EL PADRE
CELESTIAL ENTREGÓ TODO A SU HIJO JESUCRISTO.
JESUCRISTO
ES EL ENCARGADO DE DARNOS A CONOCER AL PADRE CELESTIAL.
“Todas las
cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre,
ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar” (Mateo 11:27).
LA
REVELACIÓN DE DIOS AL MUNDO.
EL ESPÍRITU
SANTO ES EL AGENTE PARA LA REVELACIÓN DE DIOS.
Cuando Dios
condescendió para darse a conocer a nosotros, la Biblia llama a este acto
“revelación”. El Infinito revelándose a lo finito. Ahora, ¿cuál es el agente de
esta revelación? El Espíritu Santo. Sólo el Espíritu Santo conoce la mente de
Dios y busca las cosas profundas de Dios. Usted y yo no podemos conocer a Dios,
aparte de lo que el Espíritu Santo nos revele acerca de Él.
LOS CAMINOS
Y LOS PENSAMIENTOS DE DIOS, SON MÁS ALTOS QUE LOS DEL HOMBRE.
En Isaías
55:9 leemos: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos
más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
LA MANERA DE
CONOCER A DIOS, ES QUE ÉL SE NOS REVELE POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO.
Incluso en
el plano humano, la única manera de conocernos mutuamente, es cuando en forma
personal nos “revelamos” el uno al otro. Y la única manera para el hombre de
conocer a Dios, es que Dios mismo se le revele. ¡Alabado sea Dios porque
escogió hacer eso!
¿PUEDE USTED
DECIR HOY, QUE CONOCE A DIOS?
¿QUÉ
EVIDENCIAS PODEMOS TENER DE ESE CONOCIMIENTO QUÉ USTED TIENE?
¿Cuán bien
conoce usted a Dios? ¿Cuán bien usted quiere conocerle? Una forma de saberlo es
sumando los períodos de tiempo que usted invierte para conocerlo. ¿Cómo se
compara eso con la cantidad de tiempo que usted pueda tomar tratando de conocer
a su novio o novia, o en pasatiempos, o aprendiendo cómo jugar un juego? Amigo
(a), ¿en dónde está su pasión?
“Las cosas
secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros
y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de
esta ley” (Deuteronomio 29:29).
En una
ocasión el pastor Rogers enseñó: “Hay ciertas cosas que Dios NO revelará. Y
ésas son buenas noticias. ¿Quién quiere creer en un Dios al que pueden ponerlo
en un cofre, y entenderlo completamente? Yo no. Usted puede ir con un
recipiente vacío hacia el océano, y llenar ese recipiente con agua de mar. Todo
lo que está en ese recipiente es agua del océano, pero no todo el océano está
en ese recipiente, ¿verdad? Y con nuestras mentes ―tamaño recipiente―nunca
vamos a conocer todo lo relativo a Dios. Yo no lo podré hacer. Usted no lo
podrá hacer. Nadie lo podrá hacer.”
LA
REVELACIÓN DE DIOS A SUS HIJOS.
“Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas
a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
AHORA
NOSOTROS PONEMOS TODA NUESTRA CONFIANZA EN ÉL.
“Gustad, y
ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que CONFÍA en Él” (Salmos 34:8).
DIOS NOS
CONOCIÓ ANTES.
“Porque a
los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes
a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos” -
(Romanos 8:29).
La sabiduría
de Dios es suprema. Ahora, nosotros sabemos después de los hechos. Dios conoce
antes de los hechos. La expresión “antes conoció” proviene de la palabra griega
“proginosko”. El que Dios sepa de antemano puede ser ilustrado, en forma
limitada, como el observar un desfile. Si usted mira un desfile a nivel del
suelo, verá pasar los carros alegóricos, uno por uno. Pero suponga que usted
está en el último piso de un edificio de 30 pisos, y desde ahí mira el desfile.
Entonces no sólo verá el carro alegórico que va al frente, sino que también
podrá ver el último carro y todo lo que hay en el intermedio. Usted está en un
punto de observación ventajoso. Vivimos en la historia. Vemos los eventos a
cómo van aconteciendo, uno a la vez. Por el contrario, Dios mora en la
eternidad. Él lo ve todo. Él ve el comienzo, el final y todo lo que hay entre
el principio y fin. Pero más que eso, Él tiene el conocimiento anticipado de
todas las cosas que suceden.
DIOS CONOCE
TODOS LOS ACONTECIMIENTOS. Hechos 2: 23.
2:23 a éste,
entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios,
prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
En Romanos
11:2. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció.
Y 1 Pedro 1: 19-20. Sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1:20. Ya
destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los
postreros tiempos por amor de vosotros,
EL DIOS
TODOPODEROSO NOS AMA DE UNA MANERA EXTRAORDINARIA.
DIOS NOS
CONOCE.
“Oh Jehová,
Tú me has examinado y conocido” (Salmo 139:1).
Dios ve todo
lo que usted hace. Dios conoce todo acerca de usted. Dios le ama. Es
maravilloso que el Señor sienta ese amor acerca de todos nosotros, cuando somos
más pequeños que un grano de arena comparados con el universo que Él creó. No
existe ninguna razón por la cual Dios deba interesarse en nosotros, tal y como
no existe razón por la cual el Presidente de su nación deba estar interesado en
una hormiga flotando sobre un pedazo de pastel en medio del Océano Atlántico.
Con todo, Dios está interesado... muy interesado. Así como el sol se mantiene
en el cielo y calienta la tierra madurando un racimo de bananos como si no
tuviera nada mejor que hacer, igualmente, el Dios Todopoderoso gobierna el
universo y se preocupa de usted como si usted fuese su único interés.
Permita que
esta VERDAD penetre en lo profundo de su
corazón.
CRISTO ES EL
TODO Y EN TODOS.
Efesios
3:20: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.”
El ser
hallado en Jesús, enseña Pablo, es más valioso que toda su religión, raza y
rituales. Es una relación con el Dios Todopoderoso: Jesús. El apóstol Pablo
dice: “Estoy cansado de estar tratando, voy a empezar a confiar.” Básicamente,
Pablo vivía tratando de ganarse su entrada al cielo por medio de sus obras,
antes de su encuentro con Jesucristo camino a Damasco (ver Hechos 9). El
legalismo es algo terrible. Es un amo tosco de arduas tareas bajo el cual nadie
triunfa. La libertad, no el legalismo, es lo que el Señor Jesucristo ofrece.
Libertad, no esclavitud. Relación, no religión. Nosotros no abandonamos nada
por lo que Jesús no nos ofrezca abundantemente mucho más de lo que esperamos o
nos imaginamos.
Lea
Colosenses 3:11. Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión,
bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
¿Qué significa que Cristo sea su “todo”?
DIOS CONOCE
NUESTRAS NECESIDADES.
Mateo 6:32:
“Pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis NECESIDAD de todas estas cosas.”
San Agustín
dijo una vez que fuimos creados con un vacío donde sólo calza Dios. Estamos de
acuerdo. Solamente Dios puede llenar los DESEOS más PROFUNDOS de nuestros
corazones. No existe nada que pueda SATISFACERLE, sino exclusivamente su
relación con Dios. No porque Él sea un dictador que le obliga a vivir la vida
tal como Él la impone. ¿Quién conoce mejor cómo satisfacer sus anhelos más
profundos que quien le hizo? Como su Creador, Dios puede ver cuáles serán sus
necesidades el día de mañana y las que tendrá en diez años. Por consiguiente,
¿no cree que Él está al tanto de lo que usted necesita hoy?
¿Qué necesita usted hoy? Note que no
le preguntamos qué es lo que “quiere.” ¿Sabe su Padre qué es? Entonces CONFÍE,
Él le proveerá.
DIOS NOS
PERDONA LOS PECADOS, PERO NOSOTROS DEBEMOS HACER LO MISMO CON EL PRÓJIMO.
“Porque si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14-15).
Un padre
llegó a su casa un día, y encontró a sus dos pequeños hijos en medio de una
gran pelea. Cuando la niña vio a su padre, supo que estaba en problemas. Así
que de inmediato vertió unas lágrimas de cocodrilo, se abrazó al cuello de su
papá y le dijo: “Papi, lo siento mucho. No debíamos haber estado peleando.
