viernes, 9 de septiembre de 2016

¿ SABE USTED LO QUE SIGNIFICA EL REINO DE DIOS?

¿SABE USTED LO QUE SIGNIFICA EL REINO DE DIOS?
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34, viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al Señor.
En Mateo 6: 31-34. La Palabra dice: 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio
 Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su vida que testifica que Él es su primera prioridad?
Mateo 5:3: “Bienaventurados los POBRES en ESPÍRITU, porque de ellos es el reino de los cielos.”
¿Qué significa ser pobre en espíritu? Jesús está hablando de ser un mendigo. Él está diciendo: “Bienaventurados son los mendigos.” Él no está hablando aquí de finanzas, sino de una persona ESPIRITUALMENTE pobre. Antes de que una persona pueda entrar en el reino de los cielos debe reconocer primero que NO importa cuánto tenga en el reino material o en el reino psicológico, está rotunda y totalmente en quiebra espiritual y es un mendigo ante Dios. Si esa persona no ve eso, nunca jamás entrará en el reino de los cielos.
El pastor Rogers solía mencionar a menudo que era simplemente un mendigo mostrándole a otro mendigo dónde encontrar comida.
¿Se ve usted a sí mismo como un mendigo en necesidad del Pan del Cielo?
¿ Sabe cuántas personas más, necesitan de ese Pan del Cielo?
Apocalipsis 12:10: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
ESCUCHE LA VOZ DE DIOS Y NO LA VOZ DEL ENEMIGO.
Usted será un creyente miserable si no aprende la diferencia entre la convicción del Espíritu Santo y la acusación satánica. Cuando el Espíritu Santo pone en su corazón la convicción de un pecado, Él no le hará simplemente sentirse mal. Él pondrá su dedo en la llaga y presionará. Él le dará convicción de algo específico y lo declarará culpable legítimamente. Ahora bien, si el diablo no lo declara culpable en general de todos sus pecados, él intentará acusarlo de un pecado específico del cual usted ya ha sido perdonado. Satanás lucha una batalla perdida porque si usted depositó su pecado bajo la sangre de Jesucristo y éste surge de nuevo, no es Dios quien lo sacó a la luz.
¿Está usted bajo convicción o acusación hoy de un pecado sin confesar? Lea Apocalipsis 12:9-11. Clame que la sangre poderosa de Jesús cubra su pecado. ¡Arrepiéntase y crea!
RECUERDE QUE DIOS PUSO SU REY EN SIÓN.
Salmo 2:6: “Pero Yo he puesto mi Rey sobre Sion, mi santo monte.”
Los reinos de este mundo son movidos como peones en un juego de damas, más pronto Dios moverá a su Hijo a la fila del rey y ordenará: “¡Corónelo Rey de reyes!”
ORE Y DISPONGA SU CORAZÓN PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.
¿Cuántas veces usted ha orado: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”? ¿Cree usted que la voluntad de Dios se está haciendo en la tierra como en el cielo? Dele un vistazo a su alrededor al crimen, violación, asesinato, abuso de niños, y blasfemia. ¿Cree que eso es la voluntad de Dios? ¡Claro que no! ¿Cree usted que Jesucristo nos hubiera enseñado a orar una oración que no sería contestada? Dios va a poner a Jesús a la fila del rey y demandará: “¡Corónelo Rey!”
Le invito a leer el Salmo 2: 1- 12.
2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
2:3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
2:4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
2:5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
2:11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.
 ¿Qué les dice el Salmista a los reyes de este mundo que hagan? Ore ahora que Dios obre en los corazones de los líderes mundiales.
SED PRUDENTES Y HONRAR AL HIJO.
NOSOTROS DEBEMOS PROCLAMAR EL REINO DE DIOS.
Marcos 16:15: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
El pastor Rogers en una ocasión afirmó: “Si yo tuviera que identificar la mayor equivocación acerca de los creyentes de hoy, sería que pasan mucho tiempo tratando que Dios les saque de sus problemas, en lugar de sumergirse en la justicia.”
ES TIEMPO DE CUMPLIR LA GRAN COMISIÓN.
Estamos viviendo a la defensiva en vez de la ofensiva. Necesitamos ir más allá de la línea defensiva del cristianismo y ubicarnos a la ofensiva: Proclamando el Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido primero.
¿Está usted compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva y verá la mano de Dios moverse.
OBREROS APROBADOS POR DIOS.
Segunda Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”
Sorprende lo poco que toma para que un creyente deje de llevar acabo la tarea que el Padre le ha encomendado hacer. Este asunto de ser creyente no es un paseo de domingo por la tarde. Reflejar la luz de Dios en un mundo de tinieblas es un trabajo de tiempo completo. Debemos orar, llorar y estudiar al respecto de tal manera que nos presentemos aprobados.
¿CUÁNDO VAMOS A EMPEZAR A SERVIR?
La mayoría de nosotros en los Estados Unidos y en otros Países nos levantamos los domingos por la mañana y vamos a sentarnos a una iglesia con aire acondicionado y preciosos vitrales, disfrutando de la mayor comodidad. La verdad es que somos flojos, indisciplinados y faltos de determinación.
Amigo, amiga Dios desea llevar acabo su obra con los que están genuinamente comprometidos con Él.
¿Toma usted en serio su vida cristiana? Entonces comience algo hoy que edifique el Reino de Dios para la Gloria del Padre.
LA PALABRA CON DILIGENCIA, ES : YA, RÁPIDO, HOY, NO MAÑANA.
En contraste, muchas personas hoy en día, no le dan tiempo a la lectura de la Biblia, aunque el apóstol Pablo nos rogó: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad» (II de Timoteo 2:15). Sólo pocas personas oran por los logros espirituales para poder cumplir con el propósito para el cual Dios las creó. Creyentes que saben discernir ponen sus metas en línea con los propósitos de Dios y « . . . (buscan) primeramente el reino de Dios y Su justicia» (Mateo 6:33), pues todas las otras metas para esta vida son secundarias. «Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo» (Filipenses 3:20).
¿SABE USTED A QUIÉN LE ESTÁ SIRVIENDO, O A QUIÉN LE VA  A SERVIR?
La decisión de a quién vamos a servir es de suma importancia, pues afectará todas las áreas de nuestras vidas. Esa energía tan intensa que a veces se aplica para conseguir el éxito en esta vida, también se debe aplicar a las ganas del creyente en cumplir con los valores eternos para el bienestar de otras personas y para la gloria de Dios.
DIOS NOS LLAMARÁ A EVALUAR NUESTRO TRABAJO PARA ÉL.
Uno de los pensamientos más serios de esta vida es: «Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras» (Mateo 16:27)
Mateo 6:10: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
LAS RIQUEZAS NOS DESVÍA Y NOS DEBILITAN, NOS VUELVEN AVÁROS.
Nada esconde la voluntad de Dios de la vista del hombre con tanto engaño como el éxito y el orgullo que anima a la autosuficiencia. Quizás fue por esa razón que nuestro Salvador dijo: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan. . . » (Mateo 6:19). Las riquezas pueden debilitar la fe, tal y como Santiago nos indica, diciendo: «Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (Santiago 2:5). Las riquezas también nos llevan a perseguir sin fin más y más «cosas». Esto, a la vez, muchas veces termina en la avaricia, que es también idolatría (Colosenses 3:5).
NUESTRA ESPERANZA ESTÁ EN EL DIOS VIVO.
Nuestro Señor Jesús nos advierte: «Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee» (Lucas 12:15). El Señor mismo tiene el poder para hablarnos a cada uno personalmente y decirnos cómo es que Él quiere que pasemos el tiempo transformando las vidas de otras personas y cómo cumplir con Su gran comisión. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: «A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios Vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos» (I de Timoteo 6:17; Deuteronomio 8:18).
Sed sobrios y estad siempre preparados para la venida de Jesús.
LA HISTORIA DEL JOVEN RICO.
¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Cuando el joven rico le preguntó a Jesús respecto a la salvación, nuestro Señor probó de inmediato su disposición a dejarlo todo y a seguir "vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme" (Lc. 18:22). Cuando el joven rico no prestó atención a las palabras de Jesús, demostró que no estaba dispuesto a someterse al señorío de Cristo.
El que quiera aceptar la salvación debe rendir el control de su vida al Salvador. Eso significa estar dispuesto a abandonarlo todo para seguirlo, o estar contento con todo lo que le ha dado, sabiendo que puede soberanamente darle más cuando le sirve.
LO QUE YO SOY, LO CAMBIO POR LO QUE CRISTO ES.
La salvación es cambiar todo lo que usted es por todo lo que Cristo es. Por lo tanto, la fe salvadora no es simplemente un acto mental; ella calcula el costo (Lc. 14:28) y humildemente clama a Dios como hizo el publicano en Lucas 18:13: "Dios, sé propicio a mí, pecador".
¿Tiene usted en cuenta el costo hoy y todos los días?
Mateo 6:9-10: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
HACER LA VOLUNTAD DE DIOS, ES LO MÁS IMPORTANTE.
Cuando usted ora: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, ¿está al tanto que esta oración aún no ha sido contestada, más lo será? Cristo Jesús literalmente, visiblemente, corporalmente regresará a esta tierra. ¿Lo cree? ¿Piensa que el Señor Jesús nos hubiera enseñado a orar esta oración si no fuese a ser contestada? Su reino todavía no ha llegado a la tierra. Su voluntad no se está llevando a cabo en la tierra, más se la hará, porque nuestro Señor nos enseñó a pedirlo en oración.
Cuando lea o vea las noticias hoy, observe cómo la voluntad de Dios no se hace en la tierra. Pídale al Señor que su voluntad sea hecha en la tierra al orar por las personas involucradas en los reportajes por su bienestar y salvación.
Juan 3:3: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
Nicodemo estaba tan asombrado con los milagros que Jesús había hecho, que él quería saber más. Él le preguntó a Jesús de milagros y Jesús le comenzó a hablar acerca de nacimientos. Era como si Jesús le estuviera diciendo: “Nicodemo, para entender qué es un milagro, tú mismo tienes que llegar a ser uno.”
Nicodemo era un hombre inteligente; era un fariseo, principal entre los judíos y era parte del Sanedrín, y aun así, con todo ese conocimiento, Jesús le dijo: “Si no nacieres de nuevo, no podrás ver el reino de Dios.”
Las personas simplemente no pueden ver las cosas espirituales hasta que el Espíritu Santo encienda la luz en sus almas.
¿Conoce a alguien que posee mucha educación, mas no tiene la salvación? Le retamos a compartir estas mismas nuevas de salvación con él o ella hoy.
En 1ª de Corintios 2: 14 dice la Palabra: Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Apocalipsis 22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
SOMOS UNO CON CRISTO Y ALLÍ EN LAS BODAS DEL CORDERO, ESTAREMOS CON ÉL.
Dios utilizó la analogía de una boda para describir el momento cuando llegamos a ser uno con nuestro Señor Jesucristo. Cuando lleguemos a ser uno con Dios por la eternidad, lo conoceremos en una manera más íntima de la que lo conocemos ahora. Dios lo llama “las bodas del Cordero”.
El pastor Rogers testificó: “Cuando pienso al respecto, no me molesta decirle que la idea de ser arrebatado para encontrarme con el Señor en gloria y conocerle cara a cara, es de tal satisfacción, que la Biblia describa dicho evento como la consumación matrimonial. ¡Eso me emociona!”
Cuando medita acerca de la segunda venida de Cristo, ¿palpita su corazón de emoción? ¿Anhela su retorno y su reino?
Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
EL PROBLEMA ES QUE LE ESTAMOS SIRVIENDO A DOS SEÑORES: AL MUNDO Y CREEMOS QUE TAMBIÉN LE SERVIMOS A DIOS.
¿Sabe cuál es el problema con muchos de nosotros? Nuestra fe es algo añadido a nuestras vidas. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores”(Mateo 6:24). ¿Cree usted eso? Necesita tener sólo una meta en su vida, y ésa es conocer a Jesucristo personalmente, poderosamente, apasionadamente, y predominantemente. Todo lo demás será resultado de su devoción.
Usted dirá: “Pero espere un minuto. ¡Yo tengo otras cosas que hacer! Poseo un trabajo. Debo descansar. Necesito recreación, tengo amigos. No puedo simplemente limitar mis intereses a sólo uno.”
Cuando disciplina su vida a un solo enfoque, todas estas otras cosas contribuirán a lo principal.
 ¿Cuál es el enfoque principal de su vida? ¡Que sea Jesús y tendrá éxito!
DIGA, MI ENFOQUE PRINCIPAL ES JESÚS.
Salmos 126:6: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a venir con REGOCIJO, trayendo sus gavillas.”
¿Sabe lo que hace en la mañana cuando tiene un tiempo a solas con el Señor? Está desyerbando su jardín. Está limpiando de malezas el jardín de su mente para que la BUENA SEMILLA de la Palabra de Dios pueda multiplicarse. Ahora, el próximo paso es plantar la semilla y cultivar la cosecha de Dios. Y cuando vaya a ganar almas, riegue los cultivos con sus lágrimas. Lea en Juan 17, y vea cómo el corazón del Señor se quebrantó por las personas que Él anhelaba abrazar y amar. Aprenda este tipo de compasión en el jardín que Dios le ha dado a cultivar para su Reino.
Pídale a Dios que le ponga en sus campos de servicio. Ruéguele que le haga firme, pero compasivo y sabio para compartir sus Buenas Nuevas.
EL REINO DE DIOS Y AHORA TAMBIÉN DEBE TENER EN CUENTA SU JUSTICIA.
Malaquías 4:2: “Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.”
JESUCRISTO ES EL SOL DE TODA JUSTICIA.
Si Jesús es el Hijo de Dios, Él es también el Sol de justicia. Permítanos decirle algo acerca del alba. La salida del sol nunca se adelanta, ni se atrasa. ¿No es cierto? El amanecer opera de acuerdo al poder y la autoridad de Dios. Usted no puede apresurarlo, ni tampoco detenerlo. Así también es la segunda venida del Señor Jesucristo. Él regresará en el momento conocido exclusivamente por Dios. Usted no puede adelantarlo, ni detenerlo.
Un día el Señor Jesucristo vendrá, al sonar de la trompeta. Él abrirá las cortinas de las noches, sujetándolas con una estrella. Luego abrirá la puerta de la mañana gloriosa de su reino milenario e inundará al mundo con su luz.
Mañana por la mañana, levántese en la madrugada y dele gracias a Dios porque su tiempo es perfecto y porque Él volverá.
SOMOS PEREGRINOS EN LA TIERRA.
Lo cierto es que sólo estamos de paso en esta tierra. Vamos rumbo a nuestro destino final. La muerte no es un cese de actividades sino una transición. Ni constituye el fin de la vida sino sólo un traslado a otra esfera. Si durante esta vida hemos pensado únicamente en lo terrenal y no nos hemos reconciliado con Dios por el único medio que Él ha provisto, que es su Hijo Jesucristo, entonces, cuando pasemos a la otra vida, Cristo tendrá que decirnos: «Yo di mi vida por ti en la lucha que libré por tu alma, pero tú no me reconociste. Por eso ahora no puedo reconocerte a ti ante mi Padre aquí en el cielo.»2

En cambio, si hemos reconocido a Cristo como nuestro único Salvador y hemos vivido como peregrinos que anhelan una patria mejor, entonces Cristo nos reconocerá ante su Padre y nos dará la bienvenida a la patria celestial que nos ha preparado.3

1         Mt 6:19-21,33. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. 6:33.Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
2         Mt 10:3233. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
10:33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
3         He 11:1316. Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
SEÑOR, SOY UN POBRE DE ESPÍRITU, CLAMO POR MISERICORDIA.
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” - (Mateo 5:3).
¿Qué significa ser pobre en espíritu? ¿Significa calificar como el director del crucero Titanic? No. Jesús está hablando de alguien que reconoce que ante Dios su posición espiritual está en bancarrota. Literalmente significa que llegamos al final de la dependencia en nosotros mismos. Usted nunca descubrirá las verdaderas riquezas de la vida cristiana, hasta que primero admita su condición destituida ante el cielo. Y algunos de nosotros no queremos admitirlo. Pero, permítame recordarle algo: Dios creó el mundo de la nada. Esa es su naturaleza. Él no hará nada de usted, hasta que usted llegue a ser nada. ¿Ha admitido que es un pecador perdido ante Dios? ¿Qué no posee nada que ofrecerle? Amigo, si piensa que puede llegar al cielo de alguna otra forma, está enormemente equivocado. Usted no sabe cuán santo es Dios y cuán pecador es usted.
¿Cómo describirían sus vecinos, compañeros laborales o amigos su caminar con el Señor? ¿Sería pobre en espíritu parte de su descripción? ¿Por qué o por qué no?
EL CIELO, DEBE SER LO PRIMERO QUE MIRA UN VERDADERO CRISTIANO.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” - (Mateo 6:33).
Muchos creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír. Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete. Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. Ahora, escriba Mateo 6:33 en un papel. Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar su tesoro y que usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.
DIOS NOS DA LAS LLAVES, OREMOS PARA QUE LAS LLAVES, ABRAN LOS CORAZONES.
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” - (Mateo 16:19).
Muchos de nosotros que estamos orando por nuestros familiares, amigos y vecinos no salvos, estamos pidiendo en nuestras oraciones en la forma equivocada. Estamos diciendo: “Oh, Dios, ayúdales para que vean”. Pero ellos están ciegos y no pueden ver.
Segunda Corintios 4:3 y 4 dice: “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.”
HAY UN ENEMIGO QUE DEBE SER ATADO.
Debemos primero atar al “cegador”. No estamos en guerra contra carne y sangre. Estamos en guerra contra Satanás mismo y nunca penetraremos en su casa, sino hasta que primero lo atemos.
Pídale a Dios que ponga a los cautivos libres. Que ocasione que ellos se arrepientan y crean en su Hijo Jesucristo. Pídale que le dé a usted un espíritu de oración, y que le otorgue Su valentía y pasión para testificar a los perdidos.




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