UN VERDADERO
CRISTIANO SIEMPRE ESTUDIA LA PALABRA DE DIOS.
LO
IMPORTANTE DE LA PALABRA DE DIOS.
“Me regocijo
en tu palabra como el que haya muchos despojos” - (Salmos 119:162).
¿Alguna vez
se ha encontrado un billete en la calle? ¿Lo ha dejado allí? Usted seguramente
lo recogió y tal vez preguntó a la gente a su alrededor si el billete les
pertenecía; si nadie lo reclama, usted se regocija un poquito de haberlo
encontrado, ¿verdad? Ahora, ¿qué sucede con su Biblia? Usted la ve sobre su
escritorio y dice: “Oh, la Biblia es un libro maravilloso que contiene buenas
cosas para mi vida.” Pero, ¿qué bien hace el que usted diga frases elogiosas
sobre la Biblia? Un centavo de cobre y un medallón de puro oro tienen el mismo
valor cuando sufren los efectos de la corrosión en el fondo del océano. Las
promesas en la Palabra de Dios no tienen ningún valor, a menos que usted las
busque profundamente y se apropie de ellas para su vida.
¿Alguna vez
ha pensado en leer la Biblia en un año? ¡Hágalo!
CONOZCA
USTED A QUIEN LO HA SALVADO Y LLAMADO.
“Quien nos
SALVÓ y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según
el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos” - (2 Timoteo 1:9).
Usted
conocerá la gloria y el honor que Dios ha preparado para usted, sólo cuando
conozca a Jesús como su Salvador y Señor personal. El hombre fue coronado con
gloria y cargado con culpa, pero puede ser cambiado por GRACIA. Cuando usted es
SALVO, Dios no lo pone únicamente de regreso a lo que era antes de ser perdido.
Usted ha ganado mucho más en Jesús que lo que perdió en Adán (su vieja naturaleza).
Adán fue inocente. Ustedes positivamente justo. Adán podía perder su relación
con Dios. Usted nunca podrá perder su relación con Dios. Ni siquiera los
ángeles comprenden el extraordinario gozo de un PECADOR SALVADO por GRACIA. ¡Y
lo mejor está aún por venir!
Separe un
tiempo, ahora mismo, para meditar en por qué Dios le ha salvado. ¿Ha puesto Él
en su corazón algún ministerio especial? ¿Le ha dado algunas amistades que
necesitan conocer a Jesucristo? ¿Es usted creativo y puede utilizar sus dones
testificando, evangelizando, o ministrando? Él le ha salvado para traer gloria
para sí mismo.
DE GRACIAS
AL PADRE CELESTIAL POR EL DÍA QUE JESUCRISTO TERMINÓ SU LABOR DE REDENCIÓN Y SE
SENTÓ A LA DIESTRA.
“Cuando
Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la
cabeza, entregó el espíritu” - (Juan 19:30).
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote entraba en el templo para ministrar, quemar
incienso y ofrecer oraciones y sacrificios. Pero había una pieza del mobiliario
que no estaba en el lugar Santísimo, y esa era la silla en la cual el sacerdote
se sentaba. ¿Por qué? Porque su trabajo nunca se terminaba. No obstante, cuando
Jesús inclinó su cabeza en la cruz y exclamó: “Consumado es”, terminó su labor
de redención y se sentó a la diestra de Dios Padre. Las primeras palabras
registradas del joven Jesús fueron: “¿No sabías que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar?” (Lucas 2:49). Y sus últimas palabras en la cruz fueron:
“Consumado es” (Juan 19:30). Él se quedó hasta terminar el trabajo encomendado
por su Padre. Nada de lo que usted haga puede añadir nada a su trabajo
cumplido. “Consumado es.” ¡Aleluya!
Adore a Dios
cantando el himno “En el Monte Calvario”, letra de George Bennard.
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