jueves, 15 de octubre de 2015

¿DÓNDE ESTÁS BUSCANDO A DIOS MI HERMANO?

¿DÓNDE ESTÁS BUSCANDO A DIOS MI HERMANO?
DIOS ESTÁ AQUÍ.
Dios está aquí, que precioso, él lo prometió donde hay dos o tres.
El [Señor] sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. - Salmo 147:3
Lesly y sus dos hijas estaban a punto de ser desalojadas de su casa. Aunque ella creía que Dios podía ayudarlas, hasta ese momento, el Señor no había dado ninguna señal de cómo lo haría. Lesly se preguntaba: ¿Dónde está Dios? Mientras se dirigía hacia los tribunales, le pidió al Señor que interviniera. Entonces, escuchó una canción en la radio, que decía: «¡Dios está aquí! Regocíjense los quebrantados de corazón». ¿Sería ésta la confirmación de parte de Él que ella anhelaba escuchar?
Dentro del juzgado, Lesly se presentó ante el juez, escuchó el veredicto y firmó los documentos legales, pero Dios todavía no le había respondido. Mientras caminaba hacia su automóvil, un camión se detuvo al lado de ella. «Señora —dijo el conductor—, escuché su testimonio en el juzgado, y creo que Dios quiere que la ayude». Y así lo hizo. Gary ayudó a Lesly a contactarse con una mujer de una iglesia local que pudo intervenir entre las partes para anular la causa y permitir que ella y sus hijas regresaran a su casa.
Cuando la gente pregunta « ¿dónde está Dios?», la respuesta es «aquí mismo». Una de las formas en que el Señor obra es a través de creyentes como Gary que continúan la tarea que comenzó Jesús: sanar a los quebrantados de corazón y vendar sus heridas (Salmo 147:3).
Es necesario que aprendamos a servir a otros, y dejemos de ver sólo nuestras necesidades, nuestras aflicciones y problemas. Podemos con el poder de Dios esforzarnos y ayudar a aquellos que tienen necesidades y así servirles con amor.
Reflexión: Cuando amamos a Dios, servimos a las personas desinteresadamente.
DIOS QUIERE QUE USTED TENGA UN ESPÍRITU DE SERVICIO EN LA IGLESIA.
El espíritu de servicio para los hermanos, amigos y vecinos.
La enseñanza de Jesús sobre el servicio no tenía simplemente la intención de inspirar buen comportamiento. Jesús quería impartir un espíritu de servicio, un compromiso personal y la identidad que Él expresó cuando dijo: «Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve» (Lc. 22:27). Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve.
 Hay simples actos de servicio que podrían realizarse por motivos que están lejos de ser espirituales. Los principios, de la vida de Cristo, deben ser una norma para nosotros:
LOS PRINCIPIOS ENSEÑADOS POR JESUCRISTO.
1.     RENDICIÓN: Cristo rindió «se despojó de» los privilegios de su naturaleza divina y se hizo dependiente de su Padre celestial.
 (Fil. 2:7- 8). Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
A medida que nosotros nos «despojamos» del ego y dependemos de Dios, el Espíritu Santo nos usa y podemos servir a otros.
2.     MODESTIA: ¡Ni estridente, ni ostentoso! el siervo de Dios conduce un ministerio que se distingue por la modestia. Jesús nunca buscó los titulares; siempre fue humilde (2 Ti. 2:24 –Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
 Ti. 3:2). Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
3.     EMPATÍA: El siervo del Señor es compasivo con los débiles, comprensivo y misericordioso con los que erran; el siervo ideal no atropella a los débiles y deficientes. Desde el punto de vista de Dios, el ocuparnos en los oprimidos es una obra noble. La gentileza, acerca al necesitado. Cuidar del necesitado.
El Salmos 8:3-4. Nos habla del cuidado que Dios tiene del ser humano.
¿Se ha preguntado usted, por qué hace Dios eso? SÍ, es por Amor.
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, 4 digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?