Perdóname. Te amo mucho.” Ella estaba en los brazos de su padre, y él pensaba:
“Ella en realidad tiene una buena actitud sobre esto.” Pero entonces, con el
rabillo de su ojo, él vio que su hija le estaba mostrando la lengua a su
pequeño hermano. El papá le dijo: “No puedes estar abrazándome y mostrándole la
lengua a tu hermano, al mismo tiempo.” ¿Tiene usted esa clase de corazón? ¿Está
usted jugando a amar a Dios, pero guarda resentimientos contra alguien? ¿Piensa
que Dios recibirá su adoración? Amigo, es tiempo de hacer lo correcto. Su
espíritu no perdonador le hará más daño a usted que a la persona a la cual
usted no quiere perdonar.
Si hay
alguien que ha pecado contra usted, perdone. Si hay alguien que tiene algo en
contra suya, vaya a esa persona y reconcíliese. Y entonces, invierta tiempo en
adoración.
DIOS ES EL
DUEÑO DE TODO.
Salmos
50:10: “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los
collados.”
SOLO DIOS
PUEDE PRODUCIR TODA LA LIMPIEZA ESPIRITUAL QUE NECESITAMOS.
UN NUEVO
NACIMIENTO NECESITAMOS Y DIOS LO HACE.
Salmos 51:7:
“Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Escuché de
un misionero cuya esposa era muy fastidiosa. Se mudaron a una pequeña choza y
ella pronto notó que el piso estaba sucio. Lo primero que la esposa quería
hacer era limpiar el piso. Lo restregó una y otra vez en vano, pronto se dio
cuenta que ese piso no se podía limpiar. Finalmente alguien le dijo cuál era el
problema: ¡Era un piso de tierra! Entre más restregaba el piso, más tierra
soltaba. Nunca podremos quitarnos nuestra naturaleza pecadora por más que
restreguemos, ya que, al tratar de hacerlo sólo revelamos lo que yace adentro.
Detestamos
decírselo, mas estamos totalmente podridos por dentro. Jesús dijo: “De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios” (Juan 3:3).
¿Qué tan
sucio está usted hoy? ¿Qué tan limpio debe estar antes de poder hablarle al
Padre Celestial? Límpiese con la sangre de Jesús y comuníquese libremente con
su Padre que le ama.
JESUCRISTO
SUSTENTA TODOS LOS DÍAS A SU IGLESIA.
“Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y
de sus huesos” (Efesios 5:29-30).
Muchos
creyentes piensan que no tiene que ir a la iglesia. Le dicen “sí” a Jesús, pero
“no” a la iglesia. Ahora, esto sucede por muchas razones. Con todo, si usted
ama a Dios, también amará a Jesús. Y si usted ama a Jesús, amará aquello que
Jesús ama, y Jesús ama a su iglesia.
Algunos
preguntan: “¿Puedo ser un creyente sin ser miembro de la iglesia?” Permítanos
responder a eso con otras preguntas: ¿Puede una abeja ser una abeja, sin tener
una colmena? ¿Puede un marinero ser marinero sin tener un barco? ¿Puede una
persona ser padre o madre, sin tener hijos? Nos necesitamos unos a otros. Hemos
sido hechos los unos para los otros. Jesús no dijo: “Construiré ‘tu’ iglesia.”
Tampoco dijo: “Ustedes construirán ‘mi’ iglesia.” ¡No! Él muy claramente dijo:
“Construiré --o sea Él, Jesús--, construiré ‘mi’ iglesia.”
¿Es usted
miembro de una iglesia que predica la Palabra de Dios? Si todavía no es miembro
de una congregación de sana doctrina, le motivamos que ore por guía y
discernimiento: “Señor, por favor guíame, muéstrame a qué iglesia debe unirme.”
ME GOZARÉ EN
JEHOVÁ, MI DIOS, ÉL ME VISTIÓ CON VESTIDURAS DE SALVACIÓN.
“En gran
manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió
con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me
atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).
VESTIDOS DE
LA JUSTICIA DE DIOS.
Algunos que están
leyendo esta meditación, se van a quedar boquiabiertos, cuando tengan que
comparecer ante el Rey del cielo. Y aunque son miembros de alguna iglesia, no
son salvos, ellos se visten con los trapos de su auto-justificación, en vez de
ponerse las vestiduras nupciales de Su justicia.
En 1834, el
compositor Edgard Mote, escribió, en uno de sus himnos: “Oh, que entonces en Él
pueda yo ser encontrado, vestido sólo con Su justicia, y sin mancha estar
delante de Su trono.” Será muy trágico, por cierto, para aquellos que actúan en
cada forma religiosa posible, el que piensen que pueden venir a la boda del
Cordero, sin Su justicia. No tratamos de que usted dude de su salvación, pero
queremos preguntarle: ¿Es usted salvo? ¿Cómo lo sabe?
