miércoles, 15 de agosto de 2018

GRACIAS SEÑOR CUANDO HAY ESCASEZ, PROBLEMAS Y ENFERMEDADES.


GRACIAS SEÑOR CUANDO HAY ESCASEZ, PROBLEMAS Y ENFERMEDADES.
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18). 
Frecuentemente decimos: “¡Oh, yo amo al Señor porque me ha dado una maravillosa familia!” O, “Amo al Señor por el hermoso día que nos ha dado.” Llamamos a esta clase de amor, el amor “porque”, y esta clase de amor puede ser amenazadora. ¿Cómo puede serlo?Bueno, piénselo. ¿Qué si una mujer le dice a su marido: “Cariño, te amo porque eres rico.”? Luego él pierde su salud y la habilidad de ganarse el ingreso familiar. ¿Qué, si un hombre le dice a su esposa: “Te amo porque eres una gran cocinera.”? De pronto, ella pierde su habilidad para cocinar. Estas expresiones serían amenazas para el futuro del amor del uno por el otro, y dirían: “Bueno, ya que no puedo seguir haciendo esto o aquello, he perdido su amor.” Hay mucha gente que ama a Dios de esa manera. Le aman tanto y en cuanto Dios les siga bendiciendo.

Lea Job 1:20-22. Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,

1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Job 40:3-5. Entonces respondió Job a Jehová, y dijo:

40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé?
Mi mano pongo sobre mi boca.
40:5 Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar.  
Job 42:1-6. 42:1 Respondió Job a Jehová, y dijo:

42:2 Yo conozco que todo lo puedes,
Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
42:4 Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
42:5 De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
42:6 Por tanto me aborrezco,
Y me arrepiento en polvo y ceniza.
¿Seguiría usted amando a Dios si Él le quitara su familia, su casa, su salud? Si usted piensa que no, ¿qué pasos va usted a dar para amar a Dios, sin importar las circunstancias por las cuales pueda pasar? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario