EL SEÑOR NOS
ENSEÑA Y ADVIERTE SOBRE EL JUICIO VENIDERO.
El ánimo
durante las persecuciones; las instrucciones sobre «el día del Señor»; el
mandamiento de trabajar.
Entristece
de gran manera nuestros corazones cuando nos damos cuenta que la gran mayoría
de la humanidad se está apresurando ciegamente hacia el lago de fuego eterno,
ignorante de los horrores de su juicio y su inminente castigo: «Porque es justo
delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que
sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor
Jesús desde el cielo con los ángeles de Su poder, en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro
Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de Su poder» (II de Tesalonicenses 1:6-9).
Por seguro,
muchas personas tienen en sus corazones el deseo de obtener más y más de las
riquezas de esta vida y tratar de ganar más dinero que el año pasado. Por eso
trabajan más horas u obtienen un segundo trabajo para pagar por esas cosas que
no tienen el dinero para comprar. Sus temores y sus frustraciones siguen
creciendo como el resultado de su inhabilidad de contender adecuadamente con
las cosas que ellos nos pueden cambiar. Esta presión, a veces, lleva a estas
personas a un agotamiento físico y emocional acompañado con la depresión, y
cómo algunos dicen: «están quemados».
A veces,
somos tentados a seguir la influencia del espíritu del mundo que engaña a
muchos «con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no
recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un
poder engañoso (de incredulidad), para que (los incrédulos) crean la mentira, a
fin de que sean condenados (juzgados) todos los que no creyeron a la verdad,
sino que se complacieron en la injusticia» (2:10-12). Necesitamos recordar
diariamente que estamos en una batalla espiritual contra las fuerzas satánicas.
Sin
excepción, todos los que escogen invertir sus vidas en servir a Cristo reciben
una verdadera satisfacción que va más allá de lo que se puede explicar con
palabras. Estas son las personas que leen todo el consejo de Dios y están
preparadas, no meramente para un futuro en el cielo, pero para vivir
diariamente en el presente con el ministerio de la Palabra de Dios en el uso de
nuestro tiempo, nuestros talentos, y nuestras posesiones.
Sin
excepción, todos los que escogen invertir sus vidas en servir a Cristo reciben
una verdadera satisfacción que va más allá de lo que se puede explicar con
palabras. Estas son las personas que leen todo el consejo de Dios y están
preparadas, no meramente para un futuro en el cielo, pero para vivir
diariamente en el presente con el ministerio de la Palabra de Dios en el uso de
nuestro tiempo, nuestros talentos, y nuestras posesiones.
RECUERDE QUE
JESUCRISTO REGRESA PRONTO.
¡Jesucristo
viene pronto! Puede ser hoy mismo.
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