JESUCRISTO
ES MI SALVADOR Y SEÑOR.
Si usted
está confiando, para su salvación, en cualquier otra cosa que no sea la sangre
de Jesucristo, entonces, necesita arrepentirse y creer en el Señor Jesucristo.
Ya es tiempo de que le corone como Señor de su vida.
NUESTRO
MEJOR TESTIMONIO DE LA FE Y DEL AMOR DE CRISTO EN NOSOTROS, ES CON EL AMOR Y
CON EL PERDÓN.
Lucas 6:35:
“Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello
nada; y será vuestro galardón grande.”
He visto
calcomanías de parachoques que nos invitan a “mostrar actos de bondad indiscriminadamente”.
Creo que es algo bueno. Más, ¿qué es bondad? Es amor en las pequeñas cosas.
Una mujer
pasó al frente en una iglesia para entregar su corazón a Jesucristo, y el
predicador quería saber qué había impactado su vida para Cristo. Ella le
respondió: “Usted.” Entonces él le dijo: “En ese caso, me gustaría saber qué
fue lo que dije que le trajo a Cristo.” Ella le explicó: “No fue nada de lo que
usted dijo. Fue algo que usted hizo. Yo estaba cerca cuando escuché que alguien
le criticaba injustamente. Vi la bondad con la que usted le respondió y supe
que su fe era genuina.”
¿Qué acto de
bondad indiscriminadamente puede hacer usted hoy que demostrará que su fe es
genuina?
RECUERDEN
QUE DIOS ES AMOR Y EL AMOR ES EL VÍNCULO PERFECTO Y EL AMOR CUBRE MULTITUD DE
PECADOS.
“Y ante
todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados” (1 Pedro 4:8).
¿Por qué es
importante el amor? Primero, porque el amor es la más grande virtud. Primera
Corintios 13:3 dice que el amor está por encima de la fe y la esperanza.
Segundo, porque el amor es el más grande mandamiento. Jesús dijo: “Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”
(Mateo 22:37). Tercero, porque el amor es el más grande testimonio. ¿Qué es lo
que realmente va a hacer que su comunidad despierte y crea que su iglesia es,
en verdad, la iglesia del Señor Jesucristo? ¿El tamaño del edificio? ¿Lo bien
mantenidos que están los jardines y el césped? ¿El gran aviso en la calle? ¡No!
Será la manera en que ama a Dios y demuestra amor por los demás. Nada puede
motivar a un pecador perdido, como el sentir el verdadero amor de Jesucristo.
Haga un
compromiso con Dios ahora mismo: que usted le amará a Él con todo su corazón,
con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y que amará a su
prójimo como a usted mismo. Cualquier cosa menos que eso, es pecado. Pídale su
fortaleza para realizarlo.
DIOS NOS
PROMETE LIBERACIÓN, ESPERANZA, PODER, FORTALEZA, SABIDURÍA Y GUÍA POR MEDIO DE
SU ESPÍRITU SANTO.
“Busqué a
Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4).
El tiempo
que más fortalecerá y enriquecerá su vida, será el tiempo cuando usted, con las
manos vacías y armado sólo con el Espíritu Santo de Dios, va a enfrentar al
rojo león del infierno, y va a prevalecer. Como Sansón, quien mató un león
únicamente con sus manos, y luego comió la miel que había en su esqueleto (vea
Jueces 14:6-9). Cualquier cosa que esté acosando y amenazando su vida ahora
mismo, usted debe aferrarse a la Palabra de Dios, que promete liberación y esperanza,
poder y fortaleza, sabiduría y guía. Mire más allá de la evidencia física, a
las promesas espirituales de Dios. Los problemas son oportunidades para que el
poder de Dios se manifieste en su vida.
Dios le dijo
a Zorobabel en Zacarías 4:6: “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es
palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino
con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
LA PALABRA
DE DIOS DICE: SOMOS NUEVAS CRIATURAS EN CRISTO.
