LAS MALAS Y
LAS BUENAS NOTICIAS PARA LA HUMANIDAD.
NO MÁS MALAS
NOTICIAS.
Apartado
para el evangelio de Dios.
1:1 Pablo,
siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de
Dios. Romanos 1: 1.
Millares de
bebitos nacen cada día en un mundo lleno de malas noticias. Las palabras malas
noticias han llegado a ser una expresión común y corriente para describir
nuestra época.
¿Por qué hay
tantas malas noticias? Es sencillo. La mala noticia que ocurre a mayor escala
es solamente la multiplicación de lo que está ocurriendo en el ámbito
individual.
El poder que contribuye a las malas noticias
es el pecado.
Con tantas
malas noticias, ¿puede haber alguna buena noticia?
¡Sí! Las buenas noticias son que puede
resolverse el problema del pecado. No hay que ser egoísta. Pueden mitigarse la
culpabilidad y la ansiedad.
Hay sentido para la vida y esperanza de vida
después de la muerte.
El apóstol Pablo dice en Romanos 1:1 que las
buenas nuevas es el evangelio. Es las buenas nuevas de que puede ser perdonado
el pecado del hombre, puede quitarse la culpabilidad, puede tener sentido la
vida y una esperanza futura puede ser una realidad.
Ahora que
sabe de esta buena noticia para usted ¿qué hará con ella, le contará a un
amigo, un familiar, un vecino, un extraño que se cruce con usted?
Normalmente
las personas difunden con facilidad las malas noticias y hasta exageramos y
hacemos de ellas” un hito”.
Una buena
noticia como el perdón, debería difundirse muchísimo más.
UNA HISTORIA
DE MALAS NOTICIAS.
“Los hijos
de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová” -- 1 Samuel
2:12.
Las
declaraciones y pasajes tristes abundan en las Escrituras, pero ninguno más
triste que el que está encima. Eli era un sacerdote, y aún la Biblia nos dice
que sus hijos eran corruptos “y ellos no tenían conocimiento de Jehová.” Todos
nosotros experimentamos acontecimientos y situaciones angustiosas en nuestras vidas, pero como madre no puedo
pensar en nada peor que mis hijos no conozcan al Señor. De hecho, es la oración
diaria de mi corazón -- que no sólo mis hijos sino también mis nietos y
bisnietos también conocerán y servirán y amarán al Señor.
Debo
confesar que hay veces que me distraigo de la pasión de orar por ese resultado
en las vidas de mi familia. Cuando las
cosas van bien -- ellos están felizmente casados, tienen empleos buenos,
disfrutan de una salud excelente - casi me olvido de lo temporal que eso es.
Recuerdo que una señora una vez me dijo que ella prefería tener a su hijo en la
celda de los condenados a muerte en la prisión sirviendo a Jesús que
disfrutando de una vida fácil como la de
un presidente de alguna gran empresa y viviendo en una gran mansión sin
conocer al Salvador. Sus palabras me impresionaron al principio, hasta que
consideré la verdad de lo que ella dijo.
¿Por supuesto, ninguno de nosotros quiere ver a un ser querido pasar ningún
tiempo en la prisión, pero cuándo recordamos que nuestro tiempo en esta
tierra es sólo un parpadeo de ojos con relación a la eternidad, esto cambia
nuestra perspectiva, verdad?
Hoy hago un
nuevo compromiso de orar con pasión, no sólo por mi propia familia, pero por
cada uno que cruza mi camino y no conoce a Jesús como su Salvador. Quiero ser
capaz de decirle a cada uno de ellos que ellos realmente “conocen al Señor,”
porque entonces también puedo decir, en las palabras de 3 Juan 1:4, “¡No tengo
yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad!” Que esto sea
así que cuando oremos con pasión por aquellos que necesitan doblar su rodilla
al Nombre sobre todo nombre, el Nombre de Jesús!
TAMBIÉN HAY
BUENAS NOTICIAS.
“Porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de PODER, de AMOR y de DOMINIO
PROPIO” (2 Timoteo 1:7).
Dios nos ha
DOTADO con su PODER y nos ha enriquecido con su AMOR. Pero no sólo eso: Él nos
otorgado DOMINIO PROPIO, significa disciplina y auto-control. Y junto con eso,
está la habilidad de discernir entre lo verdadero y lo falso. Frecuentemente,
el diablo nos sorprende corriendo de las sombras. Proverbios 28:1 dice: “Huye
el impío sin que nadie lo persiga; más el justo está confiado como un león.”
¿Ha oído
alguna vez acerca de las “fobias”? De eso está hablando este versículo. Debemos
quitar la máscara de oscuridad de las maquinaciones del diablo y exhibirlas por
lo que son, y ver las cosas que tienen valor en la eternidad. Dios le ha dado a
usted DOMINIO PROPIO al confiar en su Palabra, y no en las artimañas del
diablo.
¿Alguna vez
se ha puesto a la defensiva? ¿En alguna ocasión le han dicho que se disgusta
por cualquier cosa? Si su respuesta es afirmativa a una de estas preguntas, una
de las razones es que tiene temor de que la gente se aproveche de usted. Tiene
un espíritu de temor. Vuelva a leer la meditación bíblica de hoy, y pídale a
Dios que le dé la fe para creer y aplicar hoy esta verdad en su vida.
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