jueves, 5 de julio de 2018

CADA OPORTUNIDAD Y CADA MILAGRO DE DIOS ES UN RECORDATORIO DE QUE NADA ES IMPOSIBLE PARA ÉL.


CADA OPORTUNIDAD Y CADA MILAGRO DE DIOS ES UN RECORDATORIO DE QUE NADA ES IMPOSIBLE PARA ÉL.
“Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros” (Deuteronomio 20:4).
¿Recuerda el relato del milagro que Dios realizó, haciendo pasar a los israelitas a través del Mar Rojo, cuando eran perseguidos por el ejército del Faraón? ¡Fue algo increíble! Ahora, permítanos preguntarle: ¿Qué pasó tres días después? Los israelitas comenzaron a quejarse porque no había agua. ¿Cree usted que Dios hubiera realizado liberación tan milagrosa, para luego abandonarlos días después? ¡Rotundamente no! Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando estamos en el desierto, preguntándonos a dónde nos lleva Dios? ¡Nos volvemos como los israelitas! Y sin embargo Dios hizo más por usted que lo que hizo por ellos: envió a su precioso y único Hijo para que muriese en la cruz del Calvario por usted. Dios le REDIMIÓ. Más que sólo sacarle de una tumba líquida, Dios le LIBERÓ, de una eterna condenación, a una gloriosa comunión con Él para siempre. ¡Dios le salvó! ¿Qué más podría usted desear?
¿Se siente como si estuviera en un basurero? ¿Se siente víctima de una mala situación? ¿Siente como que Dios le ha abandonado?
Entonces escriba en una tarjetita Deuteronomio 20:4 y medite en eso hasta que lo crea: “Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.”

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