jueves, 8 de octubre de 2015

LAS CARACTERÍSTICAS DEL AMOR DE DIOS PARA LA IGLESIA.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL AMOR DE DIOS PARA LA IGLESIA.
1. Es un amor incondicional. No está condicionado por ser amado. Aunque a uno no le amen, debemos seguir amando. Sin embargo, no podríamos amar si Cristo no nos hubiera amado primero. (1 Juan 4:11) Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
2. Es un amor responsable. Cumple fielmente sus deberes. No hace las cosas de mala gana. (1 Corintios 16:14) Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
3. Es un amor diligente. Busca, con todo interés, alcanzar los propósitos santos. Y por ello es un amor que toma la iniciativa. (Romanos 12:11) En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
4. Es un amor puro. Es decir limpio, bien intencionado. No hará ningún mal. Nace de un corazón limpio. (1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
5. Es un amor sincero. Sincero quiere decir transparente; no esconde nada. No es intrigante ni misterioso. Es un amor sencillo. "Todo lo cree". (1 Corintios 13:7) Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
6. Es un amor honesto. No traiciona ni juega un doble papel. No es de apariencia. Es auténtico en sus alegrías y en sus tristezas. (2 Corintios 2:4) Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.
7. Es un amor entrañable. Entrañable quiere decir profundo, porque viene desde dentro del corazón. (1 Pedro 1:22) Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
8. Es un amor intenso. Involucra al ser. Jesús nos enseñó a amar con el alma, con la mente, con el corazón, con la voluntad, con todas las fuerzas. (Marcos 12:30) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
9. Es un amor creciente. No estático. Cada día es mejor. No decae, ni se enfría. (Filipenses 1:9) Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento,
10. Es un amor abundante. Es un amor grande. Tiene suficiencia, no se escasea. Esta abundancia viene de Dios que es la fuente del amor. (2 Corintios 2:4; Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.
 1 Juan 4:8; El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

 2 Tesalonicenses 3:5) Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.

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