sábado, 19 de marzo de 2016

LA CRUZ ES EL LUGAR DE DOLOR Y MUERTE PERO TAMBIÉN DE PERDÓN Y VIDA.

LA CRUZ ES EL LUGAR DE DOLOR Y MUERTE PERO TAMBIÉN DE PERDÓN Y VIDA.
¿SABE USTED LO QUE SIGNIFICA LA PALABRA CRUZ EN LAS ESCRITURAS?
Y diciendo: Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, si eres el Hijo de Dios, y desciende de la cruz. Mateo 27:40
A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El. Mateo 27:42
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Marcos 8:34.
Y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24
 “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu” - (Juan 19:30).
En el Antiguo Testamento, el sacerdote entraba en el templo:
1.        para ministrar,
2.        quemar incienso
3.        y ofrecer oraciones y sacrificios.
 Pero había una pieza del mobiliario que no estaba en el lugar Santísimo, y esa era la silla en la cual el sacerdote se sentaba. ¿Por qué? Porque su trabajo nunca se terminaba. No obstante, cuando Jesús inclinó su cabeza en la cruz y exclamó: “Consumado es”, terminó su labor de redención y se sentó a la diestra de Dios Padre. Las primeras palabras registradas del joven Jesús fueron: “¿No sabías que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Lucas 2:49). Y sus últimas palabras en la cruz fueron: “Consumado es” (Juan 19:30). Él se quedó hasta terminar el trabajo encomendado por su Padre. Nada de lo que usted haga puede añadir nada a su trabajo cumplido. “Consumado es.” ¡Aleluya!
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” - (1 Pedro 1:18-19).
¡Emancipación! ¿Qué cuadro le trae a la mente esa palabra? Muchos piensan en los esclavos. Pero, ¿sabía que la cruz de Jesucristo ha emancipado a cada creyente? En 1 Pedro 1:18 la palabra rescatados es la misma palabra usada para emancipar a un esclavo. Jesucristo le ha redimido y le ha “rescatado de vuestra vana manera de vivir”, eso significa “de su vida vacía”: respirar y ganar un salario, sin interesarse seriamente en esto que se llama “la vida cristiana”. Mi amigo, es hora de que usted experimente la emocionante vida a la cual Dios le ha llamado. La abundante vida por lo cual murió Jesús para dársela. Es extraordinario el servir a Aquel que nos ha redimido con la plata de sus lágrimas y el oro de su sangre.
¿Está usted sirviendo a Dios hoy? Usted es un ministro, un sacerdote. Usted es las manos, los pies y la boca de Jesús en un mundo que necesita de un Salvador. Pídale a Dios que le use hoy, y marche, en fe, hacia las maravillas que Él hará.
“Y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:8-9).
En ocasiones añadimos más a la humanidad de Jesús para probar que Él es Dios. Pero si usted piensa que Jesús sólo tenía una máscara de hombre en vez de ser un verdadero ser humano, entonces ha perdido una bendición. Verá, es la humanidad de Jesús la que nos enseña cómo debemos vivir como creyentes en este mundo. ¿Y cómo vivió Jesús? Él mismo dijo: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque Yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29). Él vivió en sujeción a su Padre. Y porque Él escogió someterse, Dios le dio autoridad. Este es el principio para usted y para mí para la vida diaria. Nunca tendremos autoridad, hasta que no estemos dispuestos a estar bajo autoridad. La autoridad no se desarrolla por sí misma. Siempre proviene de una fuente más alta de poder.
Escriba su propia definición de la palabra “humildad”. ¿Sería eso una descripción de usted mismo? Pídale a Dios que le ayude a tener la actitud de su Hijo.
Dios le ama tanto que Jesucristo:
1.        agonizó y derramó su sangre al ser crucificado por usted.
2.        Usted es preciado para Dios, es el objeto de su amor.
3.        La sangre de Jesucristo fue derramada en el Calvario por usted.
4.        Amigo, amiga, si lo sabe, entonces podrá mantenerse firme ante toda crítica. No le molestará lo que otros digan de usted.
5.        La cruz le libera. Aquel que murió por usted vive ahora en usted.
6.        El Señor entregó su vida por usted, para luego poderse entregar a usted.
7.        Cuando Jesucristo murió por usted, no solamente removió sus pecados, sino que le removió a usted. Usted está crucificado con él.
8.        Así que, ¿quién puede hacerle daño a un hombre o mujer muerta?
¿Ha sentido el ardor de la crítica esta semana? Extraiga el aguijón y lave la herida con el bálsamo del amor de Jesús. Entréguele esa crítica al Señor. Luego, pídale a Dios que le enseñe de lo acontecido.
JESÚS ES EL ÚNICO QUE ESCOGIÓ MORIR POR USTED.
Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”
¿Sabía usted que solamente ha vivido una persona que escogió morir? Únicamente una. “¡Oh! ―dirá usted―
1.        Los pilotos suicidas escogen morir.
2.        Otras personas escogen morir.
3.        Personas que mueren por su propia mano, escogen morir.
4.        Gente que da su vida por otros, escoge morir.”
5.        Nadie nunca ha escogido morir, sólo el Señor Jesucristo, porque Él es el único que no tenía que morir.
6.        Algunas personas tal vez escogen morir prematuramente, pero nadie ha escogido morir sino Uno.
7.        Lo que detuvo a nuestro Salvador en aquella cruz no fueron los clavos, sino las cuerdas plateadas de amor y las ataduras doradas de redención.
8.        El hecho que nadie haya escogido morir, sino Jesús, tal vez sea un concepto nuevo para usted. Si lo es, probablemente es nuevo para otra persona. ¡Compártalo con alguien hoy!
Apocalipsis 7:12: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.”
Ese cuenta de un hombre que se emocionaba demasiado en la iglesia. Continuamente gritaba: “¡Alabado sea el Señor!” Un día, unos miembros de su congregación vinieron a hablarle cuando él araba sus campos. Al terminar de platicar, él inclinó su rostro y explicó: “Sé que es verdad. He interrumpido los cultos, pero saben, me siento ahí y pienso en todo lo que el Señor ha hecho por mí: cómo murió en agonía y derramó su sangre en la cruz por mí... cómo Él ha perdonado todos mis pecados... cómo me ha llenado del Espíritu Santo y hasta cuida de mi mula mientras le alabo.”
Si ser salvo y saber que irá al cielo no lo emociona, usted tiene callos en su alma. ¡Es emocionante conocer al Señor Jesucristo!
¿Cuándo fue la última vez que usted levantó sus manos y grito: “¡Alabado sea el Señor!”? ¡Quizás este instante sea el momento!
Salmos 84:11: “Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.”
TRES PALABRAS EN EL CALVARIO, EN EL LUGAR DE LA CRUZ.
Existen tres palabras que se conjugaron en el Calvario: justicia, misericordia y gracia.
1.        La justicia es recibir lo que merecemos.
2.        La misericordia es no recibir lo que merecemos.
3.        La gracia es recibir lo que no merecemos.
LA IMPORTANCIA DE LA GRACIA PARA NOSOTROS SUS HIJOS.
 Pero espere, ¡la gracia es más que eso! Es gracia que otorgada a un alto costo. No es barata. La gracia costó la vida del Hijo de Dios. Jesús derramó su sangre y agonizó en la cruz voluntariamente.
LOS QUE RECIBEN GRACIA, DAN GRACIA  A SUS HERMANOS.
Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
LAS TRES PRUEBAS DEL VERDADERO EVANGELIO.
¿Cómo puede usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres pruebas.
1.        La primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen.
2.        La segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios.
3.        La tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
EL QUE ERA, EL QUE ES Y EL QUE HA DE VENIR.
Dedique una o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de venir!
LA CRUZ FUE UN MEDIO UTILIZADO POR DIOS.
Efesios 2:16: “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
1.        Arriba en el cielo está Dios Santo.
2.        Abajo en la Tierra está el hombre pecador.
3.        Y el pecado es el abismo que nos separa.
1.        El hombre posee un vacío, por ello constantemente trata de alcanzar a Dios, más él continúa rebotando en la muralla del pecado.
