lunes, 30 de julio de 2018

TODAS LAS COSAS QUE HACE DIOS POR NOSOTROS PARA SU GLORIA. TODOS LOS LLAMADOS DE DIOS A SUS HIJOS.


TODAS LAS COSAS QUE HACE DIOS POR NOSOTROS PARA SU GLORIA.
TODOS LOS LLAMADOS DE DIOS A SUS HIJOS.
1. LLAMADOS PARA SEGUIR SUS PASOS.
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21).
Cristo sufrió por usted. Y algunos dirán: “Pero, ¡yo no quiero sufrir por Él!” Amigo, permítame decirle que usted va a sufrir de todas maneras, ya sea salvo o perdido. No obstante, cuando usted se somete a Jesucristo y obedece la Palabra de Dios, Él va a poner un arco iris de esperanza sobre su sufrimiento. Él va a escribir Romanos 8:28 sobre lo que usted está pasando. 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Usted sabrá que las pruebas presentes son para su bien. Rendirse y someterse a Dios es la única manera de tener la gracia y poder de Dios en su vida. Gozo, paz y días sin preocupaciones están delante de aquel que rinde su vida para la gloria de Dios. Sí, el sufrimiento vendrá, pero será seguido por el gozo.
¿Qué significa que “Cristo sufrió por usted”? Lea Isaías 53: 4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. para tener una vislumbre profética de lo que Cristo en realidad sufrió, en lugar suyo. ¿Cómo va a ser su vida diferente hoy, debido al sacrificio de Jesús?
2. LLAMADOS PARA SER SANTOS.
“Quien nos SALVÓ y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9).
Usted conocerá la gloria y el honor que Dios ha preparado para usted, sólo cuando conozca a Jesús como su Salvador y Señor personal. El hombre fue coronado con gloria y cargado con culpa, pero puede ser cambiado por GRACIA. Cuando usted es SALVO, Dios no lo pone únicamente de regreso a lo que era antes de ser perdido. Usted ha ganado mucho más en Jesús que lo que perdió en Adán (su vieja naturaleza). Adán podía perder su relación con Dios. Usted nunca podrá perder su relación con Dios. Ni siquiera los ángeles comprenden el extraordinario gozo de un PECADOR SALVADO por GRACIA. ¡Y lo mejor está aún por venir!
Separe un tiempo, ahora mismo, para meditar en por qué Dios le ha salvado. ¿Ha puesto Él en su corazón algún ministerio especial? ¿Le ha dado algunas amistades que necesitan conocer a Jesucristo? ¿Es usted creativo y puede utilizar sus dones testificando, evangelizando, o ministrando? Él le ha salvado para traer gloria para sí mismo.
3. LLAMADOS A RECIBIR MISERICORDIA Y GRACIA PARA EL OPORTUNO SOCORRO.
Hebreos 4:16: “ACERQUÉMONOS, pues, confiadamente al TRONO de la GRACIA, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador. Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un SUMO SACERDOTE que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO en todo según nuestra semejanza, pero SIN PECADO.”
Cristo fue tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido Dios. A su vez, fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
¿Está enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha enfrentado? ACUDA al Señor y Él le AYUDARÁ a VENCERLA.
4. LLAMADOS A RECIBIR  LA ABUNDACIA DE LA GRACIA Y EL DON DE JUSTICIA.
“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia” (Romanos 5:17).
¿Por qué Dios vino, en medio de una noche en Judea, a través del portal del vientre de una virgen, para nacer como un hombre? ¿Por qué Él cambió su gloria por carne y sangre? Una de las razones fue para restaurar para nosotros el dominio que habíamos perdido como pueblo de Dios. Tal vez no se da cuenta que Dios lo hizo a usted para reinar. Dios nos creó para ser reyes y reinas (vea Génesis 1:26). Pero, ¿cuánta gente está consciente hoy de su dominio dado por Dios? Jesús justamente recuperó nuestro dominio, y derrumbó los principados y los poderes de este mundo cuando, inclinando su cabeza, dijo: “¡Consumado es!” (Juan 19:30).
