EL PODER DE
LAS PALABRAS SON VIDA O MUERTE.
ASI COMO UNA
CHISPA INICIA UN GRAN INCENDIO, NUESTRAS PALABRAS PUEDEN INICIAR UN CONFICTO
CON GRAVES CONSECUENCIAS.
Salomón
dijo, "En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de
su fruto." Proverbios
18:21.
Ése es el
poder de una chispa y nuestras palabras tienen el mismo poder una vez que las
decimos.
A veces
hablamos sin pensar. A todos nos sucede, sin embargo, necesitamos comprender
que cada vez que abrimos la boca estamos jugando con fuego. Cada vez que
hablamos existe el potencial de encender una chispa y provocar un gran
incendio.
Como puede
ver, nuestras palabras determinan la calidad de nuestras relaciones
interpersonales. Nuestras palabras determinan el rumbo de nuestras vidas y la profundidad
de nuestro amor hacia los demás. En ocasiones es necesario mordernos la lengua
y quedarnos callados. Evite palabras que dañen, evite los gritos, las palabras
abusivas, hirientes, sarcásticas, y manipuladoras.
Se acuerda
cuando era niño cuando otros niños nos ofendían con sus palabras y comentarios,
respondíamos: "Botellita de Jerez todo lo que digas será al revés".
Pero eso no
es cierto ya que simplemente no podemos sacudirnos las palabras; "Porque
la lengua tiene poder de vida y muerte".
De manera
que si no tenemos nada bueno que decir de algo o de alguien, mejor no digamos
nada y si sí tenemos algo bueno qué decir, digámoslo.
La Madre
Teresa de Calcuta dijo "Las palabras amables pueden ser breves y fáciles
de pronunciar, pero sus resonancias son en verdad infinitas".
De manera
que esta semana, comprométase a darles vida a los demás con sus palabras, ya
que éstas tienen un profundo impacto en aquellos que nos rodean.
Adaptado de
un Artículo de. Palabras
Puras Palabras
(c)
Copyright 20010 Más de la Vida con Jorge Cota.
POR ESO
PIENSA ANTES DE HABLAR Y ANTES DE ACTUAR.
PENSEMOS DOS
VECES ANTES DE ACTUAR, PERO TRES VECES ANTES DE HABLAR.
"CLAVOS
EN LA CERCA"
Mejor es el
que tarda en airarse que el fuerte, el que domina su espíritu que el
conquistador de una ciudad. - Proverbios 16:32.
Había una
vez un niño que tenía un carácter muy fuerte. Un día su padre le dio una bolsa
con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo
en la cerca de su casa.
El primer
día el niño clavó 37 clavos, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió
que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la
cerca. Finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada
y se lo dijo a su padre. Entonces el padre sugirió al hijo que por cada día que
controlara su carácter debía sacar un clavo.
Los días
pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos
los clavos de la cerca. El padre llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás
y le dijo: -Mira hijo, has hecho bien, pero fíjate en todos los agujeros que
quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o
haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es
como meterle un cuchillo a alguien, que aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya
quedó hecha. Por eso piensa antes de hablar y actuar.
Nuestros
seres queridos y amigos son verdaderas joyas a quienes tenemos que valorar.
Ellos nos sonríen y animan a mejorar. Nos escuchan, nos comparten una palabra
de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirnos. Cada vez que
tengamos la oportunidad de hacerlo, demostrémosles cuánto los queremos y lo
importante que son en nuestras vidas.
Dios nos
pone a cada uno frente a la vida de otros, para impactarlos de alguna manera,
aprendamos a mirar a Dios en los demás. Nunca subestimemos el poder de nuestras
palabras y acciones con un pequeño gesto, porque pueden cambiar la vida de otra
persona, para bien o para mal.
Pensemos dos
veces antes de actuar, pero tres veces antes de hablar.
AYÚDANOS SEÑOR,
EN MEDIO DE LAS TENTACIONES, DE NUESTRAS DEBILIDADES, EN MEDIO DE NUESTRS
ENÓJOS, EN MEDIO DE NUESTROS EGOÍSMOS.
“Y no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria, por todos los siglos. Amén” (Mateo 6:13).
Mike Kolen,
quien jugó fútbol americano con el equipo de los Delfines, de Miami, una vez
contó la siguiente historia: “Cuando me gradué de la Universidad de Auburn, el
entrenador Shug Jordan me pidió que buscara talentosos jugadores para él. Yo le
dije: ‘Está bien, entrenador. ¿Qué clase de jugadores necesita?’ Y él
respondió: ‘¿Has visto a jugadores que cuando los tumban, allí se quedan?’ ‘Sí,
los he visto.’ ‘Bueno, es la clase de jugadores que no necesito. ¿Has visto a
jugadores que no importa cuántas veces los tumben, se vuelven a levantar?’
‘¡Sí! ¿Son esos son los jugadores que quiere?’ ‘No. Yo quiero al jugador que
siempre los tumba’.”
Estamos
agradecido que el Señor Jesús nos levanta cuando estamos caídos, tumbados.
Pero, ¿no le gustaría a usted tumbar al diablo, para variar? Puede hacerlo, si
aprende a orar: “Señor, no me dejes caer en tentación, mas líbrame del mal.”
¿Cuál es su
más grande tentación? ¿El chisme, el alcohol, las drogas, la lujuria, el poder?
Amigo,
cualquiera que sea su lucha, no salga hacia el mundo hoy sin orar, primero,
Mateo 6:9-13.
DIOS QUIERE
QUE SEAMOS PRONTOS PARA OÍR Y TARDOS PARA AIRARNOS.
Efesios
4:26: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.”
La Palabra
de Dios nos dice que debemos ser “tardos para airarnos” (Proverbios 14:29,
Santiago 1:19). No hay nada que le hará más daño a su trato con otros que la
ira innecesaria. Si usted es dado a la ira, permítame decirle un par de cosas
que la Biblia menciona y éstas no son halagadoras.
1. Primero,
la Biblia dice que usted es un necio. Eclesiastés 7:9 enseña: “No te apresures
en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
2.”Segundo,
usted posee un carácter débil. Proverbios 16:32 dice: “Mejor es el que tarda en
airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma
una ciudad.” La ira sin control es como tirar una piedra a un panal de avispas.
¿Se enoja
usted fácilmente? Si es así, confiéselo. No permita que Satanás construya una
fortaleza en su vida. Si usted se enoja hoy, pregúntese qué necesidad no está
siendo suplida y póngala en las manos del Señor.
APRENDAMOS
QUE LA EXCELENCIA DEL PODER ES DE DIOS, DE ÉL DEPENDEMOS TODOS, ESTAMOS EN SUS
MANOS.
HISTORIA
UNO.
“ESTÁS EN
MIS MANOS”.
Cuenta una
antigua leyenda que en la Edad Media, un hombre muy virtuoso fue injustamente
acusado de asesinato. Sucedía, que el verdadero culpable era una persona muy
influyente del reino, y por eso desde el primer momento procuró hallar un chivo
expiatorio quien cargase con su culpa y dejar así encubierto su delito. El
hombre acusado, fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas
oportunidades de escapar de la horca, sabiendo que se enfrentaba a personas muy
poderosas que se habían puesto de acuerdo en condenarlo.
El juez,
aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias
de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre
justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados
las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la
que decida tu destino”. Por supuesto, el perverso funcionario había preparado
dos papeles con la misma leyenda: “Culpable”. La víctima, aun sin conocer los
detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo
conminó a tomar uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y
permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados.
Cuando la
sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno
de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e
indignados, los presentes le reprocharon. --Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo
vamos a saber el veredicto? --Es muy sencillo --replicó el hombre--. Es cuestión
de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué. Con
refunfuños y un enojo imposible de disimular, debieron liberar al acusado, y
jamás volvieron a molestarlo.
Esta
historia me hace pensar, que aunque el
enemigo quiera destruirte y devorarte, debes estar seguro al igual que aquel
hombre, que Dios tomará el control de tu situación. Aun cuando todas las
circunstancias muestren que no hay salida y no veas luz al final del túnel,
Dios se hará cargo, por lo cual puedes descansar confiadamente en sus manos.
Tal vez
atraviesas una injusticia, una persecución, pero Dios es el juez, quien tiene la última palabra y no
permitirá que sus hijos sean destruidos.
Nunca
dejemos de luchar hasta el último momento. En momentos de crisis, sólo la
fe y la confianza en Cristo, es más
importante que cualquier otra salida.
“Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de
Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en
apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero
no destruidos” - 2 Corintios 4:7-9.
Autora.
Telma Céspedes.
HISTORIA
DOS.
“SUMO GOZO
EN MEDIO DE LAS PRUEBAS”.
“Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia” - (Santiago 1:2-3).
1. Santiago
1:2 es un versículo interesante porque tiene la palabra “cuando” en vez de la
palabra “si”. Verá, alguna gente cree que la vida siempre va a ser “color de
rosa”, acolchonada con pétalos y días soleados. Si yo asegurara tal cosa,
estaría hablando con la Biblia cerrada y una cabeza vacía. Sea usted salvo o
no, la vida le garantiza una cosa: ¡dificultades! Habrá pruebas, opresión,
malentendidos. Y cuando usted se entrega a Cristo, no se torna inmune a estas
cosas.
2. Las
pruebas son parte de la vida, pero cómo los creyentes se comportan en respuesta
a esas pruebas motiva a que un mundo incrédulo se detenga y lo note. Usted
puede hablar de la fortaleza de un creyente por lo que se necesita para
detenerle.
Decida, por
usted mismo, ser responsable. Si es casado, pida a su esposa que conteste la
siguiente pregunta. Si es soltero, pida la ayuda de un amigo de confianza:
¿Cómo calificarías la forma en que he respondido a las pruebas en mi vida, el
año pasado, en una escala del 1 al 10? Significando 1 que he agradecido la
oportunidad de aprender a ser paciente, y 10 que me he enojado por cada
piedrita que la vida puso en mi camino. ¿Aprendió algo nuevo acerca de sí mismo?
¿Algo en lo cual debe mejorar el próximo año?
HISTORIA
TRES.
EL SEÑOR
JESUCRISTO NOS PIDE TERMINAR CON NUESTRAS DIFERENCIAS Y RECONCILIARNOS COMO
HERMANOS EN CRISTO.
“Deja allí
tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
Jesús nos
dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún
hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con
Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está
diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su
hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo
18:15-20). Aquí Jesús está diciendo que usted necesita “hacer la paz” con algún
hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes de que cante, antes de
que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende, antes de que adore, la
Biblia dice que primero debe reconciliarse con su hermano (a). No hay ofrenda
sobre la tierra que pueda substituir el estar en paz con los otros.
De lo que
usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su
contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y
anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
Antes de que
usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le
enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y
hágalo!
HISTORIA
CUATRO.
JESUCRISTO
NOS INVITA A TENER TODAS LAS COSAS EN COMÚN Y NO PREOCUPARNOS POR NADA.
“Y la
multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía
ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en
común” - (Hechos 4:32).
Usted puede
saber mucho acerca de una persona por lo que le entristece, alegra y enoja.
¿Correcto? En muchas ocasiones esto puede ser la escasez de abundancia de
posesiones o riquezas. Sin embargo, cuando una persona tiene el gozo del Señor,
nada puede robarle ese gozo.
¿Ha
aprendido a tener gozo en el Señor y no en las cosas de este mundo? ¿Se
mantiene sin aferrarse a las cosas de este mundo? Si no, pueda ser que Dios le
enseñe a hacerlo. Para confiar completamente en el Señor, primero, debe existir
una confianza que depende del Señor. Segundo, debe existir una comunión que se
regocija en el Señor. Tercero, debe existir un compromiso que transfiere las
cargas al Señor.
¿Dónde está
su confianza: en sus posesiones, su posición, su auto-estima? ¿Cuánto tiempo
invierte diariamente en comunión con el Señor? ¿Cómo definiría su compromiso de
confiar en Dios en toda área de su vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario