 Yo
publicaré el decreto;
Jehová me ha
dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te
engendré hoy.
2:8 Pídeme,
y te daré por herencia las naciones,
Y como
posesión tuya los confines de la tierra.
2:9 Los
quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija
de alfarero los desmenuzarás.
2:10 Ahora,
pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid
amonestación, jueces de la tierra.
2:11 Servid
a Jehová con temor,
Y alegraos
con temblor.
2:12 Honrad
al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se
inflama de pronto su ira.
Bienaventurados
todos los que en él confían.
¿Qué les dice el Salmista a los reyes de este
mundo que hagan? Ore ahora que Dios obre en los corazones de los líderes
mundiales.
SED
PRUDENTES Y HONRAR AL HIJO.
NOSOTROS
DEBEMOS PROCLAMAR EL REINO DE DIOS.
Marcos
16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.”
El pastor
Rogers en una ocasión afirmó: “Si yo tuviera que identificar la mayor
equivocación acerca de los creyentes de hoy, sería que pasan mucho tiempo
tratando que Dios les saque de sus problemas, en lugar de sumergirse en la
justicia.”
ES TIEMPO DE
CUMPLIR LA GRAN COMISIÓN.
Estamos
viviendo a la defensiva en vez de la ofensiva. Necesitamos ir más allá de la
línea defensiva del cristianismo y ubicarnos a la ofensiva: Proclamando el
Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor
Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda
sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido
primero.
¿Está usted
compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que
esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva
y verá la mano de Dios moverse.
OBREROS
APROBADOS POR DIOS.
Segunda
Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero
que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”
Sorprende lo
poco que toma para que un creyente deje de llevar acabo la tarea que el Padre
le ha encomendado hacer. Este asunto de ser creyente no es un paseo de domingo
por la tarde. Reflejar la luz de Dios en un mundo de tinieblas es un trabajo de
tiempo completo. Debemos orar, llorar y estudiar al respecto de tal manera que
nos presentemos aprobados.
¿CUÁNDO
VAMOS A EMPEZAR A SERVIR?
La mayoría
de nosotros en los Estados Unidos y en otros Países nos levantamos los domingos
por la mañana y vamos a sentarnos a una iglesia con aire acondicionado y preciosos
vitrales, disfrutando de la mayor comodidad. La verdad es que somos flojos,
indisciplinados y faltos de determinación.
Amigo, amiga
Dios desea llevar acabo su obra con los que están genuinamente comprometidos
con Él.
¿Toma usted
en serio su vida cristiana? Entonces comience algo hoy que edifique el Reino de
Dios para la Gloria del Padre.
LA PALABRA
CON DILIGENCIA, ES : YA, RÁPIDO, HOY, NO MAÑANA.
En
contraste, muchas personas hoy en día, no le dan tiempo a la lectura de la
Biblia, aunque el apóstol Pablo nos rogó: «Procura con diligencia presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
Palabra de verdad» (II de Timoteo 2:15). Sólo pocas personas oran por los
logros espirituales para poder cumplir con el propósito para el cual Dios las
creó. Creyentes que saben discernir ponen sus metas en línea con los propósitos
de Dios y « . . . (buscan) primeramente el reino de Dios y Su justicia» (Mateo
6:33), pues todas las otras metas para esta vida son secundarias. «Más nuestra
ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor
Jesucristo» (Filipenses 3:20).
¿SABE USTED
A QUIÉN LE ESTÁ SIRVIENDO, O A QUIÉN LE VA A SERVIR?
La decisión
de a quién vamos a servir es de suma importancia, pues afectará todas las áreas
de nuestras vidas. Esa energía tan intensa que a veces se aplica para conseguir
el éxito en esta vida, también se debe aplicar a las ganas del creyente en
cumplir con los valores eternos para el bienestar de otras personas y para la
gloria de Dios.
DIOS NOS
LLAMARÁ A EVALUAR NUESTRO TRABAJO PARA ÉL.
Uno de los
pensamientos más serios de esta vida es: «Porque el Hijo del Hombre vendrá en
la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a
sus obras» (Mateo 16:27)
Mateo 6:10:
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la
tierra.”
LAS RIQUEZAS
NOS DESVÍA Y NOS DEBILITAN, NOS VUELVEN AVÁROS.
Nada esconde
la voluntad de Dios de la vista del hombre con tanto engaño como el éxito y el
orgullo que anima a la autosuficiencia. Quizás fue por esa razón que nuestro
Salvador dijo: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladrones minan y hurtan. . . » (Mateo 6:19). Las riquezas
pueden debilitar la fe, tal y como Santiago nos indica, diciendo: «Hermanos
míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean
ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?»
(Santiago 2:5). Las riquezas también nos llevan a perseguir sin fin más y más
«cosas». Esto, a la vez, muchas veces termina en la avaricia, que es también
idolatría (Colosenses 3:5).
NUESTRA
ESPERANZA ESTÁ EN EL DIOS VIVO.
Nuestro
Señor Jesús nos advierte: «Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida
del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee» (Lucas 12:15).
El Señor mismo tiene el poder para hablarnos a cada uno personalmente y
decirnos cómo es que Él quiere que pasemos el tiempo transformando las vidas de
otras personas y cómo cumplir con Su gran comisión. El apóstol Pablo le
escribió a Timoteo: «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni
pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios
Vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos» (I de
Timoteo 6:17; Deuteronomio 8:18).
Sed sobrios
y estad siempre preparados para la venida de Jesús.
LA HISTORIA
DEL JOVEN RICO.
¡Cuán
difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Cuando el
joven rico le preguntó a Jesús respecto a la salvación, nuestro Señor probó de
inmediato su disposición a dejarlo todo y a seguir "vende todo lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme"
(Lc. 18:22). Cuando el joven rico no prestó atención a las palabras de Jesús,
demostró que no estaba dispuesto a someterse al señorío de Cristo.
El que
quiera aceptar la salvación debe rendir el control de su vida al Salvador. Eso
significa estar dispuesto a abandonarlo todo para seguirlo, o estar contento
con todo lo que le ha dado, sabiendo que puede soberanamente darle más cuando
le sirve.
LO QUE YO
SOY, LO CAMBIO POR LO QUE CRISTO ES.
La salvación
es cambiar todo lo que usted es por todo lo que Cristo es. Por lo tanto, la fe
salvadora no es simplemente un acto mental; ella calcula el costo (Lc. 14:28) y
humildemente clama a Dios como hizo el publicano en Lucas 18:13: "Dios, sé
propicio a mí, pecador".
¿Tiene usted
en cuenta el costo hoy y todos los días?
Mateo
6:9-10: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el
cielo, así también en la tierra.”
HACER LA
VOLUNTAD DE DIOS, ES LO MÁS IMPORTANTE.
Cuando usted
ora: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, ¿está
al tanto que esta oración aún no ha sido contestada, más lo será? Cristo Jesús
literalmente, visiblemente, corporalmente regresará a esta tierra. ¿Lo cree?
¿Piensa que el Señor Jesús nos hubiera enseñado a orar esta oración si no fuese
a ser contestada? Su reino todavía no ha llegado a la tierra. Su voluntad no se
está llevando a cabo en la tierra, más se la hará, porque nuestro Señor nos
enseñó a pedirlo en oración.
Cuando lea o
vea las noticias hoy, observe cómo la voluntad de Dios no se hace en la tierra.
Pídale al Señor que su voluntad sea hecha en la tierra al orar por las personas
involucradas en los reportajes por su bienestar y salvación.
Juan 3:3:
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere
de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
Nicodemo
estaba tan asombrado con los milagros que Jesús había hecho, que él quería
saber más. Él le preguntó a Jesús de milagros y Jesús le comenzó a hablar
acerca de nacimientos. Era como si Jesús le estuviera diciendo: “Nicodemo, para
entender qué es un milagro, tú mismo tienes que llegar a ser uno.”
Nicodemo era
un hombre inteligente; era un fariseo, principal entre los judíos y era parte
del Sanedrín, y aun así, con todo ese conocimiento, Jesús le dijo: “Si no
nacieres de nuevo, no podrás ver el reino de Dios.”
Las personas
simplemente no pueden ver las cosas espirituales hasta que el Espíritu Santo
encienda la luz en sus almas.
