TODAS LAS
COSAS QUE HACE DIOS POR NOSOTROS PARA SU GLORIA.
TODOS LOS
LLAMADOS DE DIOS A SUS HIJOS.
1. LLAMADOS
PARA SEGUIR SUS PASOS.
“Pues para
esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21).
Cristo
sufrió por usted. Y algunos dirán: “Pero, ¡yo no quiero sufrir por Él!” Amigo,
permítame decirle que usted va a sufrir de todas maneras, ya sea salvo o
perdido. No obstante, cuando usted se somete a Jesucristo y obedece la Palabra
de Dios, Él va a poner un arco iris de esperanza sobre su sufrimiento. Él va a
escribir Romanos 8:28 sobre lo que usted está pasando. 8:28 Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados. Usted sabrá que las pruebas presentes son para su
bien. Rendirse y someterse a Dios es la única manera de tener la gracia y poder
de Dios en su vida. Gozo, paz y días sin preocupaciones están delante de aquel
que rinde su vida para la gloria de Dios. Sí, el sufrimiento vendrá, pero será
seguido por el gozo.
¿Qué
significa que “Cristo sufrió por usted”? Lea Isaías 53: 4. Ciertamente llevó él
nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido. para tener una vislumbre profética de lo
que Cristo en realidad sufrió, en lugar suyo. ¿Cómo va a ser su vida diferente
hoy, debido al sacrificio de Jesús?
2. LLAMADOS
PARA SER SANTOS.
“Quien nos SALVÓ
y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el
propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9).
Usted
conocerá la gloria y el honor que Dios ha preparado para usted, sólo cuando
conozca a Jesús como su Salvador y Señor personal. El hombre fue coronado con
gloria y cargado con culpa, pero puede ser cambiado por GRACIA. Cuando usted es
SALVO, Dios no lo pone únicamente de regreso a lo que era antes de ser perdido.
Usted ha ganado mucho más en Jesús que lo que perdió en Adán (su vieja
naturaleza). Adán podía perder su relación con Dios. Usted nunca podrá perder
su relación con Dios. Ni siquiera los ángeles comprenden el extraordinario gozo
de un PECADOR SALVADO por GRACIA. ¡Y lo mejor está aún por venir!
Separe un
tiempo, ahora mismo, para meditar en por qué Dios le ha salvado. ¿Ha puesto Él
en su corazón algún ministerio especial? ¿Le ha dado algunas amistades que
necesitan conocer a Jesucristo? ¿Es usted creativo y puede utilizar sus dones
testificando, evangelizando, o ministrando? Él le ha salvado para traer gloria
para sí mismo.
3. LLAMADOS
A RECIBIR MISERICORDIA Y GRACIA PARA EL OPORTUNO SOCORRO.
Hebreos
4:16: “ACERQUÉMONOS, pues, confiadamente al TRONO de la GRACIA, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está
siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es
pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador.
Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un SUMO SACERDOTE que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO en todo según
nuestra semejanza, pero SIN PECADO.”
Cristo fue
tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo
sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido
Dios. A su vez, fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el
Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
¿Está
enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha
enfrentado? ACUDA al Señor y Él le AYUDARÁ a VENCERLA.
4. LLAMADOS
A RECIBIR LA ABUNDACIA DE LA GRACIA Y EL
DON DE JUSTICIA.
“Pues si por
la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia” (Romanos 5:17).
¿Por qué
Dios vino, en medio de una noche en Judea, a través del portal del vientre de
una virgen, para nacer como un hombre? ¿Por qué Él cambió su gloria por carne y
sangre? Una de las razones fue para restaurar para nosotros el dominio que
habíamos perdido como pueblo de Dios. Tal vez no se da cuenta que Dios lo hizo
a usted para reinar. Dios nos creó para ser reyes y reinas (vea Génesis 1:26).
Pero, ¿cuánta gente está consciente hoy de su dominio dado por Dios? Jesús
justamente recuperó nuestro dominio, y derrumbó los principados y los poderes de
este mundo cuando, inclinando su cabeza, dijo: “¡Consumado es!” (Juan 19:30).
5. LLAMADOS
A SER LIMPIOS.
“En tus
mandamientos meditaré; consideraré tus caminos” (Salmos 119:15).
El Salmo
119:9 dice: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”
(Salmos 119:9). La palabra “camino” aquí tiene el significado de “surco”, como
cuando el arado abre la tierra. ¿Alguna vez ha escuchado la expresión “mente de
un solo surco o carril”? El diablo siembra un pensamiento en nuestras mentes y,
con el tiempo, se convierte en una creencia. Y antes de que nos demos cuenta,
él ha capturado una fortaleza.
¡Gracias a
Dios que hay una forma de liberarnos! La Palabra de Dios nos limpiará .Lea Juan
15:3. Ya vosotros estáis
limpios por la palabra que os he hablado.
Y Efesios 5:26. Para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Imagínese al Señor Jesús caminando por su
mente llenando una carretilla con toda la basura mental que tenemos, y
botándola. ¡Aleluya! El poder limpiador de Dios puede barrer su alma hoy. Y el
viento fresco del Espíritu Santo soplará a través del templo de su cuerpo,
haciéndolo limpio y puro.
Lea 2
Corintios 10:3-6. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
10:4 porque
las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas,
10:5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
10:6 y
estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea
perfecta.
¿Cuáles son las fortalezas que hay en su vida,
y necesita que Dios le libere? Ore en Su nombre, Su autoridad y para Su gloria,
que Él le libere hoy mismo.
6. LLAMADOS
A SER HIJOS, HEREDEROS Y COHEREDEROS EN CRISTO.
“Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados”
(Romanos 8:17).
¿Cómo logra
usted que el sufrimiento sea su siervo? Primero, lo recibe como un regalo de
Dios. Job dijo: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”
(Job 1:21b). Segundo, confíe en la gracia de Dios, porque juntamente con el
regalo viene Su gracia. Segunda Corintios 9:8 promete: “Y poderoso es Dios para
hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en
todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” Dios va a
estar junto a usted de una manera muy especial. Y, tercero, reflexione en la
gloria de Dios. Jamás ha vivido un cristiano más notable que el apóstol Pablo.
Su más grande motivación, en todo lo que él sufrió, fue la gloria de Dios. Su
dolor se transformó en una plataforma desde la cual proclamó la gloria de Dios.
Si hoy usted
está sufriendo, cualquiera que sea la razón, escriba la siguiente verdad en una
pequeña tarjeta, y llévela con usted a dondequiera que vaya: “Cualquier cosa
por la que estoy pasando, Jesús ya la ha experimentado, y Él me ayudará a
superarla.”
7. LLAMADOS
A LA COMUNIÓN CON JESUCRISTO.
“Fiel es
Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo
nuestro Señor” (1 Corintios 1:9).
Discipulado
es compañerismo con Cristo, conocer a Cristo, amar a Cristo, morar en Cristo.
Muchos se han unido al movimiento llamado cristianismo, en vez de haberse
rendido al hombre que es la causa del cristianismo. Estas personas están
“haciendo cosas por Cristo”, en vez de estar a los pies de Cristo,
escuchándole. Ahora, no hay nada de malo en el servicio y por cierto debemos
servir a Dios, pero necesitamos aprender que debemos ministrar a Jesucristo,
como sus discípulos, antes de que podamos ministrar a otros. Jesús valora el
tiempo que usted pasa con Él mucho más que las cosas que puede hacer por Él.
¿Sabía usted eso?
Antes de que
salga esta mañana o antes de que se acueste esta noche, asegúrese tener una
cita con Jesús: siéntese con Él, piense acerca de su amor por usted, y hable
con Él.
8. LLAMADOS
A SANTIFICACIÓN Y NO A INMUNDICIA.
“Pues no nos
ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7).
Un
ex-presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría dijo: “Las relaciones prematrimoniales
(físicas), resultantes de la así llamada “nueva moralidad”, en gran manera ha
aumentado el número de gente joven en los hospitales mentales.”
El Dr. Billy
Graham dijo que él habló con el Decano de la Facultad de Psiquiatría de una de
nuestras grandes universidades, y que en ese tiempo más del 50% de los
estudiantes en esa universidad sufrían de desórdenes psicológicos debido al
problema de relaciones inmorales.
Amigo (a),
¿por qué Dios nos dice que debemos vivir una vida pura? No sólo es para que tengamos
compañerismo con Él, sino también para nuestra propia salud mental. Dios sabe
que la santidad trae vida a nuestros huesos, sanidad a nuestros corazones y
gozo a nuestros pasos.
¿Qué piensa
usted cuando escucha que necesita vivir una vida santa? Usted tendrá un buen comienzo si empieza a aplicar
la exhortación de la Palabra de Dios en Colosenses 3:12-14. Vestíos, pues, como escogidos de
Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos
unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre
todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
9. LLAMADOS PARA SER PREDESTINADOS, JUSTIFICADOS Y GLORIFICADOS.
9. LLAMADOS PARA SER PREDESTINADOS, JUSTIFICADOS Y GLORIFICADOS.
ESCRITURA:“Y
a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:30).
El Dr.
Scofield, editor de la Biblia que lleva su nombre, dice que “predestinación es
el ejercicio efectivo de la voluntad de Dios, por lo cual las cosas
determinadas de antemano por Él, se hacen realidad.” Significa que si Dios dice
que está determinado a hacer algo, Él lo hará. La sabiduría de Dios es
soberana. ¿Qué es lo que Dios predestinó? “Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo”
(Romanos 8:29), quien es el primogénito. Dios tuvo un Hijo, único, y dijo:
“Quiero más hijos como Él.” Consecuentemente Dios está redimiendo toda una raza
de gente, para que todos puedan llegar a ser conforme a la imagen del Hijo de
Dios. Si usted es salvo, está predestinado a ser como Jesús. Dios conoció que
usted recibiría a Jesús como su Señor y Salvador, por lo que dijo: “Confirmado.
Tú serás un día como mi Hijo, Jesús.”
¡Alabe a
Dios que le conoció a usted desde antes, y que le predestinó para que sea como
su Hijo, y que le ha llamado, le ha justificado y le ha glorificado! Jesús
dijo: “¡Consumado es!” ¡Aleluya! ¡Alabe al Cordero que fue inmolado!
10. LLAMADOS
A ENTRAR AL LUGAR SANTÍSIMO.
“La cual
tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo Sacerdote para
siempre según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:19-20).
El templo
del Antiguo Testamento tenía tres partes: el atrio exterior, el atrio de
adentro, y el atrio interno. Este patio más íntimo era llamado “el lugar
santísimo”, y únicamente los sacerdotes podían entrar allí. Una vez al año, el
Sumo Sacerdote entraba en el lugar Santísimo para hacer expiación por el
pueblo. Levantaba una esquina del pesado velo que separaba el lugar Santísimo,
y entraba para rociar con sangre el propiciatorio. Si alguien entraba a ese
lugar sin la sangre, moría súbitamente. Cuando el velo del templo se rompió al
morir Jesús, se rasgó de arriba hacia abajo, para que nadie pensara que alguna
persona lo hizo. Dios lo hizo. Con su muerte, Jesús estaba diciendo que ya no
eran necesarios más sacrificios de animales. Ahora, cada creyente puede entrar
en el lugar Santísimo.
¿Ha estado
usted hoy allí? Es tiempo de entrar y alabar a Dios por haber enviado a su Hijo
para que sea la expiación de sus pecados. Es tiempo de arrodillarse delante de
Su propiciatorio y agradecerle por Su gracia para con usted, que le ha salvado
de la eterna separación de la presencia de Dios.
11. LLAMADOS
A SER SACERDOTES.
“Así que, hermanos,
teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo” (Hebreos 10:19).
Cada
creyente es un sacerdote.” Así lo afirma la Palabra de Dios en Apocalipsis
5:10: “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes.” Es una extraordinaria
verdad que tenemos acceso directo al Padre. No tenemos que hablar con alguien
más para confesar nuestros pecados. Los podemos confesar directamente a Dios.
¿Sabe lo que usted y yo debemos estar haciendo como sacerdotes? Debemos estar
dando a conocer a Dios a otros para que aprendan, crean y se arrepientan.
Lea 1 Pedro
2:1-12 para que aprenda lo que Dios quiere de usted como miembro de su
sacerdocio real.
2:1
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las
detracciones,
2:2 desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación,
2:3 si es
que habéis gustado la benignidad del Señor.
2:4
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para
Dios escogida y preciosa,
2:5 vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.
2:6 Por lo
cual también contiene la Escritura:
He aquí,
pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que
creyere en él, no será avergonzado.
2:7 Para
vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La
piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
2:8 Y: Piedra
de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
2:9 Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable;
2:10
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia.
2:11 Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma,
2:12
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo
que murmuren de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de
la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
12. LLAMADOS
A PRESENTAR NUESTROS CUERPOS EN SACRIFICIO VIVO.
“Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional” - (Romanos 12:1).
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué
es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer
“nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los
altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara
del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí:
disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban
incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros
hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de
alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque
somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
¿Esta usted
practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo
para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como
sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100%
disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
13. LLAMADOS
A SER CADA DÍA MÁS LIMPIOS.
“Lávame más
y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que
el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el
lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza
hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había
utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de
entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del
mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo,
estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos.
Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de
nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la
presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el
Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha
acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de
Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando
para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce
mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el
camino eterno.”
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