miércoles, 6 de abril de 2016

EL PECADO DE LA IDOLATRÍA ES ABOMINABLE DELANTE DE DIOS.

EL PECADO DE LA IDOLATRÍA ES ABOMINABLE DELANTE DE DIOS.
“Más ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” - (Romanos 6:22).
En primera de Samuel 15, leemos la historia de cómo Saúl fracasó en destruir los animales que Dios había ordenado fueran aniquilados. Samuel confrontó a Saúl sobre este asunto, y Saúl mintió diciendo que sacrificaría a los animales, pero nunca lo hizo. Y Samuel le dijo: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación” (1 Sam.15:22,23ª).
El rebelarse contra Dios es como el pecado de hechicería porque lo pone a usted en los dominios del diablo. Cuando Dios da un claro mandamiento en su Palabra, no debemos hacerlo pasar por el filtro juzgador de nuestro humano entendimiento. Debemos obedecerlo sea que lo entendamos o no, sea que estemos de acuerdo o no. O es la Palabra de Dios que debe obedecer o no lo es.
¿Hay alguna verdad en la Palabra de Dios que no entiende? Pídale a Él que le dé entendimiento. ¿Hay alguna verdad a la cual usted no se ha rendido en obediencia? Pida que Dios le perdone, y que le derrita y le moldee como su siervo, para su gloria.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” - (Apocalipsis 2:4-5).
La década de los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenosuna vez más, ¿cómo el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo? La gente está siendo absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los hogares se desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a muerte. Las enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control. Parece que fuera demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”. Es tiempo de amar al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, y amar al prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39). Es tiempo de hacer conocer a la gente del “amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando Él murió para perdonar nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la eternidad.
¿Cómo sabe que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay, entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.
Éxodo 20:3: “No tendrás dioses ajenos delante de Mí.”
¿Qué es un ídolo? Un ídolo es lo que hace un hombre cuando toma sus ideas, las concretiza construyendo algo con sus manos y luego lo adora. Lo que él hace es adorarse a sí mismo. Usted puede objetar: “No soy culpable de idolatría.” Veamos: ¿Hay algo que usted ame más que a Dios? ¿Algo a lo que le teme más que a Dios? ¿Algo a lo que usted le sirve más que a Dios? ¿Algo en lo que confíe más que en Dios? ¿Acertamos? Bueno, quizás usted dirá: “Yo le doy a Dios un lugar en mi vida.” Dios no quiere un lugar en su vida. Entonces usted añade: “Yo le doy importancia a Dios en mi vida.” Dios detesta esa importancia en su vida. Dios demanda preeminencia en su vida y no se conformará con nada menos.
¿Existe alguien o algo que toma prioridad en su vida que no sea Dios? Si lo hay, confiéselo y arrepiéntase. Ahora, ponga en el trono de su vida al legítimo dueño de ésta: ¡el Señor Jesús!
“Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre” (Salmos 86:12).
¿Qué es lo que le proporciona gozo hoy? Usted dirá: “El Señor me hace feliz.” Bueno, pero ¿cómo sabe usted que no es el bonito carro que tiene? ¿O su novia o novio? ¿O su buena apariencia física? ¿O su cuenta bancaria? ¿O su popularidad?
Le diremos cómo puede saberlo: por el proceso de eliminación. Si Dios le quitara su salud, su hogar, su trabajo, y aun así usted tiene gozo, entonces sabe que es Jesús. Si usted pierde el gozo cuando pierde cualquiera de las cosas mencionadas, usted es un idólatra porque de ahí es de donde obtiene su gozo. No queremos decir que no esté temporalmente triste y disgustado cuando pierde algunas de esas cosas, pero si el gozo desaparece de su vida, usted no estaba obteniendo su gozo del Señor. Usted nunca sabrá que Jesús es todo lo que necesita, hasta que Jesús sea todo lo que tiene.
Es tiempo de chequear su corazón: ¿en verdad ama a Dios con todo su corazón? Vuelva a dedicar su vida a Él, hoy. Rinda cada milímetro de quien es usted y de lo que tiene, a Él. Si es necesario, pídale perdón por haber cometido idolatría.
INVERTIR EN EL FUTURO.
“haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”. - Mt. 6:20
Jason Bohn era estudiante universitario cuando convirtió un hoyo en un solo golpe jugando al golf y ganó un millón de dólares. Aunque otros podrían haber despilfarrado ese dinero, Bohn tenía un plan. Como deseaba ser profesional de ese deporte, usó el premio como un fondo para vivir y entrenarse, y mejorar su talento deportivo. El efectivo se convirtió en una inversión para su futuro, la cual le dio sus dividendos cuando ganó el torneo B. C. Open de 2005 de la PGA (Asociación de Golf Profesional). Sin duda, su decisión de invertir a largo plazo en vez de vivir el momento fue sabia.
En un sentido, esto es lo que Jesús nos dice que hagamos. Se nos han confiado recursos (tiempo, talento, oportunidades) y nosotros decidimos cómo usarlos. El desafío es considerar esos recursos como utilidades para invertir a largo plazo. El Señor lo expresa de este modo en Mateo 6:20: «… haceos tesoros en el cielo», y nos asegura que estos tesoros protegidos no pueden ser destruidos ni robados.
Piensa en tus recursos: talento, tiempo, conocimiento, capacidades, profesión, negocio, dinero. Son temporales y limitados. Pero si los inviertes con la vista puesta en la eternidad, estas cosas efímeras pueden producir un impacto permanente. ¿Cuál es tu objetivo? ¿El ahora o la eternidad? Invierte en el futuro, ya que no solo tendrá un efecto interminable, sino que también cambiará tu manera de ver la vida cada día.

Reflexión: Las personas más ricas de la tierra son las que invierten su vida en el cielo.
Proverbios 7:24: “Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca.”
El Gobierno de los Estados Unidos no les enseña a los agentes del Ministerio de Hacienda a detectar billetes falsos mediante el estudio cuidadoso de billetes falsificados. Al contrario, les muestran una y otra vez los billetes genuinos hasta que se memoricen el diseño. Entonces, cuando un billete falsificado es colocado delante de ellos, lo reconocen inmediatamente porque no está de acuerdo con el diseño que sus ojos buscan.
¿Conoce usted la voz del Señor? La única manera que usted puede saber si la voz que escucha es la de Dios, es escucharla tan frecuentemente de modo que cuando escuche una voz extraña la pueda reconocer instantáneamente. Es mil veces más sabio dedicar tiempo para aprender la única voz verdadera que tratar de aprender a detectar una multitud de voces falsas.
Dedique por lo menos 15 minutos de su tiempo hoy para tener un momento a solas con Dios y poder así escuchar su voz.
Mateo 1:21: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.”
¿Somos los creyentes ingenuos por creer en Jesús? ¿Estamos sirviendo a un Dios falso? Si usted va a la tumba de Confucio, encontrará que está ocupada. Si va a la tumba de Buda, encontrará que está ocupada. Si va a la tumba de Jesús, usted la encontrará vacía. Él es un Salvador resucitado. Eso es importantísimo, porque usted puede sacar a Confucio del confucionismo y aún tener el confucionismo. Puede sacar a Buda del budismo y todavía tener el budismo. Pero usted no puede sacar a Jesucristo del cristianismo y aún tener el cristianismo, porque el cristianismo no es un código, no es un credo, no es una causa. Es el mismo Cristo.

Usted tiene una esperanza que el mundo necesita escuchar. ¿Con quién puede compartir esa esperanza hoy?

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