LA CRUZ ES
EL LUGAR DE DOLOR Y MUERTE PERO TAMBIÉN DE PERDÓN Y VIDA.
¿SABE USTED
LO QUE SIGNIFICA LA PALABRA CRUZ EN LAS ESCRITURAS?
Y diciendo:
Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, si
eres el Hijo de Dios, y desciende de la cruz. Mateo 27:40
A otros
salvó; a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la
cruz, y creeremos en El. Mateo 27:42
Y llamando a
la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Marcos 8:34.
Y El mismo
llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al
pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados. 1
Pedro 2:24
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo:
Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” - (Juan 19:30).
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote entraba en el templo:
1. para ministrar,
2. quemar incienso
3. y ofrecer oraciones y sacrificios.
Pero había una pieza del mobiliario que no
estaba en el lugar Santísimo, y esa era la silla en la cual el sacerdote se
sentaba. ¿Por qué? Porque su trabajo nunca se terminaba. No obstante, cuando
Jesús inclinó su cabeza en la cruz y exclamó: “Consumado es”, terminó su labor
de redención y se sentó a la diestra de Dios Padre. Las primeras palabras
registradas del joven Jesús fueron: “¿No sabías que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar?” (Lucas 2:49). Y sus últimas palabras en la cruz fueron:
“Consumado es” (Juan 19:30). Él se quedó hasta terminar el trabajo encomendado
por su Padre. Nada de lo que usted haga puede añadir nada a su trabajo
cumplido. “Consumado es.” ¡Aleluya!
“Sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” -
(1 Pedro 1:18-19).
¡Emancipación!
¿Qué cuadro le trae a la mente esa palabra? Muchos piensan en los esclavos.
Pero, ¿sabía que la cruz de Jesucristo ha emancipado a cada creyente? En 1
Pedro 1:18 la palabra rescatados es la misma palabra usada para emancipar a un
esclavo. Jesucristo le ha redimido y le ha “rescatado de vuestra vana manera de
vivir”, eso significa “de su vida vacía”: respirar y ganar un salario, sin
interesarse seriamente en esto que se llama “la vida cristiana”. Mi amigo, es
hora de que usted experimente la emocionante vida a la cual Dios le ha llamado.
La abundante vida por lo cual murió Jesús para dársela. Es extraordinario el
servir a Aquel que nos ha redimido con la plata de sus lágrimas y el oro de su
sangre.
¿Está usted
sirviendo a Dios hoy? Usted es un ministro, un sacerdote. Usted es las manos,
los pies y la boca de Jesús en un mundo que necesita de un Salvador. Pídale a
Dios que le use hoy, y marche, en fe, hacia las maravillas que Él hará.
“Y estando
en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y
le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:8-9).
En ocasiones
añadimos más a la humanidad de Jesús para probar que Él es Dios. Pero si usted
piensa que Jesús sólo tenía una máscara de hombre en vez de ser un verdadero
ser humano, entonces ha perdido una bendición. Verá, es la humanidad de Jesús
la que nos enseña cómo debemos vivir como creyentes en este mundo. ¿Y cómo
vivió Jesús? Él mismo dijo: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha
dejado solo el Padre, porque Yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29). Él
vivió en sujeción a su Padre. Y porque Él escogió someterse, Dios le dio
autoridad. Este es el principio para usted y para mí para la vida diaria. Nunca
tendremos autoridad, hasta que no estemos dispuestos a estar bajo autoridad. La
autoridad no se desarrolla por sí misma. Siempre proviene de una fuente más
alta de poder.
Escriba su
propia definición de la palabra “humildad”. ¿Sería eso una descripción de usted
mismo? Pídale a Dios que le ayude a tener la actitud de su Hijo.
Dios le ama
tanto que Jesucristo:
1. agonizó y derramó su sangre al ser
crucificado por usted.
2. Usted es preciado para Dios, es el
objeto de su amor.
3. La sangre de Jesucristo fue derramada
en el Calvario por usted.
4. Amigo, amiga, si lo sabe, entonces podrá
mantenerse firme ante toda crítica. No le molestará lo que otros digan de
usted.
5. La cruz le libera. Aquel que murió por
usted vive ahora en usted.
6. El Señor entregó su vida por usted,
para luego poderse entregar a usted.
7. Cuando Jesucristo murió por usted, no
solamente removió sus pecados, sino que le removió a usted. Usted está
crucificado con él.
8. Así que, ¿quién puede hacerle daño a un
hombre o mujer muerta?
¿Ha sentido
el ardor de la crítica esta semana? Extraiga el aguijón y lave la herida con el
bálsamo del amor de Jesús. Entréguele esa crítica al Señor. Luego, pídale a
Dios que le enseñe de lo acontecido.
JESÚS ES EL
ÚNICO QUE ESCOGIÓ MORIR POR USTED.
Juan 10:11:
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”
¿Sabía usted
que solamente ha vivido una persona que escogió morir? Únicamente una. “¡Oh!
―dirá usted―
1. Los pilotos suicidas escogen morir.
2. Otras personas escogen morir.
3. Personas que mueren por su propia mano,
escogen morir.
4. Gente que da su vida por otros, escoge
morir.”
5. Nadie nunca ha escogido morir, sólo el
Señor Jesucristo, porque Él es el único que no tenía que morir.
6. Algunas personas tal vez escogen morir
prematuramente, pero nadie ha escogido morir sino Uno.
7. Lo que detuvo a nuestro Salvador en
aquella cruz no fueron los clavos, sino las cuerdas plateadas de amor y las
ataduras doradas de redención.
8. El hecho que nadie haya escogido morir,
sino Jesús, tal vez sea un concepto nuevo para usted. Si lo es, probablemente
es nuevo para otra persona. ¡Compártalo con alguien hoy!
Apocalipsis
7:12: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la
honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los
siglos.”
Ese cuenta
de un hombre que se emocionaba demasiado en la iglesia. Continuamente gritaba:
“¡Alabado sea el Señor!” Un día, unos miembros de su congregación vinieron a
hablarle cuando él araba sus campos. Al terminar de platicar, él inclinó su
rostro y explicó: “Sé que es verdad. He interrumpido los cultos, pero saben, me
siento ahí y pienso en todo lo que el Señor ha hecho por mí: cómo murió en
agonía y derramó su sangre en la cruz por mí... cómo Él ha perdonado todos mis
pecados... cómo me ha llenado del Espíritu Santo y hasta cuida de mi mula
mientras le alabo.”
Si ser salvo
y saber que irá al cielo no lo emociona, usted tiene callos en su alma. ¡Es
emocionante conocer al Señor Jesucristo!
¿Cuándo fue
la última vez que usted levantó sus manos y grito: “¡Alabado sea el Señor!”?
¡Quizás este instante sea el momento!
Salmos
84:11: “Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en
integridad.”
TRES
PALABRAS EN EL CALVARIO, EN EL LUGAR DE LA CRUZ.
Existen tres
palabras que se conjugaron en el Calvario: justicia, misericordia y gracia.
1. La justicia es recibir lo que merecemos.
2. La misericordia es no recibir lo que
merecemos.
3. La gracia es recibir lo que no
merecemos.
LA
IMPORTANCIA DE LA GRACIA PARA NOSOTROS SUS HIJOS.
Pero espere, ¡la gracia es más que eso! Es
gracia que otorgada a un alto costo. No es barata. La gracia costó la vida del
Hijo de Dios. Jesús derramó su sangre y agonizó en la cruz voluntariamente.
LOS QUE
RECIBEN GRACIA, DAN GRACIA A SUS
HERMANOS.
Efesios 2:8:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios.”
LAS TRES
PRUEBAS DEL VERDADERO EVANGELIO.
¿Cómo puede
usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres
pruebas.
1. La primera es el origen del evangelio.
¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El
evangelio es legitimado por su origen.
2. La segunda es por su salvación. Todo
evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted
no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo
puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural
de Dios.
3. La tercera prueba es el tema. Éste debe
ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis,
toda la Biblia es acerca de Jesús.
EL QUE ERA,
EL QUE ES Y EL QUE HA DE VENIR.
Dedique una
o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de
Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de
venir!
LA CRUZ FUE
UN MEDIO UTILIZADO POR DIOS.
Efesios
2:16: “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,
matando en ella las enemistades.”
1. Arriba en el cielo está Dios Santo.
2. Abajo en la Tierra está el hombre
pecador.
3. Y el pecado es el abismo que nos
separa.
1. El hombre posee un vacío, por ello
constantemente trata de alcanzar a Dios, más él continúa rebotando en la
muralla del pecado.
2. Dios, al ver la situación conmovedora
del hombre pecador, en su misericordia dijo: “Haré algo.”
3. Dios envió a su Hijo el Señor Jesús,
para abrir un camino. Y sobre los toscos troncos de la cruz.
4. Jesús entregó su vida para que usted y
yo pudiésemos vivir eternamente y vivir perdonados.
5. Jesús construyó un puente entre el
hombre y Dios. Es un puente que el hombre jamás hubiese podido construir, es un
puente que el hombre nunca podrá derribar. Dios edificó una entrada que
nosotros no podíamos construir… para nosotros… y para usted.
Dado que el
Señor Jesús erigió un puente de amor para que usted se reconciliara con Dios,
6. Es su turno de construir un puente de
amor para alguien que está perdido y busca el camino a Cristo.
EL PODER DEL
PODEROSO QUE ESTÁ EN LA CRUZ.
Juan 10:18:
“Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla,
y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
La verdad
profunda del amor del Salvador es comprensible cuando consideramos una verdad
importante:
1. Jesucristo es la única persona que ha
escogido morir. “Pero, ¿qué de los kamikaze, los pilotos japoneses suicidas en
la segunda guerra mundial? ¿Qué de los soldados quienes, habiendo pisado y
detonado una mina, permanecieron inmovibles hasta que sus compañeros se
alejaran lo suficiente para que estuviesen a salvo?”
2. Ellos no escogieron morir, sólo
escogieron cuándo morir. Nosotros y todo aquel que aún esté por nacer,
eventualmente moriremos. Sin embargo, únicamente hubo Uno que no tenía que
morir. Los clavos no retuvieron a nuestro Salvador en esa cruz. Cuerdas
plateadas de amor y ataduras doradas de redención fueron las que le mantuvieron
allí.
3. Lea los Salmos 22, 23 y 24 y regocíjese
en la provisión, protección y providencia del Buen Pastor.
LA CRUZ SE
CONVIRTIÓ EN UN LUGAR DE SALVACIÓN.
Lucas 23:43:
“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el
paraíso.”
Leí una vez
acerca de un hombre que viajaba en un avión durante una impetuosa tormenta.
Incluso la aeromoza estaba un poco nerviosa. No obstante, había una señora que
tarareaba el himno “EN JESUCRISTO, EL REY DE PAZ” (Blessed Assurance). Ella
parecía estar tranquila. El hombre le preguntó: “Señora, ¿no tiene miedo?” Ella
contestó: “Para nada. Yo le he entregado mi corazón a Jesucristo. No hace mucho
tiempo, una de mis hijas murió. Ella era una preciosa creyente y ahora está en
el cielo. Tengo otra hija que vive en Denver, a donde este avión se dirige.
Verdaderamente no me afecta a cuál de mis dos hijas vaya a visitar.”
Jesús le
dijo a un hombre que colgaba de una cruz sangrienta: “Hoy estarás conmigo en el
paraíso.”
Si usted
muriese hoy, ¿en dónde pasaría su eternidad? ¿En dónde la pasaría su familia?
Hebreos
12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios.”
¿Qué
significa poner sus ojos en Jesús para que Él supla todas sus necesidades?
Bueno, supongamos que José, le presta dinero a un amigo y luego éste se da
cuenta que no puede pagárselo. José, quien anda detrás de él, le informa: “Si
no puedes pagarme me veré forzado a quitarte tu propiedad.” Entonces, el
endeudado va a donde otro amigo, Víctor, y le cuenta su apremiante situación y
le suplica ayuda. Víctor le afirma: “Yo me encargo de todo.” En otras palabras:
“No te preocupes, déjamelo a mí.” De igual forma cuando la Biblia nos exhorta a
poner nuestros ojos en Cristo Jesús, significa que debemos recurrir a Él
cualquiera sea su necesidad.
¿Está
alguien dependiendo de usted para suplir sus necesidades? ¿Está usted, por lo
tanto, poniendo sus ojos en Dios para poder hacerlo o lo está tratando de
llevar acabo solo?
Hebreos
12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios.”
¿Cómo
obtiene usted fe? Poniendo sus ojos en Jesús. La fe se produce en el corazón.