2.        Dios, al ver la situación conmovedora del hombre pecador, en su misericordia dijo: “Haré algo.”
3.        Dios envió a su Hijo el Señor Jesús, para abrir un camino. Y sobre los toscos troncos de la cruz.
4.        Jesús entregó su vida para que usted y yo pudiésemos vivir eternamente y vivir perdonados.
5.        Jesús construyó un puente entre el hombre y Dios. Es un puente que el hombre jamás hubiese podido construir, es un puente que el hombre nunca podrá derribar. Dios edificó una entrada que nosotros no podíamos construir… para nosotros… y para usted.
Dado que el Señor Jesús erigió un puente de amor para que usted se reconciliara con Dios,
6.        Es su turno de construir un puente de amor para alguien que está perdido y busca el camino a Cristo.
EL PODER DEL PODEROSO QUE ESTÁ EN LA CRUZ.
Juan 10:18: “Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
La verdad profunda del amor del Salvador es comprensible cuando consideramos una verdad importante:
1.        Jesucristo es la única persona que ha escogido morir. “Pero, ¿qué de los kamikaze, los pilotos japoneses suicidas en la segunda guerra mundial? ¿Qué de los soldados quienes, habiendo pisado y detonado una mina, permanecieron inmovibles hasta que sus compañeros se alejaran lo suficiente para que estuviesen a salvo?”
2.        Ellos no escogieron morir, sólo escogieron cuándo morir. Nosotros y todo aquel que aún esté por nacer, eventualmente moriremos. Sin embargo, únicamente hubo Uno que no tenía que morir. Los clavos no retuvieron a nuestro Salvador en esa cruz. Cuerdas plateadas de amor y ataduras doradas de redención fueron las que le mantuvieron allí.
3.        Lea los Salmos 22, 23 y 24 y regocíjese en la provisión, protección y providencia del Buen Pastor.
LA CRUZ SE CONVIRTIÓ EN UN LUGAR DE SALVACIÓN.
Lucas 23:43: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Leí una vez acerca de un hombre que viajaba en un avión durante una impetuosa tormenta. Incluso la aeromoza estaba un poco nerviosa. No obstante, había una señora que tarareaba el himno “EN JESUCRISTO, EL REY DE PAZ” (Blessed Assurance). Ella parecía estar tranquila. El hombre le preguntó: “Señora, ¿no tiene miedo?” Ella contestó: “Para nada. Yo le he entregado mi corazón a Jesucristo. No hace mucho tiempo, una de mis hijas murió. Ella era una preciosa creyente y ahora está en el cielo. Tengo otra hija que vive en Denver, a donde este avión se dirige. Verdaderamente no me afecta a cuál de mis dos hijas vaya a visitar.”
Jesús le dijo a un hombre que colgaba de una cruz sangrienta: “Hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Si usted muriese hoy, ¿en dónde pasaría su eternidad? ¿En dónde la pasaría su familia?
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
¿Qué significa poner sus ojos en Jesús para que Él supla todas sus necesidades? Bueno, supongamos que José, le presta dinero a un amigo y luego éste se da cuenta que no puede pagárselo. José, quien anda detrás de él, le informa: “Si no puedes pagarme me veré forzado a quitarte tu propiedad.” Entonces, el endeudado va a donde otro amigo, Víctor, y le cuenta su apremiante situación y le suplica ayuda. Víctor le afirma: “Yo me encargo de todo.” En otras palabras: “No te preocupes, déjamelo a mí.” De igual forma cuando la Biblia nos exhorta a poner nuestros ojos en Cristo Jesús, significa que debemos recurrir a Él cualquiera sea su necesidad.
¿Está alguien dependiendo de usted para suplir sus necesidades? ¿Está usted, por lo tanto, poniendo sus ojos en Dios para poder hacerlo o lo está tratando de llevar acabo solo?
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
¿Cómo obtiene usted fe? Poniendo sus ojos en Jesús. La fe se produce en el corazón. Usted no tiene que forzar la fe. Suponga que una persona necesita cruzar un gran río y no está seguro si el puente puede soportar su peso. Entonces, puede hacer una de dos cosas: Una, ponerse de pie a orillas del río y tratar de adquirir suficiente valor para hacerse creer que dicho puente puede soportarle; luego lo cruzara tímidamente. O dos, podría observar cómo los camiones de carga cruzan ese poderoso puente de hierro y concreto y ¡creer! Fe es el resultado de ver la resistencia del mencionado puente. De la misma manera, no es una fe grande en Dios lo que usted necesita, sino fe en un Dios grande.
Intente hacer algo tan grande en su vida hoy, que de seguro fracasará a menos que Dios esté en ello.
GRACIAS SEÑOR POR SU PERDÓN.
Salmos 32:1: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.”
Lo peor que le pudiese pasar a la gente pecadora sería vivir en un medio ambiente perfecto. Si Dios hubiera dejado a Adán en el huerto de Edén, Adán no hubiera sabido que tenía la letal infección del pecado. Y no hubiese buscado el tratamiento para éste, el cual se encuentra en el derramamiento de sangre. Los problemas no son para nuestra destrucción, sino para acercarnos a Jesucristo quien provee el remedio del pecado por medio de su sangre derramada en la cruz. El problema del pecado es real y terrible, pero trae consigo la posibilidad de ser perdonados y ser cubiertos con la justicia de Cristo.
¿Cuándo fue la última vez que le dio gracias a Dios por los problemas en su vida? Véalos como si fueran vehículos que lo transportan al corazón de su Señor.
Apocalipsis 7:12: “La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.” Un hombre que se emocionaba demasiado en la iglesia. Continuamente gritaba: “¡Alabado sea el Señor!” Un día, unos miembros de su congregación vinieron a hablarle cuando él araba sus campos. Al terminar de platicar, él inclinó su rostro y explicó: “Sé que es verdad. He interrumpido los cultos, pero saben, me siento ahí y pienso todo lo que el Señor ha hecho por mí: Cómo murió en agonía, y derramó su sangre en la cruz por mí... cómo Él ha perdonado todos mis pecados... cómo me ha llenado del Espíritu Santo y... ¡cuida de mi mula mientras le alabo!”
Si ser salvo y saber que irá al cielo no lo emociona, usted tiene callos en su alma. ¡Es emocionante conocer al Señor Jesucristo!
¿Cuándo fue la última vez que usted levantó sus manos y grito: “¡Alabado sea el Señor!”? ¡Quizás ahora mismo sea un buen tiempo para hacerlo!
¿CÓMO PUEDE LA CRUZ TRAER PAZ?
Colosenses 1:20: “Haciendo la PAZ mediante la SANGRE de la CRUZ.”
¿Cómo puede la CRUZ traer PAZ si Jesús es el que colgó en ésta? En la cruz, no se apaciguó la maldad, sino que la impiedad fue confrontada. En la cruz, el pecado no fue pasado por alto. EN LA CRUZ, EL PECADO FUE EXPIADO Y PAGADO. La magna justicia de Dios fue confrontar la mayor maldad del hombre, y la justicia ganó y la PAZ se alcanzó por medio de la SANGRE derramada en la CRUZ. ¡Gloria a Dios por la cruz! ¡Gracias a Dios por Jesús!
Durante este tiempo del año, al celebrar la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo, tome unos momentos para alabar a Jesús por el poder y la esperanza que usted posee gracias a la RESURRECCIÓN.
Primera Corintios 15:27: “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a Él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a Él todas las cosas.”
ESTE ES JESUCRISTO EL SEÑOR Y DIOS:
Nunca ha existido un hombre como el Señor Jesús. John Phillips escribió estas palabras acerca de Jesús que impactan profundamente.
1. Él dijo: “Él nunca pronunció una palabra impulsiva, cruel, falsa, o trivial.
2.  Nunca contempló un pensamiento impuro.
3.  Nunca degradó sus talentos con fines egoístas.
4. Su influencia, nunca fue mala. 
5. Su juicio, nunca equivocado.
6.  Él nunca tuvo que pedir perdón por algo que hizo o retractarse de ninguna palabra que pronunció.
7. Nunca llegó demasiado tarde, ni temprano,
8.  nunca acongojado, ni insípido, ni superficial, ni temeroso...
9.  Él tuvo victoria absoluta desde el momento que tomó su primer aliento en aquel establo de Belén
10. Hasta el momento que cerró sus ojos al morir en la cruz del Calvario.”
SU HÉROE SE LLAMA JESUCRISTO.
Si usted está buscando un héroe, permítame sugerirle el nuestro, si no tiene uno. Su nombre es Jesús.
LA SALVACIÓN  RECIBIDA POR LA OBRA DE JESUCRISTO EN LA CRUZ.
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (1 Pedro 1:3).
UNA SALVACIÓN SEGURA PORQUE DIOS LA DIO.
Hay algunas personas que piensan que pueden perder la salvación. Amigo y amiga, si usted pierde o no su salvación, todo depende de cómo la obtuvo. Si usted es salvo por sus buenas obras, entonces puede perder su salvación por sus malas obras. Pero la Palabra de Dios es muy clara en este asunto. Tito 3:5 dice: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”
¿QUÉ PIENSA LA GENTE SOBRE EL PECADO, LA JUSTICIA, EL PERDÓN, LA CRUZ?
1.        El mundo piensa que pecado es ser malo y que ser justo es ser bueno. Dicen: “Si es que soy una buena persona, entonces iré al cielo.” Para ellos, Dios es como Papá Noel, que hace una lista y la revisa dos veces para determinar si hemos sido buenos o malos. Eso no es así.
2.        La justicia yace sólo en el Señor Jesucristo. Él dejó el cielo, vino a la tierra, vivió una vida justa y perfecta. Luego sufrió, derramó su sangre y murió en una cruz como expiación o sacrificio por nuestros pecados:
3.        Fue sepultado y resucitó por el poder de Dios, y ascendió a la gloria.
4.        Su sangre fue aplicada al propiciatorio de Dios: eso es justicia. Gálatas 2:21 nos dice: “[…] si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”
5.        ¿Sabe lo que eso significa? Si usted pudiera salvarse siendo bueno, entonces el Calvario fue un error.
6.        Si hubiera habido otra manera de que usted se salve, Dios no hubiera dejado que su Hijo muriera sobre una cruz.
dejado que su Hijo muriera sobre una cruz.
¿CÓMO VE USTED A DIOS?
¿Cómo ve usted  a Dios? ¿Es Él su Papá Noel, asegurándose si se portó bien o mal? ¿Es Él su mayordomo, cumpliendo cada uno de sus deseos y caprichos? ¿O es Él el Altísimo y exaltado Rey de reyes, el Todopoderoso Padre Eterno?
AHORA NADA NOS PUEDE SEPARAR DEL AMOR DE DIOS.
“Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:39).
Un historiador nos dice que después de la inquisición española, los soldados de Napoleón descubrieron un calabozo, en donde encontraron un esqueleto todavía encadenado. Para su sorpresa, ellos miraron en la pared el dibujo de una cruz.
1.        En la cabecera de la cruz estaba escrita la palabra “altura”;
2.        Al pie de la cruz, la palabra “profundidad”;
3.        Ya los lados de la cruz, las palabras “anchura” y “largura.”
4.        Para ese prisionero, la cruz fue una ilustración de las dimensiones del amor de Dios.
5.        El amor de Dios es Expansivo y Eterno.
 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda, más tenga vida eterna.” ¿Qué está haciendo hoy para guiar a otros a Jesucristo, quien es la verdadera razón de la Vida?
Pase algún tiempo meditando en lo que Jesucristo experimentó:
1. Al sufrir la angustia, las acusaciones,
2. La flagelación,
3. Las burlas y
4. Al final la crucifixión, como expiación por todos sus pecados.
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:11).
