EL ENOJO ES
UNA EMOCIÓN QUE TRAE CONSECUENCIAS NEGATIVAS.
ES TIEMPO DE
DEJAR LA IRA Y HACER LA PAZ.
“Deja allí
tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
Jesús nos
dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún
hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con
Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está
diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su
hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo
18:15-20). Aquí Jesús está diciendo que usted necesita “hacer la paz” con algún
hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes de que cante, antes de
que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende, antes de que adore, la
Biblia dice que primero debe reconciliarse con su hermano (a). No hay ofrenda
sobre la tierra que pueda substituir el estar en paz con los otros.
De lo que
usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su
contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y
anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
Antes de que
usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le
enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y
hágalo!
GOZO EN LAS
PRUEBAS, EN LOS MALOS ENTENDIDOS, EN LOS MOMENTOS DE ENOJO, DE OPRESIÓN.
“Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia” - (Santiago 1:2-3).
Santiago 1:2
es un versículo interesante porque tiene la palabra “cuando” en vez de la palabra
“si”. Verá, alguna gente cree que la vida siempre va a ser “color de rosa”,
acolchonada con pétalos y días soleados. Si yo asegurara tal cosa, estaría
hablando con la Biblia cerrada y una cabeza vacía. Sea usted salvo o no, la
vida le garantiza una cosa: ¡dificultades! Habrá pruebas, opresión,
malentendidos. Y cuando usted se entrega a Cristo, no se torna inmune a estas
cosas. Las pruebas son parte de la vida, pero cómo los creyentes se comportan
en respuesta a esas pruebas motiva a que un mundo incrédulo se detenga y lo
note. Usted puede hablar de la fortaleza de un creyente por lo que se necesita
para detenerle.
Decida, por
usted mismo, ser responsable. Si es casado, pida a su esposa que conteste la
siguiente pregunta. Si es soltero, pida la ayuda de un amigo de confianza:
1. ¿Cómo
calificarías la forma en que he respondido a las pruebas en mi vida, el año
pasado, en una escala del 1 al 10?
2.
Significando 1 que he agradecido la oportunidad de aprender a ser paciente, 3.Y
10, que me he enojado por cada piedrita que la vida puso en mi camino. 4. ¿Aprendió
algo nuevo acerca de sí mismo?
5. ¿Algo en
lo cual debe mejorar el próximo año?
TARDOS PARA
AIRARNOS.
Efesios
4:26: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.”
La Palabra
de Dios nos dice que debemos ser “tardos para airarnos” (Proverbios 14:29,
Santiago 1:19). No hay nada que le hará más daño a su trato con otros que la
ira innecesaria. Si usted es dado a la ira, permítame decirle un par de cosas
que la Biblia menciona y éstas no son halagadoras. Primero, la Biblia dice que
usted es un necio. Eclesiastés 7:9 enseña: “No te apresures en tu espíritu a
enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. ”Segundo, usted
posee un carácter débil. Proverbios 16:32 dice: “Mejor es el que tarda en
airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma
una ciudad.” La ira sin control es como tirar una piedra a un panal de avispas.
¿CÓMO ES SU
CARÁCTER?
¿Se enoja
usted fácilmente? Si es así, confiéselo. No permita que Satanás construya una
fortaleza en su vida. Si usted se enoja hoy, pregúntese qué necesidad no está
siendo suplida y póngala en las manos del Señor.
UN MISMO
SENTIR, ES UN MISMO GOZO Y NO UN ENOJO COLECTIVO.
“Y la
multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía
ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en
común” (Hechos 4:32).
GOZO EN EL
SEÑOR Y NO EN LAS COSAS ¿ENTONCES POR QUÉ EL ENOJO?
Usted puede
saber mucho acerca de una persona por lo que le entristece, alegra y enoja.
¿Correcto? En muchas ocasiones esto puede ser la escasez de abundancia de
posesiones o riquezas. Sin embargo, cuando una persona tiene el gozo del Señor,
nada puede robarle ese gozo.
¿Ha
aprendido a tener gozo en el Señor y no en las cosas de este mundo? ¿Se
mantiene sin aferrarse a las cosas de este mundo? Si no, pueda ser que Dios le
enseñe a hacerlo. Para confiar completamente en el Señor.
1. primero,
debe existir una confianza que depende del Señor.
2. Segundo,
debe existir una comunión que se regocija en el Señor.
3. Tercero,
debe existir un compromiso que transfiere las cargas al Señor.
-¿Dónde está
su confianza: en sus posesiones, su posición, su auto-estima? -¿Cuánto tiempo
invierte diariamente en comunión con el Señor?
- ¿Cómo
definiría su compromiso de confiar en Dios en toda área de su vida?
LA FURIA,
UNA EMOCIÓN DAÑINA.
TODOS LOS
DÍAS NOS ANUNCIAN LAS NOTICIAS.
La furia.
Por el
Hermano Pablo.
El día se
presentaba caluroso y húmedo en Miami, Florida. Era uno de esos días en que la
temperatura y la humedad ejercen sobre el ánimo de las personas una influencia
nociva. Bob Moore, propietario de una ferretería, estaba atendiendo a sus
clientes, tratando de no sudar demasiado.
De pronto se
abrió la puerta y entró un hombre. Tenía la mirada extraviada, el rostro
congestionado, la camisa abierta y, lo más terrible, un arma automática en la
mano. Abrió fuego contra el público, y mató a seis personas.
Después
huyó. Montó en una bicicleta y siguió disparando su arma, hiriendo a otras tres
personas. Al pasar un semáforo en rojo, lo atropelló un automóvil, y el hombre
murió allí mismo, todavía empuñando el arma. «Furia» fue la única palabra que
emplearon los diarios para dar la noticia del caso.
He aquí un
verdadero caso de furia insana, de furia violenta, destructiva. Furia homicida,
furia infernal, furia volcánica, furia que no se aplaca sino hasta después de
haber provocado todo el daño posible.
¿Qué es la
furia? «La ira es una locura breve», afirmaban los antiguos griegos. «La furia
es un estallido nervioso que ocurre cuando se ha soportado mucho tiempo una
situación ofensiva, humillante o atemorizante», definen los psicólogos.
La Biblia
atribuye la ira y la furia a la acción del diablo, pero también al corazón que
no se somete a Dios. Y la furia sólo de vez en cuando toma esas dimensiones
trágicas del suceso de Miami. A veces la furia es silenciosa, pero mata el
compañerismo y nubla el goce de las relaciones humanas.
Tenemos, por
ejemplo, el enojo severo y profundo que suele producirse entre marido y mujer.
Quizá nunca llegue a estallar en furia, pero destruye igualmente la armonía y
la felicidad. Porque cuando hay enojo, no hay palabras, no hay sonrisas, no hay
felicidad.
La Biblia
dice: «Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al
mal. Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en el Señor
heredarán la tierra» (Salmos 37:8-9).
Nada mejor,
para verse libre de esta breve locura destructiva, que entregar el corazón y la
voluntad a Cristo. Porque sólo Él tiene paz, calma y justicia abundantes para
darnos.
EL SEÑOR
DICE.”ESTÁS EN MIS MANOS”
EL PODER ES
DE DIOS, NO DE NOSOTROS.
Cuenta una
antigua leyenda que en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente
acusado de asesinato. Sucedía, que el verdadero culpable era una persona muy
influyente del reino, y por eso desde el primer momento procuró hallar un chivo
expiatorio quien cargase con su culpa y dejar así encubierto su delito. El
hombre acusado, fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas
oportunidades de escapar de la horca, sabiendo que se enfrentaba a personas muy
poderosas que se habían puesto de acuerdo en condenarlo.
El juez,
aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias
de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre
justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles
separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la
Providencia la que decida tu destino”. Por supuesto, el perverso funcionario
había preparado dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La víctima, aun
sin conocer los detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa.
Cuando el juez lo conminó a tomar uno de los papeles, el hombre respiró profundamente
y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados.
Cuando la
sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno
de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e
indignados, los presentes le reprocharon. --Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo
vamos a saber el veredicto? --Es muy sencillo --replicó el hombre--. Es
cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué.
Con refunfuños y un enojo imposible de disimular, debieron liberar al acusado,
y jamás volvieron a molestarlo.
Esta
historia me hace pensar, que aunque el
enemigo quiera destruirte y devorarte, debes estar seguro al igual que aquel
hombre, que Dios tomará el control de tu situación. Aun cuando todas las
circunstancias muestren que no hay salida y no veas luz al final del túnel,
Dios se hará cargo, por lo cual puedes descansar confiadamente en sus manos.
Tal vez
atraviesas una injusticia, una persecución, pero Dios es el juez, quien tiene la última palabra y no
permitirá que sus hijos sean destruidos.
Nunca
dejemos de luchar hasta el último momento. En momentos de crisis, sólo la
fe y la confianza en Cristo, es más
importante que cualquier otra salida.
“Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de
Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en
apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero
no destruidos” - 2 Corintios 4:7-9.
Autora. Telma
Céspedes.
“DIOS ES
JUSTO”.
NO ES
VENGANZA LO QUE PEDIMOS, SINO JUSTICIA.
“Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. ”Mateo
5:6.
Esa hambre y
sed de justicia de la cual Jesús habla no puede ser satisfecha hoy. Pese a sus
esfuerzos, el hombre es incapaz de establecer justicia. La maldad se extiende por
todas partes, incluso por los mismos lugares donde debería ser condenada: en el
poder político, en los tribunales y en nuestros propios corazones.
El hombre
tiende a juzgar de acuerdo a su criterio, lo que observa, lo que cree, etc. Sin tener conocimiento total de lo que
en realidad sucede. Sin tomar en cuenta que con la misma vara que midas, serás
medido, pues Dios nos juzgará de la misma manera que nosotros juzgamos a los
demás.
Los
escándalos que salpican a ciertas personalidades solo son la punta que emerge
de un inmenso iceberg. Esta terrible realidad no nos conduce a bajar los
brazos, por el contrario, nos hace ver la absoluta necesidad de la intervención
divina.
A veces la
actitud es motivada por una sed de venganza más que de justicia. Si bien
existen personas puestas por Dios en órganos judiciales. Dios es quien puede
tomar el control de toda justicia terrenal.
¿No es una
fuente de fuerza y paciencia para los que sufren de injusticia remitirse al
juicio de Dios? Él juzgará el mal a su tiempo.
Cuando la
vida de un hombre no parece tener valor, cada uno se siente acosado a hacerse
preguntas fundamentales. ¿Por qué son tan injustos conmigo? Tales pensamientos
pesimistas acuden a la mente cuando estamos en una circunstancia aparentemente
injusta.
Pero gracias
a la divina misericordia, la escritura hace resplandecer en el fondo de ese
túnel la esperanza de una solución: Cristo, quien ofrece la paz y la justicia a
todos los que creen en Él.
“Entonces
dirá el hombre: ciertamente hay galardón para el justo: Ciertamente hay Dios
que juzga en la tierra” Salmos 58:11.
Autora. Telma
Céspedes.
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