jueves, 10 de diciembre de 2015

PABLO SE DECLARA APÓSTOL DE JESUCRISTO Y USTED POR QUÉ NO SE DECLARA SERVIDOR DE JESUCRISTO?

PABLO SE DECLARA APÓSTOL DE JESUCRISTO Y USTED POR QUÉ NO SE DECLARA SERVIDOR DE JESUCRISTO?
EL ENCARGO DE PREDICAR LA PALABRA DE VERDAD.
No había ninguna incertidumbre en la convicción del apóstol Pablo que él era «apóstol de Jesucristo. . . quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito Suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos» (II de Timoteo 1:1,9).
El nombre de «Jesús» y Su título «Cristo» fueron usados seis veces en los primeros dos versículos. Las Buenas Nuevas del evangelio de Jesucristo es que Él imparte la vida eterna a todos los que le reciben por medio de la fe. El resto de todas las cosas que hacemos toman segundo lugar al propósito supremo por el cual Jesucristo vino: «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10).
La vida del creyente puede que requiera participar «de las aflicciones por el evangelio» (II de Timoteo 1:8). Sin embargo, no debemos temer las aflicciones porque «nuestro Salvador Jesucristo. . . quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio» (1:10).
El negar a Cristo viene en muchas formas. Nuestro estilo de vida puede ser una forma de negarle. En medio de un mundo perdido, si nos mantenemos callados en la presencia de vergonzosos pecados, entonces estamos negando al Señor. El no hacer todo lo posible para alcanzar a un mundo perdido con Su Palabra es quizás la forma más seria de negarle. Pues hemos sido amonestados: «Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina (enseñanza), sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas (mitos, historietas)» (4:3-4).
Hoy en día, entre algunas personas, hay una cristiandad que se mezcla con el mundo al apoyar la avaricia, el deseo de la comodidad, la riqueza, la ociosidad, y las posesiones materiales. Es un contraste bien chocante que el «buen soldado» tiene que sufrir «penalidades», de quien Pablo dijo: «Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a Aquel que lo tomó por soldado» (2:3-4). «Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia. . . Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno» (Efesios 6:13-14,16).
LA ACTITUD DE UN SIERVO.
Cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:33.
Pocos en la iglesia actual están consagrados a Jesucristo como lo estuvo el apóstol Pablo. Pablo ejemplifica de lo que hablaba Cristo cuando dijo "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Lc. 9:23). Pablo vivía tan entregado a nuestro Señor que no le importaba si vivía o moría. Esa es una actitud de la que prácticamente no se oye en nuestra época materialista y ególatra. La mayoría de las personas hoy viven para todo menos para lo que Pablo vivía.
Pablo seguía sintiendo gozo siempre que su Señor fuera glorificado, aun cuando fuera él mismo amenazado de muerte. Lo único que le importaba era que se siguiera difundiendo el evangelio, que se predicara a Cristo y que se exaltara al Señor. La fuente de su gozo estaba totalmente relacionada con el reino de Dios.
DEJARLO TODO POR SERVIR A DIOS.
LEJOS DE TODA AVARICIA. 1 Timoteo 6: 6- 12.
6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
BASTANTE NUNCA ES SUFICIENTE.
© Copyright 2009 Más de la Vida con Jorge Cota.
Hace algún tiempo leí una calcomanía que decía: Bastante nunca es suficiente. Eso, es exactamente lo que es la avaricia. Bastante nunca es suficiente.
La avaricia no es simplemente la apreciación del dinero. No es la apreciación de las cosas o la acumulación de las cosas. No es la extravagancia porque la extravagancia es relativa. Si tienes más de un par de zapatos y dos abrigos ya eres extravagante para la mayoría del mundo.
En cambio, la avaricia es el deseo loco, descontrolado; es el consumo fuera de control.
La avaricia es ser devorado por algún deseo. La avaricia es la razón principal del porqué el endeudamiento del consumidor se ha duplicado en los últimos diez años.
La avaricia es descrita de esta forma en un epitafio en Inglaterra: "Ella murió por el deseo de las cosas". Al lado está otra tumba con el epitafio: "¡El murió tratando de dárselas a ella!"
La avaricia le da permiso a las posesiones para que nos posean. Al hacerlo, la avaricia llega a ser el cáncer del contentamiento.  Despacio consume a sus víctimas remplazando el contentamiento con el deseo insaciable de obtener dinero y posesiones materiales. En resumidas cuentas de acuerdo a la Biblia; la avaricia es el amor al dinero.
Hace algunos años una de las encuestas más grandes jamás conducidas en los Estados Unidos les preguntó a las personas; ¿Qué estarías dispuesto a hacer por 10 millones de dólares?
El 3% dijo que estaría dispuesto a poner a sus hijos en adopción. (¡Conociendo algunos niños no me sorprendí!) El 16% dijo que abandonaría a su cónyuge. El 25% dijo que por 10 millones de dólares abandonaría a su familia para siempre. El 23% dijo que por 10 millones de dólares sería prostituta por una semana.
En otra encuesta, el monto era de un millón de dólares. El 65% dijo que viviría en una isla desértica a solas por un año. El 30% dijo que pasaría seis meses en la cárcel por un delito que no cometió.
Por $3,000 dólares, el 24% (1 de 4) dijo que revelaría el secreto más profundo, y oscuro de su mejor amigo aun cuando juró por cielo y tierra que no le diría a nadie. Por $500 dólares, el 66% dijo que besaría en los labios a un extraño. Por $50 dólares, 3 de 4 personas dijo que besaría a una rana. ¡Yo sí besaría una rana por $50 dólares!
La avaricia es muy común y los parámetros de qué haremos y por cuánto están arraigados en nuestro amor al dinero. El dinero no es el problema. El amor al dinero es el problema. Del amor al dinero surgen los fraudes, las mentiras, los robos, las traiciones, y los engaños. No obstante, en el fondo, la avaricia es acusar a Dios de no proveer por nuestras necesidades.
LOS DESEOS PUEDEN LLEVARNOS AL PECADO.