“De modo que
si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Durante el
otoño, el pastor Rogers y su esposa disfrutaban mirar la caída de las hojas,
puesto que tenían varios árboles en el patio trasero de su casa, pero hay
algunos árboles que mantienen sus hojas hasta la primavera. Sus hojas se secan
y se tornan cafés, pero no se desprenden de las ramas. Y en la primavera, estos
árboles pierden esas hojas, cuando las nuevas hojas reclaman su lugar. Eso es
exactamente lo que sucede con nuestros viejos hábitos y vida, cuando
encontramos al Señor Jesús. La nueva vida empuja hacia fuera a la vida antigua.
No es un asunto de ir arrancando hojas. La vida cristiana no se forja de esa
manera. Nuestra vida nueva reemplaza nuestra vida vieja, cuando nacemos de
nuevo.
SIN EL
ESPÍRITU SANTO, NO ES POSIBLE UNA VIDA PLENA EN CRISTO.
¿Sabe usted
que es imposible vivir la vida cristiana? Quiero decir, es imposible vivir la
vida cristiana apartados del Espíritu Santo. Pídale a Dios que le muestre dónde
usted está tratando de vivir la vida cristiana en su propia fortaleza. Ruegue
Su perdón, y rinda su voluntad a Él, hoy.
NUESTROS
CUERPOS EN SACRIFICIO VIVO Y ADEMÁS SOMOS EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO.
“Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional” - (Romanos 12:1).
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué
es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer
“nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los
altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara
del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí:
disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban
incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros
hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de
alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque
somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
UNA NUEVA
VIDA EN DISCIPLINA Y DEVOCIÓN.
¿Está usted
practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo
para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como
sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100%
disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
ESTAMOS
BENDECIDOS POR DIOS CON TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL Y NO DEBEMOS TENER MÁS TEMOR.
“Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3).
¿Sabía que
el temor puede hacer que usted olvide cosas? No hablamos de olvidar un número
telefónico o el nombre de una persona, aunque eso puede suceder también. Más
bien nos referimos al temor que causa que usted se olvide de las bendiciones,
del ungimiento, del poder de Dios, y de todas las posesiones que usted tiene
porque ya es salvo. Le sucedió a Timoteo, quien fue poderosamente dotado por
Dios para el ministerio que Él mismo le había dado, y sin embargo, en medio del
temor, se olvidó de esto, y Pablo tuvo que recordárselo (vea 2 Timoteo 1:6).
Timoteo había apartado sus ojos de Dios, y se enfocó en el temor tanto, que no
podía ver nada más.
Permítanos
decirle algo: usted ha sido tremendamente bendecido. Pero si usted tiene su
mente turbada por el temor, entonces no podrá ver sus bendiciones en Cristo. El
temor expulsará cada rayo de luz de su alma, diluirá el azul de su cielo, y
sacará el gozo de su vida.
Es tiempo de
despertar y contar sus bendiciones. Pablo nos dice que los creyentes son
bendecidos con toda bendición espiritual. Amigo (a), es tiempo de reclamar lo
que ya tiene en Cristo. Invierta unos minutos repasando el alfabeto y
agradeciendo a Dios por algo que comience con cada letra. Por ejemplo: el Amor
de Dios; la Belleza del Creador; el Consuelo del Espíritu Santo; la Dádiva de
su gracia, etc.
LA PALABRA
DE DIOS NOS DA: CONOCIMIENTO, DISCERNIMIENTO Y SABIDURÍA POR MEDIO DEL ESPÍRITU
SANTO.
“Abre mis
ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmos 119:18).
¿Alguna vez
ha pensado que lo único que tiene que hacer es ir a la Biblia para sacar alguna
verdad para su vida?
Bueno, usted
no puede hacer eso. Es decir, su mente nunca comprenderá las cosas de Dios, a
menos que el Espíritu Santo le ilumine. Si usted quiere comprender la Palabra
de Dios, debe poner su intelecto en el polvo, y con brazos abiertos y un
corazón con fe, acercarse a la Palabra de Dios buscando sabiduría,
discernimiento y conocimiento. Entonces Él le enseñará. Se necesitó un milagro
sobrenatural para escribir la Palabra de Dios. Se requiere de un milagro
sobrenatural para que usted la entienda. Cuando Dios comience a escribir su
Palabra en su corazón, usted empezará a vivir una vida sobrenatural.
Ore el Salmo
119:18 a Dios hoy. “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.” Con
expectativa y un corazón abierto, espere respuesta, teniendo su Biblia frente a
usted. Luego, comparta con alguien más lo que Él le enseñe.
EL ESPÍRITU
SANTO ES NUESTRO DIOS CONSOLADOR.
Nuestro
Consolador.
Os conviene
que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero
si me voy, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de
justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por
cuanto voy al Padre y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de
este mundo ha sido ya juzgado. Juan 16:7-11.
Nuestro
Consolador, es el Espíritu Santo, a quien el Padre envió para que nos recuerde
y enseñe todas las cosas que Jesús hizo y las que están escritas en su Palabra.
Él es quien nos guía a toda verdad, Él es nuestro maestro.
Como hijos
de Dios, cada día debemos anhelar ser guiados por el Espíritu Santo y no por
nuestras emociones y sentimientos, para dar testimonio de lo que Él está
haciendo en nuestras vidas.
Tengamos
siempre presente que el Espíritu Santo nos ayuda cuando somos débiles e
intercede por nosotros con gemidos indecibles, conforme a la voluntad de Dios.
(Romanos 8:26-27).
Él está
listo para darnos aliento, coraje, fuerza, sabiduría y gracia en todo momento.
Él puede proveer al corazón humano la paz y el consuelo que nadie más puede
hacerlo.
El Espíritu
Santo llegará a ser tu amigo más íntimo, tu consejero, tu guía, tu consolador,
el compañero de toda tu vida cuando tú se lo permitas.
Autora.
Brisna Bustamante S.
Sub
Coordinadora Call Center.
“La lámpara
del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno
de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas”
(Lucas 11:34).
EL TRABAJO
ESPECÍFICO DEL ESPÍRITU SANTO.
El capítulo
14 de Josué nos cuenta algo muy interesante sobre un hombre llamado Caleb. Tres
veces el Espíritu Santo dice que Caled “cumplidamente siguió a Jehová Dios”
(vs.8, 9, 14). Cada onza de Caleb estaba dedicada al Señor. Esta es la clase de
corazón que deberíamos tener si es que nos identificamos como creyentes. El
diablo va a intimidar a un hombre de corazón débil. Y sólo hay una forma de
pararse contra el diablo: entregándose totalmente a Jesucristo. Por cierto,
Dios no acepta “devoción a medias”. Sería mucho mejor para usted decir que Dios
no existe, que decir que Dios no significa mucho para usted, o que Él no hace
ninguna diferencia en su vida, o que no le provoca amarlo.
Lea
Apocalipsis 3:14-18. ¿Puede usted sacar aplicaciones para su vida de esta
admonición dada a la iglesia de Laodicea?
3:14 Y
escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y
verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
3:15 Yo
conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero
por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:17 Porque
tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad;
y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
3:18 Por
tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas
rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de
tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“En Él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa” (Efesios 1:13).
¿Qué
significa que usted está “sellado con el Espíritu Santo”?
1. Primero, el sello es una marca de
autenticidad. Si el Espíritu Santo no está en usted, entonces usted es falso.
Primera Juan 3:24 dice: “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y
Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que
nos ha dado.”
2. Segundo,
el sello es una marca de propiedad (como la marca en una res). Usted le
pertenece. Romanos 8:9 dice: “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es
de Él.”
3. Tercero,
el sello es una marca de seguridad. En Ester 8:8 leemos acerca de este tipo de
sello “que no puede ser revocado por ningún hombre”. La razón por la cual
permanecemos salvos, no perdemos nuestra salvación, es porque Dios nos ha
sellado.
Alabe a Dios
porque le ha salvado, le ha sellado y le ha asegurado por toda la eternidad.
Regocíjese cantando el himno: “¡Aleluya, qué Salvador!”, de Philip Bliss.
“Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional” - (Romanos 12:1).
SOMOS UNA
OFRENDA VIVA A DIOS.
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué
es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer
“nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los
altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara
del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí:
disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban
incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros
hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de
alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque
somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
¿Está usted
practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo
para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como
sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100%
disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
“Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” -
(Filipenses 3:13-14).
Hay dos días
que pueden robar el gozo y la realización de hoy. Uno es el mañana, y el otro
es el ayer. Ambos son días en los cuales el creyente debe negarse a vivir.