Usted no tiene que forzar la fe. Suponga que una persona necesita cruzar un
gran río y no está seguro si el puente puede soportar su peso. Entonces, puede
hacer una de dos cosas: Una, ponerse de pie a orillas del río y tratar de
adquirir suficiente valor para hacerse creer que dicho puente puede soportarle;
luego lo cruzara tímidamente. O dos, podría observar cómo los camiones de carga
cruzan ese poderoso puente de hierro y concreto y ¡creer! Fe es el resultado de
ver la resistencia del mencionado puente. De la misma manera, no es una fe
grande en Dios lo que usted necesita, sino fe en un Dios grande.
Intente
hacer algo tan grande en su vida hoy, que de seguro fracasará a menos que Dios
esté en ello.
GRACIAS
SEÑOR POR SU PERDÓN.
Salmos 32:1:
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado.”
Lo peor que
le pudiese pasar a la gente pecadora sería vivir en un medio ambiente perfecto.
Si Dios hubiera dejado a Adán en el huerto de Edén, Adán no hubiera sabido que
tenía la letal infección del pecado. Y no hubiese buscado el tratamiento para
éste, el cual se encuentra en el derramamiento de sangre. Los problemas no son
para nuestra destrucción, sino para acercarnos a Jesucristo quien provee el
remedio del pecado por medio de su sangre derramada en la cruz. El problema del
pecado es real y terrible, pero trae consigo la posibilidad de ser perdonados y
ser cubiertos con la justicia de Cristo.
¿Cuándo fue
la última vez que le dio gracias a Dios por los problemas en su vida? Véalos
como si fueran vehículos que lo transportan al corazón de su Señor.
Apocalipsis
7:12: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la
honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los
siglos.” Un hombre que se emocionaba demasiado en la iglesia. Continuamente
gritaba: “¡Alabado sea el Señor!” Un día, unos miembros de su congregación
vinieron a hablarle cuando él araba sus campos. Al terminar de platicar, él
inclinó su rostro y explicó: “Sé que es verdad. He interrumpido los cultos,
pero saben, me siento ahí y pienso todo lo que el Señor ha hecho por mí: Cómo
murió en agonía, y derramó su sangre en la cruz por mí... cómo Él ha perdonado
todos mis pecados... cómo me ha llenado del Espíritu Santo y... ¡cuida de mi
mula mientras le alabo!”
Si ser salvo
y saber que irá al cielo no lo emociona, usted tiene callos en su alma. ¡Es
emocionante conocer al Señor Jesucristo!
¿Cuándo fue
la última vez que usted levantó sus manos y grito: “¡Alabado sea el Señor!”?
¡Quizás ahora mismo sea un buen tiempo para hacerlo!
¿CÓMO PUEDE
LA CRUZ TRAER PAZ?
Colosenses
1:20: “Haciendo la PAZ mediante la SANGRE de la CRUZ.”
¿Cómo puede
la CRUZ traer PAZ si Jesús es el que colgó en ésta? En la cruz, no se apaciguó
la maldad, sino que la impiedad fue confrontada. En la cruz, el pecado no fue
pasado por alto. EN LA CRUZ, EL PECADO FUE EXPIADO Y PAGADO. La magna justicia
de Dios fue confrontar la mayor maldad del hombre, y la justicia ganó y la PAZ
se alcanzó por medio de la SANGRE derramada en la CRUZ. ¡Gloria a Dios por la
cruz! ¡Gracias a Dios por Jesús!
Durante este
tiempo del año, al celebrar la muerte, sepultura y resurrección del Señor
Jesucristo, tome unos momentos para alabar a Jesús por el poder y la esperanza
que usted posee gracias a la RESURRECCIÓN.
Primera
Corintios 15:27: “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y
cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a Él, claramente se exceptúa
aquel que sujetó a Él todas las cosas.”
ESTE ES
JESUCRISTO EL SEÑOR Y DIOS:
Nunca ha
existido un hombre como el Señor Jesús. John Phillips escribió estas palabras
acerca de Jesús que impactan profundamente.
1. Él dijo:
“Él nunca pronunció una palabra impulsiva, cruel, falsa, o trivial.
2. Nunca contempló un pensamiento impuro.
3. Nunca degradó sus talentos con fines
egoístas.
4. Su
influencia, nunca fue mala.
