jueves, 26 de julio de 2018

JESUCRISTO ES EL ENCARGADO DE DARNOS A CONOCER AL PADRE CELESTIAL. CONOCER DEL PADRE CELESTIA, DE JESUCRISTO EL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.


EL PADRE CELESTIAL ENTREGÓ TODO A SU HIJO JESUCRISTO.
JESUCRISTO ES EL ENCARGADO DE DARNOS A CONOCER AL PADRE CELESTIAL.
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Mateo 11:27).
LA REVELACIÓN DE DIOS AL MUNDO.
EL ESPÍRITU SANTO ES EL AGENTE PARA LA REVELACIÓN DE DIOS.
Cuando Dios condescendió para darse a conocer a nosotros, la Biblia llama a este acto “revelación”. El Infinito revelándose a lo finito. Ahora, ¿cuál es el agente de esta revelación? El Espíritu Santo. Sólo el Espíritu Santo conoce la mente de Dios y busca las cosas profundas de Dios. Usted y yo no podemos conocer a Dios, aparte de lo que el Espíritu Santo nos revele acerca de Él.
LOS CAMINOS Y LOS PENSAMIENTOS DE DIOS, SON MÁS ALTOS QUE LOS DEL HOMBRE.
En Isaías 55:9 leemos: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
LA MANERA DE CONOCER A DIOS, ES QUE ÉL SE NOS REVELE POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO.
Incluso en el plano humano, la única manera de conocernos mutuamente, es cuando en forma personal nos “revelamos” el uno al otro. Y la única manera para el hombre de conocer a Dios, es que Dios mismo se le revele. ¡Alabado sea Dios porque escogió hacer eso!
¿PUEDE USTED DECIR HOY, QUE CONOCE A DIOS?
¿QUÉ EVIDENCIAS PODEMOS TENER DE ESE CONOCIMIENTO QUÉ USTED TIENE?
¿Cuán bien conoce usted a Dios? ¿Cuán bien usted quiere conocerle? Una forma de saberlo es sumando los períodos de tiempo que usted invierte para conocerlo. ¿Cómo se compara eso con la cantidad de tiempo que usted pueda tomar tratando de conocer a su novio o novia, o en pasatiempos, o aprendiendo cómo jugar un juego? Amigo (a), ¿en dónde está su pasión?
“Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29).
En una ocasión el pastor Rogers enseñó: “Hay ciertas cosas que Dios NO revelará. Y ésas son buenas noticias. ¿Quién quiere creer en un Dios al que pueden ponerlo en un cofre, y entenderlo completamente? Yo no. Usted puede ir con un recipiente vacío hacia el océano, y llenar ese recipiente con agua de mar. Todo lo que está en ese recipiente es agua del océano, pero no todo el océano está en ese recipiente, ¿verdad? Y con nuestras mentes ―tamaño recipiente―nunca vamos a conocer todo lo relativo a Dios. Yo no lo podré hacer. Usted no lo podrá hacer. Nadie lo podrá hacer.”
LA REVELACIÓN DE DIOS A SUS HIJOS.
“Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
AHORA NOSOTROS PONEMOS TODA NUESTRA CONFIANZA EN ÉL.
“Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que CONFÍA en Él” (Salmos 34:8).
DIOS NOS CONOCIÓ ANTES.
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos” - (Romanos 8:29).
La sabiduría de Dios es suprema. Ahora, nosotros sabemos después de los hechos. Dios conoce antes de los hechos. La expresión “antes conoció” proviene de la palabra griega “proginosko”. El que Dios sepa de antemano puede ser ilustrado, en forma limitada, como el observar un desfile. Si usted mira un desfile a nivel del suelo, verá pasar los carros alegóricos, uno por uno. Pero suponga que usted está en el último piso de un edificio de 30 pisos, y desde ahí mira el desfile. Entonces no sólo verá el carro alegórico que va al frente, sino que también podrá ver el último carro y todo lo que hay en el intermedio. Usted está en un punto de observación ventajoso. Vivimos en la historia. Vemos los eventos a cómo van aconteciendo, uno a la vez. Por el contrario, Dios mora en la eternidad. Él lo ve todo. Él ve el comienzo, el final y todo lo que hay entre el principio y fin. Pero más que eso, Él tiene el conocimiento anticipado de todas las cosas que suceden.
DIOS CONOCE TODOS LOS ACONTECIMIENTOS. Hechos 2: 23.
2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
En Romanos 11:2. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció.
 Y 1 Pedro 1: 19-20. Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1:20. Ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
EL DIOS TODOPODEROSO NOS AMA DE UNA MANERA EXTRAORDINARIA.
DIOS NOS CONOCE.
“Oh Jehová, Tú me has examinado y conocido” (Salmo 139:1).
Dios ve todo lo que usted hace. Dios conoce todo acerca de usted. Dios le ama. Es maravilloso que el Señor sienta ese amor acerca de todos nosotros, cuando somos más pequeños que un grano de arena comparados con el universo que Él creó. No existe ninguna razón por la cual Dios deba interesarse en nosotros, tal y como no existe razón por la cual el Presidente de su nación deba estar interesado en una hormiga flotando sobre un pedazo de pastel en medio del Océano Atlántico. Con todo, Dios está interesado... muy interesado. Así como el sol se mantiene en el cielo y calienta la tierra madurando un racimo de bananos como si no tuviera nada mejor que hacer, igualmente, el Dios Todopoderoso gobierna el universo y se preocupa de usted como si usted fuese su único interés.
Permita que esta VERDAD penetre en  lo profundo de su corazón.
CRISTO ES EL TODO Y EN TODOS.
Efesios 3:20: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.”
El ser hallado en Jesús, enseña Pablo, es más valioso que toda su religión, raza y rituales. Es una relación con el Dios Todopoderoso: Jesús. El apóstol Pablo dice: “Estoy cansado de estar tratando, voy a empezar a confiar.” Básicamente, Pablo vivía tratando de ganarse su entrada al cielo por medio de sus obras, antes de su encuentro con Jesucristo camino a Damasco (ver Hechos 9). El legalismo es algo terrible. Es un amo tosco de arduas tareas bajo el cual nadie triunfa. La libertad, no el legalismo, es lo que el Señor Jesucristo ofrece. Libertad, no esclavitud. Relación, no religión. Nosotros no abandonamos nada por lo que Jesús no nos ofrezca abundantemente mucho más de lo que esperamos o nos imaginamos.
Lea Colosenses 3:11. Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. ¿Qué significa que Cristo sea su “todo”?
DIOS CONOCE NUESTRAS NECESIDADES.
Mateo 6:32: “Pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis NECESIDAD de todas estas cosas.”
San Agustín dijo una vez que fuimos creados con un vacío donde sólo calza Dios. Estamos de acuerdo. Solamente Dios puede llenar los DESEOS más PROFUNDOS de nuestros corazones. No existe nada que pueda SATISFACERLE, sino exclusivamente su relación con Dios. No porque Él sea un dictador que le obliga a vivir la vida tal como Él la impone. ¿Quién conoce mejor cómo satisfacer sus anhelos más profundos que quien le hizo? Como su Creador, Dios puede ver cuáles serán sus necesidades el día de mañana y las que tendrá en diez años. Por consiguiente, ¿no cree que Él está al tanto de lo que usted necesita hoy?
 ¿Qué necesita usted hoy? Note que no le preguntamos qué es lo que “quiere.” ¿Sabe su Padre qué es? Entonces CONFÍE, Él le proveerá.
DIOS NOS PERDONA LOS PECADOS, PERO NOSOTROS DEBEMOS HACER LO MISMO CON EL PRÓJIMO.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6:14-15).
