viernes, 23 de junio de 2017

MISERICORDIA PAZ Y AMOR SON REGALOS GRATIS DE DIOS.

MISERICORDIA PAZ Y AMOR SON REGALOS GRATIS DE DIOS.
"MISERICORDIA"
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” -  Lamentaciones 3:22-23.
Una madre solicitó audiencia ante el emperador Napoleón para pedir por su hijo; el cual se mostró radical en su veredicto: imponer la justicia con su ejecución, ya que era la segunda vez que se lo aprendió en el mismo delito.
Desconcertada entre lágrimas la madre se arrodillo y le dijo: ¡Mi Señor, no pido justicia sino pido misericordia! y con voz algo quebrantada respondió el emperador: Pero señora, su hijo no merece misericordia alguna, ya que nuevamente reincide en su delito.
La madre angustiada y con voz temblorosa le respondió: Su excelencia, si mi hijo se la mereciera, no sería misericordia, y misericordia es todo lo que le pido. El emperador movido por las suplicas de esta madre, dio un suspiro y finalmente dijo: Muy bien, tendré misericordia, y así se salvó la vida de su hijo de la muerte segura.
Cuántas veces hemos recibido la misericordia de Dios al igual que este hijo que merecía la muerte? cuantas veces él ha detenido lo que merecíamos al tomar nuestros propios caminos? y también creemos que Dios está enojado con nosotros y que nos castigara o que no nos perdonara? pero eso es una más de las mentiras del diablo.
El padre de la mentira pone pensamientos de culpa, remordimiento, frustración que no lleva al arrepentimiento, sino solo al remordimiento. Dios ama y hay muchos pasajes bíblicos que respaldan, porque su misericordia se manifiesta amor, perdón y reconciliación.
Además a quienes hemos dado lo que hemos recibido de Dios? Tenemos misericordia por otros? Es más que un sentido de simpatía, es una práctica, demos y aprovechemos las nuevas oportunidades, y digamos cada nuevo día: “Dios, gracias por una nueva oportunidad”
“Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !Jehová! !Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” -  Éxodo 34:6.
Autora. Soraida Fuentes.
MISERICORDIA Y AMOR.
Judas 1:21: “Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.”
La culpa persigue los pasos de la humanidad. Ésta muerde y gruñe. Devora todo el gozo que Dios diseñó para nosotros. ¿Acaso no existe la liberación de los sentimientos de culpa? ¿Nos asechará siempre el fantasma de nuestra culpa? ¡No bajo la convicción del Espíritu Santo y con el poder sanador de nuestro Señor en nosotros! El diablo es el abogado acusador que apunta hacia usted con su dedo esquelético. Más el Espíritu Santo no es el acusador. Él es quien da la convicción de pecado. Con amor, Él pone convicción en nosotros para guiarnos a la confesión. Así posteriormente podemos venir confiados a Dios y pedirle que nos limpie. Ningún psicólogo o siquiatra puede remover la culpa. Solamente el Señor Jesucristo puede hacerlo.
Lea la historia acerca de la mujer adúltera en Juan 8:1-11. ¡Gloria a Dios por su inefable amor e inagotable misericordia!
Primera Pedro 1:3: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”
Vida abundante es el plan de Dios para usted. El Señor Jesucristo nos prometió: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
¿Qué es la vida abundante? Es una vida en donde todas sus necesidades son suplidas. Pero más que eso, la vida abundante es donde usted posee suficiente para bendecir a otros. No solamente recibe bendiciones, sino que usted es una bendición.
La vida abundante que Jesús prometió no es sólo una vida en el más allá, sino también es vida abundante ahora mismo en el vivir cotidiano. Todos los días y en todo debemos tener la victoria en y a través del Señor Jesucristo.
¿Quién en su vida no está experimentando vida abundante? ¿Su mamá? ¿Su esposo? ¿Su mejor amigo? Dedique unos minutos para animarles con esta promesa de 1 Pedro.
Salmo 23:6: “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
“El bien y la misericordia le seguirán todos los días de su vida”. Es exactamente lo que afirma el Salmo 23:6. Jesús le sigue con su llamado de salvación, y Él continuará detrás de usted. Su bien y misericordia son dos perros pastores que siguen al rebaño para asegurar una jornada segura hasta llegar al destino final del Buen Pastor.
¿Cuántas veces ha dudado de la provisión del Señor y se ha preguntado si Él verdaderamente le ama? Sin lugar a dudas, sino con toda seguridad su bien y misericordia nos siguen. Sí, podemos tropezar, mas Él nos levantará.
¿Cómo cambiaría su estilo de vida si supiera que “el bien y misericordia de Dios” le siguen a cada paso? ¿Cómo trataría a otros?
LA PAZ Y EL GOZO VIENEN DE DIOS.
Isaías 26:3: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado.”
Usted podrá admitir que Dios es necesario, pero ¿honestamente está consciente que Dios es suficiente? Es más, Él es más que suficiente. Para saber si Dios es suficiente en su vida, permítanos hacerle un par de preguntas: ¿De dónde obtiene usted su gozo? ¿Lo obtiene del Señor o de algún otro lugar?
Si su gozo proviene de su salud, entonces cuando se enferme, su gozo se desvanecerá. Numerosos creyentes han perdido su salud, sus negocios, su familia, su reputación, no obstante mantienen su gozo, porque la fuente del contentamiento genuino y de la paz, está en Dios. De hecho, quizás uno no llegue a saber que Dios es suficiente hasta que Dios es lo único que posee.
¿Cuándo fue la última vez que usted visitó la sala de espera de un hospital para compartir de Cristo con los que sufren? Tal vez pueda hacerlo este fin de semana.
Lucas 23:43: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy ESTARÁS CONMIGO en el PARAÍSO.”
Leí una vez acerca de un hombre que viajaba en un avión durante una impetuosa tormenta. Incluso la aeromoza estaba un poco nerviosa. No obstante, había una señora que tarareaba el himno “EN JESUCRISTO, EL REY DE PAZ” (Blessed Assurance). Ella parecía estar tranquila. El hombre le preguntó: “Señora, ¿no tiene miedo?” Ella contestó: “Para nada. Yo le he ENTREGADO mi CORAZÓN a JESUCRISTO. No hace mucho tiempo, una de mis hijas murió. Ella era una preciosa creyente y ahora está en el cielo. Tengo otra hija que vive en Denver, a donde este avión se dirige. Verdaderamente no me afecta a cuál de mis dos hijas vaya a visitar.”
Jesús le dijo a un hombre que colgaba de una cruz sangrienta: “Hoy ESTARÁS CONMIGO en el PARAÍSO.”
Si usted MURIESE hoy, ¿en dónde pasaría su ETERNIDAD? ¿En dónde la pasaría su familia?
MISERICORDIA, PAZ, AMOR Y  GOZO, ES LO QUE RECIBIMOS DE DIOS.
San Juan 14:26: “Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que Yo os he dicho.”
El Señor Jesús llamó al Espíritu Santo el Consolador. Cuando la paz entra a su corazón en medio del pesar. Cuando el gozo entra a su corazón en medio de una tribulación. Cuando usted ve evidencia de la vida de Cristo en su propia vida, puede estar seguro que el Espíritu Santo está obrando en su vida. ¿Puede el Espíritu olvidarlo? Nunca. El sello del Espíritu Santo, el Consolador, está sobre su vida si usted es hijo de Dios. Cuando usted pasa por un salón o camina entre una muchedumbre, ¡el óleo de alegría del Consolador aromatiza el aire con un dulce aroma de Cristo!
Por favor lea2 Corintios 1:3-5. ¿Cómo puede usted mostrar el consuelo de Cristo a alguien que está sufriendo?
1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
1:5 Porque de la manera que abunda en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
MISERICORDIA, AMOR, PAZ, GOZO Y CONSOLACIÓN DE DIOS.
Marcos 4:39: “Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.”

¿Recuerda cuando Jesús estaba con sus discípulos en el mar de Galilea y se les vino una gran tormenta? Los relámpagos comenzaron a resonar en el viento. El mar se agitó. Y la calmada brisa se convirtió en cruel vendaval. La barca fue lanzada por doquier como si fuera un corcho. Los discípulos se desesperaron y le reclamaron a Cristo quien dormía: “¿No te importa si perecemos? ¡Haz algo!” Y levantándose ordenó: “Calla, enmudece.” Y cesó el viento y el mar se calmó. Este mundo va hacia una gran tormenta y el barómetro espiritual está bajando. Nuestro mundo no conocerá la paz hasta que Jesús, el Príncipe de Paz, venga y diga: “¡Calla, enmudece!”

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