jueves, 1 de septiembre de 2016

RESPONDA COMO BUEN ATLETA AL LLAMADO DE JESUCRISTO.

RESPONDA COMO BUEN ATLETA  AL LLAMADO DE JESUCRISTO.
“Prosigo a la META, al premio del supremo LLAMAMIENTO de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).
EL APÓSTOL PABLO, RESPONDIÓ AL LLAMADO DE JESUCRISTO.
Pablo no quería fracasar. Él se esforzó con cada pulgada, con cada onza, con cada nervio, en fin, con cada parte de su cuerpo para ganar el PREMIO. Tenía ambición, pero era una ambición justa, santa. Dijo: “Quiero ganar el PREMIO, y voy a hacerlo. Voy a ser como un atleta que se niega a tener placeres mundanos. Voy a entrenarme como un atleta. Voy a estar en forma para el Señor Jesús. Voy a hacer todo lo que sea necesario para GANAR.”
LA RAZÓN DEL VERDADERO CRISTIANO ES JESUCRISTO.
La Biblia claramente enseña que debemos ser ambiciosos, pero por la razón adecuada, y ésta es Jesús.
ÉL ES NUESTRA MAYOR Y MEJOR AMBICIÓN.
¡Que Dios nos libre de tener ambiciones diminutas y aspiraciones de corta duración!
QUIERO SER HOY UN VERDADERO ATLETA DE JESUCRISTO.
Lea 1 Corintios 9:24-27. ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
9:25 Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
9:26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
9:27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
¿Quiere usted ganar el PREMIO del cual habla Pablo? Entonces, ¿qué está esperando? Golpee su cuerpo, y hágalo su esclavo. Tenga cautivo cada mal pensamiento. Póngase la armadura y salga a la batalla.
¿SE HA PREGUNTADO USTED, QUÉ SIGNIFICA CORRER?
 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” - (1 Corintios 9:24).
El pastor Rogers corrió su carrera. Asimismo Dios le ha dado a usted una carrera para correr. Cada persona corre su propia carrera. No estamos compitiendo unos contra otros para alcanzar la corona del vencedor. Estamos juntos en un peregrinaje. No tratamos de ir delante del otro. ¡Y estas son buenas noticias! Dios tiene un plan para su vida con particulares límites de velocidad, desvíos, y vallas que cruzar. Y usted tiene que permanecer en esta carrera hasta que la termine. Pero no está solo. Aunque no estamos en la misma carrera, estamos en los viajes juntos, para animarnos mutuamente para ganar. ¡Y deseamos que usted gane la corona de la victoria hoy¡ ¡Corra, mi amigo (a), corra!
Pídale a Dios que cubra sus pies con la preparación que proviene del evangelio de la paz (ver Efesios 6:15). y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
 Para que pueda correr la carrera con confianza. Ruéguele a Dios que dirija sus pasos para ir a lugares en donde pueda declarar el plan de salvación de Dios (vea Romanos 10:15). ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
 Y agradezca a Dios por la corona que le espera al final de la carrera, debido a Su poder en su vida.
AL CORRER COLOQUE SUS OJOS EN JESÚS.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” - (Hebreos 12:2).
¿Qué significa que Jesús es el “autor y consumador” de nuestra fe? La palabra griega para autor es “archegos”, y quiere decir que Él es el Capitán, el Líder, el Príncipe de nuestra fe. La palabra griega para consumador es “teleiotes”, y significa que Él es quien “completa” nuestra fe. Jesús pagó el precio, para que usted pudiera ser salvo.
¿QUIERE SABER CÓMO CORRER LA CARRERA?
 Jesús es su ejemplo. Fije sus ojos en Él. Él es el Salvador que no sólo le enseña cómo correr la carrera, sino que entra en usted por medio del Espíritu Santo, y corre la carrera a través de usted. ¡Alabado sea Dios, porque nunca estamos solos!
ES HORA DE ADORAR Y DAR GRACIAS A DIOS.
Adore a Dios en oración y alabanza porque no sólo es el autor de su fe al otorgársela como un regalo no merecido, sino que también es el consumador de su fe al asegurar su salvación en la sangre expiatoria de su Hijo.
EL QUE COMENZÓ LA BUENA OBRA, TERMINARÁ LA BUENA OBRA.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).
PABLO QUERÍA ACABAR LA CARRERA Y CUMPLIR CON SU MINISTERIO.
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” - (Hechos 20:24).
LA MEJOR Y MAYOR CARRERA DEL MUNDO DEBE SER PARA DARLE GLORIA AL SEÑOR.
¿Alguna vez ha visto una competencia de triatlón? Un programa televisivo presentó una que involucraba 2.4 millas de natación, 112 millas de ciclismo y 26.2 millas corriendo. Una joven mujer lideraba el grupo, pero de pronto, sólo a unos pocos metros de la línea de llegada, ella se cayó. Sus piernas parecían fideos. Esta atleta trató de ponerse de pie y caminar, pero cayó otra vez. Ella terminó la carrera en agonía; literalmente se arrastró hasta la línea de llegada, pero no llegó en primer lugar. Si estos hombres y mujeres se entregan a esta agotadora y dura prueba atlética para ganar una corona corruptible, Dios no quiere que nosotros seamos menos que los fuertes y espirituales atletas que Dios nos llamó a ser. Estamos hablando de muerte y vida, cielo e infierno, y la gloria de Dios.
DEBEMOS SER FIELES Y CORRER HONESTAMENTE LA CARRERA.
¿Cómo le va en la carrera? ¿Es usted lo suficientemente fiel para correr, aunque las cosas se pongan difíciles? ¿Se unirá a Pablo diciendo Filipenses 3:13-14? Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
 Pida a Dios que le haga fuerte y fiel hasta el fin.
FIEL Y LEGÍTIMO EN MI CARRERA, SIN DOPING, NI TRAMPAS.
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna” - (1 Corintios 6:12).
SELECCIONE LAS COSAS QUE NO LE CONVIENEN EN LA CARRERA.
Hay ciertas cosas que un atleta resuelve dejar de lado. Estas cosas no son malas para otras personas, pero son muy negativas para el atleta, son una pesada carga. En el plano espiritual, es lo mismo con los creyentes. Pablo claramente dice que no todas las cosas convienen. Verá, los creyentes nos dirigimos hacia un lugar, y si algo NO nos ayuda a ir más rápidamente, entonces eso es exceso de equipaje. Debemos deshacernos de todo lo que no es conveniente.
¿QUÉ NO ES LEGÍTIMO EN MI CARRERA?
Pregúntele a Dios: “¿Tengo alguna cosa legítima que puede ser usada de mejor manera, y que me está impidiendo correr una mejor carrera por Ti? Si es así, revélame qué es, para que pueda vivir una vida completamente entregada a la causa de Cristo.” Pudiera ser un vehículo, una casita vacacional en la playa, un anillo de diamantes, arte o colecciones antiguas. Estas cosas no son malas en sí mismas, pero hable con Dios acerca de ellas. Tal vez Él quiera que usted las venda y utilice ese dinero para ayudar a las misiones.
NECESITAMOS TENER LA FE EN JESUCRISTO, PARA CORRER CON SEGURIDAD.
Marcos 11:22: “Respondiendo Jesús, les dijo: “Tened fe en Dios.”
JESUCRISTO ES EL CREADOR DE LA CARRERA Y ÉL ES LA META A LA QUE USTED CORRE.
Se le preguntó a algunos creyentes: “¿Cómo están?” Ellos respondieron: “Bueno, bajo las circunstancias...” ¿Cómo se metieron allí? Las circunstancias son como un colchón. Se supone que usted debe estar arriba, no debajo de éste. Bajo las circunstancias, usted se sofoca; sobre ellas descansa bastante bien. La única manera en que usted puede correr la carrera es quitando sus ojos de las cosas o las personas a su alrededor y poniéndolos en Jesús. Él es el creador de la carrera. Él es la meta a la que usted corre. Si pone su mira en Jesús para que Él le provea toda necesidad en su carrera, usted encontrará que la fe crece en su corazón y en su vida. Verá, lo que se requiere no es una gran fe en Dios; sino fe en un gran Dios.
CORRER Y GANAR Y DAR LOS RESULTADOS ESPERADOS.
Juan 12:24: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”
CORRER CON PACIENCIA, PERO CON SEGURIDAD.
Usted puede ver el tamaño de un creyente por lo que lo detiene. Hebreos 12:1 enseña que nosotros debemos correr “con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Y esta palabra “paciencia” no se usa en el sentido que actualmente nosotros la usamos. Ésta significa literalmente ‘perseverancia’. Todos sabemos que un corredor va ganar o perder la carrera primordialmente por su perseverancia. Usted no puede detenerse. Cuando siente dolor, no puede parar. Cuando siente que sus pulmones arden, no puede parar. Cuando sus pies los sienten como plomo, no puede parar. Cuando su costado le duele, ¡usted no puede detenerse! ¡Usted nunca será un atleta espiritual si es un desertor! Ningún dolor. Ninguna ganancia.
DIOS NOS EQUIPA PARA CORRER BIEN.
¡Dele gracias a Dios por su poder que le equipa para poder correr la carrera y ganar la corona del vencedor!
TRES PALABRAS DEL VERDADERO CRISTIANO: PELEADO, ACABADO Y GUARDADO LA FE.
Segunda Timoteo 4:7: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”
JESÚS TAMBIÉN PELEÓ, ACABÓ Y GLORIFICÓ AL PADRE CELESTIAL.
Cuando Jesús llegó al final de su vida dijo: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). Él se mantuvo en el camino. Lo mismo hizo Pablo. Ellos lograron lo que Dios les había mandado hacer. Todo hombre tiene una carrera que debe correr. Toda mujer tiene una carrera por delante. Dios sabe el curso. Y todo lo que Dios demande de usted, Él le dará el poder para llevarlo a cabo. Ya sea que usted tenga nueve o noventa años, sea joven o viejo, rico o pobre: ¡Dios posee un plan para su vida! ¡Dios tiene una carrera que quiere que usted corra!
¿DE CUÁNTOS KILÓMETROS ES SU CARRERA?
¿Cuál es la carrera que Dios ha puesto ante usted? Dele gracias a Dios por el poder que le da para terminar la trayectoria.
EL QUE QUIERE SER VENCEDOR EN LA CARRERA, DEBE DEJAR COSAS QUE LE GUSTAN, PERO LE PESAN.
Primera Corintios 6:12: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna.”
QUERER Y TAMBIÉN TRABAJAR PARA LOGRARLO.
Si usted quiere ser un vencedor en la carrera que Dios tiene para usted, debe aprender la disciplina de poner a un lado sus pesas. En muchas ocasiones, estas pesas son cosas buenas en nuestras vidas. Con todo, las cosas buenas son malas cuando éstas nos impiden hacer lo mejor. La vida sería simple si fuese una opción entre lo bueno y lo malo. Sin embargo, generalmente, es una opción entre lo bueno y lo mejor. Nuestro versículo enseña: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen.” Cuando medite en la palabra “convienen”, piense en una expedición, puesto que usted va hacia algún lugar, y si algo le retrasa en su caminar, es exceso de equipaje y usted necesita deshacerse de éste, puesto que no conviene.
LA DISCIPLINA ES NECESARIA EN UNA CARRERA LARGA.
Pregúntele a Dios: “¿Existen cosas lícitas, permisibles en mi vida que están impidiéndome correr la carrera que me has dado?” Si el Señor le revela algo, pida disciplina para poder hacerlas a un lado.
DESPOJÉMONOS DEL PECADO, QUITEMOS LAS CARGAS Y CORRAMOS.
EL SEÑOR JESUCRISTO NOS DICE: ¡! CORRAN, CORRAN!!
Hebreos 12:1: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.”
EL DIOS TODOPODEROSO NOS DICE: ¡! CORRAN HIJOS MIOS, CORRAN HIJOS MIOS!!
Una mujer quien era muy callada fue a un juego de fútbol americano de una escuela secundaria. Ella había estado en silencio todo el partido hasta que alguien dejó caer la pelota en la cancha. Luego el “quarterback” (o capitán) suplente, un delgaducho y pequeño joven, la recogió y empezó a correr dejando atrás a los otros jugadores al dirigirse hacia la meta. ¡Y esta pequeña señora explotó! Ella saltó y gritó: “¡Corre, hijo, corre!” Él era su hijo. Eso es lo que los santos están exclamando al vernos en la cancha de la vida. Ellos están animándonos, desde la gradería celestial, a seguir corriendo “con paciencia la carrera que tenemos por delante”.
¿QUÉ LO MOTIVA A USTED A SEGUIR ESTA CARRERA?
¿Necesita ánimo el día de hoy? ¡Imagine a los santos, una gradería del tamaño del cielo, que le motiva a seguir adelante hacia la victoria!
MUCHAS PERSONAS, NOS ESTÁN MIRANDO CORRER.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:1-2ª).
CAMPEONES, QUE VAN POR LA DE ORO.
Existen muchos atletas con habilidad natural, pero ¿qué es lo que convierte a un atleta mediocre en un campeón de medalla de oro? Este atleta está dispuesto a sufrir más que los otros. Cuando usted no puede dar otro paso, sus músculos están adoloridos y su cuerpo está molido, es lo que significa correr la carrera con perseverancia como lo menciona Hebreos 12:1. Usted actúa bajo tremenda presión. Corre para desarrollar resistencia. Hoy, quizás esté sufriendo porque un familiar, compañero laboral o compañero de estudios ha sido injusto con usted. Tal vez se le ignoró para un ascenso. Edificar una fe que aguante la distancia toma paciencia.
¡! CORRE, CORRE, QUE LA META ESTÁ ADELANTE Y MUY CERCA!!
Hoy es el día de superar las injusticias de la vida. En lugar de sentir que está siendo injustamente tratado, es tiempo de poner los ojos en Aquel que fue tratado MÁS injustamente sobre una cruz para que usted fuese perdonado. Corre, creyente, corre: la victoria aún está por ser ganada.
LA MAYOR BENDICIÓN ESTÁ POR LLEGAR.
“Bendito el que viene en el nombre de Jehová; desde la casa de Jehová os bendecimos” (Salmo 118:26).
LOS HÉROES DE LA FE, NOS ANIMAN A CORRER
El cielo está atentamente interesado en lo que sucede aquí sobre la tierra. Existe en el cielo una gradería o tribuna llena de héroes de la fe. Ellos nos ven y nos animan a continuar. Nosotros somos los corredores; ellos son los espectadores. Si los corredores de aquella época fueron inspirados cuando corrían su carrera, ¿cuánto mayor debería ser nuestro esfuerzo hoy al contar con los santos que nos motivan? ¿Se siente inspirado? ¡Yo sí! Me anima saber que no estoy solo en la carrera y que tengo hombres y mujeres que corrieron la carrera sabiendo que existen peligros ahí afuera. Amigo, espero que se sienta motivado e inspirado a correr la carrera específica que Dios ha puesto delante de usted hoy.
AQUÍ ESTÁ LA LISTA DE LOS GANADORES DE DIOS.
Por favor lea Hebreos 11 acerca de los héroes de la fe; que su fe le inspire a dejar su zona de comodidad y haga grandes y poderosas cosas para la gloria de Dios.
Hebreos 11.1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
11:2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
11:7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
11:8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
11:9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
11:10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
11:11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
11:12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
11:13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;
11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
11:17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,
11:18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
11:19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
11:20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras.
11:21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
11:22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
11:23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
11:24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
11:28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
11:29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.
11:30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
11:31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
11:32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;
11:33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
11:34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
11:35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección;mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
11:36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
11:37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
11:38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
11:39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
PELEAR, ACABAR Y GUARDAR LA FE, NO ES FÁCIL.
 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
NO QUITE SU MIRADA DE JESÚS.
¿Sabe cuál es el camino para acabar la carrera? Continúe fijando su mirada en Jesús.
NO SOY PERFECTO, PER NADA ME DETIENE Y SIGO ADELANTE.
El pastor Rogers predicó el Evangelio por más de 50 años, y en una ocasión afirmó: “Dios sabe que tengo mis defectos y pecados. Él asimismo sabe que me he arrepentido y mi meta es estar en paz con Él todos los días. Me falta mucho para ser perfecto, pero puedo testificar que este mismo Dios me ha mantenido en curso. Él me ha mantenido predicando el Evangelio.”
LUCHE COMO UN GUERRERO Y TERMINE COMO UN VERDADERO ATLETA.
Acabar la carrera que Dios ha planeado para nosotros nunca es fácil. Toma disciplina y arduo trabajo. Requiere que nos levantemos al caer, nos sacudamos el polvo y volvamos a comenzar. Uno de estos días usted tendrá que mirar hacia atrás y espero pueda ser capaz de decir que luchó como un guerrero y acabó como un atleta.
ANALICE SU VERDADERA CARRERA.
¿Qué carrera está usted corriendo? ¿La carrera para lograr el éxito mundano cuéstele lo que le cueste o la carrera real? Tome uno tiempo para escribir algunas metas que le ayudarán a mantenerse en curso para la gloria de Dios. Use Isaías 61:1-3 como guía. 61:1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
61:2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;

61:3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

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