EL PECADO
MÁS GRANDE ES RECHAZAR A JESUCRISTO EL SEÑOR.
“El que cree
en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
Había un
predicador que tenía en su oficina un cuadro de un barco naufragando. Se veía a
los marineros, en botes salvavidas, extendiendo sus manos hacia las personas
que flotaban entre los deshechos del barco. Un día, un niño miró esa pintura y
le preguntó a su papá: “Los que están en los botes salvavidas, ¿están tratando
de salvar a esa gente, o simplemente dándoles la mano?”
DIOS NOS LLAMÓ
A SERVIRLE DE TODO CORAZÓN.
Amigo, ¿cómo
estamos viviendo? Está bien tener amigos; de hecho, le animo a que los tenga.
Pero, ¿está haciendo algo más que sólo socializar? Sería una vergüenza si todo
lo que hace es sólo estrechar las manos de aquellos a su alrededor, cuando
podría estar sirviéndoles y enseñándoles el camino hacia Dios por medio de
Jesucristo.
No oramos,
ni vivimos y testificamos como si personas murieran y fueran al infierno o al
cielo a nuestro alrededor diariamente. ¡Qué Dios tenga misericordia de
nosotros! La necesidad del momento es hombres y mujeres que tengan corazones de
siervos.
RECUERDE QUE
JESUCRISTO NOS HIZO UN LLAMAMIENTO SANTO.
Pida a Dios
que le dé valentía y la oportunidad para compartir su fe con amigos con quienes
sólo ha socializado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario