PECADOS Y
PECADORES Y SUCIOS Y CORRUPTOS E INMUNDOS Y TODO PARECE LO MISMO.
“Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
ABOGADO tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y Él es la
PROPICIACIÓN por nuestros PECADOS; y no solamente por los nuestros, sino
también por los de todo el mundo” (1 Juan 2:1-2).
Un artículo
titulado: “La cola era corta, pero la serpiente no”, captó de inmediato la
atención del pastor Rogers y se leyó todo el artículo. Parece que una señora en
África del Sur pasaba un día junto a un montón de paja, y vio la cola de una
serpiente. La señora buscó un palito para matar a la serpiente, y antes de que
se diera cuenta de lo que le sucedía, ¡se encontró luchando con una serpiente
pitón de seis metros de largo! Afortunadamente un hombre vino rápidamente y
mató a la serpiente con un poste de la cerca. De otra manera, la pitón hubiera
estrangulado a la señora.
Usted puede
pensar que su PECADO es “sólo un pecado pequeño”, pero queremos decirle que ese
pecado pequeño es parte de la misma serpiente grande. El pecado mató a Jesús, y
el PECADO lo ESTRANGULARÁ a usted. Su única esperanza es la salvación por medio
de Jesucristo.
¿Cómo
definiría usted las siguientes palabras: pecado, mediador, propiciación? Si
necesita alguna ayuda, lea 1 Juan 3:4, Hebreos 13:6 y Romanos 5:6-8.
“Así también
vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro” (Romanos 6:11).
Debemos
considerarnos a nosotros mismos como muertos al pecado, pero vivos en
Jesucristo. ¿Qué significa eso? Para muchos, el decir “considerar” significa
‘lo pensaré’. Pero en este pasaje, “considerar” es un término legal, jurídico
que significa ‘contar con’ o ‘calcular’. Cuando usted se arrepintió por sus
pecados y pidió a Dios que le perdonara y salvara, usted “contó” con lo que
Jesús hizo en la cruz para expiación de sus pecados. Y ahora, usted depende de
Su justicia. Así como “cuenta” con Él para la victoria sobre la multa del
pecado, también “cuenta” con Él para la victoria sobre el poder del pecado.
Considérese muerto al pecado y vivo en Dios.
¿Quiere
caminar victoriosamente hoy? Entonces repita lo siguiente durante todo el día:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí, y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a Sí mismo por mí” (Gálatas 2.20). Muera para sí mismo, y
viva para Cristo.
“Venid
luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí,
vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).
Años atrás
el pastor Rogers leyó acerca de unos bomberos en el Fuerte Dix que estaban
tratando de apagar un incendio. Pronto se vieron rodeados por el fuego, y sin
ninguna ruta de escape. De manera inesperada un avión sobrevoló por encima de
donde ellos estaban, dejando caer notas informándoles que aunque estaban
rodeados por el fuego, sin embargo había un muy estrecho sendero, libre de
llamas. Y les daban las instrucciones de cómo encontrarlo. Los bomberos así lo
hicieron y lograron escapar. Ellos, a nivel del suelo, no podían ver el
sendero, pero los pilotos, sí. Menos mal que esos bomberos no cuestionaron la
autenticidad o confiabilidad de las notas, y por eso pudieron salvarse.
¡Qué cuadro
de nuestra sociedad hoy! Estamos en un fiero incendio de dificultades y en un
infierno de problemas. Dios, desde el cielo, nos da precisas instrucciones para
que escapemos, para que salvemos nuestras vidas. Amigo (a), ¿qué hará usted?
Salmos 19:2
y 90:8 nos dicen que tenemos faltas “secretas, ocultas.” Eclesiastés 12:14 que
“Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena
o sea mala”. Confiésele a Dios que usted no sabe todas las formas en que ha
pecado contra Él. Pídale que le revele sus faltas secretas, para que pueda
confesarlas y ser limpio.
“Y ante
todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados” (1 Pedro 4:8).
¿Por qué es
importante el amor? Primero, porque el amor es la más grande virtud. Primera
Corintios 13:3 dice que el amor está por encima de la fe y la esperanza.
Segundo, porque el amor es el más grande mandamiento. Jesús dijo: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”
(Mateo 22:37). Tercero, porque el amor es el más grande testimonio. ¿Qué es lo
que realmente va a hacer que su comunidad despierte y crea que su iglesia es,
en verdad, la iglesia del Señor Jesucristo? ¿El tamaño del edificio? ¿Lo bien
mantenidos que están los jardines y el césped? ¿El gran aviso en la calle? ¡No!
Será la manera en que ama a Dios y demuestra amor por los demás. Nada puede
motivar a un pecador perdido, como el sentir el verdadero amor de Jesucristo.
Haga un
compromiso con Dios ahora mismo: que usted le amará a Él con todo su corazón,
con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y que amará a su
prójimo como a usted mismo. Cualquier cosa menos que eso, es pecado. Pídale su
fortaleza para realizarlo.
“Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Un jovencito
tenía dificultades viviendo la vida cristiana. Fue a donde su Pastor, quien le
dijo que fuera a ver un cuadro específico en el museo. En el museo, el guía lo
llevó a un gran salón, en donde el cuadro adornaba toda la pared. El joven
sintió repulsión por lo que vio. Era una pintura de Cristo en la cruz, pero la
perspectiva desde la cual el artista pintó, estaba fuera de balance. Lucía
grotesco. El guía le dijo: “Jovencito, necesitas acercarte más.” El joven se
acercó más. “Ahora necesitas agacharte.” Y el joven se agachó. “Ahora, más
cerca y más abajo.” Antes de que el joven se diera cuenta qué estaba
sucediendo, se encontró de rodillas al pie de la cruz, y cuando miró hacia
arriba, entendió por completo la pintura total. Hasta que usted no esté
dispuesto a tomar su lugar al pie de la cruz, la vida cristiana nunca tendrá ningún
sentido para usted, tampoco.
Pase algún
tiempo meditando en lo que Jesucristo experimentó, al sufrir la angustia, las
acusaciones, la flagelación, las burlas y al final la crucifixión, como
expiación por todos sus pecados.
“Como
también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye
justicia sin obras” (Romanos 4:6).
El mismo año
que los Estados Unidos declararon su independencia de Inglaterra, Augustus
Toplady escribió una canción declarando completa dependencia de Dios: Roca de la
eternidad. Una estrofa declara: “Nada en mi mano traigo, Simplemente a la cruz
me arraigo; Desnudo, a Ti por vestido vengo; Impotente a Ti gracia ruego;
Sucio, a la fuente vuelo; Lávame, Salvador, o muero.” En ocasiones es difícil soltar nuestros pecados
y nuestras obras de justicia para poner completamente nuestra confianza en Dios
para salvación. ¿Sabía que existe algo en la naturaleza humana que no quiere
hacerlo? De alguna forma queremos ayudar a Dios con nuestras obras de justicia.
Mas sin embargo “todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia” (Isaías
64:6b). Dios es quien nos hace justos.
Ore así:
“Nada en mi mano traigo, Simplemente a la cruz me arraigo; Desnudo, a Ti por
vestido vengo; Impotente a Ti gracia ruego; Sucio, a la fuente vuelo; Lávame,
Salvador, o muero.”
Salmos 51:7:
“Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Escuché de
un misionero cuya esposa era muy fastidiosa. Se mudaron a una pequeña choza y
ella pronto notó que el piso estaba sucio. Lo primero que la esposa quería
hacer era limpiar el piso. Lo restregó una y otra vez en vano, pronto se dio
cuenta que ese piso no se podía limpiar. Finalmente alguien le dijo cuál era el
problema: ¡Era un piso de tierra! Entre más restregaba el piso, más tierra
soltaba. Nunca podremos quitarnos nuestra naturaleza pecadora por más que
restreguemos, ya que, al tratar de hacerlo sólo revelamos lo que yace adentro.
Detestamos
decírselo, más estamos totalmente podridos por dentro. Jesús dijo: “De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios” (Juan 3:3).
¿Qué tan
sucio está usted hoy? ¿Qué tan limpio debe estar antes de poder hablarle al
Padre Celestial? Límpiese con la sangre de Jesús y comuníquese libremente con
su Padre que le ama.
Proverbios
23:7: “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.”
Había un
letrero en un negocio que decía: “No somos lo que pensamos que somos; lo que
pensamos, eso somos.” ¿Qué es lo que usted permite que entre en su mente y que
por consiguiente controle su corazón, sus acciones y sus palabras? Dios lo hizo
de tal manera que usted no puede pensar en dos cosas a la vez. Si usted está
pensando en lo que es correcto, no puede pensar en lo incorrecto. Y cual sea su
pensamiento, tal será usted. Guarde su mente. Concéntrese en el Señor Jesús. No
permita que Satanás le quite su devoción total por el Señor Jesucristo.
Permanezca enamorado de Jesús y de esa manera no habrá lugar en su mente para
esos pensamientos sucios, pecaminosos, inicuos, lujuriosos y tentadores, llenos
de orgullo, que nos bombardean a todos nosotros.
Empiece hoy
activamente a organizar sus pensamientos y traerlos en obediencia a Cristo (2
Corintios 10:5) Use Filipenses 4:8 como un filtro por el cual usted pasa todo
pensamiento.
“Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” -
(Filipenses 3:13-14).
Hay dos días
que pueden robar el gozo y la realización de hoy. Uno es el mañana, y el otro
es el ayer. Ambos son días en los cuales el creyente debe negarse a vivir.
Muchos de nosotros nunca hemos aprendido cómo separarnos del ayer. Todavía lo arrastramos
con nosotros, y está robando nuestro gozo. Pablo pudo haber vivido así, en el
plano de la culpa, pero él rehusó hacerlo. Tal vez usted, como Pablo y muchos
otros, ha cometido algunos horribles pecados. Pero, mi amigo, aquello que Dios
lo llama limpio, ningún hombre puede llamarlo sucio. Si usted ha confesado su
pecado y se lo ha entregado a Dios, ese pecado está enterrado profundamente. No
deje que contamine su día. ¡Aprenda a vivir en el presente!
Si usted
está experimentando culpabilidad por un pecado no confesado, entonces
confiéselo y arrepiéntase. Si usted experimenta culpa por un pecado confesado,
rechace esa culpa. El Espíritu Santo convence, no condena. Romanos 8:1: “Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
“Y todo
aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es
puro” (1 Juan 3:3).
Unas niñas
estudiantes conversaban un día en la escuela, y una de ellas dijo: “Escuché que
la Junta Directiva vendrá a inspeccionar toda la escuela esta semana.” El
pupitre de una de las niñas estaba totalmente sucio y desordenado, y ella dijo:
“Limpiaré mi pupitre mañana.” Pero su amiga observó: “¿Y qué si vienen hoy?”
Entonces la otra decidió: “¿Saben? Creo que voy a limpiar y ordenar mi pupitre
ahora mismo, y a mantenerlo limpio y ordenado.”
Si usted
supiera que Jesús va a venir a su casa esta tarde, ¿le sería necesario realizar
alguna limpieza? ¿Algunas revistas o videos que necesita botar a la basura?
¿Algunos cuadros y fotos en las paredes que necesite quitar permanentemente?
Amigo, a lo mejor es tiempo de que haga una pequeña limpieza.
DIOS NO
LLAMÓ A SANTIDAD Y NO A INMUNDICIA.
“Pues no nos
ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7).
Un
ex-presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría dijo: “Las relaciones
prematrimoniales (físicas), resultantes de la así llamada “nueva moralidad”, en
gran manera ha aumentado el número de gente joven en los hospitales mentales.”
El Dr. Billy
Graham dijo que él habló con el Decano de la Facultad de Psiquiatría de una de
nuestras grandes universidades, y que en ese tiempo más del 50% de los
estudiantes en esa universidad sufrían de desórdenes psicológicos debido al
problema de relaciones inmorales.
Amigo (a),
¿por qué Dios nos dice que debemos vivir una vida pura? No sólo es para que
tengamos compañerismo con Él, sino también para nuestra propia salud mental.
Dios sabe que la santidad trae vida a nuestros huesos, sanidad a nuestros
corazones y gozo a nuestros pasos.
¿Qué piensa
usted cuando escucha que necesita vivir una vida santa? Usted tendrá un buen comienzo si empieza a aplicar
la exhortación de la Palabra de Dios en Colosenses 3:12-14. Vestíos, pues, como
escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre
todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
“No
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados” - (Lucas 6:37).
En algunas
ocasiones los creyentes miran a personas que han cometido adulterio, o algún
crimen, y se comparan con ellos. Incluso pueden decir: “Ellos están muertos en
sus delitos y transgresiones.” Permítame decirle algo. Ellos están tan muertos
en sus delitos y transgresiones como su preciosa y dulce hija o sus amados
familiares que no han aceptado el regalo de salvación por parte de Jesucristo.
Puede haber grados de corrupción, pero no existen grados en cuanto a la muerte.
Todos los perdidos son muertos que necesitan del Salvador, Jesucristo. Usted
puede pensar que no tiene un testimonio que compartir porque no obtuvo un
doctorado en pecado antes de ser salvo. Tal vez usted se salvó cuando era un
niño. Bueno, se requirió lo mismo de la gracia de Dios para salvarle, que para
salvar a un asesino condenado a pena de muerte. Nunca lo olvide, querido amigo.
La gente muerta debe dejar de compararse con otra gente muerta. El terreno está
nivelado al pie de la cruz.
¿Alguna vez
el Diablo le ha tentado para que juegue a “las comparaciones”? Y si el diablo
comienza a tentarle de esa manera hoy, practique lo que le va a decir, ahora
mismo, para derrotarlo en su propio juego, antes de que comience.
“Por medio
de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” - (2 Pedro 1:4).
Algunos
destruyen la doctrina que cuando una persona es salva siempre es salva. Ellos
piensan que si eso fuese verídico, entonces podría pecar todo lo que quisieran.
Como decía el pastor Rogers: “Yo peco todo lo que quiero. ¡Yo no quiero pecar!”
Si lo único que evita que usted peque es el temor de perder su salvación, nos
preguntamos si verdaderamente se ha entregado totalmente a Dios y le ha pedido
que le salve. Pedro nos enseña que hemos llegado “a ser participantes de la
naturaleza divina”. ¿Significa eso que usted no pecará más? No. Sin embargo,
antes de ser salvos, corremos al pecado, una vez salvos nos alejamos corriendo
del pecado. Podemos resbalar, pero somos salvos. El deseo del creyente es vivir
pura y limpiamente para la gloria de Dios.
¿Y qué de
usted? ¿Posee el deseo de ser santo? ¿O trata la doctrina de la seguridad de la
salvación como una licencia para llevar un estilo de vida pecadora?
Segunda
Timoteo 4:3: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino
que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias.”
¿Sabe usted
que Satanás ha puesto a sus ministros a todo lo largo y lo ancho del país? Los
domingos, la gente viene y se sienta en un culto y la persona en el púlpito
quizás se vea como un ministro; no obstante, será transformado por Satanás en
un ministro de engaño. ¿No es eso escalofriante?
El apóstol
Pablo dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel
de luz” (2 Corintios 11:14). Satanás es el maestro del engaño. Usted necesita
entender que Satanás no está en contra de la religión. Su púlpito principal es
la religión.
El próximo
domingo cuando se siente en la iglesia, abra sus oídos de discernimiento. Ponga
a prueba las palabras de la persona detrás del púlpito, y vea si éstas
concuerdan con la Palabra de Dios.
LAS CONSECUENCIAS
INMEDIATAS DEL PECADO DEL HOMBRE.
EL CAPÍTULO
CUATRO DE GÉNESIS NOS PRESENTA:
Los
sacrificios de Caín y Abel; Caín mata a Abel; la genealogía de la raza humana
desde Adán hasta Noé; el arca de Noé.
Las
consecuencias físicas, espirituales, y eternas del pecado son sorprendentes e
irrevocables. No tomó mucho tiempo para que Adán y Eva se dieran cuenta de su
naturaleza pecaminosa. Su hijo primogénito, Caín, se celó de su hermano Abel y
estaba airado con Dios porque su sacrificio no fue aceptado.
«Y Abel
trajo también de los primogénitos de sus ovejas . . . Y miró Jehová con agrado
a Abel y a su ofrenda . . . » (Dios la recibió favorablemente), «pero no miró
con agrado a Caín y a la ofrenda suya» (Génesis 4:4-5). El Señor se acercó a
Caín en amor y le ofreció una oportunidad para arrepentirse de su pecado.
«Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu
semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta» (Génesis 4:6-7). Aunque la ofrenda de Caín, con las
primicias del fruto de la tierra, reconoció a Dios como el Creador, eso no
reconoció a Caín como pecador. « . . . Y sin derramamiento de sangre no se hace
remisión» (no hay perdón de los pecados) (Hebreos 9:22). «Por la fe Abel
ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas» (Hebreos
11:4). Abel trajo lo mejor a Dios como una ofrenda de acción de gracias, pero
también reconoció que él era pecador cuando «trajo también de los primogénitos
de sus ovejas» (Génesis 4:4), lo cual quiere decir que él ofreció el sacrificio
de la sangre de un cordero como expiación por sus pecados.
La
genealogía de «los hijos de Dios» (Génesis 6:2,4), continuó por medio del
tercer hijo de Eva, Set (Génesis 5:3), y por medio de su linaje vendría
Jesucristo al mundo (Lucas 3:38). Exactamente como las cosas a veces pasan hoy
en día, así pasó en aquel entonces: « . . . viendo los hijos de Dios que las
hijas de los hombres eran hermosas (las personas que vivían en desobediencia a
Dios), tomaron para sí mujeres» (Génesis 6:2). A veces se piensa que el
matrimonio de los creyentes con los incrédulos es de alguna ventaja. El corazón
de ellos puede llenarse de orgullo al pensar que esos matrimonios en yugo
desigual pueden dar hombres ilustres al mundo. «Estos fueron valientes que
desde la antigüedad fueron varones de renombre» (Génesis 6:4). Pero estos
hombres no vivieron en obediencia a Dios.
Desde el
principio, el mandato bíblico ha siempre sido: «No os unáis en yugo desigual
con los incrédulos» (II de Corintios 6:14).
Jesucristo
es el camino que nos guía desde donde estamos, como pecadores, a donde Dios
está.
Segunda
Corintios 9:8: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra.”
El diablo
quiere que usted viva su vida en una copa vacía. Él quiere que usted crea que
la copa de gracia de Dios ya se ha agotado para usted. Desea que usted se
desilusione de Dios. Especialmente, él quiere que usted sienta que Dios es un
aguafiestas cósmico... que Él está siempre pensando cómo robarle su gozo y su
paz. Satanás sabe que si usted comienza a pensar negativamente de Dios,
entonces él podrá tener cabida en toda área de su vida. Sea valiente. ¡Sea
fuerte porque Jesús ya ha ganado la victoria por usted! Envíe esas mentiras de
regreso al abismo de donde surgieron y apóyese en las promesas de Dios.
Deséele a
alguien la paz y el gozo del Señor hoy.
Juan 8:32:
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
¿Alguna vez
ha ido al circo y visto a un elefante encadenado a un poste? ¿Por qué no se
libera? Porque desde que estaba pequeño se le amarraba a un árbol. Y por más
que trató de soltarse, nunca pudo. Ahora tiene grabado en su mente que no puede
liberarse. Cuán verdadero es esto de usted y de mí, que tenemos ciertas formas
de pensar grabadas o fijas en nuestras vidas. Decimos: “Estoy encadenado a
estos hábitos y no me puedo liberar.” O afirmamos: “No soy lo suficientemente
bueno.” Existe todo tipo de mentiras que nos mantienen cautivos. Mas la verdad
es lo que Dios dice, no lo que nosotros pensamos.
¿Existen
algunas fortalezas en su vida que le encadenan al pasado? Escriba 2 Corintios
10:4 y Gálatas 5:1 y memorícelo. Libérese de las mentiras del pasado y ¡dígase
a sí mismo la verdad!
Filipenses
1:6: “Que el que comenzó en vosotros la buena obra, la PERFECCIONARÁ hasta el
día de Jesucristo.”
Una tarde el
pastor Rogers escuchó una conversación entre su padre y un amigo de la familia.
“¿Qué va a hacer Adrián después de graduarse del colegio?” Su padre le
respondió: “Bueno, él quiere ir a la universidad y estudiar para ser
predicador.” El hombre se rió y dijo: “No lo logrará. No aguantará, pronto se
dará por vencido.” Este varón era un hombre al cual el pastor Rogers admiraba y
respetaba mucho. Casi lloró. Eso es lo que el mundo dice acerca de los
creyentes: “No aguantarán, pronto se darán por vencidos. No lo lograrán.” Verá,
Satanás no ha cambiado sus tácticas. Sigue burlándose y desanimando nuestro
caminar con el Señor. Prepárese. Si no siente el ardor de sus burlas ahora, tan
sólo espérese.
¿Alguna vez
le ha dicho a alguien que no llegarán a ser nadie? ¿Alguna vez alguien se lo ha
dicho a usted? Devuelva esas mentiras al infierno y descanse en las promesas de
la Palabra de Dios que le aseguran que usted es amado y comprado con el precio
de la sangre de nuestro Salvador.
Juan 14:2:
“Voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”
¿Cree usted
que existe una morada en los cielos que le espera? ¡Sí la hay! Porque Jesús no
puede mentir. Él es la verdad encarnada. Él siempre dijo la verdad y nos
afirmó: “Si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho.” El Señor Jesús no dejaría
que la esperanza del cielo palpite en su corazón si fuera simplemente una
mentira, una superstición o una tierna ilusión. El cielo no es simplemente un
estado de ánimo, ni una condición. Es un lugar tan real que Jesús está allí
literalmente en un cuerpo resucitado. Hay un cuerpo en ese lugar llamado cielo.
Éste es el cuerpo resucitado de Cristo. El cielo es un lugar en el mapa de
Dios.
¿Anhela la
casa de sus sueños? Si nunca ha pensado en lo que podría ser la casa perfecta
para usted, piense en su hogar celestial. ¡Nada podría ser más perfecto!
Marcos
12:30: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu CORAZÓN, y con toda tu ALMA, y
con toda tu MENTE y con todas tus FUERZAS.”
Jesús afirmó
de Satanás: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y PADRE de MENTIRA” (Juan 8:44).
Satanás es
un astuto mentiroso. De hecho, muchas de sus mentiras suenan como la verdad.
Satanás juega con nuestra mente para confundirnos. Él miente en cuanto al tema
más vital: Dios. Satanás quiere engañarnos con referencia a Dios. Si el diablo
puede DISTORSIONAR su CONCEPTO de Dios, entonces sin lugar a dudas él DOMINARÁ
cualquier otra área de su vida.
¿Qué
significa amar al Señor con todo su corazón, alma y mente?
Efesios
4:25: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”
Cuando el
Dr. Rogers estaba en la universidad, pastoreaba una pequeña iglesia a 130
millas de la universidad. Una noche manejaba de regreso a su casa, y se dio
cuenta que uno de los focos del automóvil estaba quemado. Esperaba que no le
parara una patrulla, cuando un policía de tránsito le indicó que se detuviera.
Él le preguntó: “Joven, ¿sabe que uno de sus focos no funciona?” Y él contestó:
“¿Uno de los focos no funciona?” A lo que el policía respondió: “Hijo, es mejor
que lo repares.” Él dijo: “Sí señor.” Cuando el policía se fue, el Espíritu
Santo le afirmó: “Adrián, mentiste.” Y él alegó: “No, no mentí. Yo dije la
verdad.” Nuevamente el Espíritu le confrontó: “Mentiste.”
Si existe
alguna área en su corazón que no está basada en la verdad, usted le ha creado
un hogar al diablo.
Deseamos que
hoy juegue un juego de atrapar, pero éste solamente involucra a una persona...
¡usted! Cuando la tentación le inste a mentir, atrápese a sí mismo y diga la
verdad.
“El que en
Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no
ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).
El mundo en
realidad no sabe lo que es el pecado. Se piensa que pecado es mentir, robar,
asesinar, adulterar, violar, etc. No. Esos son pecados. ¿Sabe lo que es el
pecado? Pecado es rechazar a Jesucristo, y eso condenará un alma al infierno.
Usted no va al infierno porque ha robado, mentido o matado.
La gente
dice: “Cierto, miento de vez en cuando, pero Dios no me va mandar al infierno
sólo por eso. Tal vez puedo penar unos años en el Purgatorio, pero morir
eternamente en el infierno por eso no tiene sentido.”
Cuando una
persona habla de esa manera, no entiende lo que es pecado. Pecado es alta
traición contra un Dios Santo. Pecado es un puño cerrado en el rostro de Dios.
El pecado le dice a Dios: “No me inclinaré ante Ti. No te serviré. No confiaré en
Ti.” Eso es pecado.
El gran
mandamiento es “amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la
mente”. El gran pecado es no hacerlo.
SIN CRISTO
VAMOS CAMINO AL INFIERNO.
¿Se ha dado
cuenta que, sin Cristo, su destino es el infierno? ¿Está usted de acuerdo con
el Salmo 16:2 y con Isaías 43:11? Si no lo está, le animamos a que se
arrepienta y crea en el Señor hoy mismo. Entregue su vida a cambio de la de Él.
¿A qué se
está aferrando en su vida, que Dios quisiera que renuncie, para que pueda vivir
la vida por la cual Él murió para dársela? ¿No se le ocurre nada? Tal vez no
hay nada, por aquello de las dudas, ¿por qué no pasa unos minutitos a solas con
Dios, hablando al respecto?
Ore por su
país. Por aquellos que hacen y ponen en vigencia las leyes que nos gobiernan.
Ore por los predicadores de la Palabra de Dios. Ore por todos los que se llaman
creyentes. Ore por los perdidos. Ore la oración de 2 Crónicas 7:14: “Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Clame a Dios
que salve. Pida a Dios que humille a su pueblo donde necesitemos ser
humillados, a fin de que Su gloria sea conocida.
LA VISIÓN
EQUIVOCADA DEL MUNDO.
Isaías 5:20:
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz
tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce
por amargo!”
La gente
puede llegar a pervertirse tanto en sus pensamientos que no disciernen la
diferencia entre lo BUENO y lo MALO. Una mañana en la radio hablaban acerca de
lo que los científicos quieren hacer con los tejidos de los bebés abortados.
Decían que algunas mujeres están pensando en quedar embarazadas, abortar los
bebés y luego vender los tejidos para investigación. La comunidad científica
está promoviendo esta propaganda por el bien que, según ellos, esta
investigación tendrá para toda la humanidad. ¿Pero qué de toda la humanidad que
empieza en el vientre? Las personas hoy juegan con tantos trucos en su mente
que literalmente aprueban el mal con una conciencia tranquila.
¿Cuál es su
posición al respecto? ¿Qué es lo correcto y qué es lo malo? Tome un tiempo este
día y lea el Salmo 139 y pídale a Dios que le muestre su verdad.
DEBEMOS
TENER UNA CONCIENCIA LIMPIA.
“Y por esto
procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”
(Hechos 24:16).
¿Qué
significa el tener una “conciencia limpia”? En lo que a usted respecta, no hay
nada incorrecto entre usted y Dios; ni nada malo entre usted y alguna otra
persona. ¿Se sobresalta cada vez que el teléfono suena? ¿Se pone nervioso
cuando ve que un policía se le acerca? En el Salmo 51:3, David supo del
tormento de una mala conciencia cuando dijo: “Mi pecado está siempre delante de
mí.” Ninguna tortura que los poetas puedan mencionar se puede comparar con ese
tremendo e inexplicable dolor de una mala conciencia. Usted sabe que ha pecado,
y sin embargo no ha hecho nada al respecto. Las pruebas de la vida son más
fáciles de enfrentar cuando se tiene una conciencia limpia, porque cuando algo
malo sucede, usted puede saber que no ha hecho nada indebido.
Ore al Salmo
139:23-24. Espere en Dios para que le revele sus pecados escondidos,
confiéselos y arrepiéntase. ¡Y regocíjese en su sangre limpiadora!
Pruébame y
conoce mis pensamientos; 139:24
Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Primera
Pedro 4:12: “Amados, no os sorprendáis del FUEGO de PRUEBA que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese.”
Le ha
ocurrido algo malo y se pregunta: “¿Qué hice? Debí haber hecho algo terrible,
de otra forma esto no me estaría pasando.” Antes de que pueda darse cuenta, cae
de cabeza en la fosa de la culpabilidad y la introspección mórbida:
desmenuzándose pedazo por pedazo para ver dónde se equivocó.
Si usted es
como la mayoría de las personas, lo ha hecho. Sin embargo, ¿alguna vez ha
pensado que quizás usted no ha hecho nada malo, sino que Dios está poniendo su
FE a PRUEBA? Esta es una verdad importante que usted debe entender, porque si
no entiende dicha verdad, se va a desanimar. Las semillas de la duda y la
desilusión germinan en el terreno de la ignorancia
Por favor
lea Éxodo 16 donde relata cómo el Señor puso a prueba a los israelitas al vagar
por el desierto. ¿Qué aplicación ve usted para su propia vida?
EXISTEN
MUCHAS MENTES MALVADAS.
“Todas las
cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les
es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15).
¿Alguna vez
ha escuchado a alguien decir: “Deje que su conciencia sea su guía”? Bueno, eso
no siempre es lo más recomendable, porque la conciencia puede estar
contaminada. Un indígena norteamericano, creyente, dijo lo siguiente
relacionado con nuestra conciencia: “En mi corazón hay una flecha que tiene
tres afiladas puntas. Si hago lo malo, la flecha se mueve, y me corta. Si hago
lo malo muchas veces, las puntas se desgastan y ya no me duele tanto. Pero
cuando desaparece el dolor, ¡cuídese!”
Una persona
puede estar adormecida o ciega a lo que ha hecho, y volverse insensible a sus
malas acciones. Si tal ocurre, una persona puede llegar a tener “una conciencia
cauterizada”. La única forma en que su conciencia puede ser su guía, es cuando
Dios guía su conciencia.
2 Crónicas
16:9 dice: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar
su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él [...].”
Viva hoy
sabiendo que los ojos del Señor están sobre usted, y al final del día
pregúntese: “¿He encontrado gracia a los ojos del Señor por la forma en que he
hablado, por lo que he hecho, y a donde he ido?”
LOS
VERDADEROS CRISTIANOS DEBEMOS ABORRECER EL MAL.
“Los que
amáis a Jehová, aborreced el mal; el guarda las almas de sus santos; de mano de
los impíos los libra” (Salmos 97:10).
Esto puede
ser una sorpresa para usted: el hecho de que sea un creyente no quiere decir
que debe amar todo. Escuchamos decir que los creyentes son gente de amor, y eso
es verdad. Pero, ¿sabía que si usted es un cristiano, no sólo debe aprender a
amar, pero también debe aprender a odiar? Si usted ama a Dios, entonces debe
odiar lo que Dios odia. Y eso es cierto a todo nivel. Si usted ama las
flores, seguro que odia la maleza. Si
ama la salud, entonces odia los gérmenes. Si ama a Dios, entonces debe odiar lo
diabólico. Es así de simple. Romanos 12:9b, nos dice en términos fuertes:
“Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Un hipócrita ―que es algo que ninguno de
nosotros quiere ser―, es alguien que dice que ama a Dios, pero que no odia el
pecado. No le diga a otros que usted a ama a Dios, si no odia aquello que clavó
a Su Hijo en la cruz.
Pídale a
Dios que quebrante su corazón con las cosas que quebrantan Su corazón. Pídale a
Dios que le enseñe a odiar el pecado, pero amar al pecador.
CONECTADOS
CON EL ESPÍRITU SANTO.
“Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente” (1 Corintios 2:14).
Dios hizo la
mente del hombre. Todos los descubrimientos y el verdadero conocimiento en este
mundo provienen de Dios. Es la Verdad de Dios y no debemos tener temor. Pero
eso no significa que debemos pasearnos en forma casual por los senderos de
diabólicas filosofías. La Verdad de Dios no cambia como las filosofías. La
primera parte de Malaquías 3:6 dice: “Porque Yo Jehová no cambio.” No sabemos
si eso significa algo para usted pero significa mucho, querido amigo (a). El
mismo Dios que nos amó tanto como para poner a su propio Hijo en la cruz, hace
más de dos mil años, nos sigue amando de la misma manera. No tenemos que
preocuparnos, cuando nos acercamos a Dios en oración, de que a lo mejor Él esté
de mal humor. Ahora, si esto no enciende su motor espiritual, es que no tiene
ninguno.
Lea el Salmo
145. Deje que su motor comience a correr en alabanza a Dios.
LOS
CRISTIANOS TENEMOS UN ENEMIGO QUE ES MALO.
“En el temor
de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos” (Proverbios
14:26).
El Diablo
odia a las familias que adoran juntas. Él permitirá que los padres sean
religiosos, pero no quiere que se lleven a sus hijos al cielo, con ellos. Como resultado
de esta estrategia diabólica, estamos perdiendo una generación completa.
Nuestros hijos están siendo dejados atrás para que mueran y se vayan al
infierno, porque estamos transigiendo con Satanás. Catherine Booth, esposa del
fundador de “El Ejército de Salvación”, oraba de la siguiente manera: “Oh,
Dios, no estaré delante de Ti sin todos mis hijos.” Hay muchos padres y madres
hoy en día que también necesitan decir eso. ¡Esté firme, madre! ¡Esté firme,
padre! Reúna a sus hijos cerca de usted, y ámelos trayéndolos a Jesús.
¿Es usted
una madre, o un padre? Entonces tenga con sus hijos una cita diaria, semanal o
mensual, para conversar acerca de la relación personal de ellos con Dios. ¿Por
qué no empezar hoy mismo?
DIOS NOS DA
LA OPORTUNIDAD DE RECIBIR SUS BENDICIONES.
“He aquí Yo
pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la
maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis
del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis
conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
Dios pone
delante de usted, este día, una bendición y una maldición.
¿Qué es lo que determina que usted reciba la
bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que determina si usted recibe o no una
maldición? Si usted desobedece.
Existen seis bendiciones que Dios quiere darle
hoy a cambio de su obediencia:
1.
Abundancia (Isaías 1:19-20)
2. Paz
(Jeremías 26:13)
3.
Protección (Éxodo 23:22)
4. Poder
(Hechos 5:32)
5. Pureza (1
Pedro 1:22)
6.
Percepción (Salmo 119:100).
¿Quiere que
Jesús sea real para usted, y no sea solamente alguien sobre quien ha leído
algo?
Quizás usted
quisiera algo más que “orar” a Él. Tal vez quisiera conversar con Él y
relacionarse con Él. Bien puede hacerlo.
Lea Juan
14:23. ¿Qué es lo que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? ¿Y
qué es lo que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción?
“A los
cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la
vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19).
En una
ocasión el pastor Adrián Rogers testificaba a una jovencita en la Florida. Él le preguntó si quería recibir a Jesús como su
Señor y Salvador. Se le llenaron los ojos de lágrimas, y dijo: “Yo no veo
cómo... No... No puedo hacerlo hoy.” Él le explicó: “¿No se da cuenta que si no
lo recibe, lo que hará es negarlo?” Ella contestó: “Oh, yo no lo negaría por
nada.” El Pastor añadió: “Pero con Él no hay cosas a media.” Aun así, ella
rehusó aceptarle. Entonces, él insistió: “Antes de que se vaya, ¿estrecharía mi
mano?” Ella contestó: “Bueno... Seguro.” Él prosiguió: “Si acepta a Cristo como
su Salvador, estreche mi mano derecha. Si escoge el infierno y rechaza a
Cristo, tome mi mano izquierda.” Ella rehusó ambas manos. Cada persona tiene una
opción. No hay territorio neutral.
Una de dos:
o usted corona a Jesús como Señor de su vida o no lo hace. ¿Qué hará usted, mi
amigo? ¡Coronadle con muchas coronas! Y si eso le motiva a alabarle, entonces
alábele con el himno: “A Cristo coronad.”
CON DIOS
ESTAMOS SIN TEMORES.
“Busqué a
Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4).
El tiempo
que más fortalecerá y enriquecerá su vida, será el tiempo cuando usted, con las
manos vacías y armado sólo con el Espíritu Santo de Dios, va a enfrentar al
rojo león del infierno, y va a prevalecer. Como Sansón, quien mató un león
únicamente con sus manos, y luego comió la miel que había en su esqueleto (vea
Jueces 14:6-9). Cualquier cosa que esté acosando y amenazando su vida ahora
mismo, usted debe aferrarse a la Palabra de Dios, que promete liberación y
esperanza, poder y fortaleza, sabiduría y guía. Mire más allá de la evidencia
física, a las promesas espirituales de Dios. Los problemas son oportunidades
para que el poder de Dios se manifieste en su vida.
Dios le dijo
a Zorobabel en Zacarías 4:6: “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es
palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino
con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
¿Cómo usted
va a ser libre del temor?
“Porque el
Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” - (Lucas 19:10).
¿Sabe usted
cuál es el pedido más común en las oraciones? Sanidad física. “Por favor, ore
por mi tía que es creyente y está a punto de morir.” “Oren por mi tío que va a
tener una operación del corazón.” ¿En cuántas reuniones de oración ha estado
usted, en donde se pida oración por tal o cual vecino que va camino al
infierno? Por lo general estamos más interesados en mantener a los santos fuera
del cielo, que en mantener a los perdidos fuera del infierno. No es una
tragedia el morir e ir al cielo. Es una tragedia el morir e ir al infierno.
Amigo, es tiempo de elevar nuestras oraciones fuera del contexto físico de la
vida, y ponerlas en el plano espiritual.
Examine su
lista de oración: ¿En dónde están los perdidos que necesitan salvarse? ¿Qué es
lo que usted va a hacer el próximo año para que ellos encuentren esa salvación?
DEFENDIENDO
NUESTRAS CREENCIAS Y NUESTRA FE.
“Sino
santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15).
Esté listo a
dar una respuesta razonada cuando alguien le pregunta acerca de su fe. En el
Seminario, esto se llama Apologética El término “Apología” procede de una
palabra griega que significa ‘defensa’, como al defenderse ante una corte.
¿Puede usted
defender su fe? No es sólo suficiente “demostrar” su fe; usted debe también
“defender” su fe. Si usted está con alguien que se está muriendo, y esa persona
le pide que comparta su fe con él, o ella, ¿podría hacerlo? Necesita estar
listo. Necesita ser razonable. Necesita estudiar la Palabra de Dios y saber lo
que dice acerca de la salvación, el pecado, el cielo y el infierno. ¿Está usted
listo? Si no lo está, prepárese hoy mismo. No hay mejor tiempo.
¿Sabe usted
por qué cree? ¿Sabe qué cree? Si no, entonces es tiempo de invertir seriamente,
cada día, en el estudio de la Palabra de Dios, y pedirle que le muestre la
verdad. Pídale a Dios que envíe a un creyente maduro en la fe que pueda discipularle,
y comprométase a una vida de amor a Dios y de compartir Su verdad con otros. Es
la razón por la que está aquí en la tierra.
Filipenses
1:6: “Que el que comenzó en vosotros la buena obra, la PERFECCIONARÁ hasta el
día de Jesucristo.”
Una tarde el
pastor Rogers escuchó una conversación entre su padre y un amigo de la familia.
“¿Qué va a hacer Adrián después de graduarse del colegio?” Su padre le
respondió: “Bueno, él quiere ir a la universidad y estudiar para ser
predicador.” El hombre se rió y dijo: “No lo logrará. No aguantará, pronto se
dará por vencido.” Este varón era un hombre al cual el pastor Rogers admiraba y
respetaba mucho. Casi lloró. Eso es lo que el mundo dice acerca de los
creyentes: “No aguantarán, pronto se darán por vencidos. No lo lograrán.” Verá,
Satanás no ha cambiado sus tácticas. Sigue burlándose y desanimando nuestro
caminar con el Señor. Prepárese. Si no siente el ardor de sus burlas ahora, tan
sólo espérese.
¿Alguna vez
le ha dicho a alguien que no llegarán a ser nadie? ¿Alguna vez alguien se lo ha
dicho a usted? Devuelva esas mentiras al infierno y descanse en las promesas de
la Palabra de Dios que le aseguran que usted es amado y comprado con el precio
de la sangre de nuestro Salvador.
“El que en
Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no
ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).
El mundo en
realidad no sabe lo que es el pecado. Se piensa que pecado es mentir, robar,
asesinar, adulterar, violar, etc. No. Esos son pecados. ¿Sabe lo que es el
pecado? Pecado es rechazar a Jesucristo, y eso condenará un alma al infierno.
Usted no va al infierno porque ha robado, mentido o matado.
La gente
dice: “Cierto, miento de vez en cuando, pero Dios no me va mandar al infierno
sólo por eso. Tal vez puedo penar unos años en el Purgatorio, pero morir
eternamente en el infierno por eso no tiene sentido.”
Cuando una
persona habla de esa manera, no entiende lo que es pecado. Pecado es alta
traición contra un Dios Santo. Pecado es un puño cerrado en el rostro de Dios.
El pecado le dice a Dios: “No me inclinaré ante Ti. No te serviré. No confiaré en
Ti.” Eso es pecado.
El gran
mandamiento es “amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la
mente”. El gran pecado es no hacerlo.
¿Se ha dado
cuenta que, sin Cristo, su destino es el infierno? ¿Está usted de acuerdo con
el Salmo 16:2 y con Isaías 43:11? Si no lo está, le animamos a que se
arrepienta y crea en el Señor hoy mismo. Entregue su vida a cambio de la de Él.
“Venid luego,
dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como
la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser
como blanca lana” (Isaías 1:18).
Cada rebelde
tiene su razón para sus acciones. Usted seguramente habrá escuchado a algún
jovencito decir: “Bueno, mi papá bebe. Así que yo fumo marihuana.” Ese es un
razonamiento irracional, lo menciona 2 Pedro 2:12: “Pero éstos, hablando mal de
cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y
destrucción, perecerán en su propia perdición.”
El joven al
que hicimos referencia hace algunos segundos no piensa que debe obedecer a su
padre. Y su razonamiento aún va más allá: “Bueno, él no es digno de mi
obediencia.”
¿Sabe
quiénes son los únicos que pueden demandar padres perfectos? ¡Hijos perfectos!
La única persona que puede demandar tener un pastor perfecto, es un miembro
perfecto de la congregación. La única persona que puede demandar tener
políticos perfectos, es el ciudadano perfecto. Nunca hay una licencia para la
rebelión. Hay maneras de razonar juntos en la iglesia, en el hogar, y en el
gobierno. Un espíritu de rebelión pondrá de rodillas a cualquier nación.
Segunda
Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” Jesús dio su vida
por usted. Pregúntese qué es lo que usted debe hacer en respuesta. Ahora, ¡vaya
y hágalo!
Salmos 23:4:
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
Amigo, no
existe nada que le acerque más a Dios que atravesar los valles sombríos de la
vida. Cuando usted se encuentre allí, se asirá de las vestiduras del Señor y se
aferrará a su mano. No se apartará mucho del redil en la oscuridad. ¿Cree usted
que Él está con usted? El supremo Soberano es su amoroso Salvador. No tendrá
que cruzar el Jordán solo. No comparecerá solo ante el juicio del Dios Santo.
No morirá solo.
¡Qué promesa
tan alentadora! ¡Usted no está solo! Escriba estas palabras en una tarjeta: “No
estoy solo. Dios está conmigo.” Póngalas en un lugar donde pueda observarlas
constantemente.
Romanos 8:1:
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
¿Qué
significa estar “en Cristo Jesús”? Piense en lo que significó para Noé estar en
el arca. El arca era a prueba de agua. ¿Cómo lo sabemos? Dios le dijo a Noé: “Y
la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:14). “Calafatearás”
en hebreo es la palabra “kāpar” y es exactamente la palabra traducida
expiación. Verá, nosotros estamos en Cristo Jesús tal y como Noé estuvo en el
arca. Así como las tormentas de la ira de Dios golpearon el arca, las tormentas
de la ira de Dios abatieron al Señor Jesús. Por el contrario, nosotros estamos
adentro y ninguna gota de juicio penetrará nuestras vidas.
Por favor
lea Romanos 8:35-39. Reflexione en las cosas que Pablo menciona nunca lo
separarán del amor de Dios. Dele gloria a Dios que sus pecados han sido
expiados por medio de la justa sangre del Salvador.
DIOS ESPERA
QUE TODOS NOS ARREPINTAMOS.
Segunda
Pedro 3:9: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
¿Alguna vez
se ha puesto a pensar por qué el Señor Jesús aún no ha regresado? Porque
nuestro Señor está esperando que la gente se salve.Él está esperando a ese pariente,
a ese vecino, a ese compañero de trabajo suyo. Quizás lo esté esperando a
usted. Sin embargo, uno de estos días y tal vez muy pronto, Cristo regresará.
Verá, es la misericordia de Dios lo que detiene la Segunda Venida de
Jesucristo. No obstante, la justicia y juicio de Dios requieren que un día Él
retorne. Incluso, ahora mismo, las tormentosas aguas de la ira de Dios están
furiosamente golpeando la represa de su misericordia. Y uno de estos días,
dicha represa cederá al juicio de Dios y el día del Señor vendrá. ¡Nuestro
Señor regresará!
¿El regreso
del Señor Jesucristo hace que su corazón palpite con anticipación o con terror?
“El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y Yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).
Un pequeñito
se cayó de la cama y estaba llorando. Su mamá vino, lo levantó, y le dijo:
“Cariño, ¿qué pasa? ¿Cómo es que te caíste de la cama?” Y el niño respondió:
“Bueno, creo que me quedé dormido muy cerca del borde de la cama.”
Existe mucha
gente que hace exactamente eso. Se acercan a Cristo y de alguna manera parece
que se quedan “dormidos sobre el borde”. Dicen: “Ya soy salvo y eso es todo.”
¡Pero eso no es todo! Sólo es el comienzo de una relación que va a durar por
toda la eternidad. Dios quiere “moverle” a usted a un mayor conocimiento de Él.
El pastor
Rogers dijo: “Yo no sé de usted, pero yo no estoy satisfecho con “sólo pasar los días” de mi vida.
Quiero ir a lo profundo del corazón de Jesús, y deseo exactamente lo mismo para
usted.”
En un juicio
en su contra, ¿qué evidencia habría para encontrarle “culpable” de vivir la
vida cristiana? ¿Qué evidencia podrían presentar sus familiares, amigos y
miembros de la iglesia, de que usted guarda o cumple con los mandamientos de
Dios? Pídale a Dios que le perdone y que le dé fidelidad para obedecerle.
TODO ES PARA
LA GLORIA DE DIOS.
LA
PREEMINENCIA DE JESUCRISTO EN TODO.
“Por cuanto
agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” (Colosenses 1:19).
¿Sabe usted
por qué suceden todas las cosas? Es para traer gloria a Dios el Padre, Dios el
Hijo, y Dios el Espíritu Santo. De hecho, la Palabra de Dios nos dice que
Jesucristo debe tener preeminencia en toda la historia. El todo de la historia
culmina exclusivamente en eso. ¿Sabe la razón por qué el mundo fue creado?
¡Jesús! ¿Sabe por qué ministra el Espíritu Santo? ¡Jesús! ¿Sabe para qué habrá
un día de juicio final? Para que “toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). Hitler y Hemingway lo
confesarán. Buda y Mahoma lo confesarán. Ningún ser humano puede cambiar ese
certísimo futuro: toda la creación reconocerá que Jesús es el Señor.
La próxima
vez que alguien le pegunte por qué suceden ciertas cosas, dígales: “¡Para la
gloria de Dios!”
EL ENEMIGO
SIEMPRE SIEMBRA LA DUDA.
Segunda
Corintios 9:8: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra.”
El diablo
quiere que usted viva su vida en una copa vacía. Él quiere que usted crea que
la copa de gracia de Dios ya se ha agotado para usted. Desea que usted se
desilusione de Dios. Especialmente, él quiere que usted sienta que Dios es un
aguafiestas cósmico... que Él está siempre pensando cómo robarle su gozo y su
paz. Satanás sabe que si usted comienza a pensar negativamente de Dios,
entonces él podrá tener cabida en toda área de su vida. Sea valiente. ¡Sea
fuerte porque Jesús ya ha ganado la victoria por usted! Envíe esas mentiras de
regreso al abismo de donde surgieron y apóyese en las promesas de Dios.
Deséele a
alguien la paz y el gozo del Señor hoy.
PERO
NOSOTROS VAMOS A PELEAR LA BUENA BATALLA HASTA EL FINAL.
“He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
¿Sabe cuál
es el camino para acabar la carrera? Continúe fijando su mirada en Jesús.
El pastor
Rogers predicó el Evangelio por más de 50 años, y en una ocasión afirmó: “Dios
sabe que tengo mis defectos y pecados. Él asimismo sabe que me he arrepentido y
mi meta es estar en paz con Él todos los días. Me falta mucho para ser
perfecto, pero puedo testificar que este mismo Dios me ha mantenido en curso.
Él me ha mantenido predicando el Evangelio.”
Acabar la carrera
que Dios ha planeado para nosotros nunca es fácil. Toma disciplina y arduo
trabajo. Requiere que nos levantemos al caer, nos sacudamos el polvo y volvamos
a comenzar. Uno de estos días usted tendrá que mirar hacia atrás y espero pueda
ser capaz de decir que luchó como un guerrero y acabó como un atleta.
¿Qué carrera
está usted corriendo? ¿La carrera para lograr el éxito mundano cuéstele lo que
le cueste o la carrera real? Tome uno tiempo para escribir algunas metas que le
ayudarán a mantenerse en curso para la gloria de Dios. Use Isaías 61:1-3 como
guía.
EL PAPEL O
ROL DEL VERDADERO CRISTIANO HOY.
61:1 El
Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel;
61:2 a
proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutados;
61:3 a
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo
de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y
serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
¿USTED SABE
QUIÉN SOY YO? Y ¿QUIÉN ES USTED?
“Porque cuál
es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su
corazón no está contigo” - (Proverbios 23:7).
Una maestra
le pidió a un niñito que terminara este proverbio: “La limpieza es próxima
a...” Y él le contestó: “La limpieza es próxima a la imposibilidad.” Bueno,
amigo, el niñito no estaba tan lejos de la verdad, ¿o lo estaba? Es asombroso
lo que la gente hace con el fin de tratar de purificarse a sí mismos: ayunan,
oran, se arrodillan, caminan, se auto-flagelan, invernan, se aíslan. Con todo,
tristemente descubren que el esfuerzo humano no es el camino a la pureza porque
continúan con una mente mundana. Antes de pretender poseer una vida de pureza,
debemos tener una vida de pensamiento limpia. Dios trabaja de adentro hacia
fuera. Él conoce que usted no puede purificar el agua contaminada con tan sólo
pintar el pozo por fuera.
¿Lucha usted
con pensamientos carnales? Entonces, pregúntese lo siguiente: 1) ¿Estos
pensamientos me ayudan a amar más a Dios y a las personas?; 2) ¿Confío
verdaderamente en Dios para que Él resuelva esta situación?; 3) ¿He clamado a
Dios para que me ayude a tomar cautivo estos pensamientos y llevarlos a la
obediencia de Cristo?
EL PREMIO
DEL SUPREMO LLAMAMIENTO, CRISTO JESÚS.
MI AMBICIÓN
MÁS ADECUADA Y GRANDE ES JESUCRISTO COM SEÑOR DE MI CORAZÓN.
“Prosigo a
la META, al premio del supremo LLAMAMIENTO de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses
3:14).
Pablo no
quería fracasar. Él se esforzó con cada pulgada, con cada onza, con cada
nervio, en fin, con cada parte de su cuerpo para ganar el PREMIO. Tenía
ambición, pero era una ambición justa, santa. Dijo: “Quiero ganar el PREMIO, y
voy a hacerlo. Voy a ser como un atleta que se niega a tener placeres mundanos.
Voy a entrenarme como un atleta. Voy a estar en forma para el Señor Jesús. Voy
a hacer todo lo que sea necesario para GANAR.”
Amigo (a),
la Biblia claramente enseña que debemos ser ambiciosos, pero por la razón
adecuada, y ésta es Jesús.
¡Que Dios
nos libre de tener ambiciones diminutas y aspiraciones de corta duración!
Lea 1
Corintios 9:24-27. ¿Quiere usted ganar el PREMIO del cual habla Pablo?
Entonces, ¿qué está esperando? Golpee su cuerpo, y hágalo su esclavo. Tenga
cautivo cada mal pensamiento. Póngase la armadura y salga a la batalla.
CORRAMOS DE
LA FORMA CORRECTA.
9:24 ¿No
sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno
solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
9:25 Todo
aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
9:26 Así
que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire,
9:27 sino
que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
SED SOBRIOS
Y ESTAR ATENTOS CON TODO.
“Pero
nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza
de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” - (1
Tesalonicenses 5:8).
Un
predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos
vemos! Ama a Dios. Odia el pecado. ¡Y ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él:
“¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí! ¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted
puede ser lastimado si un camión choca contra usted, sin importar si es salvo o
no. Ahora, ¿por qué es eso importante? Porque como el hombre dijo, todos
necesitamos amar a Dios y todos necesitamos odiar el pecado, pero todos somos
humanos y necesitamos estar alerta de aquellas cosas en la vida que nos pueden
hacer daño. Dios nos ha dado la mente de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero
Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
¿Anda
distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño?
Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
SED SOBRIOS
Y CUIDADO CON EL ENEMIGO. SATANÁS.
1 Pedro 5:8:
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar.”
¡Cuando
usted nació de nuevo, usted nació para ganar!
Su nuevo
nacimiento en Cristo le ha preparado para la victoria. Usted puede detectar las
artimañas de Satanás y vencer su sistema mundial. Usted puede “marchar al
compás de un son diferente”. Puede vivir con victoria sobre los deseos de su
carne. Los vicios, las malas actitudes, los deseos impuros, las preocupaciones
y el libertinaje deben desaparecer al usted ejercer autoridad sobre su mente,
emociones y voluntad.
Usted puede
mandar a volar a Satanás y sus demonios. No tiene por qué temerle, más bien ¡él
le temerá a usted!
¿Se siente
derrotado por algo? Diga esto en voz alta: “¡Yo nací para ganar!”
¿Acaso no se
siente bien afirmarlo?
Ahora,
mírese al espejo y dígase: “¡Yo nací para ganar!”
SED SOBRIOS
Y SIN ALCOHOL EN LA MENTE.
“Sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” -
(Romanos 6:6).
La palabra
“sobrio” ha venido a ser, en nuestros días, una palabra que significa el ser
libre del alcohol. Pero en la Biblia, “sobrio” significa el pensar seriamente
en las cosas de Dios. El tiempo final se acerca, y Satanás lo sabe. Usted
necesita saberlo también. ¿Piensa que mientras más nos acercamos al regreso de
Cristo, Satanás pretenderá hacerse el muerto? ¡Rotundamente no! Apocalipsis
12:12 dice que Satanás vendrá “con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Usted
va a ver toda la artillería del infierno desatada sobre los creyentes, al
Cristo preparase para su regreso. Es tiempo de despertar. El tiempo pasa
rápidamente. Mire hacia el cielo. Jesús regresa. Y sea sobrio, porque Satanás
está trabajando.
Lea 1
Tesalonicenses 5:6-8 y 1 Pedro 1:13-16, y 5:8-11.
SED SOBRIOS
Y CUIDADO CON EL LEÓN. EL DIABLO.
“Sed
sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar” - (1 Pedro 5:8).
Su
adversario el diablo está acechando como un león rugiente. No desestime su
poder. Satanás es un enemigo que necesita respetar, como un electricista tiene
respeto por los cables de alta tensión, que pueden ser mortales. Y sabe dónde
están los aisladores y sabe cómo manejar la electricidad. Si un electricista
pierde el respeto hacia ese poder, se encontrará en muy serios problemas.
Pudiera ser que todo está yendo muy bien para usted ahora. Tiene dinero en el
banco, un buen trabajo, excelente salud. Se podría decir que está bailando en
el bosque y recogiendo flores. Pero detrás de uno de esos matorrales, hay un
león tan mortífero que puede saltar sobre usted y comérselo entero. Amigo,
usted tiene que estar vigilante.
OJO, EL QUE
ESTÉ FIRME, MIRE, QUE NO CAIGA.
Primera
Corintios 10:12: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” ¿Hay
alguna área sin protección en su vida, donde usted se siente súper confiado?
Sométase a Dios. Muera a sí mismo. Esté siempre alerta.
TODA LA
ARMADURA DE DIOS A NUESTRA DISPOSICIÓN PARA HACER FRENTE AL ENGAÑADOR. SATANÁS
Efesios
6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un
despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los
cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato
dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”,
“acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo,
brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo
de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente
está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para
el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás viene
contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome ánimo...
¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es
representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de
Dios (Efesios 6:10-18) y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo
el Rey se puede alcanzar.
NUESTRA ROCA
ES JESUCRISTO, SEÑOR Y DIOS TODOPODEROSO.
“Como
también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye
justicia sin obras” (Romanos 4:6).
El mismo año
que los Estados Unidos declararon su independencia de Inglaterra, Augustus
Toplady escribió una canción declarando completa dependencia de Dios: Roca de
la eternidad. Una estrofa declara: “Nada en mi mano traigo, Simplemente a la
cruz me arraigo; Desnudo, a Ti por vestido vengo; Impotente a Ti gracia ruego;
Sucio, a la fuente vuelo; Lávame, Salvador, o muero.” En ocasiones es difícil soltar nuestros
pecados y nuestras obras de justicia para poner completamente nuestra confianza
en Dios para salvación. ¿Sabía que existe algo en la naturaleza humana que no
quiere hacerlo? De alguna forma queremos ayudar a Dios con nuestras obras de
justicia. Mas sin embargo “todas nuestras justicias son como trapo de
inmundicia” (Isaías 64:6b). Dios es quien nos hace justos.
Ore así:
“Nada en mi mano traigo, Simplemente a la cruz me arraigo; Desnudo, a Ti por
vestido vengo; Impotente a Ti gracia ruego; Sucio, a la fuente vuelo; Lávame,
Salvador, o muero.”
DEBEMOS
VESTIRNOS, COMO ESCOGIDOS, COMO SANTOS, COMO HIJOS DE DIOS.
Colosenses 3:12:
“VESTÍOS, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.”
En ocasiones
la gente le preguntaba al pastor Rogers si era un predicador. ¿Cómo sabían que
lo era sin que antes dijera algo “espiritual”? Él explicó: “No deseo que sepan
que soy un predicador por mi apariencia. Ahora bien, no me avergüenzo de ser un
predicador, pero creo que todo predicador debe actuar o vestirse de tal forma
que la gente no sospeche que lo es. Debemos ser vasos transparentes de la
unción del Señor. No estamos fingiendo, ni posando, ni de alguna manera vivir
tratando de vernos santificados o tratando de actuar santificadamente.
Simplemente somos lo que somos por la gracia de Dios.”
¿Qué es lo que
comunica su apariencia acerca de la persona que usted es en Cristo? Vístase con
sus vestiduras de justicia y su rostro glorioso el día de hoy.
DIOS NOS
VISTIÓ CON VESTIDOS DE SALVACIÓN.
“En gran
manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió
con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me
atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).
Algunos que están
leyendo esta meditación, se van a quedar boquiabiertos, cuando tengan que comparecer
ante el Rey del cielo. Y aunque son miembros de alguna iglesia, no son salvos,
ellos se visten con los trapos de su auto-justificación, en vez de ponerse las
vestiduras nupciales de Su justicia.
En 1834, el
compositor Edgard Mote, escribió, en uno de sus himnos: “Oh, que entonces en Él
pueda yo ser encontrado, vestido sólo con Su justicia, y sin mancha estar
delante de Su trono.” Será muy trágico, por cierto, para aquellos que actúan en
cada forma religiosa posible, el que piensen que pueden venir a la boda del
Cordero, sin Su justicia. No tratamos de que usted dude de su salvación, pero
queremos preguntarle: ¿Es usted salvo? ¿Cómo lo sabe?
Si usted
está confiando, para su salvación, en cualquier otra cosa que no sea la sangre
de Jesucristo, entonces, necesita arrepentirse y creer en el Señor Jesucristo.
Ya es tiempo de que le corone como Señor de su vida.
NUESTRO
MAYOR VESTIDO ES EL SEÑOR JESUCRISTO.
“Sino
vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”
(Romanos 13:14).
Una historia
favorita del pastor Rogers acerca de la tentación, es la de un padre que un
sábado por la tarde deja a su hijo en casa, porque el muchacho no se sentía
bien. Al salir, el padre le dijo: “No vayas al lago a nadar con tus amigos.” Y
el muchacho respondió: “¡Entendido, señor!” Al regresar a casa, el papá pasó
junto al lago, y vio a su hijo divirtiéndose con sus amigos en el agua. El
padre detiene el carro, llama a su hijo y le dice: “¿No te dije que no vinieras
a nadar?” Y el hijo responde: “Pero, papá, no tenía la intención de nadar. Sólo
vine a mirar, pero me caí en el agua.” Cuando el padre empezó a sentir lástima
por su hijo, notó que su hijo vestía su traje de baño. Y su hijo le explicó:
“Yo cargue mi traje de baño, por si acaso era tentado.”
¡Amigo, no
haga ninguna provisión para la carne!
Pídale a
Dios que prevenga el que usted sea tentado hoy. Pídale fortaleza para vencer la
tentación, si es que Él la permitiera. Y no sólo cuando ocurre la tentación,
sino a lo largo del camino cuando tiene que tomar decisiones.