¿Tiene usted la seguridad en su corazón de que cuando muera, se irá al cielo? Si no la tiene, pase algún tiempo hablando con Dios, ahora mismo. Pídale que le dé el regalo de la fe, ahora mismo, para creer en la seguridad de lo que hizo Jesús por usted, en la cruz, hace más de 2.000 años.
“Si bien todos nosotros somos como:
1.        Suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia;
2.        y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).
3.        No existe ni uno bueno. Ni uno solo. Si usted pidiera a cada ser humano en el planeta tierra que ponga en una taza todas sus cosas buenas, no habría en esa taza ni siquiera lo suficiente para salvar a una sola persona.
4.        Isaías 64:6 dice que “todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia” a los ojos de Dios. La cruz de Jesucristo es nuestra única esperanza. Sin Jesús, usted tendrá que enfrentar la ira de Dios. Jesús pagó la deuda de su pecado que la justicia de Dios requiere, y ahora, como Su hijo, usted comparte Su justicia.
5.        En 1906 Jessie Brown Pounds escribió estas palabras: “Necesito ir al hogar por el camino de la cruz; no hay ninguna otra forma, sino ésta. Nunca podré ver las puertas de luz, si es que pierdo el camino de la cruz.”
6.        ¿Cómo se ve a usted mismo, este momento? ¿Digno? ¿O indigno? ¿Qué es lo que dice Juan 3:36, 5:24 y Romanos 3:23-26?
“Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros” (Deuteronomio 20:4).
¿Recuerda el relato del milagro que Dios realizó, haciendo pasar a los israelitas a través del Mar Rojo, cuando eran perseguidos por el ejército del Faraón? ¡Fue algo increíble! Ahora, permítanos preguntarle:
1.        ¿Qué pasó tres días después? Los israelitas comenzaron a quejarse porque no había agua. ¿Cree usted que Dios hubiera realizado liberación tan milagrosa, para luego abandonarlos días después? ¡Rotundamente no! Pero.
2.        ¿Qué sucede con nosotros cuando estamos en el desierto, preguntándonos a dónde nos lleva Dios? ¡Nos volvemos como los israelitas! Y sin embargo Dios hizo más por usted que lo que hizo por ellos:
3.        Envió a su precioso y único Hijo para que muriese en la cruz del Calvario por usted. Dios le redimió. Más que sólo sacarle de una tumba líquida, Dios le liberó, de una eterna condenación, a una gloriosa comunión con Él para siempre.
4.        ¡Dios le salvó! ¿Qué más podría usted desear?
5.        ¿Se siente como si estuviera en un basurero? ¿Se siente víctima de una mala situación? ¿Siente como que Dios le ha abandonado?
6.        Entonces escriba en una tarjetita Deuteronomio 20:4 y medite en eso hasta que lo crea: “Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.”
Existen tres razones para la obediencia:
1.        un esclavo obedece  porque tiene que hacerlo.
2.        Un empleado obedece porque necesita hacerlo.
3.        Pero un hijo amoroso obedece porque quiere hacerlo.
Muchos de nosotros vivimos como esclavos, a pesar de que Jesús dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).
Existen tres razones para la obediencia: un esclavo obedece  porque tiene que hacerlo. Un empleado obedece porque necesita hacerlo. Pero un hijo amoroso obedece porque quiere hacerlo. Muchos de nosotros vivimos como esclavos, a pesar de que Jesús dijo: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).
Póngase en una posición de humildad:
1.        Si puede, arrodíllese. Si no puede,
2.        Si no puede, incline su cabeza y
3.        cierre sus ojos.
4.        Imagínese la cruz de Cristo.
5.        Medite en la vergüenza que Él experimentó, el dolor que soportó y la victoria que aseguró con Su muerte.
USTED ES UN NECIO ESCOGIDO POR DIOS PARA SER SABIO.
1.        “Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios.
2.        Y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
3.        Y lo vil del mundo
4.        Y lo menospreciado escogió Dios,

5.        Y  lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia” (1 Corintios 1:27-29).

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