Muchos de nosotros nunca hemos aprendido cómo separarnos del ayer. Todavía lo
arrastramos con nosotros, y está robando nuestro gozo. Pablo pudo haber vivido
así, en el plano de la culpa, pero él rehusó hacerlo. Tal vez usted, como Pablo
y muchos otros, ha cometido algunos horribles pecados. Pero, mi amigo, aquello
que Dios lo llama limpio, ningún hombre puede llamarlo sucio. Si usted ha
confesado su pecado y se lo ha entregado a Dios, ese pecado está enterrado
profundamente. No deje que contamine su día. ¡Aprenda a vivir en el presente!
EL ESPÍRITU
SANTO CONVENCE DE PECADO, NO CONDENA.
Si usted
está experimentando culpabilidad por un pecado no confesado, entonces
confiéselo y arrepiéntase. Si usted experimenta culpa por un pecado confesado,
rechace esa culpa. El Espíritu Santo convence, no condena. Romanos 8:1: “Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
“Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el
Espíritu del Señor” - (2 Corintios 3:18).
Somos
cambiados “de gloria en gloria” por el PODER del Espíritu Santo. Eso no
significa que esto sucede “de la noche a la mañana”, sino UN PASO A LA VEZ. Hoy
usted debería tener un poquito más de gloria que ayer. Hoy usted debería ser un
poquito más como Jesús, que lo que fue ayer. Y mañana, usted deberá ser aún más
como Jesús. ¿Está usted llegando a ser como Jesús? No, si es que no está en su
Palabra. ¿No cree que ya sea tiempo de que esta generación considere seriamente
la Palabra de Dios?
Ponga aparte
un tiempo y un lugar para estar a solas con Jesús, hoy, y ore y medite el Salmo
119:18: “ABRE mis ojos, y MIRARÉ las maravillas de tu ley.”
“Pero cuando
venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí” - (Juan 15:26).
El Espíritu
Santo tiene un deber: testificar del Señor Jesucristo. Eso es todo lo que tiene
en mente. Él no está interesado en hacer diez cosas por Dios, sino sólo una.
Hay muchos que se concentran en el Espíritu Santo, enfocándose en lo que Él
hace por medio de milagros, sanidades, lenguas y otras cosas más. Amigo,
cuídese de aquellos que hacen del Espíritu Santo la figura central de su
fe. El distintivo de un hombre o mujer
llenos del Espíritu Santo es que siempre estarán hablando acerca de Jesucristo.
No pueden hacer nada más. No pueden hacer nada menos.
Haga esta
promesa delante de Dios: “Entrego todo lo que soy y tengo (esto quiere decir:
talentos, negocios, educación, tiempo, recursos, hogar) por la causa de Cristo.
Tan sólo una cosa hago ―viva o muera― Jesús será glorificado en mi vida hoy y
cada día de mi existencia.”
EL SOBERANO
DIOS ES JEHOVÁ BENDITO POR LOS SIGLOS.
“Porque yo
sé que Jehová es grande; y el Señor nuestro mayor que todos los dioses. Todo lo
que Jehová quiere, lo hace. En los cielos y en la tierra, en todos los mares y
en todos los abismos” (Sal. 135:5-6).
Dios es
soberano en la vida del creyente ¡Que gloriosa bendición! “Con todo, yo siempre
estuve contigo; me tomaste de la mano derecha; me has guiado según tu consejo,
y después me recibirás en gloria ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y
fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; más la
roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre” (Sal. 73:23-26).
Controla nuestra vida y conduce todo para
nuestro bien (Ro. 8:28).
Las dificultades más grandes y las pruebas más
profundas están bajo Su soberanía. No nos salvó para el sufrimiento, de modo
que cuando éste se produce es con el propósito de fortalecer nuestra fe. Nos
conduce por sendas estrechas para que aprendamos a depender de Él. La razón de
no entender el porqué de las cosas obedece a nuestra limitación: “Porque mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos” (Is. 56:8-9).
La soberanía
produce cambios en la oración. Debemos orar sabiendo que nuestras peticiones,
por grandes que sean, son nada para Él y que nada es imposible a Su soberanía
(Lc. 1:37). Debo llevarle mis cargas y entender que cuanto pueda estar pasando
no escapa del conocimiento de mi Dios y se produce dentro de Su soberanía.
La mejor oración en medio del conflicto son
las palabras del Señor: “Si, Padre, porque así te agradó” (Mt. 11:26). Descansa
ahora, alma mía, en Su soberanía y sigue el camino con los ojos puestos en Él.
Autor Pastor Samuel Pérez Millos.
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