¿«POR QUÉ
DIOS NO ME RESPONDE»?
Por Carlos
Rey.
«Yo quiero
saber por qué Dios no me responde. Ya hace más de un mes que estoy sufriendo de
dolores y malestares en mi estómago. En mi sufrimiento llamé al pastor para que
orara por mí, y ese mismo día le entregué mi corazón a Dios. Pensé que todo iba
a mejorar. Sí recibí alivio... pero aún no me sano por completo. A veces le
digo a Dios que me sane o que me mate de una vez.... ¿Qué puedo hacer para que
Dios me escuche y me sane?»
ESA ES LA
PREGUNTA DE MUCHAS PERSONAS.
LAS PRUEBAS
VIENEN Y SE MANIFIESTAN MUCHAS VECES PARA PROBAR NUESTRA FE.
»Sentimos
mucho que esté sufriendo del estómago, y que tenga que atravesar momentos tan
difíciles. El dolor prolongado suele mantener ocupado el cerebro y hacer que al
que sufre le cueste más trabajo realizar los quehaceres comunes y corrientes.
Eso puede llevar a la desesperación y la depresión. Es posible que a eso se
deba que le haya dicho a Dios que lo mate de una vez.
»Lo
felicitamos por la decisión que tomó de hacerse seguidor de Jesucristo. Ahora
tiene usted la seguridad de la vida eterna cuando muera. Sin embargo, además de
la vida eterna, usted esperaba recibir la sanidad del sufrimiento actual. Como
eso no ha sucedido, ahora nos está preguntando qué puede hacer para que Dios lo
escuche y lo sane.
»Usted ya ha
hecho lo único que es necesario para que Dios lo escuche. Las Sagradas
Escrituras nos dicen que los oídos del Señor están atentos a las oraciones de
los justos.1. Cuando usted aceptó a Cristo y fue perdonado por sus pecados, con
eso llegó a ser justo, como si jamás hubiera pecado. De modo que sabemos que
Dios lo escucha.
»En cuanto a
su pregunta respecto a cómo hacer que Dios lo sane, eso no es cuestión de dar
unos cuantos pasos fáciles. La historia y la experiencia nos han enseñado que,
si bien Dios en definitiva tiene el deseo y el poder de sanar, su plan no
siempre incluye la sanidad. Muchos de los justos de todos los tiempos han
sufrido y han muerto sin haber recibido la sanidad.
»Algunos
dicen que no pueden servir a un Dios que permite que haya tanto sufrimiento y
dolor. Quieren un dios que sana toda enfermedad, remedia todo mal y calma toda
tempestad.... [Ese] sería un mundo perfecto, pero un mundo sin la libertad de
tomar decisiones.
»Dios nos
amó tanto que nos dio la capacidad de tomar decisiones. Podemos optar por
edificar o destruir. Y podemos optar por ayudar a otros o hacerles daño. Pero
nuestras decisiones tienen consecuencias que producen guerra, pobreza y
enfermedad. Estas condiciones abundan en este mundo y hacen que sea cada vez
menos perfecto. Cuando la situación no es perfecta, sólo quienes confían en
Dios pueden comprender que la respuesta a sus oraciones a veces puede ser:
“No”, o: “Espere”. Así que pídale a Dios que lo ayude a confiar en Él.»
1
Sal
34:15.
DIOS ACTÚA EN FORMA SOBRE NATURAL, DEBEMOS CONFIAR EN ÉL Y
SER AGRADECIDOS.
2
Corintios
10:4. Porque las armas
de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción
de fortalezas, En nuestra vida cotidiana, estamos acostumbrados a ver la
vigencia de leyes naturales, que gobiernan nuestras vidas. Se rigen por una
relación de causa y efecto. En tal sentido podemos hablar, de la ley de
gravedad por ejemplo y tantas otras que las encontramos cada día en nuestro
diario andar.
Esta relación de causa y efecto, nos habla de cómo se mueve
el mundo natural, o mejor dicho el mundo físico que claramente podemos ver.
Por encima de esto, y de manera invisible a nuestros ojos
naturales, se encuentra un mundo sobrenatural, el hecho de que no lo veamos, no
transforma lo sobrenatural en algo irrelevante en nuestra vida o irreal, sino
todo lo contrario. Es un mundo tan real, o más que la vida misma.
En la Biblia, vemos como Jesús intervenía de manera
sobrenatural, cortando esa relación causa-efecto e interviniendo de manera
poderosa. Por ejemplo según el mundo natural, la lepra no era curable, ni había
solución para un ciego de nacimiento y menos aún para un joven que se arrojaba
al fuego queriendo matarse. Sin embargo y de manera sobrenatural Jesús
interviene, trayendo sanidad y libertad.
También decimos cuando hablamos de oración, que las cosas se
conquistan primero en el mundo espiritual, para luego verlas en el mundo
natural. Veamos este ejemplo bíblico.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer
día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu
Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Más el príncipe del reino de Persia se me opuso durante
veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
>Daniel 10:12-13.
Daniel había
clamado a Dios, pero pasaron 21 días hasta que pudo ver la respuesta, durante
este tiempo hubo oposición, pero dice la Biblia que desde primer día que Daniel
dispuso su corazón, Dios había oído sus palabras. Algo se estaba gestando en el
mundo sobrenatural, que luego pudo ver claramente en el mundo natural.
Tal vez lo natural te diga, estás enfermo, o tienes un
diagnóstico de que no hay nada que hacer, o quizás te encuentras acorralado por
las deudas o una situación sin salida. Puede que sientas que no avanzas y hasta
te preguntas, ¿alguna vez veré un cambio?
Quizás pienses, que es así, que esta es tu realidad de hoy,
tu mundo natural, pero recuerda que hay un mundo superior, espiritual,
sobrenatural, donde el poder de Dios llega en tu auxilio. El día 21 llega al
igual que en la vida de Daniel, cuando finalmente puedes ver la respuesta a tus
oraciones. La intervención divina cambia diagnósticos. Es tiempo de creer y
esperar en El, tus oraciones han sido escuchadas desde el momento que abriste
tu corazón y fuiste en humildad delante de su presencia. Hay una bendición que
se está gestando en el mundo espiritual, aun no la vemos, pero con paciencia y
con fe la esperamos.
A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES, SOBRAN LOS MOTIVOS
PARA DAR GRACIAS A DIOS.
LA ACTITUD ES LO QUE CUENTA.
Necesitamos vivir con actitud de agradecimiento a Dios.
La gratitud es un reconocimiento de que la vida no me debe
nada y todo lo he recibido como un regalo.
Todo lo que tengo es un verdadero regalo. Mi esposa es un
regalo, mis hijos son un regalo, mi cuerpo es un regalo, la comida es un
regalo, la casa es un regalo.
La gratitud es el punto donde comienzo a experimentar a Dios
de una manera poderosa, sin comparación alguna, y maravillosa.
El Talmud judío narra la conocida historia de Bruria. Bruria
y su esposo, Rabbi Meir, tenían dos hijos los cuales murieron un viernes antes
del Sabbat.
Bruria decidió no decirle a su esposo acerca de la muerte de
sus dos hijos sino después de celebrar el Sabbat, ya que de acuerdo a la ley
judía no se permite tener un funeral ni expresar luto en el sábado. De todas
maneras no había nada que ellos pudieran hacer sino hasta después de ese día.
Guardó la información para ella misma y dejó que su esposo
gozara la celebración del Sabbat.
(Imagínese la capacidad de esa mujer para hacer eso, tratando
de explicarle a su esposo dónde estaban sus hijos).
Cuando la celebración del sábado terminó, ella le preguntó a
su esposo:
–¿Cuál debe ser la apropiada actitud de una persona a quien
le han prestado dos joyas muy valiosas y el propietario de las joyas ha pedido
que se las retorne?
El esposo respondió:
–Esa persona necesita regresarlas al propietario.
Entonces Bruria tomó a su esposo de la mano y lo llevó al
cuarto donde yacían sus hijos muertos y le dijo:
–Dios nos ha solicitado que le retornemos las dos joyas que
nos prestó.
Bruria enseñó de esa manera la lección transformadora de la
vida. Todo lo que tenemos no sólo en un regalo, sino también un préstamo.
No somos señores de nada, somos siervos a quien el Señor les
ha prestado todo.
“Todos daban gracias al Señor, y a una le cantaban esta
alabanza: “Dios es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre”. Y todo
el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los
cimientos del templo”. Esdras
3:11
“Si juzgas que tienes pocos bienes para agradecer a Dios,
agradécele al menos… los muchos males que no tienes en la vida”.
Autor Desconocido.
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