jueves, 21 de abril de 2016

VIVIR BAJO LA LEY DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS O VIVIR BAJO LA GRACIA Y LA MISERICORDIA DE DIOS.

VIVIR PARA CUMPLIR LOS MANDAMIENTOS O VIVIR PARA DISFRUTAR DE LA GRACIA DE DIOS.
VIVIR BAJO LA LEY DE LOS DIEZ  MANDAMIENTOS O VIVIR BAJO LA GRACIA Y LA MISERICORDIA DE DIOS.
Romanos 4:16: “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.”
Existen casi seis billones de personas sobre la faz de la tierra. Si usted extrae las mejores características de cada individuo, y las ponemos en una sola persona, ésta aún tendría que postrarse ante Dios y suplicar misericordia para ser salvo. Tenemos que abandonar el concepto de alcanzar la salvación mediante buenas obras o por llevar una vida moral... o por tratar de obedecer los Diez Mandamientos. La ley ordena: “Si hace esto o aquello”, mientras que el evangelio enseña: “Por tanto, es por fe.” La ley dice que debe ganarse la salvación; el evangelio, por el contrario, asegura que es un regalo de Dios. La ley demanda santidad, el evangelio la provee. La ley dice: “Corre”, pero no te da piernas para hacerlo. El evangelio afirma: “Vuela”, y nos da alas de gracia para remontarnos.
Por favor, lea Romanos 10: 13- 21. ¿Qué aplicación puede obtener de éste que le sea de beneficio para su vida?
Romanos 10: 13. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique?
10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
10:16 Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
10:18 Pero digo: ¿No han oído? Antes bien,
Por toda la tierra ha salido la voz de ellos,
Y hasta los fines de la tierra sus palabras.
10:19 También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice:
Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo;
Con pueblo insensato os provocaré a ira.
10:20 E Isaías dice resueltamente:
Fui hallado de los que no me buscaban;
Me manifesté a los que no preguntaban por mí.
10:21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
VIVIR PARA  HONRAR Y AGRADAR A DIOS.
Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
Era la opinión del pastor Rogers que lo más peligroso en la televisión actualmente son los programas de comedia. ¿Sabe lo que están haciendo estos programas? Éstos logran que usted se ría del pecado. De hecho, un escritor de televisión y cine cristiano fue a un taller de productores de televisión. Uno de los principales conferencistas era uno de los más exitosos productores de comedia para televisión. En su discurso, él indicó que para poder tener una producción exitosa comercialmente, los personajes de ésta debían de violar por lo menos tres de los Diez Mandamientos.
¡Qué trágico! Pero qué oportunidad para que los creyentes tomemos una posición en defensa de la verdad y para la gloria de Dios en la industria del cine y de la televisión.
SER FUERTES Y VALIENTES PARA MANTENER UNA PUREZA Y UNA MORAL.
Ore Josué 1:7 por aquellos que están en la industria del cine y de la televisión, para que ellos puedan ser fuertes y valientes.
POR GRACIA SOMOS SALVOS, NO POR OBRAS. Efesios 2: 7- 9.
2:7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Santiago 2:10: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiera en un punto, se hace culpable de todos.”
Tantas personas creen que la evaluación de Dios en el juicio final se basará en promedios. Nos decimos: “Somos malos, pero no tan malos como fulano y fulana.” No obstante, Dios no promedia. La evaluación de Dios se basa en una norma absoluta de santidad. ¿Puede alguien decir que ha guardado todos los Diez Mandamientos de Dios? Por supuesto que no. Más supongamos que sólo quebranta uno. ¿Qué pasaría? Bueno, se lo ilustraremos. Si un hombre estuviera sobre un fuego, colgado de una cadena de diez eslabones, nueve de esos eslabones son de acero y uno es de papel crepé, ¿qué pasaría?
Use esta ilustración con alguien hoy como un testimonio de la misericordia de Dios al enviar a su Hijo a morir por la salvación de toda la humanidad.
LA AUTORIDAD DE DIOS ESTÁ  EN SU PALABRA.
Salmos 71: 17: “Oh, Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas.”
Satanás está en medio de una matanza: él quiere asesinar nuestra memoria y sumergirnos en el mar del olvido sin recolección de la herencia cristiana que poseemos como nación. Trágicamente está dirigiendo su artillería a nuestros hijos y particularmente en el lugar donde en tiempos pasados crecían en el conocimiento de lo bueno: las escuelas públicas. En éstas se sacó la oración, mas entró la policía. Se sacó la Biblia, pero entró el programa de aclaración de valores. Se sacaron los Diez Mandamientos, mas entró la ingeniería social. Se sacó la creación, pero entró la evolución. Se sacó la historia correcta, mas entró el revisionismo. Dios dice que debemos recordar la generación por venir.
Usted tiene una labor importante: influenciar las vidas de los que vendrán después de usted. Enséñeles a andar en los caminos del Señor e ir contra la marea del mundo.
UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DA JESÚS.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).
Un hombre y su esposa caminaban entre un sembradío de trigo, en Alberta, Canadá. Era temprano en la noche, y les acompañaba su hijo pequeño. Ellos se olvidaron por un momento que su hijo estaba con ellos, y de pronto se dieron cuenta que él no estaba allí. Lo buscaron, sin ningún resultado, luego corrieron de regreso al pueblo para pedir ayuda. Muchos vecinos regresaron con la pareja para continuar la búsqueda durante la noche. Entonces, uno de los hombres dijo: “Formemos una cadena, brazo con brazo, y peinemos todo el trigal.” De pronto, alguien gritó: “¡Lo encontré! ¡Lo encontré!” Todos se apresuraron al cuerpo sin vida del pequeño fallecido por hipotermia.
Me pregunto si hay personas que entrarán a la eternidad sin Cristo, porque nosotros, como iglesia, no entrelazamos brazos a tiempo.
