¿CÓMO HABLAR POR PRIMERA VEZ DE CRISTO?
UNA CARGA
DIFÍCIL DE LLEVAR.
“Algunos que
habían llegado de Judea a Antioquía se pusieron a enseñar a los hermanos: A
menos que ustedes se circunciden, conforme a la tradición de Moisés, no pueden
ser salvos.” Hechos 15:1.
El libro de
hechos nos cuenta como el evangelio empezó a extenderse aun a aquellos que no
eran judíos. Había una gran alegría al ver que Dios también se había revelado a
otras naciones. Sin embargo, algunos judíos deseaban obligar a los gentiles a
cumplir con la ley de Moisés y a circuncidarse, de otra forma -según ellos- no
podían ser salvos. Pero los discípulos guiados por el Espíritu Santo, les piden
a sus hermanos judíos no imponerles a sus hermanos, cargas tan difíciles de
llevar que ni aun ellos mismos habían logrado cumplirlas.
Hoy en día,
muchos de nosotros solemos cometer el mismo error. Cuando le estamos hablando a
alguien de Jesús, antes de contarles del amor de Dios, les hablamos de las
cosas que tienen que dejar de hacer, les decimos que deben abandonar los
vicios, costumbres, palabras, y prácticas que “ofenden” a Dios, pero la verdad
es que lo primordial debe ser hablarles de la obra redentora de Jesús en la
Cruz, antes de poner en ellos una carga, que inclusive a muchos de nosotros aún
nos cuesta llevar.
Debemos
entender que es el Espíritu Santo es quien transforma los corazones y mengua el
amor que tenemos por las cosas del mundo. En muchas de nuestras Iglesias aún se
separa en las puertas a aquellos jóvenes que llegan con gorras en sus cabezas,
se mira mal a las mujeres que no se vistieron con pudor y se juzga a aquellos
que desean buscar de Dios pero aún no logran dejar el cigarrillo o el alcohol.
Necesitamos dirección divina, para entender que esos “detalles” sólo los cambia
Dios, no hay prédica, sermón o predicador que pueda convencer a alguien, sólo
el espíritu santo de Dios lo hace y en cada caso es de forma diferente.
Oremos para
que así como los discípulos podamos entender que la salvación sólo depende de
reconocer nuestro estado pecaminoso, entender la necesidad de un Salvador y
aceptar el sacrificio de Cristo como expiación por nuestra falta, todas las
otras cosas vendrán con el tiempo en nuestro caminar con Dios.
Juan 17:3 “Y
esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado”.
Autor.
Dilean Cañas.
¿Qué opinas
de esto?
DECORANDO EL
EVANGELIO.
Cesar era el
nombre de aquel taxista. Al iniciar nuestro recorrido con Cesar, pudimos notar
que era un hombre religioso por las imágenes y escapularios que llevaba en su
espejo retrovisor. Después de titubear un poco, (mucho en realidad) decidimos
preguntarle si sabía cómo ir al cielo, si entendía que Jesús era el único
camino para ir al cielo y aunque expresó creer en la biblia pero disgustar de
los cultos y reuniones religiosas, pudimos enfocarnos en su vida eterna, le
hablamos de buscar el perdón de Dios y finalmente le invitamos a hacer la
oración para aceptar a Cristo como Salvador, ahí mismo en el taxi oramos y
aceptó visitar una iglesia cerca a su casa.
Aunque suena
fácil, en realidad mi esposo y yo pasamos algún tiempo intentando iniciar la
conversación. Hemos estado orando a Dios que nos ayude en el área del
evangelismo y sabemos que ese fue sólo el comienzo. La parte más difícil era
descifrar como hacer del evangelio algo llamativo. En realidad por un momento
pensamos en aquellos datos importantes que las personas deberían saber, o quizá
el señalar las falsas enseñanzas que por años han recibido, definitivamente el
enumerar las bendiciones de Dios sonaba muy convencedor pero meditando en la
palabra veíamos como Pablo no se preocupaba por hacer el mensaje de salvación
algo atractivo, el interés del gran apóstol consistía en llevar el mensaje
verdadero.
Pablo no le pintó pajaritos en el
aire a las personas, ni les prometió infinidad de privilegios y aun así fue uno
de los hombres que más aportó al crecimiento de la iglesia primitiva.
Cuando
pensemos en llevar la palabra de Dios a otros para que conozcan a su salvador
no nos esforcemos en buscar palabras ostentosas o mensajes llamativos, vamos a
la simpleza y sencillez de la palabra, hablemos del arrepentimiento como lo
hizo Pablo, guiemos a las personas a convertirse a Dios y a vivir una vida que
le agrade y veremos el respaldo del Señor.
Es muy
probable que hoy mismo una persona que conoces necesite la salvación de Dios,
no lo dudes más, decídete a compartir el mensaje de Cristo con la sencillez y
convicción que lo hicieron los apóstoles.
Autor(a).
Dilean Cañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario