miércoles, 21 de junio de 2017

GRACIAS SEÑOR POR LOS PAPÁS QUE TENEMOS Y SUS BENDICIONES. CINCO CONSEJOS PARA SER MEJOR PADRE

GRACIAS SEÑOR POR LOS PAPÁS QUE TENEMOS Y SUS BENDICIONES.
CINCO CONSEJOS PARA SER MEJOR PADRE
"No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad." 3 Juan 4
Los botones de la camisa amenazan con saltar del pecho del joven padre, por el orgullo al ver a su hijo. Este observa a su pequeño que comienza a dar sus primeros pasos sin ayuda. Anhela que su hijo aprenda a leer, andar en bicicleta, desea que llegue a aceptar a Cristo como su Salvador. Desea enseñarle a conducir un automóvil y mucho más; pero ninguno de estos planes se lograrán sin ayuda. Este comienzo hacia la independencia, lo anima y desafía con la responsabilidad de preparar a esta pequeña criatura, para vivir una vida que agrade a Dios. Hay muchas metas para alcanzar en los preciosos años de crecimiento de los hijos, tanto en lo espiritual como en su desarrollo físico. Permítenos ayudarte en ese proceso con estos sencillos consejos:
1.    Exponlos a la Palabra de Dios diariamente.
2.    Sé un ejemplo de aquello que enseñas.
3.    Elimina del hogar las influencias malas y negativas.
4.    Permite que tus hijos se expresen. Motívelos a tener conversaciones abiertas, llenas de alegría, y préstales siempre atención.
5.    Establece siempre límites razonables y alcanzables.
Te pregunto, ¿estás invirtiendo el tiempo necesario en la vida de tus hijos? Reflexiona que cuando tus pequeños(as) tengan sus propios hijos, ellos seguirán tu ejemplo y se gozarán al formar una familia cristiana. No hay mayor bendición para el corazón de un padre piadoso que el saber que sus hijos aman y sirven a Dios.
¡Honremos a nuestro Padre celestial buscando imitar la vida de su hijo Jesucristo!
EL REY SALOMÓN ENSEÑABA HONRAR Y OBEDECER A LOS PADRES.
El hijo sabio atiende a la corrección...
Pero el insolente no hace caso...
Escucha, hijo mío...
Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar....
No... Vayas por el camino de los malvados....
Su pan es la maldad;
Su vino, la violencia....
Porque al final acabarás por llorar...
Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección!»2.
2         Pr 13:1; 4:13,14,17; 5:11,12.
APRENDER A AMAR Y A PERDONAR SIEMPRE.
"Fuiste perdonado, ahora hazlo tú"
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:32.
Necesitamos tanto el perdón para nuestras almas como alimento para nuestros cuerpos.
Como humanos somos sensibles a las ofensas ya sea en acción, omisión o palabras, nos sentimos tan afectados que lo creemos imperdonable. Pero por qué no pensamos en aquellas cosas con las que agraviamos a Dios. Lo deshonramos tanto que eso nos impide gozar de su amor.
Nuestra culpa, aun cuando procuramos rechazarla nos pesa y es la fuente de muchos sufrimientos e incluso enfermedades.
El mensaje esencial de las escrituras consiste en que Jesucristo pagó las deudas por nuestras ofensas.
Sin embargo cuando fallamos el perdón de Dios es evidente, nosotros también debemos perdonar a quienes nos han ofendido. Pero ¿Cómo responder a una ofensa? No podemos negar el hecho, ni aun reconciliarnos teniendo en poco el asunto sin tratarlo a fondo, es decir perdonar solo en palabras o ignorarlo.
¿Qué hacer? Con humildad y dispuesto a reconocer nuestras propias faltas, aunque acercarnos a quienes nos ofendieron no es una tarea fácil, Dios te dará el valor para perdonar y eso permitirá no solo tu curación y liberación sino también la de la otra persona.
Otorgar el perdón es imitar a Jesús y sobre todo recordar que nosotros mismos fuimos perdonados.
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.” 1 Pedro 2:21-23.

Autor(a) Telma Céspedes.

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