miércoles, 25 de julio de 2018

¿CÓMO HABLAR POR PRIMERA VEZ DE CRISTO?


¿CÓMO HABLAR POR PRIMERA VEZ DE CRISTO?

UNA CARGA DIFÍCIL DE LLEVAR.
“Algunos que habían llegado de Judea a Antioquía se pusieron a enseñar a los hermanos: A menos que ustedes se circunciden, conforme a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos.” Hechos 15:1.
El libro de hechos nos cuenta como el evangelio empezó a extenderse aun a aquellos que no eran judíos. Había una gran alegría al ver que Dios también se había revelado a otras naciones. Sin embargo, algunos judíos deseaban obligar a los gentiles a cumplir con la ley de Moisés y a circuncidarse, de otra forma -según ellos- no podían ser salvos. Pero los discípulos guiados por el Espíritu Santo, les piden a sus hermanos judíos no imponerles a sus hermanos, cargas tan difíciles de llevar que ni aun ellos mismos habían logrado cumplirlas.
Hoy en día, muchos de nosotros solemos cometer el mismo error. Cuando le estamos hablando a alguien de Jesús, antes de contarles del amor de Dios, les hablamos de las cosas que tienen que dejar de hacer, les decimos que deben abandonar los vicios, costumbres, palabras, y prácticas que “ofenden” a Dios, pero la verdad es que lo primordial debe ser hablarles de la obra redentora de Jesús en la Cruz, antes de poner en ellos una carga, que inclusive a muchos de nosotros aún nos cuesta llevar.
Debemos entender que es el Espíritu Santo es quien transforma los corazones y mengua el amor que tenemos por las cosas del mundo. En muchas de nuestras Iglesias aún se separa en las puertas a aquellos jóvenes que llegan con gorras en sus cabezas, se mira mal a las mujeres que no se vistieron con pudor y se juzga a aquellos que desean buscar de Dios pero aún no logran dejar el cigarrillo o el alcohol. Necesitamos dirección divina, para entender que esos “detalles” sólo los cambia Dios, no hay prédica, sermón o predicador que pueda convencer a alguien, sólo el espíritu santo de Dios lo hace y en cada caso es de forma diferente.
Oremos para que así como los discípulos podamos entender que la salvación sólo depende de reconocer nuestro estado pecaminoso, entender la necesidad de un Salvador y aceptar el sacrificio de Cristo como expiación por nuestra falta, todas las otras cosas vendrán con el tiempo en nuestro caminar con Dios.
Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
Autor. Dilean Cañas.
¿Qué opinas de esto?
DECORANDO EL EVANGELIO.
Cesar era el nombre de aquel taxista. Al iniciar nuestro recorrido con Cesar, pudimos notar que era un hombre religioso por las imágenes y escapularios que llevaba en su espejo retrovisor. Después de titubear un poco, (mucho en realidad) decidimos preguntarle si sabía cómo ir al cielo, si entendía que Jesús era el único camino para ir al cielo y aunque expresó creer en la biblia pero disgustar de los cultos y reuniones religiosas, pudimos enfocarnos en su vida eterna, le hablamos de buscar el perdón de Dios y finalmente le invitamos a hacer la oración para aceptar a Cristo como Salvador, ahí mismo en el taxi oramos y aceptó visitar una iglesia cerca a su casa.
Aunque suena fácil, en realidad mi esposo y yo pasamos algún tiempo intentando iniciar la conversación. Hemos estado orando a Dios que nos ayude en el área del evangelismo y sabemos que ese fue sólo el comienzo. La parte más difícil era descifrar como hacer del evangelio algo llamativo. En realidad por un momento pensamos en aquellos datos importantes que las personas deberían saber, o quizá el señalar las falsas enseñanzas que por años han recibido, definitivamente el enumerar las bendiciones de Dios sonaba muy convencedor pero meditando en la palabra veíamos como Pablo no se preocupaba por hacer el mensaje de salvación algo atractivo, el interés del gran apóstol consistía en llevar el mensaje verdadero.
 Pablo no le pintó pajaritos en el aire a las personas, ni les prometió infinidad de privilegios y aun así fue uno de los hombres que más aportó al crecimiento de la iglesia primitiva.
Cuando pensemos en llevar la palabra de Dios a otros para que conozcan a su salvador no nos esforcemos en buscar palabras ostentosas o mensajes llamativos, vamos a la simpleza y sencillez de la palabra, hablemos del arrepentimiento como lo hizo Pablo, guiemos a las personas a convertirse a Dios y a vivir una vida que le agrade y veremos el respaldo del Señor.
Es muy probable que hoy mismo una persona que conoces necesite la salvación de Dios, no lo dudes más, decídete a compartir el mensaje de Cristo con la sencillez y convicción que lo hicieron los apóstoles.
Autor(a). Dilean Cañas.

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