ES UNA
CUESTIÓN DEL CORAZÓN Y NO DE NUESTRA AUTOGLORIFICACIÓN. Mateo 6.
6:1 Guardaos
de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de
otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
6:3 Más
cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
6:4 para que
sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.
6:5 Y cuando
ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de
cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6:6 Mas tú,
cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está
en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
6:7 Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos.
6:14 Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial;
6:15 más si
no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas.
6:19 No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan;
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
6:34 Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio mal.
EL PUEBLO DE
ISRAEL TENÍA MOTIVACIONES EN SU CORAZÓN QUE ERAN DIFERENTES A SUS PRINCIPIOS.
¿CUÁLES SON
HOY SUS MOTIVACIONES PARA SERVIRLE A DIOS?
HACER COSAS,
NO ES SUFICIENTE.
En Mateo 6,
Jesús condenó a los fariseos y escribas como hipócritas. ¿Por qué los condenó
si los fariseos eran congruentes con lo que decían y hacían? Ellos decían que
oraban siete veces al día y lo hacían. Decían que ayunaban dos veces a la
semana y lo hacían. Decían que oraban y diezmaban fielmente al tesoro del
templo y lo hacían. Decían guardar la ley y lo hacían. Eran los superestrellas
espirituales de su época. Sin embargo, Jesús nos advierte a que no seamos como
ellos.
BUSCAR EL RECONOCIMIENTO
Y LOS APLAUSOS, NO ES LO PRIORITARIO.
Jesucristo
se estaba refiriendo a la hipocresía del corazón. El corazón de los fariseos y
los escribas no era congruente con sus hechos. Ellos querían comprar el
reconocimiento público. Ésa era su motivación y por eso los llamó hipócritas.
La pregunta para nosotros es: ¿Cuál es nuestra motivación al dar, al orar, al
ayunar, al ir a la iglesia, al adorar, etc.? ¿Cuándo Dios ve tu corazón y tu
motivación al hacer todas estas cosas, qué es lo que ve?
MOSTRAR LAS
OBRAS POR VANIDAD RELIGIOSA Y VANAGLORIA.
Como puedes
ver, es una cuestión del corazón. Todas las disciplinas espirituales deben hacerse
en ‘secreto' y no con la motivación de verse espiritual ante los ojos de otros.
Jesucristo quería que comprendiéramos que debemos rechazar la tentación de
mostrar nuestras buenas obras por vanidad religiosa o autoglorificación.
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