4.     OPTIMISMO: El liderazgo y el pesimismo se oponen entre sí en  las actitudes de la vida. La esperanza y el optimismo son cualidades esenciales para el siervo de Dios que batalla contra los poderes de las tinieblas por las almas de hombres y mujeres. El siervo de Dios ideal,  es optimista hasta que cada parte de la obra de Dios se ha terminado. Creer que Dios hará.
 En el Libo de Juan 19:30 dice la Palabra que Jesús terminó la obra.
Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
5.     UNCIÓN: Ninguna de estas cualidades de liderazgo: Rendición, Modestia, Empatía, u Optimismo, son suficientes en sí mismas para la tarea. Sin el toque de lo sobrenatural, estas cualidades son tan secas como el polvo de la tierra. Por lo tanto, el Espíritu Santo viene a morar y guiar al siervo ideal (Hch.10:37, 38). cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
 El ministerio de Jesús comenzó cuando el Espíritu descendió en su bautismo, y luego... ¡en tal forma empezó el Siervo a sacudir al mundo!
DIOS NOS LLAMA A SERVIR A OTROS. Efesios 2: 10.
2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Dios te llama a servir más allá de lo que alguna vez te hayas imaginado. Tú fuiste puesto en la Tierra para hacer una contribución. Tú no fuiste sólo creado para consumir los recursos - para comer, respirar, y ocupar espacio. Dios te diseñó para hacer una diferencia con tu vida. Tú fuiste creado para añadir vida en la Tierra, no sólo para tomarla de ella. Dios quiere que des algo de regreso.
La Biblia dice, “Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”. Estas "cosas buenas" son tu servicio al mundo. En cualquier momento que sirvas a otros de cualquier manera, estás realmente sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus propósitos. (Colosenses 3:23-24; Mateo 25:34-45; Efesios 6:7).
Lo que Dios le dijo a jeremías es también una verdad para ti: "«Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.»" (Jeremías 1:5).
Cuando la mayoría de la gente piensa acerca de este " trabajo especial," piensa en pastores, predicadores, clérigos profesionales, pero Dios dice que cada miembro de su familia está para ministrar. En la Biblia las palabras "ministro" y siervo o servidor son sinónimos como lo son servicio y ministerio. Si eres un cristiano eres un ministro, y cuando estás sirviendo estás ministrando.
¿Alguna vez te has preguntado porque Dios no nos lleva inmediatamente al paraíso en el momento que aceptamos su misericordia? ¿Por qué nos deja en un mundo caído? Él nos deja acá para cumplir sus propósitos. Una vez que has sido salvado, Dios tiene la intención de usarte para sus metas. Dios tiene un ministerio para ti en su iglesia y una misión para ti en el mundo.
HABLA SOBRE ESTO.
¿Hay algo que te esté deteniendo para aceptar el llamado de Dios a servirlo?
¿Qué asignación en el ministerio crees que Dios te ha dado en la cual tú sabes que necesitas Su fuerza y Su poder para completarla?
Salmos 112:2: “Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.”
Una mujer fue a ver a su pastor y le preguntó: “¿Cuándo debo empezar el entrenamiento religioso de mi hijo? ¿Cuándo estará listo? ¿Es muy temprano iniciar a los seis años?” El pastor le respondió: “No, es muy tarde.” La mujer dijo: “Bueno, ¿entonces a los seis meses?” El pastor le contestó: “No, eso es muy tarde.” Ella preguntó nuevamente: “Entonces, ¿cuándo debo empezar?” El pastor le explicó: “Empieza con los abuelos.”
Nosotros podemos vivir para nuestros nietos y bisnietos. El regalo más grande que usted puede darle a sus hijos es enseñarles a adorar al Señor, a amar al Señor, y a servir al Señor a cualquier edad.
Si usted es papá, mamá, o abuelo, comparta lo que Dios le ha enseñado acerca de su gracia y fidelidad en su propia vida. Comparta lo que Dios le ha enseñado acerca de adorarle y servir a otros.



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