¿Conoce a
alguien que posee mucha educación, mas no tiene la salvación? Le retamos a
compartir estas mismas nuevas de salvación con él o ella hoy.
En 1ª de
Corintios 2: 14 dice la Palabra: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente.
Apocalipsis
22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
SOMOS UNO
CON CRISTO Y ALLÍ EN LAS BODAS DEL CORDERO, ESTAREMOS CON ÉL.
Dios utilizó
la analogía de una boda para describir el momento cuando llegamos a ser uno con
nuestro Señor Jesucristo. Cuando lleguemos a ser uno con Dios por la eternidad,
lo conoceremos en una manera más íntima de la que lo conocemos ahora. Dios lo
llama “las bodas del Cordero”.
El pastor
Rogers testificó: “Cuando pienso al respecto, no me molesta decirle que la idea
de ser arrebatado para encontrarme con el Señor en gloria y conocerle cara a
cara, es de tal satisfacción, que la Biblia describa dicho evento como la
consumación matrimonial. ¡Eso me emociona!”
Cuando
medita acerca de la segunda venida de Cristo, ¿palpita su corazón de emoción?
¿Anhela su retorno y su reino?
Mateo 6:33:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.”
EL PROBLEMA
ES QUE LE ESTAMOS SIRVIENDO A DOS SEÑORES: AL MUNDO Y CREEMOS QUE TAMBIÉN LE
SERVIMOS A DIOS.
¿Sabe cuál
es el problema con muchos de nosotros? Nuestra fe es algo añadido a nuestras
vidas. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores”(Mateo 6:24). ¿Cree
usted eso? Necesita tener sólo una meta en su vida, y ésa es conocer a
Jesucristo personalmente, poderosamente, apasionadamente, y predominantemente.
Todo lo demás será resultado de su devoción.
Usted dirá:
“Pero espere un minuto. ¡Yo tengo otras cosas que hacer! Poseo un trabajo. Debo
descansar. Necesito recreación, tengo amigos. No puedo simplemente limitar mis
intereses a sólo uno.”
Cuando
disciplina su vida a un solo enfoque, todas estas otras cosas contribuirán a lo
principal.
¿Cuál es el enfoque principal de su
vida? ¡Que sea Jesús y tendrá éxito!
DIGA, MI
ENFOQUE PRINCIPAL ES JESÚS.
Salmos
126:6: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a
venir con REGOCIJO, trayendo sus gavillas.”
¿Sabe lo que
hace en la mañana cuando tiene un tiempo a solas con el Señor? Está desyerbando
su jardín. Está limpiando de malezas el jardín de su mente para que la BUENA
SEMILLA de la Palabra de Dios pueda multiplicarse. Ahora, el próximo paso es
plantar la semilla y cultivar la cosecha de Dios. Y cuando vaya a ganar almas,
riegue los cultivos con sus lágrimas. Lea en Juan 17, y vea cómo el corazón del
Señor se quebrantó por las personas que Él anhelaba abrazar y amar. Aprenda
este tipo de compasión en el jardín que Dios le ha dado a cultivar para su
Reino.
Pídale a
Dios que le ponga en sus campos de servicio. Ruéguele que le haga firme, pero compasivo
y sabio para compartir sus Buenas Nuevas.
EL REINO DE
DIOS Y AHORA TAMBIÉN DEBE TENER EN CUENTA SU JUSTICIA.
Malaquías
4:2: “Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en
sus alas traerá salvación.”
JESUCRISTO
ES EL SOL DE TODA JUSTICIA.
Si Jesús es
el Hijo de Dios, Él es también el Sol de justicia. Permítanos decirle algo acerca
del alba. La salida del sol nunca se adelanta, ni se atrasa. ¿No es cierto? El
amanecer opera de acuerdo al poder y la autoridad de Dios. Usted no puede
apresurarlo, ni tampoco detenerlo. Así también es la segunda venida del Señor
Jesucristo. Él regresará en el momento conocido exclusivamente por Dios. Usted
no puede adelantarlo, ni detenerlo.
Un día el
Señor Jesucristo vendrá, al sonar de la trompeta. Él abrirá las cortinas de las
noches, sujetándolas con una estrella. Luego abrirá la puerta de la mañana
gloriosa de su reino milenario e inundará al mundo con su luz.
Mañana por
la mañana, levántese en la madrugada y dele gracias a Dios porque su tiempo es
perfecto y porque Él volverá.
SOMOS
PEREGRINOS EN LA TIERRA.
Lo cierto es
que sólo estamos de paso en esta tierra. Vamos rumbo a nuestro destino final.
La muerte no es un cese de actividades sino una transición. Ni constituye el
fin de la vida sino sólo un traslado a otra esfera. Si durante esta vida hemos
pensado únicamente en lo terrenal y no nos hemos reconciliado con Dios por el
único medio que Él ha provisto, que es su Hijo Jesucristo, entonces, cuando
pasemos a la otra vida, Cristo tendrá que decirnos: «Yo di mi vida por ti en la
lucha que libré por tu alma, pero tú no me reconociste. Por eso ahora no puedo
reconocerte a ti ante mi Padre aquí en el cielo.»2
En cambio,
si hemos reconocido a Cristo como nuestro único Salvador y hemos vivido como
peregrinos que anhelan una patria mejor, entonces Cristo nos reconocerá ante su
Padre y nos dará la bienvenida a la patria celestial que nos ha preparado.3
1 Mt 6:19-21,33. No os hagáis tesoros en
la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y
hurtan;
6:20 sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. 6:33.Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.
2 Mt 10:32‑33.
A cualquiera, pues, que me
confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre
que está en los cielos.
10:33 Y a
cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante
de mi Padre que está en los cielos.
3 He 11:13‑16.
Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino
mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
11:15 pues
si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían
tiempo de volver.
11:16 Pero
anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de
llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
SEÑOR, SOY
UN POBRE DE ESPÍRITU, CLAMO POR MISERICORDIA.
“Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” - (Mateo
5:3).
¿Qué
significa ser pobre en espíritu? ¿Significa calificar como el director del
crucero Titanic? No. Jesús está hablando de alguien que reconoce que ante Dios
su posición espiritual está en bancarrota. Literalmente significa que llegamos
al final de la dependencia en nosotros mismos. Usted nunca descubrirá las verdaderas
riquezas de la vida cristiana, hasta que primero admita su condición destituida
ante el cielo. Y algunos de nosotros no queremos admitirlo. Pero, permítame
recordarle algo: Dios creó el mundo de la nada. Esa es su naturaleza. Él no
hará nada de usted, hasta que usted llegue a ser nada. ¿Ha admitido que es un
pecador perdido ante Dios? ¿Qué no posee nada que ofrecerle? Amigo, si piensa
que puede llegar al cielo de alguna otra forma, está enormemente equivocado.
Usted no sabe cuán santo es Dios y cuán pecador es usted.
¿Cómo
describirían sus vecinos, compañeros laborales o amigos su caminar con el
Señor? ¿Sería pobre en espíritu parte de su descripción? ¿Por qué o por qué no?
EL CIELO,
DEBE SER LO PRIMERO QUE MIRA UN VERDADERO CRISTIANO.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” - (Mateo 6:33).
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el
contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. Ahora, escriba Mateo
6:33 en un papel. Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar
su tesoro y que usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.
DIOS NOS DA
LAS LLAVES, OREMOS PARA QUE LAS LLAVES, ABRAN LOS CORAZONES.
“Y a ti te
daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será
atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos” - (Mateo 16:19).
Muchos de
nosotros que estamos orando por nuestros familiares, amigos y vecinos no
salvos, estamos pidiendo en nuestras oraciones en la forma equivocada. Estamos
diciendo: “Oh, Dios, ayúdales para que vean”. Pero ellos están ciegos y no
pueden ver.
Segunda
Corintios 4:3 y 4 dice: “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre
los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.”
HAY UN
ENEMIGO QUE DEBE SER ATADO.
Debemos
primero atar al “cegador”. No estamos en guerra contra carne y sangre. Estamos
en guerra contra Satanás mismo y nunca penetraremos en su casa, sino hasta que
primero lo atemos.
Pídale a
Dios que ponga a los cautivos libres. Que ocasione que ellos se arrepientan y
crean en su Hijo Jesucristo. Pídale que le dé a usted un espíritu de oración, y
que le otorgue Su valentía y pasión para testificar a los perdidos.
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