¿QUÉ
SIGNIFICA PARA LOS CREYENTES DE TODO EL MUNDO JESUCRISTO EL SEÑOR?
POR DIOS
ESTAMOS EN CRISTO POR EL CUAL NOS HA
HECHO DIOS SABIDURÍA JUSTIFICACIÓN SANTIFICACIÓN Y REDENCIÓN.
“Más por Él
estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención” (1 Corintios 1:30).
¿QUÉ
SIGNIFICA JESUCRITO PARA SU IGLESIA?
La iglesia
no es una organización con Jesucristo como presidente. La iglesia es un
organismo con Jesucristo como su cabeza. Estamos en Él, y Él está en nosotros.
La victoria que Él ganó en la cruz fue para nosotros. Cuando Jesús fue a la
cruz, no estaba peleando una batalla para Él mismo. Él no necesitaba vencer a
Satanás. Él peleó en representación suya. Jesús se hizo el “hijo del hombre”,
para que usted pueda llegar a ser “hijo de Dios.” Él llevó sus pecados para que
usted pudiera tomar Su inocencia. Él se hizo culpable, para que usted sea
absuelto. Él fue inundado con desesperación, para que usted pudiera ser lleno
de gozo. Él tomó su vergüenza, para que usted pudiera tomar Su gloria. Él
sufrió los dolores del infierno, para que usted conozca los goces del cielo.
Tanta gente
piensa que la salvación viene “de adentro hacia fuera”, al pedir a Cristo
entrar a sus corazones. Pero, ¿sabía que es igualmente correcto decir que usted
es salvo “de afuera hacia adentro”? Lea Colosenses 3:3: “Porque habéis muerto,
y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” Su salvación está “en
Cristo”, en la misma forma en que Noé fue salvo por estar “en el arca”. Pídale
a Dios que le ayude a comprender estas verdades hoy.
LA IGLESIA
ES UN LUGAR DE ADORACIÓN.
“No dejando
de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).
Exhortar es
confrontar y motivar. Nos necesitamos unos a otros. Debemos exhortarnos los
unos a los otros al decir: “¿No es Dios maravilloso? ¿Dónde estaríamos si no
tuviésemos al Espíritu Santo? ¿No desearía tan sólo ser más como Jesús? ¡Seamos
fieles a Cristo!” Vivimos en un clima que mantiene nuestros corazones
sensibles. Si nos apartamos de ese clima al dejar de asistir a los cultos y
oportunidades de compañerismo, nos apartamos del pueblo de Dios y nuestros
corazones se endurecerán. Cuando nos exhortamos unos a otros, estamos
compartiendo a Cristo. Existe algo que sucede en nuestros corazones cuando
compartimos con otros acerca de Jesús. Mantiene nuestros corazones compasivos.
LA IGLESIA UN
LUGAR PARA BUSCAR TESOROS ESPIRITUALES.
La Palabra
nos dice: “Donde está nuestro tesoro, allí estará nuestro corazón”.
La Biblia
nos dice:
“No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla
ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Mateo 6:19-20.
Cuidamos con
el mismo celo por nuestros tesoros espirituales.
Por lo tanto
donde está tu corazón? En las riquezas, en un trabajo, en una posición de
poder? En la familia, en tu relación con Dios?
La Biblia
nos alerta, y nos hace reflexionar, sobre los tesoros que nosotros consideramos
valiosos, permanentes y seguros, que muchas veces son perecederos, momentáneos
y pasajeros. Hay personas, que de un momento a otro, han perdido el fruto del
esfuerzo de años, ante las repentinas caídas de las bolsas mundiales. Si su
corazón estaba en esas riquezas, ven como lamentablemente todo se desmorona
como un endeble castillo de naipes.
Muy
diferente sucede, cuando nuestro tesoro está en las cosas de Dios: Valoramos
nuestro tiempo de oración y comunión con El, tenemos una actitud de
agradecimiento por lo que Dios nos da cada día, somos capaces de alimentarnos
diariamente con la preciosa Palabra de Dios, podemos congregarnos y no nos
pesa, pasamos tiempo en su presencia hallando deleite.
INVERTIR EN
EL FUTURO.
“haceos
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones
no minan ni hurtan”. - Mt. 6:20.
Jason Bohn
era estudiante universitario cuando convirtió un hoyo en un solo golpe jugando
al golf y ganó un millón de dólares. Aunque otros podrían haber despilfarrado
ese dinero, Bohn tenía un plan. Como deseaba ser profesional de ese deporte,
usó el premio como un fondo para vivir y entrenarse, y mejorar su talento
deportivo. El efectivo se convirtió en una inversión para su futuro, la cual le
dio sus dividendos cuando ganó el torneo B. C. Open de 2005 de la PGA
(Asociación de Golf Profesional). Sin duda, su decisión de invertir a largo
plazo en vez de vivir el momento fue sabia.
En un
sentido, esto es lo que Jesús nos dice que hagamos. Se nos han confiado
recursos (tiempo, talento, oportunidades) y nosotros decidimos cómo usarlos. El
desafío es considerar esos recursos como utilidades para invertir a largo
plazo. El Señor lo expresa de este modo en Mateo 6:20: «… haceos tesoros en el
cielo», y nos asegura que estos tesoros protegidos no pueden ser destruidos ni
robados.
Piensa en
tus recursos: talento, tiempo, conocimiento, capacidades, profesión, negocio,
dinero. Son temporales y limitados. Pero si los inviertes con la vista puesta
en la eternidad, estas cosas efímeras pueden producir un impacto permanente.
¿Cuál es tu objetivo? ¿El ahora o la eternidad? Invierte en el futuro, ya que
no solo tendrá un efecto interminable, sino que también cambiará tu manera de
ver la vida cada día.
Reflexión:
Las personas más ricas de la tierra son las que invierten su vida en el cielo.
LA IGLESIA
ES UN LUGAR PARA SERVIR A DIOS.
También para
los que sirven a Dios en algún ministerio o actividad. Tu corazón sigue estando
primeramente en Dios? O todo se ha vuelto una rutina que cumples por obligación
o temor?
LA IGLESIA
ES UN LUGAR DE RECONCILIACIÓN.
¡Mirad cuán
bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”
(Salmos133:1).
¿Sabe lo que
quiere Dios para usted hoy? Reconciliación. Eso es mucho más importante que
cantar en el coro, o predicar un sermón, o servir en la guardería, o aún
ofrendar. Cuando aprendemos esto, Dios traerá gran avivamiento a nuestras
iglesias. El avivamiento siempre comienza cuando la gente confiesa sus faltas,
unos a otros, oran los unos por los otros, y se perdonan mutuamente.
Avivamiento no es hacer temblar el edificio por la mucha emoción. Es, más bien,
“hacer que se derrumben los muros”. No es solamente el decir: “Voy a hacer las
paces con Dios.” Es más bien decir: “Voy a hacer las paces con mis hermanos y
hermanas.” Cuando estemos reconciliados, el avivamiento vendrá, seguido de
regocijo. Pero no cualquier clase de regocijo: habrá el gozo del Espíritu Santo
cuando usted sepa que no hay ningún estorbo entre su alma y su Salvador, y
ningún problema entre su alma y un hermano o hermana. ¡Gozo indescriptible!
Lea Mateo
5:23-26. ¿Ha tenido alguna divergencia con alguien de su familia?
¿Está usted
separado o separada de su cónyuge? ¿Están rotos los lazos de amistad con
alguien? Reconcíliese ahora mismo.
Lucas 6:35:
“Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello
nada; y será vuestro galardón grande.”
DIOS NOS
PERDONA LOS PECADOS, PERO NOSOTROS DEBEMOS HACER LO MISMO CON EL PRÓJIMO.
“Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14-15).
En un
momento, tomamos la decisión más importante de nuestras vidas, la de entregarle
nuestro corazón a Jesús, para que él sea Señor de todo nuestro ser.
Desde ese
día Jesús es tu especial tesoro, que no se aparte tu corazón.
LA IGLESIA
ES UN LUGAR DE GOZO Y DE ORACIÓN POR LAS
PRUEBAS.
“Por lo
cual, por amor a Cristo me GOZO en las DEBILIDADES, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy FUERTE” (2 Corintios 12:10).
¿Qué quiere
decir Pablo cuando afirma que “se goza” en todas esas difíciles circunstancias?
Cuando Pablo fue puesto en una solitaria celda en la prisión, él no estuvo
solo: Jesús estaba junto a él. Su DEBILIDAD se volvió su FORTALEZA. Si lo
golpeaban y lo herían, entonces él se identificaba con los sufrimientos de
Cristo, y su debilidad era su FORTALEZA. Si su cuerpo estaba lisiado y no podía
apoyarse sobre su propio brazo, entonces se apoyaba en los eternos brazos de
Dios. Pablo se gozó en sus sufrimientos.
Dios le está
esperando para hacerle fuerte. Hay poder en nuestros sufrimientos. El
SUFRIMIENTO no le va a causar daño, sino servirá para FORTALECERLE.
