sábado, 1 de enero de 2011

ELEMENTOS DEL ESTUDO BÍBLICO

El estudio bíblico se reduce a los siguientes puntos básicos:

Biblia – Podría parecer obvio, pero es fundamental tener una Biblia abierta cuando usted estudie. Es útil tener al menos dos versiones diferentes de la Biblia, abiertas en el mismo pasaje. Los que hablan y leen en español tienen el regalo inapreciable de múltiples traducciones de las Escrituras. Esto a menudo puede ayudarle a tener una visión nueva, a partir de la manera diferente en que se manejan términos específicos.

Por ejemplo, en una versión usted puede leer Efesios 3:17a de esta manera: “para que por fe Cristo habite en sus corazones” (Nueva Versión Internacional), y luego ir a la Nueva Traducción Viviente, y leer: “Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él”. Comparar las versiones le permite percibir la profundidad del enunciado de Pablo.

Actitud – La receptividad y la atención son cruciales para aquellos que quieren beneficiarse con el estudio de la Biblia. Esto significa que uno abra la Biblia esperando que la palabra de Dios le hable y que estemos dispuestos a poner en práctica lo aprendido. Aquellos que leen la Biblia con una actitud indiferente, sin esperar aprender nada, rara vez quedan contrariados. Pero Dios recompensa la curiosidad, el anhelo, las preguntas y la franqueza hacia él.

Una de las mejores maneras de controlar su actitud es orar antes de estudiar la Biblia. Pídale a Dios que abra sus ojos, su mente y su corazón a medida que lee y piensa en su Palabra. Pídale a Dios que le señale cualquier barrera que pudiera impedirle aprender, y luego espere un momento en silencio para permitirle a Dios responder su oración. Abra su Biblia con expectación.

Sistema – Con el paso de los siglos los seguidores de Jesús han desarrollado muchos métodos para leer y estudiar la Biblia. La disciplina de estudiar la Biblia es más sistemática que la práctica muy beneficiosa de leerla como inspiración diaria. El estudio de la Biblia es metódico, deliberado y lleva tiempo. La lectura diaria de la Biblia es muy similar a ingerir comida rápida nutritiva, mientras que el estudio bíblico se asemeja a una comida completa. Ambos tipos de nutrición espiritual tienen su lugar.

Un sistema pudiera implicar utilizar una computadora portátil o un diario para llevar notas. Otro sistema pudiera involucrar utilizar una guía o manual ya preparado. Un estudio bíblico debe implicar varias lecturas del pasaje y quizá subrayar textos importantes. Tenga en cuenta un lista de las cosas que usted quiere observar mientras lee: verbos (donde se ocultan los mandamientos), personas (donde se ocultan las lecciones para la vida), características del carácter (donde se ocultan los ejemplos), y asuntos extraños que pudieran provocar una buena pregunta. Los pasajes conocidos requieren incluso más atención, no menos. (Por ejemplo, 1 Corintios 13:13 enumera tres cosas: “la fe, la esperanza y el amor”, y nos informa que “la mayor de las tres es el amor”. ¿Por qué el amor es la mayor de las tres?) Entonces busque respuestas en el contexto del versículo o del pasaje.

Escoja un sistema o método para el estudio bíblico y utilícelo durante un tiempo. Desarrolle la habilidad de analizar varios pasajes de la misma manera, entrenándose a ser observador y pensativo. Hay muchas herramientas disponibles (ver el artículo “Herramientas de estudio” en este sitio web) para ayudarle a responder preguntas comunes y evitar errores causados por la falta de conocimiento de lo que enseña el resto de la Biblia. Hay muchas guías de estudio con bosquejos ya preparados (como los Life Application Bible Studies [Estudios bíblicos de aplicación para la vida] de Tyndale Publishers) que usted puede utilizar para facilitar su estudio. Otras herramientas como los diccionarios bíblicos, las concordancias y los comentarios le ayudarán a situar la información sobre el contexto y ampliar su comprensión.

Participación – La Biblia es “viva y poderosa” (Hebreos 4:12). La palabra de Dios hablará a su vida. Involúcrese. Esté listo a obedecerla. Si usted se sorprende pensando principalmente en cómo los pasajes se aplican a las vidas de otros, es probable que no esté prestando atención suficiente.

Confianza – La Biblia es la palabra de Dios, así que usted puede confiar en que es verdadera y correcta. Será su guía y compañera para la vida. No espere comprenderlo todo al principio. Será poco a poco. No se preocupe porque esas partes que usted sí entiende serán suficientes para mantenerle ocupado haciendo estudios bíblicos durante mucho tiempo.

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