5. LLAMADOS A SER LIMPIOS.
“En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos” (Salmos 119:15).
El Salmo 119:9 dice: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmos 119:9). La palabra “camino” aquí tiene el significado de “surco”, como cuando el arado abre la tierra. ¿Alguna vez ha escuchado la expresión “mente de un solo surco o carril”? El diablo siembra un pensamiento en nuestras mentes y, con el tiempo, se convierte en una creencia. Y antes de que nos demos cuenta, él ha capturado una fortaleza.
¡Gracias a Dios que hay una forma de liberarnos! La Palabra de Dios nos limpiará .Lea Juan 15:3. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
 Y Efesios 5:26. Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
 Imagínese al Señor Jesús caminando por su mente llenando una carretilla con toda la basura mental que tenemos, y botándola. ¡Aleluya! El poder limpiador de Dios puede barrer su alma hoy. Y el viento fresco del Espíritu Santo soplará a través del templo de su cuerpo, haciéndolo limpio y puro.
Lea 2 Corintios 10:3-6. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
10:6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
 ¿Cuáles son las fortalezas que hay en su vida, y necesita que Dios le libere? Ore en Su nombre, Su autoridad y para Su gloria, que Él le libere hoy mismo.
6. LLAMADOS A SER HIJOS, HEREDEROS Y COHEREDEROS EN CRISTO.
“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados” (Romanos 8:17).
¿Cómo logra usted que el sufrimiento sea su siervo? Primero, lo recibe como un regalo de Dios. Job dijo: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21b). Segundo, confíe en la gracia de Dios, porque juntamente con el regalo viene Su gracia. Segunda Corintios 9:8 promete: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” Dios va a estar junto a usted de una manera muy especial. Y, tercero, reflexione en la gloria de Dios. Jamás ha vivido un cristiano más notable que el apóstol Pablo. Su más grande motivación, en todo lo que él sufrió, fue la gloria de Dios. Su dolor se transformó en una plataforma desde la cual proclamó la gloria de Dios.
Si hoy usted está sufriendo, cualquiera que sea la razón, escriba la siguiente verdad en una pequeña tarjeta, y llévela con usted a dondequiera que vaya: “Cualquier cosa por la que estoy pasando, Jesús ya la ha experimentado, y Él me ayudará a superarla.”
7. LLAMADOS A LA COMUNIÓN CON JESUCRISTO.
“Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” (1 Corintios 1:9).
Discipulado es compañerismo con Cristo, conocer a Cristo, amar a Cristo, morar en Cristo. Muchos se han unido al movimiento llamado cristianismo, en vez de haberse rendido al hombre que es la causa del cristianismo. Estas personas están “haciendo cosas por Cristo”, en vez de estar a los pies de Cristo, escuchándole. Ahora, no hay nada de malo en el servicio y por cierto debemos servir a Dios, pero necesitamos aprender que debemos ministrar a Jesucristo, como sus discípulos, antes de que podamos ministrar a otros. Jesús valora el tiempo que usted pasa con Él mucho más que las cosas que puede hacer por Él. ¿Sabía usted eso?
Antes de que salga esta mañana o antes de que se acueste esta noche, asegúrese tener una cita con Jesús: siéntese con Él, piense acerca de su amor por usted, y hable con Él.
8. LLAMADOS A SANTIFICACIÓN Y NO A INMUNDICIA.
“Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7).
Un ex-presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría dijo: “Las relaciones prematrimoniales (físicas), resultantes de la así llamada “nueva moralidad”, en gran manera ha aumentado el número de gente joven en los hospitales mentales.”
El Dr. Billy Graham dijo que él habló con el Decano de la Facultad de Psiquiatría de una de nuestras grandes universidades, y que en ese tiempo más del 50% de los estudiantes en esa universidad sufrían de desórdenes psicológicos debido al problema de relaciones inmorales.
Amigo (a), ¿por qué Dios nos dice que debemos vivir una vida pura? No sólo es para que tengamos compañerismo con Él, sino también para nuestra propia salud mental. Dios sabe que la santidad trae vida a nuestros huesos, sanidad a nuestros corazones y gozo a nuestros pasos.
¿Qué piensa usted cuando escucha que necesita vivir una vida santa? Usted  tendrá un buen comienzo si empieza a aplicar la exhortación de la Palabra de Dios en Colosenses 3:12-14. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
9. LLAMADOS PARA SER PREDESTINADOS, JUSTIFICADOS Y GLORIFICADOS.
ESCRITURA:“Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:30).
El Dr. Scofield, editor de la Biblia que lleva su nombre, dice que “predestinación es el ejercicio efectivo de la voluntad de Dios, por lo cual las cosas determinadas de antemano por Él, se hacen realidad.” Significa que si Dios dice que está determinado a hacer algo, Él lo hará. La sabiduría de Dios es soberana. ¿Qué es lo que Dios predestinó? “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29), quien es el primogénito. Dios tuvo un Hijo, único, y dijo: “Quiero más hijos como Él.” Consecuentemente Dios está redimiendo toda una raza de gente, para que todos puedan llegar a ser conforme a la imagen del Hijo de Dios. Si usted es salvo, está predestinado a ser como Jesús. Dios conoció que usted recibiría a Jesús como su Señor y Salvador, por lo que dijo: “Confirmado. Tú serás un día como mi Hijo, Jesús.”
¡Alabe a Dios que le conoció a usted desde antes, y que le predestinó para que sea como su Hijo, y que le ha llamado, le ha justificado y le ha glorificado! Jesús dijo: “¡Consumado es!” ¡Aleluya! ¡Alabe al Cordero que fue inmolado!
10. LLAMADOS A ENTRAR AL LUGAR SANTÍSIMO.
“La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:19-20).
El templo del Antiguo Testamento tenía tres partes: el atrio exterior, el atrio de adentro, y el atrio interno. Este patio más íntimo era llamado “el lugar santísimo”, y únicamente los sacerdotes podían entrar allí. Una vez al año, el Sumo Sacerdote entraba en el lugar Santísimo para hacer expiación por el pueblo. Levantaba una esquina del pesado velo que separaba el lugar Santísimo, y entraba para rociar con sangre el propiciatorio. Si alguien entraba a ese lugar sin la sangre, moría súbitamente. Cuando el velo del templo se rompió al morir Jesús, se rasgó de arriba hacia abajo, para que nadie pensara que alguna persona lo hizo. Dios lo hizo. Con su muerte, Jesús estaba diciendo que ya no eran necesarios más sacrificios de animales. Ahora, cada creyente puede entrar en el lugar Santísimo.
¿Ha estado usted hoy allí? Es tiempo de entrar y alabar a Dios por haber enviado a su Hijo para que sea la expiación de sus pecados. Es tiempo de arrodillarse delante de Su propiciatorio y agradecerle por Su gracia para con usted, que le ha salvado de la eterna separación de la presencia de Dios.
11. LLAMADOS A SER SACERDOTES.
“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19).
Cada creyente es un sacerdote.” Así lo afirma la Palabra de Dios en Apocalipsis 5:10: “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes.” Es una extraordinaria verdad que tenemos acceso directo al Padre. No tenemos que hablar con alguien más para confesar nuestros pecados. Los podemos confesar directamente a Dios. ¿Sabe lo que usted y yo debemos estar haciendo como sacerdotes? Debemos estar dando a conocer a Dios a otros para que aprendan, crean y se arrepientan.
Lea 1 Pedro 2:1-12 para que aprenda lo que Dios quiere de usted como miembro de su sacerdocio real.
2:1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
2:3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
2:4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa,
2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
2:6 Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
2:7 Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
2:8 Y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
2:10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
2:12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuren de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
12. LLAMADOS A PRESENTAR NUESTROS CUERPOS EN SACRIFICIO VIVO.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” - (Romanos 12:1).
En el Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer “nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí: disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
¿Esta usted practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100% disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
13. LLAMADOS A SER CADA DÍA MÁS LIMPIOS.
“Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo, estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos. Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.”

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