5. Su
juicio, nunca equivocado.
6. Él nunca tuvo que pedir perdón por algo que
hizo o retractarse de ninguna palabra que pronunció.
7. Nunca
llegó demasiado tarde, ni temprano,
8. nunca acongojado, ni insípido, ni
superficial, ni temeroso...
9. Él tuvo victoria absoluta desde el momento
que tomó su primer aliento en aquel establo de Belén
10. Hasta el
momento que cerró sus ojos al morir en la cruz del Calvario.”
SU HÉROE SE
LLAMA JESUCRISTO.
Si usted
está buscando un héroe, permítame sugerirle el nuestro, si no tiene uno. Su
nombre es Jesús.
LA
SALVACIÓN RECIBIDA POR LA OBRA DE
JESUCRISTO EN LA CRUZ.
“Bendito el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos
hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos” (1 Pedro 1:3).
UNA
SALVACIÓN SEGURA PORQUE DIOS LA DIO.
Hay algunas
personas que piensan que pueden perder la salvación. Amigo y amiga, si usted
pierde o no su salvación, todo depende de cómo la obtuvo. Si usted es salvo por
sus buenas obras, entonces puede perder su salvación por sus malas obras. Pero
la Palabra de Dios es muy clara en este asunto. Tito 3:5 dice: “Nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia,
por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”
¿QUÉ PIENSA
LA GENTE SOBRE EL PECADO, LA JUSTICIA, EL PERDÓN, LA CRUZ?
1. El mundo piensa que pecado es ser malo y
que ser justo es ser bueno. Dicen: “Si es que soy una buena persona, entonces
iré al cielo.” Para ellos, Dios es como Papá Noel, que hace una lista y la
revisa dos veces para determinar si hemos sido buenos o malos. Eso no es así.
2. La justicia yace sólo en el Señor
Jesucristo. Él dejó el cielo, vino a la tierra, vivió una vida justa y
perfecta. Luego sufrió, derramó su sangre y murió en una cruz como expiación o
sacrificio por nuestros pecados:
3. Fue sepultado y resucitó por el poder de
Dios, y ascendió a la gloria.
4. Su sangre fue aplicada al propiciatorio
de Dios: eso es justicia. Gálatas 2:21 nos dice: “[…] si por la ley fuese la
justicia, entonces por demás murió Cristo.”
5. ¿Sabe lo que eso significa? Si usted
pudiera salvarse siendo bueno, entonces el Calvario fue un error.
6. Si hubiera habido otra manera de que
usted se salve, Dios no hubiera dejado que su Hijo muriera sobre una cruz.
dejado que
su Hijo muriera sobre una cruz.
¿CÓMO VE
USTED A DIOS?
¿Cómo ve
usted a Dios? ¿Es Él su Papá Noel,
asegurándose si se portó bien o mal? ¿Es Él su mayordomo, cumpliendo cada uno
de sus deseos y caprichos? ¿O es Él el Altísimo y exaltado Rey de reyes, el
Todopoderoso Padre Eterno?
AHORA NADA
NOS PUEDE SEPARAR DEL AMOR DE DIOS.
“Ni lo alto,
ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:39).
Un
historiador nos dice que después de la inquisición española, los soldados de
Napoleón descubrieron un calabozo, en donde encontraron un esqueleto todavía
encadenado. Para su sorpresa, ellos miraron en la pared el dibujo de una cruz.
1. En la cabecera de la cruz estaba escrita
la palabra “altura”;
2. Al pie de la cruz, la palabra
“profundidad”;
3. Ya los lados de la cruz, las palabras
“anchura” y “largura.”
4. Para ese prisionero, la cruz fue una
ilustración de las dimensiones del amor de Dios.
5. El amor de Dios es Expansivo y Eterno.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda,
más tenga vida eterna.” ¿Qué está haciendo hoy para guiar a otros a Jesucristo,
quien es la verdadera razón de la Vida?
Pase algún
tiempo meditando en lo que Jesucristo experimentó:
1. Al sufrir
la angustia, las acusaciones,
2. La
flagelación,
3. Las
burlas y
4. Al final
la crucifixión, como expiación por todos sus pecados.
“Así también
vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor nuestro” (Romanos 6:11).
¿Tiene usted
la seguridad en su corazón de que cuando muera, se irá al cielo? Si no la
tiene, pase algún tiempo hablando con Dios, ahora mismo. Pídale que le dé el
regalo de la fe, ahora mismo, para creer en la seguridad de lo que hizo Jesús
por usted, en la cruz, hace más de 2.000 años.
“Si bien
todos nosotros somos como:
1. Suciedad, y todas nuestras justicias
como trapo de inmundicia;
2. y caímos todos nosotros como la hoja, y
nuestras maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).
3. No existe ni uno bueno. Ni uno solo. Si
usted pidiera a cada ser humano en el planeta tierra que ponga en una taza
todas sus cosas buenas, no habría en esa taza ni siquiera lo suficiente para
salvar a una sola persona.
4. Isaías 64:6 dice que “todas nuestras
justicias son como trapo de inmundicia” a los ojos de Dios. La cruz de
Jesucristo es nuestra única esperanza. Sin Jesús, usted tendrá que enfrentar la
ira de Dios. Jesús pagó la deuda de su pecado que la justicia de Dios requiere,
y ahora, como Su hijo, usted comparte Su justicia.
5. En 1906 Jessie Brown Pounds escribió
estas palabras: “Necesito ir al hogar por el camino de la cruz; no hay ninguna
otra forma, sino ésta. Nunca podré ver las puertas de luz, si es que pierdo el
camino de la cruz.”
6. ¿Cómo se ve a usted mismo, este momento?
¿Digno? ¿O indigno? ¿Qué es lo que dice Juan 3:36, 5:24 y Romanos 3:23-26?
“Porque
Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros
enemigos, para salvaros” (Deuteronomio 20:4).
¿Recuerda el
relato del milagro que Dios realizó, haciendo pasar a los israelitas a través
del Mar Rojo, cuando eran perseguidos por el ejército del Faraón? ¡Fue algo
increíble! Ahora, permítanos preguntarle:
1. ¿Qué pasó tres días después? Los
israelitas comenzaron a quejarse porque no había agua. ¿Cree usted que Dios
hubiera realizado liberación tan milagrosa, para luego abandonarlos días
después? ¡Rotundamente no! Pero.
2. ¿Qué sucede con nosotros cuando estamos
en el desierto, preguntándonos a dónde nos lleva Dios? ¡Nos volvemos como los
israelitas! Y sin embargo Dios hizo más por usted que lo que hizo por ellos:
3. Envió a su precioso y único Hijo para
que muriese en la cruz del Calvario por usted. Dios le redimió. Más que sólo
sacarle de una tumba líquida, Dios le liberó, de una eterna condenación, a una
gloriosa comunión con Él para siempre.
4. ¡Dios le salvó! ¿Qué más podría usted
desear?
5. ¿Se siente como si estuviera en un
basurero? ¿Se siente víctima de una mala situación? ¿Siente como que Dios le ha
abandonado?
6. Entonces escriba en una tarjetita
Deuteronomio 20:4 y medite en eso hasta que lo crea: “Porque Jehová vuestro
Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para
salvaros.”
Existen tres
razones para la obediencia:
1. un esclavo obedece porque tiene que hacerlo.
2. Un empleado obedece porque necesita
hacerlo.
3. Pero un hijo amoroso obedece porque
quiere hacerlo.
Muchos de
nosotros vivimos como esclavos, a pesar de que Jesús dijo: “Ya no os llamaré
siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado
amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”
(Juan 15:15).
Existen tres
razones para la obediencia: un esclavo obedece
porque tiene que hacerlo. Un empleado obedece porque necesita hacerlo.
Pero un hijo amoroso obedece porque quiere hacerlo. Muchos de nosotros vivimos
como esclavos, a pesar de que Jesús dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el
siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas
las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).
Póngase en
una posición de humildad:
1. Si puede, arrodíllese. Si no puede,
2. Si no puede, incline su cabeza y
3. cierre sus ojos.
4. Imagínese la cruz de Cristo.
5. Medite en la vergüenza que Él
experimentó, el dolor que soportó y la victoria que aseguró con Su muerte.
USTED ES UN
NECIO ESCOGIDO POR DIOS PARA SER SABIO.
1. “Sino que lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios.
2. Y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte;
3. Y lo vil del mundo
4. Y lo menospreciado escogió Dios,
5. Y
lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su
presencia” (1 Corintios 1:27-29).
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