lunes, 26 de junio de 2017

CREER A DIOS Y A SUS PROMESAS SIEMPRE SERÁ LA MEJOR OPCIÓN.

CREER A DIOS Y A SUS PROMESAS SIEMPRE SERÁ LA MEJOR OPCIÓN.
¡CREE O TE QUEDARAS MUDO/A!
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías y su mujer era Elisabeth. Ellos eran justos a los ojos de Dios y cuidadosos en obedecer todos los mandamientos y las ordenanzas del Señor. No tenían hijos porque ella era estéril y los dos eran ya muy ancianos.
Mientras él estaba en el santuario, se le apareció un ángel del Señor y le dijo: ¡No tengas miedo! Dios ha oído tu oración. Tu esposa, Elisabeth, te dará un hijo, y lo llamarás Juan. Zacarías le dijo al ángel: --¿Cómo puedo estar seguro de que ocurrirá esto? Ya soy muy anciano, y mi esposa también es de edad avanzada.
Entonces el ángel dijo: ... ¡Fue él quien me envió a darte esta buena noticia! Pero ahora, como no creíste lo que te dije, te quedarás mudo, sin poder hablar hasta que nazca el niño. Te aseguro que mis palabras se cumplirán a su debido tiempo. Cuando nace el bebé, Dios le restaura el habla y usó un canto especial de alabanza para adorar al Señor.(Lucas 1)
La incredulidades la dificultad para creer yes un gran obstáculo para la realización de lo que Dios tiene para nuestras vidas, y aunque haya evidencias que no se cumpliría, como la edad avanzada de ellos. A Zacarías lo llevo a quedar mudo mucho tiempo hasta el nacimiento de su hijo Juan. Sin embargo a pesar que no creyó el ángel de aseguro que sus palabras se cumplirían a su debido tiempo.
Si estas esperando que una promesa se cumpla solo CREE, APROPIATE Y AFERRARTE hasta que se cumpla y cuando esto pase las primeras palabras sean especiales de agradecimiento, así como la del sacerdote: “Bendito el Señor Dios de Israel...”  Lucas 1: 68.
Autora. Soraida Fuentes.
CREER LO QUE DIOS PUEDE Y QUIERE HACER.
Jeremías 17:14: “SÁNAME, oh Jehová, y seré SANO; SÁLVAME, y seré SALVO; porque Tú eres mi alabanza.”
La mente humana puede ser herida con dos tipos de lesiones. Una es el DOLOR y la otra es la CULPA. El dolor es una herida limpia. De alguna manera, su corazón se repondrá al Espíritu Santo aplicar su bálsamo SANADOR. Él derramará el “óleo de alegría”. El tiempo y la gracia de Dios le sanarán. Por el contrario, la CULPA es una herida sucia y nunca sanará hasta no ser confesada y limpiada con el antiséptico del Calvario. Un esclavo sólo le teme al látigo de su amo, sin embargo el hijo teme desagradar a su PADRE.
¿Está sufriendo bajo una carga de CULPA? Permita que el Espíritu Santo le muestre su pecado. Luego, CONFIÉSALO y obtenga el GOZO del PERDÓN de Cristo.
CREER QUE PODEMOS SER ENGAÑADOS.
Por eso es tan importante que tomemos muy en serio la advertencia de San Juan acerca de los líderes religiosos que procuran engañarnos: si no reconocen que Jesucristo, el Hijo de Dios, es el enviado de Dios Padre que vino al mundo en cuerpo humano, entonces no son de Dios. «Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo —concluye el amado apóstol—: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano.»2.
2         1Jn 2:22-23,26. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
2:23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. 2:26 Os he escrito esto sobre los que os engañan.

1Juan 4:2. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

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