jueves, 29 de junio de 2017

TOMA DECISIONES Y QUE NO TE DETENGAN DE FEA ORUGA A HERMOSA MARIPOSA.

TOMA DECISIONES Y QUE NO TE DETENGAN DE FEA ORUGA A HERMOSA MARIPOSA.
Cuenta una historia que un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un saltamontes, quien intrigado le preguntó: ¿Hacia dónde te diriges?
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: Tuve un sueño anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el saltamontes dijo, mientras su amigo se alejaba: ¡Debes estar loco!, ¿Cómo podrías llegar hasta aquel lugar? Tú, ¡una simple oruga! Una piedra será para ti una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable.
Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse. La oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron al pequeño gusanito desistir de su sueño: ¡No lo lograrás jamás! – le dijeron -, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar: Estaré mejor, fue lo último que dijo, y murió.
Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. La tumba que había construido era todo un monumento a la  insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió “por querer realizar un sueño irrealizable”.
Una mañana, en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se reunieron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos.
 Aquella coraza dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos a una mariposa.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. Nuestra vida es así, Dios nos da sueños y muchas veces la gente cree que estamos locos, que es mejor desistir,  que si antes nadie lo logró, nosotros tampoco podremos hacerlo, que es una meta muy grande para nosotros, que no tenemos posibilidades económicas, físicas o de cualquier otro tipo.
Al final, es nuestra decisión si decidimos abandonar nuestro sueño o continuamos. Muchas veces, cuando la gente da por muerto nuestro sueño, cuando creen que fue una locura haberlo intentado, cuando nuestras fuerzas ya no nos acompañan y pareciera que hemos fracasado, que hemos llegado al final... Dios empieza a escribir el inicio de nuestra nueva historia.
No escuches a la gente, sigue adelante. Si Dios te dijo que tiene grandes cosas para ti y si te dio sueños; prepárate, ponte en marcha y permite que El sea quien guie tu vida y quien te de una nueva historia. Pon tu esperanza en Jesús, el único que nunca falla y que quiere lo mejor para ti.
“Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras”. - Salmos 73:28.
Autora. Ana María Frege Issa.
Coordinadora Call Center.
DECISIONES PORQUE SOMOS RICOS EN FE.
“Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2:5).
 Tal vez usted necesita tomar una decisión hoy, pero no sabe qué hacer. Amigo (a), permítame decirle la forma en que puede saber lo que Dios quiere para usted. Aférrese al Señor con ambas manos y con fe, dígale: “Viva o muera, de una vez por todas, ahora y para siempre, yo voy contigo, Dios.” John Dryden, el famoso poeta inglés, dijo: “La fe sube las gradas que el amor ha construido, y mira por la ventana que la esperanza ha abierto.” Usted no sabe lo que Dios puede hacer a través suyo, hasta que se atreva a caminar por fe.
¿Está enfrentando decisiones este día? Camine firmemente en fe.
DECIDA QUE CRISTO TENGA PREEMINENSIA EN SU VIDA.
“Porque nada hay imposible para Dios” - (Lucas 1:37).
El autor y orador creyente S. D. Gordon, dijo: “En la vida de todo hombre existe un trono. Y cuando el yo  o uno mismo está en el trono, Cristo está en la cruz. Pero cuando Cristo está en el trono, el yo o uno mismo está en la cruz.” Existe algo que usted acepta como lo mejor, que cautiva su atención, y que controla su vida. Sus decisiones son tomadas en base a eso. El plan de Dios no es que Cristo posea un lugar en su vida o que Él tenga prominencia en su vida. Jesucristo merece e incluso demanda, preeminencia en su vida. Sin refutación, sin rechazo, sin rival.
¿Qué ocupa el trono de su vida: usted mismo-? ¿Su familia? ¿Su posición? ¿Su hogar? ¿Sus posesiones? ¿Su apariencia física? ¿Sus talentos? Pídale a Dios que le perdone por tener algo o alguien en el trono que no sea Él. Pídale que le dé fortaleza para arrepentirse y “re-entronarlo” a Él como Señor.
NO DECIDA SATIFACER LOS DESEOS DE LA CARNE Y SER DESOBEDIENTE.
“Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” (Romanos 13:14).
Una historia favorita del pastor Rogers acerca de la tentación, es la de un padre que un sábado por la tarde deja a su hijo en casa, porque el muchacho no se sentía bien. Al salir, el padre le dijo: “No vayas al lago a nadar con tus amigos.” Y el muchacho respondió: “¡Entendido, señor!” Al regresar a casa, el papá pasó junto al lago, y vio a su hijo divirtiéndose con sus amigos en el agua. El padre detiene el carro, llama a su hijo y le dice: “¿No te dije que no vinieras a nadar?” Y el hijo responde: “Pero, papá, no tenía la intención de nadar. Sólo vine a mirar, pero me caí en el agua.” Cuando el padre empezó a sentir lástima por su hijo, notó que su hijo vestía su traje de baño. Y su hijo le explicó: “Yo cargue mi traje de baño, por si acaso era tentado.”
¡Hermano, no haga ninguna provisión para la carne!
Pídale a Dios que prevenga el que usted sea tentado hoy. Pídale fortaleza para vencer la tentación, si es que Él la permitiera. Y no sólo cuando ocurre la tentación, sino a lo largo del camino cuando tiene que tomar decisiones.
LAS DECISIONES MÁS IMPORTANTES DE NUESTRA VIDA, TIENEN QUE VER CON SEGUIR A JESUCRISTO.
Ninguna pregunta es de mayor importancia que la que hizo «un hombre principal» (Lucas 18:18), que «vino . . . corriendo, e hincando la rodilla delante de Él (Jesús)» (Marcos 10:17). Este hombre era «joven» (Mateo 19:20,22), y tenía grandes riquezas. Hincándose de rodillas delante de Jesús, el joven le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo . . . No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre» (Lucas 18:18-27; ver Mateo 19:16-30; Marcos 10:17-31). Nadie nunca se dirigía a un escriba o a un rabino como «Maestro bueno» — sólo a Dios se le llamaba Bueno. Tres de los evangelios registran que el joven reconoció que Jesús era más que otro Maestro, pero como el «Buen Maestro» (Señor). Él sabía que, más allá de la vida física, había una eternidad que él quería heredar.
En respuesta a su suma importante pregunta: «¿qué haré . . . ?», entonces Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico» (Lucas 18:22-23). A esta respuesta no se le debe torcer el sentido a decir que la vida eterna se puede ganar por los esfuerzos personales o por los sacrificios que se hacen en dar y ayudar a otras personas. La vida eterna sólo viene por medio de Él (Jesucristo) quien «nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con Su sangre» (Apocalipsis 1:5). Este joven no estaba dispuesto a dejar que Jesús fuese el Señor de su vida. Él no quería dejar atrás la influencia, el prestigio, y la seguridad financiera que sus riquezas proveían. Él pensó que él era un «buen hombre», muy religioso, pero tristemente estaba perdido eternamente.
La Biblia no condena a las personas sólo por ser ricos, pero: «A los ricos de este siglo manda (instruye) que no sean altivos (orgullosos), ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios Vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos (compartiendo); atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna» (I de Timoteo 6:17-19).
Las decisiones diarias y el estilo de vida revelan lo que en verdad se cree. Este joven rico ilustra la razón por qué Jesús dijo: «estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (Mateo 7:14).
LA DECISIÓN DE HONRAR, OBEDECER, AMAR Y SERVIR A DIOS ES SUYA.
Primera Crónicas 29:11: “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas.”
¿Alguna vez se ha puesto a pensar por qué Dios no elimina la maldad y erradica el pecado? Si Dios destruyera el mal, Dios destruiría toda oportunidad para tomar decisiones. Y si Dios quitara esa oportunidad de tomar decisiones, Dios arrasaría con toda oportunidad de amar. Consecuentemente, Dios aniquilaría el mayor bien. Que Dios destruyera la maldad sería malévolo. Dios no destruye la maldad, Dios derrota la maldad. ¿Cómo? Con la cruz del calvario y la resurrección. Dios transforma toda herida en un aleluya. ¡Toda derrota en una victoria!
Tome tiempo hoy para meditar acerca del cielo y la gloriosa reunión que algún día tendrá con Él.
USTED ES LIBRE DE ELEGIR Y DIOS LE ENSEÑA A ESCOGER LO MEJOR.
¿ CUÁL SERÁ SU DECISIÓN?
Salmos 25:12: “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.”
Usted es libre de elegir. Sin embargo, usted no es libre de no escoger. Después que usted ha hecho una elección, su elección elige por usted. Sus escogencias conllevan siempre consecuencias. Si usted decide lanzarse del techo de un edificio de diez pisos, después de saltar ya no es libre de escoger la consecuencia de su elección. Su decisión ha escogido por usted.
¿Qué pasa si hace una mala decisión? ¿Cuál es la reacción de Dios?
Primero, Él está en control. Las escogencias que usted haga no le tomarán a Él por sorpresa. Gracias a Dios, Él prevalece aún sobre nuestras malas decisiones para restablecer nuestra comunión con Él.
¿Hizo usted alguna elección en su pasado que le ha traído consecuencias que están aún repercutiendo? Comparta este pensamiento con un nuevo creyente en la fe.
DEFINITIVAMENTE NUESTRA MAYOR DECISIÓN ES OBEDECER AL SEÑOR JESUCRISTO.
Dios nos pide obediencia a cada uno de sus seguidores, y Jesús le otorgó suma importancia a este tema. En una ocasión, preguntó: « ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?» (Lucas 6:46). Y también presentó este desafío: «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (Juan 14:15).




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