CUIDADO CON TUS DESEOS.
“No codiciarás”… - Éxodo 20:17
A veces me pregunto por qué Dios no enumeró los Diez Mandamientos en el orden inverso, ya que el décimo se relaciona con el primer pecado: el deseo. El pecado de Eva no fue simplemente desear una fruta, sino querer tener el conocimiento que Satanás le dijo que la haría semejante a Dios (Génesis 3:5). Su codicia la llevó a violar el primero y el décimo mandamiento que Dios posteriormente le dio a Moisés.
Si no codiciamos, eliminamos muchas de las razones por las cuales desobedecemos los otros mandamientos. Querer tener lo que no es nuestro nos induce a mentir, robar, cometer adulterio, matar y negarnos a honrar a nuestros padres. Rehusamos descansar, porque con seis días de trabajo, no podemos conseguir lo que deseamos. Usamos mal el nombre de Dios cuando lo empleamos para justificar algo que queremos hacer. Idolatramos las riquezas y las relaciones interpersonales porque no queremos colocar toda nuestra confianza en el Señor.
Me resulta difícil pensar en pecados que no incluyan alguna forma de codicia. Sin embargo, como es el último de la lista, tendemos a pensar que es el más insignificante, pero no es así. Si detenemos el pecado cuando todavía está en nuestro corazón y en nuestra mente, evitamos convertir a los demás en víctimas de nuestro actuar pecaminoso y evitamos sus graves consecuencias.
Contentamiento es comprender que Dios ya me ha dado todo lo que necesito.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.

PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA ESTAR CONTENTOS.
 Alguien dijo: “El contentamiento nunca es el resultado de la posesión o escasez de cosas. Viene como resultado de una actitud de amor, adoración y gratitud hacia Dios y hacia la vida que Dios nos da”. Estudie y memorice estos principios y versículos:
1. Aprenda a dar gracias en todo (1Ts. 5:18).
2. No mire por lo suyo propio (Fil. 2:4).
3. No busque lo suyo propio (Fil. 2:21).
4. No se afane por nada (Fil. 4:7).
5. No se aferre a las cosas materiales (Job 1:21 – Sal. 39:6).
6. No se desgaste por las riquezas materiales (Pr. 23:4).
7. Si tiene sustento y abrigo debe estar contento (Mt. 6:25-34).
8. No ambicione hacerse rico, la codicia esclaviza y causa daños (1Ti. 6:9).
9. No ame el dinero, ame a Dios (1Ti. 6:10 – Mr. 12:30).
10. Sea generoso y comparta de aquello que Dios le da (2 Co. 9:7 - Ro. 12:13).
11. Cuide el corazón, por medio de la comunión con Dios (He. 10:23, 1Co. 10:12).
12. Espere con ansias la venida del Señor y viva de acuerdo a este evento (Stg. 5:8 - 1 Ts. 4:17,18).


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