lunes, 26 de junio de 2017

EL CONCEPTO PERSONAL QUE TIENE DE DIOS PARA SU VIDA.

EL CONCEPTO PERSONAL QUE TIENE DE DIOS PARA SU VIDA.
Un día pensé que llegaría a esta reflexión acerca de lo que pienso de Dios.
Sabemos que su Palabra habla de Él, y lo hace de la forma más completa y extraordinaria.
Los expertos como los teólogos, los estudiosos de estos temas, se han pronunciado a través de muchos e innumerables escritos.
Hasta los que no creen en Él y se declaran como escépticos y que voluntariamente no quieren hablar de Dios, también han hecho conocer sus opiniones.
¿Pero la pregunta es y yo qué pienso acerca de Dios?
No quisiera dar la respuesta que la Palabra de Dios da por medio de un versículo, o aquella respuesta rápida y automática que muchas veces decimos sin entrar en una reflexión profunda, íntima y desde lo más interno de nuestro corazón, como cuando decimos simplemente sí, Él es mí Dios y punto.
Personalmente quisiera decir todas aquellas cosas que pienso, que siento y que hacen parte de mi vida, unida a la de Dios.
Para los que han conocido acerca de Dios, desde muy pequeños y jóvenes en edad, de seguro parece muy fácil hablar de Él.
Para los que lo conocieron en circunstancias muy particulares como: Tiempos de angustia, persecución, miedo, dolor, soledad, pecado, amenazas de muerte, en la cárcel. Pero también en algunos de alegría, éxito, el mejor momento de su proyecto de vida y momentos de mucho confort; tal vez el concepto acerca de Dios, sea muy amplio, muy significativo, a lo mejor tengan muchas palabras para expresarlo y quieran decir mucho sobre Dios.
Me pregunto ¿qué pueden decir aquellos que lo conocen en su último aliento de vida?
Puede que no digan mucho, pero que digan como aquel hombre colgado en la cruz, que dijo lo suficiente “acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino.
Existen sin lugar a dudas muchas personas, que desde niños, siendo jóvenes, en su edad de oro, en momentos difíciles, en aquellos de gran gozo, escucharon acerca del Dios y Salvador Jesucristo y cuando se les pregunta del concepto que tienen de Él, no digan mucho o nada.
¿Qué diría usted de Dios hoy, si alguien se lo preguntara?
Haga una oración, en la que pueda conectar su corazón, con el corazón de Dios y exprésele con sus propias palabras, lo que usted piensa, siente y vive con Él. Pídale perdón, reconózcalo como su único y suficiente Salvador y comprométase en un pacto de obediencia con ese Dios Santo y Maravilloso.
Yo quiero este día decir lo que Dios significa para mí.
Es mi gran amor, mi gran esperanza, mi final feliz, mi más allá, pero también mi más cercano, mi vida, mi fuerza, mi orgullo, mi padre, mi alegría, mi anhelo; Él lo es Todo para mí.
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
ESTE ES EL MAYOR ANHELO DE NUESTRO CORAZÓN, ESTAR UNIDOS A JESUCRISTO POR TODA LA ETERNIDAD.
Apocalipsis 22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Dios utilizó la analogía de una boda para describir el momento cuando llegamos a ser uno con nuestro Señor Jesucristo. Cuando lleguemos a ser uno con Dios por la eternidad, lo conoceremos en una manera más íntima de la que lo conocemos ahora. Dios lo llama “las bodas del Cordero”.
El pastor Rogers testificó: “Cuando pienso al respecto, no me molesta decirle que la idea de ser arrebatado para encontrarme con el Señor en gloria y conocerle cara a cara, es de tal satisfacción, que la Biblia describa dicho evento como la consumación matrimonial. ¡Eso me emociona!”
Cuando medita acerca de la segunda venida de Cristo, ¿palpita su corazón de emoción? ¿Anhela su retorno y su reino?
PREPARANDONOS PARA EL DÍA FINAL ANUNCIADO POR EL SEÑOR.
“Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).
G. Campwell Morgan fue un gran expositor de la Palabra de Dios, y alguna vez dijo: “Nunca recuesto mi cabeza en la almohada sin pensar que tal vez antes de despertar, mi mañana final haya llegado. Nunca comienzo a trabajar sin pensar que Él puede interrumpir mi trabajo para hacer el Suyo.”
Cada noche, al irnos a acostar, deberíamos decir: “Jesús puede venir esta noche.” Y cada día al ir a nuestros respectivos trabajos, deberíamos pensar que ese día pudiera ser el último día de trabajo para nosotros. Debemos estar apercibidos para Su regreso.
¿Está usted orando por el retorno de Jesús? Si usted le ama, debería estar anhelando Su regreso y orando: “Sí, ven, Señor Jesús” (Ap. 22:20).

Si éste fuera su último día sobre la tierra, ¿qué es lo que haría diferente? ¿Cómo invertiría su tiempo? ¡Piénselo! Luego viva como si Jesús fuera a venir cualquier momento. ¿Y sabe qué? ¡A lo mejor lo hace!

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