¿Está usted
sufriendo hoy? ¿Qué es lo que Dios tiene que decir acerca de su actitud frente
a lo que le está pasando? Pídale a Dios que le perdone si es que usted está
viendo las circunstancias en cualquier otra forma que no sea a través de Sus
ojos. Ore por Su FORTALEZA para que experimente que, cuando usted está débil,
Él es fuerte. Y cante la canción: “Cristo me ama."
NESECITAMOS
EL GOZO PARA ADORAR Y ALABAR A DIOS.
“Alabaré a
Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo”
(Salmos 7:17).
¿Sabía usted
que el gozo es una opción? Una vez un hombre le dijo a un pordiosero: “¡Buen
día, mi amigo!”, y el pordiosero le contestó: “Oh, muchas gracias, pero,
¿sabe?, ¡nunca he tenido un día malo!” Sorprendido, el hombre le dice:
“Entonces, quiera Dios darle una vida feliz, amigo.” Y la respuesta del
limosnero fue: “Agradezco a Dios que nunca soy infeliz.” El hombre se quedó sin
poder hablar. Y el pordiosero continuó: “Cuando tengo suficiente para comer,
agradezco a Dios. Cuando paso hambres, agradezco a Dios. Si es la Voluntad De Dios
para mí que soporte esto, lo que quiera que sea la voluntad de Dios para mí, me
hace feliz.” Amigo, ¡ese pordiosero escogió ser feliz!
¿Quiere
usted ser feliz? Entonces, Escoja Ser Feliz hoy, sin que importen las
circunstancias, alabando a Dios. No va a ser fácil, pero la VICTORIA le espera.
LA IGLESIA
ES UN LUGAR PARA EL ENCUENTRO DE LOS
ESCOGIDOS.
“Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
LA IGLESIA
ES UN LUGAR DE ALIMENTACIÓN ESPIRITUAL.
JESUCRISTO
SUSTENTA TODOS LOS DÍAS SU IGLESIA.
“Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y
de sus huesos” (Efesios 5:29-30).
Muchos
creyentes piensan que no tiene que ir a la iglesia. Le dicen “sí” a Jesús, pero
“no” a la iglesia. Ahora, esto sucede por muchas razones. Con todo, si usted
ama a Dios, también amará a Jesús. Y si usted ama a Jesús, amará aquello que
Jesús ama, y Jesús ama a su iglesia.
Algunos
preguntan: “¿Puedo ser un creyente sin ser miembro de la iglesia?” Permítanos
responder a eso con otras preguntas: ¿Puede una abeja ser una abeja, sin tener
una colmena? ¿Puede un marinero ser marinero sin tener un barco? ¿Puede una
persona ser padre o madre, sin tener hijos? Nos necesitamos unos a otros. Hemos
sido hechos los unos para los otros. Jesús no dijo: “Construiré ‘tu’ iglesia.”
Tampoco dijo: “Ustedes construirán ‘mi’ iglesia.” ¡No! Él muy claramente dijo:
“Construiré --o sea Él, Jesús--, construiré ‘mi’ iglesia.”
¿Es usted
miembro de una iglesia que predica la Palabra de Dios? Si todavía no es miembro
de una congregación de sana doctrina, le motivamos que ore por guía y
discernimiento: “Señor, por favor guíame, muéstrame a qué iglesia debe unirme.”
LA IGLESIA
ES UN LUGAR PARA DAR TESTIMONIO.
Como hijos
de Dios, cada día debemos anhelar ser guiados por el Espíritu Santo y no por
nuestras emociones y sentimientos, para dar testimonio de lo que Él está
haciendo en nuestras vidas.
Una mujer
pasó al frente en una iglesia para entregar su corazón a Jesucristo, y el
predicador quería saber qué había impactado su vida para Cristo. Ella le respondió:
“Usted.” Entonces él le dijo: “En ese caso, me gustaría saber qué fue lo que
dije que le trajo a Cristo.” Ella le explicó: “No fue nada de lo que usted
dijo. Fue algo que usted hizo. Yo estaba cerca cuando escuché que alguien le
criticaba injustamente. Vi la bondad con la que usted le respondió y supe que
su fe era genuina.”
¿Qué acto de
bondad indiscriminadamente puede hacer usted hoy que demostrará que su fe es
genuina?
LA IGLESIA
ES UN LUGAR PARA ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS.
Lea
Apocalipsis 3:14-18. ¿Puede usted sacar aplicaciones para su vida de esta
admonición dada a la iglesia de Laodicea?
3:14 Y
escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y
verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
3:15 Yo
conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero
por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:17 Porque
tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad;
y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
3:18 Por
tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“En Él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa” (Efesios 1:13).
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