sábado, 30 de abril de 2016

JESÚS PASÓ TODAS LAS PRUEBAS Y LAS TENTACIONES DEL DIABLO Y USTED TAMBIÉN PUEDE HACERLO.

JESÚS PASÓ TODAS LAS PRUEBAS Y LAS TENTACIONES DEL DIABLO Y USTED TAMBIÉN PUEDE HACERLO.
El Diablo tentó a Jesús para que convirtiera las piedras en pan. He estado en Palestina y he visto piedras que asombrosamente parecen bollos pequeños de pan. En mi mente puedo ver al diablo mirando el suelo sabiendo que Jesús había estado ayunando por 40 días y él le tienta: “Bueno, mira aquí. ¡Sencillamente convierte esto en pan!” Ahora, no hay nada de malo con comer pan. De hecho, Jesús nos enseñó que oráramos por el pan de cada día. Sin embargo, Jesús fue guiado al desierto a ayunar, orar y buscar el rostro de Dios. El diablo trataba de poner el pan por sobre la voluntad de Dios, diciendo: “¡Consiente a tu carne!” No obstante, lo que él estaba verdaderamente diciendo fue: “Comete suicidio espiritual.” Jesús rehusó. Jesús venció la carne y usted también lo puede hacer.
NO SE ARRODILLE DELANTE DE SATANÁS.
¿Sabía que cada minuto que usted entretiene pensamientos negativos que van en contra de lo que Dios ha mandado se está arrodillando ante Satanás? Es correcto. La próxima vez que empiece a pensar en algo que Dios desaprueba, mire el segundero del reloj, es tiempo que nunca recuperará, por lo tanto, ¿por qué seguir botándolo?
TENEMOS UN SUMO SACERDOTE QUE FUE TENTADO EN TODO.
“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” - (Hebreos 4:15).
JESÚS FUE TENTADO EN TRES ASPECTOS:
Cuando la gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja… o fumar marihuana.”  Con todo, la Biblia es muy clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres tentaciones y Jesús fue tentado en las tres.
1. Primera Juan 2:16 las menciona: “los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos algo: nuestras pasiones),
2. “los deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo: nuestra posesiones), “
3. Y la vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos alguien: nuestro orgullo). Si usted lo duda, entonces lea acerca de la tentación que Él enfrentó en Lucas 4:1-13.
Alabe a Dios que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados
(Lea Efesios 5:2). Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
(E Isaías 53:4-5). Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
 Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para liberarlo
(Lea Hebreos 2:18). Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
 Alabe a Dios que usted posee su Palabra para vencer a Satanás
 (Lea Hebreos 4:12). Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
CUANDO SE CONOCE LA VERDAD, SE PUEDE VENCER Al MUNDO Y AL MALIGNO Y TODAS SUS MAQUINACIONES. 1a Juan 2: 14- 20.
2:14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
2:18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
NO PODEMOS CREERLE A SATANÁS, QUE ES NUESTRO ENEMIGO Y ENGAÑADOR.
DEBEMOS LIMPIARNOS DE TODO PECADO Y DE TODA CONTAMINACIÓN.
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
Satanás engaña a mucha gente hoy en día, haciéndoles pensar que se convertirán en fanáticos religiosos si vivieran una vida santa. Quieren saber cuán cerca del mundo pueden vivir; y pudiera ser que no quieran beber necesariamente, pero se van al bar, para estar con los amigos, y piden una “Ginger Ale” para que nadie note la diferencia.

¿Por qué simplemente no pueden ser santos? ¿Por qué sencillamente no presentan un testimonio firme por Jesucristo? Yo creo que Jesucristo preferiría tenernos en el lado equivocado de la cerca, ¡que sentados en la cerca! Él lo afirma en Apocalipsis 3:15 y 16: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
Abrase usted mismo a rendir cuentas. Pídale a Dios que le guíe hacia un creyente ante quien usted sea responsable de los lugares a donde va, la gente con quien pasa su tiempo, la manera en que usa su dinero. Haga un pacto con esa persona, a fin de que usted esté limpio “de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7).
DIOS CUMPLE SUS PROMESAS Y SU PALABRA.
“Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones” - (Deuteronomio 7:9).
Cuando el pastor Rogers hablaba acerca de la seguridad eternal, inevitablemente escuchaba a alguien decir: “Bueno, tal vez sus pecados no podrán separarle de la mano de Dios, pero Satanás sí puede.” Con todo respeto él respondía: “Perdóneme, pero eso es una tontería. Si Satanás puede separarle de la mano de Dios, ¿por qué no lo ha hecho ya? ¿No ha sido él “bueno” con usted?”
Sería una muy extraña doctrina el decir que usted va a ir al cielo por la gracia del diablo, ¿no le parece? Dios nos salva. Dios nos guarda. Lo que ha sido sellado en la eternidad jamás puede ser deshecho por los intentos de los hombres ni por las artimañas del diablo.
¿Tiene usted la seguridad en su corazón de que cuando muera, se irá al cielo? Si no la tiene, pase algún tiempo hablando con Dios, ahora mismo. Pídale que le dé el regalo de la fe, ahora mismo, para creer en la seguridad de lo que hizo Jesús por usted, en la cruz, hace más de 2.000 años.
RECUERDE LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO.
“Pero Yo os digo la verdad: Os conviene que Yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:7-8).
El diablo le acusa de pecado. El Espíritu Santo le convence de su pecado. ¿Sabe cuál es la diferencia? El diablo le acusa para alejarle de Cristo. El Espíritu Santo le convence para acercarle a Cristo. El diablo quiere que se sienta bajo la carga de la culpabilidad, para que diga: “No soy bueno. No puedo vivir la vida cristiana. Hay algo mal conmigo. Dios no escucha mis oraciones. No me hace ningún bien ir a la iglesia.” Cuando usted cree esas mentiras, usted está permitiendo que el diablo le aleje de Dios. El diablo le acusa para destruirle. El Espíritu Santo le convence para recuperarlo. Él está tratando de corregirle y traerle de regreso, para que pueda conocer la llenura del gozo. El Espíritu Santo le acerca a Cristo para que usted pueda confesar sus pecados y ser perdonado y limpiado.
Pídale a Dios que le muestre si es que usted ha estado prestando oído a las acusaciones de Satanás. Órele a Dios que silencie esas acusaciones y que le dé discernimiento para sólo escuchar la convencedora voz del Espíritu Santo.
SATANÁS ODIA A LAS FAMILIAS Y QUIERE VERLAS EN CONFLICTO.
“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos” - (Proverbios 14:26).
El Diablo odia a las familias que adoran juntas. Él permitirá que los padres sean religiosos, pero no quiere que se lleven a sus hijos al cielo, con ellos. Como resultado de esta estrategia diabólica, estamos perdiendo una generación completa. Nuestros hijos están siendo dejados atrás para que mueran y se vayan al infierno, porque estamos transigiendo con Satanás. Catherine Booth, esposa del fundador de “El Ejército de Salvación”, oraba de la siguiente manera: “Oh, Dios, no estaré delante de Ti sin todos mis hijos.” Hay muchos padres y madres hoy en día que también necesitan decir eso. ¡Esté firme, madre! ¡Esté firme, padre! Reúna a sus hijos cerca de usted, y ámelos trayéndolos a Jesús.
¿Es usted una madre, o un padre? Entonces tenga con sus hijos una cita diaria, semanal o mensual, para conversar acerca de la relación personal de ellos con Dios. ¿Por qué no empezar hoy mismo?
DIOS NOS HIZO EN CRISTO: SABIDURÍA, JUSTIFICACIÓN, SANTIFICACIÓN Y REDENCIÓN.
“Más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención” - (1 Corintios 1:30).
La iglesia no es una organización con Jesucristo como presidente. La iglesia es un organismo con Jesucristo como su cabeza. Estamos en Él, y Él está en nosotros. La victoria que Él ganó en la cruz fue para nosotros. Cuando Jesús fue a la cruz, no estaba peleando una batalla para Él mismo. Él no necesitaba vencer a Satanás. Él peleó en representación suya. Jesús se hizo el “hijo del hombre”, para que usted pueda llegar a ser “hijo de Dios.” Él llevó sus pecados para que usted pudiera tomar Su inocencia. Él se hizo culpable, para que usted sea absuelto. Él fue inundado con desesperación, para que usted pudiera ser lleno de gozo. Él tomó su vergüenza, para que usted pudiera tomar Su gloria. Él sufrió los dolores del infierno, para que usted conozca los goces del cielo.

        Tanta gente piensa que la salvación viene “de adentro hacia fuera”, al pedir a Cristo entrar a sus corazones. Pero, ¿sabía que es igualmente correcto decir que usted es salvo “de afuera hacia adentro”? Lea Colosenses 3:3: “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” Su salvación está “en Cristo”, en la misma forma en que Noé fue salvo por estar “en el arca”. Pídale a Dios que le ayude a comprender estas verdades hoy.

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