¿Qué es lo que usted hace, en su iglesia, para extenderles la bienvenida a los visitantes? ¿Para discipular a nuevos creyentes? ¿Ministrar a las necesidades de otros? Pídale a Dios que le dé las oportunidades para redimir las 168 horas que Él le ha dado esta semana, en desinteresados actos de amor hacia otros.
LOS MANDAMIENTOS NOS ENSEÑAN A VIVIR.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:1-2).
Las Bienaventuranzas nos enseñan el fundamento de cómo debemos ser y vivir, tal y como los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento nos enseñan cómo vivir. Ahora, existe una palabra clave en lo que acabo de decir: “ser”. Verá, el mundo está más interesado en la palabra “tener”. Si usted tiene cosas, entonces es considerado bendecido según el mundo interpreta dicha palabra. El mundo piensa que la felicidad emana de su habilidad, dinero, astucia, posesiones, belleza, poder o fama. Sin embargo, creo que conocemos personas que poseen mucho y son perfectamente miserables. La felicidad no proviene de lo que una persona tiene, sino de lo que la persona es.
Los epitafios son generalmente escritos acerca del carácter de una persona. Escriba qué desea que su lápida diga.
ENSÉÑAME OH DIOS TUS CAMINOS.
“Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus mandamientos” - (Salmo 119:10).
En 1785 Robert Robinson escribió un himno que hace eco en mi corazón de vez en cuando: “Propenso a desviarme, Señor, lo siento; propenso a dejar el Dios que amo; aquí está mi corazón, o tómalo y séllalo para tu corte celestial.”
¿Se ha desviado usted de Dios alguna vez? Entonces, usted sabe cómo se siente estar alejado de Dios y cuán difícil es regresar a Él. Si se siente lejos de Dios hoy, le imploro con todo mi ser, que regrese a Él con todo su corazón. Haga del Salmo 86:11-13 su oración y alabanza hoy: “Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre. Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol.”
EN TUS MANDAMIENTO MEDITARÉ OH DIOS.
“En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos” (Salmos 119:15).
El Salmo 119:9 dice: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmos 119:9). La palabra “camino” aquí tiene el significado de “surco”, como cuando el arado abre la tierra. ¿Alguna vez ha escuchado la expresión “mente de un solo surco o carril”? El diablo siembra un pensamiento en nuestras mentes y, con el tiempo, se convierte en una creencia. Y antes de que nos demos cuenta, él ha capturado una fortaleza.
¡Gracias a Dios que hay una forma de liberarnos! La Palabra de Dios nos limpiará (lea Juan 15:3 y Efesios 5:26). Imagínese al Señor Jesús caminando por su mente llenando una carretilla con toda la basura mental que tenemos, y botándola. ¡Aleluya! El poder limpiador de Dios puede barrer su alma hoy. Y el viento fresco del Espíritu Santo soplará a través del templo de su cuerpo, haciéndolo limpio y puro.
Lea 2 Corintios 10:3-6. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
10:6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
 ¿Cuáles son las fortalezas que hay en su vida, y necesita que Dios le libere? Ore en Su nombre, Su autoridad y para Su gloria, que Él le libere hoy mismo.
LAS BENDICIONES POR LA OBEDIENCIA Y  LAS CONSECUENCIAS POR LA DESOBEDIENCIA.
Moisés les dio a los israelitas un relato de las bendiciones que el pueblo iba a recibir: «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy . . . Te abrirá Jehová Su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en Su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos» (Deuteronomio 28:1,12). Los israelitas podían escoger entre vivir tal y como Su Palabra les dirigía y gozarse de las bendiciones del Señor o rechazar Su Palabra, así como sus padres habían hecho, y habían sufrido las consecuencias. Moisés además les advierte: «Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Jehová te herirá. . . y te perseguirán hasta que perezcas. . . . (Y) no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve» (28:21-22,29).
Hay casi cuatro veces más versículos en la Biblia que nos amonestan sobre las maldiciones por la desobediencia, que sobre las bendiciones por hacer el bien. La conclusión es bien evidente en la Palabra de Dios, pues cada pecado tiene su consecuencia — y definitivamente así es. Sin embargo, este hecho se puede usar impropiamente, tal y como en el caso de los discípulos de Jesús cuando le preguntaron: «Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él» (Juan 9:2-3). Lo que parecía una maldición, llegó a ser una bendición, pues trajo a este hombre a su Salvador.
Esto nos muestra que no todas las desgracias son el resultado del pecado, y que no todas las riquezas y la buena salud son necesariamente las bendiciones de Dios. Consideremos el ejemplo del joven rico quien escogió quedarse con todas sus riquezas, pero perdió la oportunidad de negarse a sí mismo y llegar a ser un discípulo (seguidor) de Jesús.
TRES GIGANTES Y TRES ENEMIGOS DEL HOMBRE.
La victoria sobre nuestros «gigantes cananeos» de hoy en día — « . . . los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida» (I de Juan 2:16) — se obtiene, no por nuestras habilidades, pero por nuestro compromiso en cumplir la voluntad de Dios. El poder de la victoria se encuentra cuando cooperamos con el Espíritu de Cristo, quien mora en nosotros. Así como el apóstol Pablo nos reveló: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).
RECUERDE QUE DIOS CONOCE CADA PENSAMIENTO DE NUESTRO CORAZÓN.
DIOS DIO AL PUEBLO DE ISRAEL LOS MANDAMIENTOS. Éxodo 20: 1- 18.
20:1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
20:2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
20:8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
20:9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
20:10 más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
20:11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
20:13 No matarás.
20:14 No cometerás adulterio.
20:15 No hurtarás.
20:16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
20:18 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.


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