viernes, 22 de abril de 2016

UN CRISTIANO VERDADERO PROSIGUE A LA META, AL SUPREMO LLAMAMIENTO DE DIOS EN CRISTO JESÚS.

UN CRISTIANO VERDADERO PROSIGUE A LA META, AL SUPREMO LLAMAMIENTO DE DIOS EN CRISTO JESÚS.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” - (Filipenses 3:13-14).
Hay dos días que pueden robar el gozo y la realización de hoy. Uno es el mañana, y el otro es el ayer. Ambos son días en los cuales el creyente debe negarse a vivir. Muchos de nosotros nunca hemos aprendido cómo separarnos del ayer. Todavía lo arrastramos con nosotros, y está robando nuestro gozo. Pablo pudo haber vivido así, en el plano de la culpa, pero él rehusó hacerlo. Tal vez usted, como Pablo y muchos otros, ha cometido algunos horribles pecados. Pero, mi amigo, aquello que Dios lo llama limpio, ningún hombre puede llamarlo sucio. Si usted ha confesado su pecado y se lo ha entregado a Dios, ese pecado está enterrado profundamente. No deje que contamine su día. ¡Aprenda a vivir en el presente!
Si usted está experimentando culpabilidad por un pecado no confesado, entonces confiéselo y arrepiéntase. Si usted experimenta culpa por un pecado confesado, rechace esa culpa. El Espíritu Santo convence, no condena. Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”





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