Un padre llegó a su casa un día, y encontró a sus dos pequeños hijos en medio de una gran pelea. Cuando la niña vio a su padre, supo que estaba en problemas. Así que de inmediato vertió unas lágrimas de cocodrilo, se abrazó al cuello de su papá y le dijo: “Papi, lo siento mucho. No debíamos haber estado peleando. Perdóname. Te amo mucho.” Ella estaba en los brazos de su padre, y él pensaba: “Ella en realidad tiene una buena actitud sobre esto.” Pero entonces, con el rabillo de su ojo, él vio que su hija le estaba mostrando la lengua a su pequeño hermano. El papá le dijo: “No puedes estar abrazándome y mostrándole la lengua a tu hermano, al mismo tiempo.” ¿Tiene usted esa clase de corazón? ¿Está usted jugando a amar a Dios, pero guarda resentimientos contra alguien? ¿Piensa que Dios recibirá su adoración? Amigo, es tiempo de hacer lo correcto. Su espíritu no perdonador le hará más daño a usted que a la persona a la cual usted no quiere perdonar.
Si hay alguien que ha pecado contra usted, perdone. Si hay alguien que tiene algo en contra suya, vaya a esa persona y reconcíliese. Y entonces, invierta tiempo en adoración.
DIOS ES EL DUEÑO DE TODO.
Salmos 50:10: “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.”
SOLO DIOS PUEDE PRODUCIR TODA LA LIMPIEZA ESPIRITUAL QUE NECESITAMOS.
UN NUEVO NACIMIENTO NECESITAMOS Y DIOS LO HACE.
Salmos 51:7: “Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.”
Escuché de un misionero cuya esposa era muy fastidiosa. Se mudaron a una pequeña choza y ella pronto notó que el piso estaba sucio. Lo primero que la esposa quería hacer era limpiar el piso. Lo restregó una y otra vez en vano, pronto se dio cuenta que ese piso no se podía limpiar. Finalmente alguien le dijo cuál era el problema: ¡Era un piso de tierra! Entre más restregaba el piso, más tierra soltaba. Nunca podremos quitarnos nuestra naturaleza pecadora por más que restreguemos, ya que, al tratar de hacerlo sólo revelamos lo que yace adentro.
Detestamos decírselo, mas estamos totalmente podridos por dentro. Jesús dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
¿Qué tan sucio está usted hoy? ¿Qué tan limpio debe estar antes de poder hablarle al Padre Celestial? Límpiese con la sangre de Jesús y comuníquese libremente con su Padre que le ama.
JESUCRISTO SUSTENTA TODOS LOS DÍAS A SU IGLESIA.
“Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” (Efesios 5:29-30).
Muchos creyentes piensan que no tiene que ir a la iglesia. Le dicen “sí” a Jesús, pero “no” a la iglesia. Ahora, esto sucede por muchas razones. Con todo, si usted ama a Dios, también amará a Jesús. Y si usted ama a Jesús, amará aquello que Jesús ama, y Jesús ama a su iglesia.
Algunos preguntan: “¿Puedo ser un creyente sin ser miembro de la iglesia?” Permítanos responder a eso con otras preguntas: ¿Puede una abeja ser una abeja, sin tener una colmena? ¿Puede un marinero ser marinero sin tener un barco? ¿Puede una persona ser padre o madre, sin tener hijos? Nos necesitamos unos a otros. Hemos sido hechos los unos para los otros. Jesús no dijo: “Construiré ‘tu’ iglesia.” Tampoco dijo: “Ustedes construirán ‘mi’ iglesia.” ¡No! Él muy claramente dijo: “Construiré --o sea Él, Jesús--, construiré ‘mi’ iglesia.”
¿Es usted miembro de una iglesia que predica la Palabra de Dios? Si todavía no es miembro de una congregación de sana doctrina, le motivamos que ore por guía y discernimiento: “Señor, por favor guíame, muéstrame a qué iglesia debe unirme.”
ME GOZARÉ EN JEHOVÁ, MI DIOS, ÉL ME VISTIÓ CON VESTIDURAS DE SALVACIÓN.
“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas” (Isaías 61:10).
VESTIDOS DE LA JUSTICIA DE DIOS.
Algunos que están leyendo esta meditación, se van a quedar boquiabiertos, cuando tengan que comparecer ante el Rey del cielo. Y aunque son miembros de alguna iglesia, no son salvos, ellos se visten con los trapos de su auto-justificación, en vez de ponerse las vestiduras nupciales de Su justicia.
En 1834, el compositor Edgard Mote, escribió, en uno de sus himnos: “Oh, que entonces en Él pueda yo ser encontrado, vestido sólo con Su justicia, y sin mancha estar delante de Su trono.” Será muy trágico, por cierto, para aquellos que actúan en cada forma religiosa posible, el que piensen que pueden venir a la boda del Cordero, sin Su justicia. No tratamos de que usted dude de su salvación, pero queremos preguntarle: ¿Es usted salvo? ¿Cómo lo sabe?
JESUCRISTO ES MI SALVADOR Y SEÑOR.
Si usted está confiando, para su salvación, en cualquier otra cosa que no sea la sangre de Jesucristo, entonces, necesita arrepentirse y creer en el Señor Jesucristo. Ya es tiempo de que le corone como Señor de su vida.
NUESTRO MEJOR TESTIMONIO DE LA FE Y DEL AMOR DE CRISTO EN NOSOTROS, ES CON EL AMOR Y CON EL PERDÓN.
Lucas 6:35: “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande.”
He visto calcomanías de parachoques que nos invitan a “mostrar actos de bondad indiscriminadamente”. Creo que es algo bueno. Más, ¿qué es bondad? Es amor en las pequeñas cosas.
Una mujer pasó al frente en una iglesia para entregar su corazón a Jesucristo, y el predicador quería saber qué había impactado su vida para Cristo. Ella le respondió: “Usted.” Entonces él le dijo: “En ese caso, me gustaría saber qué fue lo que dije que le trajo a Cristo.” Ella le explicó: “No fue nada de lo que usted dijo. Fue algo que usted hizo. Yo estaba cerca cuando escuché que alguien le criticaba injustamente. Vi la bondad con la que usted le respondió y supe que su fe era genuina.”
¿Qué acto de bondad indiscriminadamente puede hacer usted hoy que demostrará que su fe es genuina?
RECUERDEN QUE DIOS ES AMOR Y EL AMOR ES EL VÍNCULO PERFECTO Y EL AMOR CUBRE MULTITUD DE PECADOS.
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8).
¿Por qué es importante el amor? Primero, porque el amor es la más grande virtud. Primera Corintios 13:3 dice que el amor está por encima de la fe y la esperanza. Segundo, porque el amor es el más grande mandamiento. Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Tercero, porque el amor es el más grande testimonio. ¿Qué es lo que realmente va a hacer que su comunidad despierte y crea que su iglesia es, en verdad, la iglesia del Señor Jesucristo? ¿El tamaño del edificio? ¿Lo bien mantenidos que están los jardines y el césped? ¿El gran aviso en la calle? ¡No! Será la manera en que ama a Dios y demuestra amor por los demás. Nada puede motivar a un pecador perdido, como el sentir el verdadero amor de Jesucristo.
Haga un compromiso con Dios ahora mismo: que usted le amará a Él con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y que amará a su prójimo como a usted mismo. Cualquier cosa menos que eso, es pecado. Pídale su fortaleza para realizarlo.
DIOS NOS PROMETE LIBERACIÓN, ESPERANZA, PODER, FORTALEZA, SABIDURÍA Y GUÍA POR MEDIO DE SU ESPÍRITU SANTO.
“Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores” (Salmos 34:4).
El tiempo que más fortalecerá y enriquecerá su vida, será el tiempo cuando usted, con las manos vacías y armado sólo con el Espíritu Santo de Dios, va a enfrentar al rojo león del infierno, y va a prevalecer. Como Sansón, quien mató un león únicamente con sus manos, y luego comió la miel que había en su esqueleto (vea Jueces 14:6-9). Cualquier cosa que esté acosando y amenazando su vida ahora mismo, usted debe aferrarse a la Palabra de Dios, que promete liberación y esperanza, poder y fortaleza, sabiduría y guía. Mire más allá de la evidencia física, a las promesas espirituales de Dios. Los problemas son oportunidades para que el poder de Dios se manifieste en su vida.
Dios le dijo a Zorobabel en Zacarías 4:6: “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
LA PALABRA DE DIOS DICE: SOMOS NUEVAS CRIATURAS EN CRISTO.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
Durante el otoño, el pastor Rogers y su esposa disfrutaban mirar la caída de las hojas, puesto que tenían varios árboles en el patio trasero de su casa, pero hay algunos árboles que mantienen sus hojas hasta la primavera. Sus hojas se secan y se tornan cafés, pero no se desprenden de las ramas. Y en la primavera, estos árboles pierden esas hojas, cuando las nuevas hojas reclaman su lugar. Eso es exactamente lo que sucede con nuestros viejos hábitos y vida, cuando encontramos al Señor Jesús. La nueva vida empuja hacia fuera a la vida antigua. No es un asunto de ir arrancando hojas. La vida cristiana no se forja de esa manera. Nuestra vida nueva reemplaza nuestra vida vieja, cuando nacemos de nuevo.
SIN EL ESPÍRITU SANTO, NO ES POSIBLE UNA VIDA PLENA EN CRISTO.
¿Sabe usted que es imposible vivir la vida cristiana? Quiero decir, es imposible vivir la vida cristiana apartados del Espíritu Santo. Pídale a Dios que le muestre dónde usted está tratando de vivir la vida cristiana en su propia fortaleza. Ruegue Su perdón, y rinda su voluntad a Él, hoy.
NUESTROS CUERPOS EN SACRIFICIO VIVO Y ADEMÁS SOMOS EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” - (Romanos 12:1).
En el Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer “nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí: disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
UNA NUEVA VIDA EN DISCIPLINA Y DEVOCIÓN.
¿Está usted practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100% disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
ESTAMOS BENDECIDOS POR DIOS CON TODA BENDICIÓN ESPIRITUAL Y NO DEBEMOS TENER MÁS TEMOR.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3).
¿Sabía que el temor puede hacer que usted olvide cosas? No hablamos de olvidar un número telefónico o el nombre de una persona, aunque eso puede suceder también. Más bien nos referimos al temor que causa que usted se olvide de las bendiciones, del ungimiento, del poder de Dios, y de todas las posesiones que usted tiene porque ya es salvo. Le sucedió a Timoteo, quien fue poderosamente dotado por Dios para el ministerio que Él mismo le había dado, y sin embargo, en medio del temor, se olvidó de esto, y Pablo tuvo que recordárselo (vea 2 Timoteo 1:6). Timoteo había apartado sus ojos de Dios, y se enfocó en el temor tanto, que no podía ver nada más.
Permítanos decirle algo: usted ha sido tremendamente bendecido. Pero si usted tiene su mente turbada por el temor, entonces no podrá ver sus bendiciones en Cristo. El temor expulsará cada rayo de luz de su alma, diluirá el azul de su cielo, y sacará el gozo de su vida.
Es tiempo de despertar y contar sus bendiciones. Pablo nos dice que los creyentes son bendecidos con toda bendición espiritual. Amigo (a), es tiempo de reclamar lo que ya tiene en Cristo. Invierta unos minutos repasando el alfabeto y agradeciendo a Dios por algo que comience con cada letra. Por ejemplo: el Amor de Dios; la Belleza del Creador; el Consuelo del Espíritu Santo; la Dádiva de su gracia, etc.
LA PALABRA DE DIOS NOS DA: CONOCIMIENTO, DISCERNIMIENTO Y SABIDURÍA POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO.
“Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmos 119:18).
¿Alguna vez ha pensado que lo único que tiene que hacer es ir a la Biblia para sacar alguna verdad para su vida?
Bueno, usted no puede hacer eso. Es decir, su mente nunca comprenderá las cosas de Dios, a menos que el Espíritu Santo le ilumine. Si usted quiere comprender la Palabra de Dios, debe poner su intelecto en el polvo, y con brazos abiertos y un corazón con fe, acercarse a la Palabra de Dios buscando sabiduría, discernimiento y conocimiento. Entonces Él le enseñará. Se necesitó un milagro sobrenatural para escribir la Palabra de Dios. Se requiere de un milagro sobrenatural para que usted la entienda. Cuando Dios comience a escribir su Palabra en su corazón, usted empezará a vivir una vida sobrenatural.
Ore el Salmo 119:18 a Dios hoy. “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.” Con expectativa y un corazón abierto, espere respuesta, teniendo su Biblia frente a usted. Luego, comparta con alguien más lo que Él le enseñe.
EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO DIOS CONSOLADOR.
Nuestro Consolador.
Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Juan 16:7-11.
Nuestro Consolador, es el Espíritu Santo, a quien el Padre envió para que nos recuerde y enseñe todas las cosas que Jesús hizo y las que están escritas en su Palabra. Él es quien nos guía a toda verdad, Él es nuestro maestro.
Como hijos de Dios, cada día debemos anhelar ser guiados por el Espíritu Santo y no por nuestras emociones y sentimientos, para dar testimonio de lo que Él está haciendo en nuestras vidas.
Tengamos siempre presente que el Espíritu Santo nos ayuda cuando somos débiles e intercede por nosotros con gemidos indecibles, conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 8:26-27).
Él está listo para darnos aliento, coraje, fuerza, sabiduría y gracia en todo momento. Él puede proveer al corazón humano la paz y el consuelo que nadie más puede hacerlo.
El Espíritu Santo llegará a ser tu amigo más íntimo, tu consejero, tu guía, tu consolador, el compañero de toda tu vida cuando tú se lo permitas.
Autora. Brisna Bustamante S.
Sub Coordinadora Call Center.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas” (Lucas 11:34).
EL TRABAJO ESPECÍFICO DEL ESPÍRITU SANTO.
El capítulo 14 de Josué nos cuenta algo muy interesante sobre un hombre llamado Caleb. Tres veces el Espíritu Santo dice que Caled “cumplidamente siguió a Jehová Dios” (vs.8, 9, 14). Cada onza de Caleb estaba dedicada al Señor. Esta es la clase de corazón que deberíamos tener si es que nos identificamos como creyentes. El diablo va a intimidar a un hombre de corazón débil. Y sólo hay una forma de pararse contra el diablo: entregándose totalmente a Jesucristo. Por cierto, Dios no acepta “devoción a medias”. Sería mucho mejor para usted decir que Dios no existe, que decir que Dios no significa mucho para usted, o que Él no hace ninguna diferencia en su vida, o que no le provoca amarlo.
Lea Apocalipsis 3:14-18. ¿Puede usted sacar aplicaciones para su vida de esta admonición dada a la iglesia de Laodicea?
3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
3:15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13).
¿Qué significa que usted está “sellado con el Espíritu Santo”?
 1. Primero, el sello es una marca de autenticidad. Si el Espíritu Santo no está en usted, entonces usted es falso. Primera Juan 3:24 dice: “Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”
2. Segundo, el sello es una marca de propiedad (como la marca en una res). Usted le pertenece. Romanos 8:9 dice: “Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.”
3. Tercero, el sello es una marca de seguridad. En Ester 8:8 leemos acerca de este tipo de sello “que no puede ser revocado por ningún hombre”. La razón por la cual permanecemos salvos, no perdemos nuestra salvación, es porque Dios nos ha sellado.
Alabe a Dios porque le ha salvado, le ha sellado y le ha asegurado por toda la eternidad. Regocíjese cantando el himno: “¡Aleluya, qué Salvador!”, de Philip Bliss.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” - (Romanos 12:1).
SOMOS UNA OFRENDA VIVA A DIOS.
En el Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer “nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí: disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
¿Está usted practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100% disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” - (Filipenses 3:13-14).
Hay dos días que pueden robar el gozo y la realización de hoy. Uno es el mañana, y el otro es el ayer. Ambos son días en los cuales el creyente debe negarse a vivir. Muchos de nosotros nunca hemos aprendido cómo separarnos del ayer. Todavía lo arrastramos con nosotros, y está robando nuestro gozo. Pablo pudo haber vivido así, en el plano de la culpa, pero él rehusó hacerlo. Tal vez usted, como Pablo y muchos otros, ha cometido algunos horribles pecados. Pero, mi amigo, aquello que Dios lo llama limpio, ningún hombre puede llamarlo sucio. Si usted ha confesado su pecado y se lo ha entregado a Dios, ese pecado está enterrado profundamente. No deje que contamine su día. ¡Aprenda a vivir en el presente!
EL ESPÍRITU SANTO CONVENCE DE PECADO, NO CONDENA.
Si usted está experimentando culpabilidad por un pecado no confesado, entonces confiéselo y arrepiéntase. Si usted experimenta culpa por un pecado confesado, rechace esa culpa. El Espíritu Santo convence, no condena. Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el Espíritu del Señor” - (2 Corintios 3:18).
Somos cambiados “de gloria en gloria” por el PODER del Espíritu Santo. Eso no significa que esto sucede “de la noche a la mañana”, sino UN PASO A LA VEZ. Hoy usted debería tener un poquito más de gloria que ayer. Hoy usted debería ser un poquito más como Jesús, que lo que fue ayer. Y mañana, usted deberá ser aún más como Jesús. ¿Está usted llegando a ser como Jesús? No, si es que no está en su Palabra. ¿No cree que ya sea tiempo de que esta generación considere seriamente la Palabra de Dios?
Ponga aparte un tiempo y un lugar para estar a solas con Jesús, hoy, y ore y medite el Salmo 119:18: “ABRE mis ojos, y MIRARÉ las maravillas de tu ley.”
“Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí” - (Juan 15:26).
El Espíritu Santo tiene un deber: testificar del Señor Jesucristo. Eso es todo lo que tiene en mente. Él no está interesado en hacer diez cosas por Dios, sino sólo una. Hay muchos que se concentran en el Espíritu Santo, enfocándose en lo que Él hace por medio de milagros, sanidades, lenguas y otras cosas más. Amigo, cuídese de aquellos que hacen del Espíritu Santo la figura central de su fe.  El distintivo de un hombre o mujer llenos del Espíritu Santo es que siempre estarán hablando acerca de Jesucristo. No pueden hacer nada más. No pueden hacer nada menos.
Haga esta promesa delante de Dios: “Entrego todo lo que soy y tengo (esto quiere decir: talentos, negocios, educación, tiempo, recursos, hogar) por la causa de Cristo. Tan sólo una cosa hago ―viva o muera― Jesús será glorificado en mi vida hoy y cada día de mi existencia.”
EL SOBERANO DIOS ES JEHOVÁ BENDITO POR LOS SIGLOS.
“Porque yo sé que Jehová es grande; y el Señor nuestro mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace. En los cielos y en la tierra, en todos los mares y en todos los abismos” (Sal. 135:5-6).
Dios es soberano en la vida del creyente ¡Que gloriosa bendición! “Con todo, yo siempre estuve contigo; me tomaste de la mano derecha; me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre” (Sal. 73:23-26).
 Controla nuestra vida y conduce todo para nuestro bien (Ro. 8:28).
 Las dificultades más grandes y las pruebas más profundas están bajo Su soberanía. No nos salvó para el sufrimiento, de modo que cuando éste se produce es con el propósito de fortalecer nuestra fe. Nos conduce por sendas estrechas para que aprendamos a depender de Él. La razón de no entender el porqué de las cosas obedece a nuestra limitación: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Is. 56:8-9).
La soberanía produce cambios en la oración. Debemos orar sabiendo que nuestras peticiones, por grandes que sean, son nada para Él y que nada es imposible a Su soberanía (Lc. 1:37). Debo llevarle mis cargas y entender que cuanto pueda estar pasando no escapa del conocimiento de mi Dios y se produce dentro de Su soberanía.
 La mejor oración en medio del conflicto son las palabras del Señor: “Si, Padre, porque así te agradó” (Mt. 11:26). Descansa ahora, alma mía, en Su soberanía y sigue el camino con los ojos puestos en Él.
 Autor Pastor Samuel Pérez Millos.

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