UNA SOCIEDAD
DORMIDA QUE CUANDO DESPIERTE PUEDE SER MUY TARDE.
DORMIDO EN
EL JUICIO.
Por el
Hermano Pablo.
Fue un
bostezo enorme, prolongado y sonoro. Estuvo seguido de un estirar de brazos, un
suspiro y un cerrar de ojos. Y luego el hombre se durmió profundo, tranquilo y
totalmente, indiferente a todo lo que lo rodeaba.
UNA
ENFERMEDAD POCO COMÚN LA APNEA OBSTRUCTIVA.
Pierre
Dupier, francés, de treinta y nueve años de edad, se había dormido ante un
tribunal de París cuando se le juzgaba por el delito de narcotráfico. Como el
hombre durmió durante todo el proceso, el juez decidió juzgarlo en otra ocasión
en que estuviera despierto. «Mientras éste sufra de apnea obstructiva, la
enfermedad del sueño —dijo el juez—, no se le podrá juzgar.»
A TODOS NO
LES SIRVE DORMIRSE EN EL JUICIO.
He aquí a un
hombre que, si se quiere, se salió con la suya. Padece una rara enfermedad,
«apnea obstructiva». Cuando le da por dormir, sencillamente se queda rendido
aunque disparen cañonazos a su lado. Como se durmió en el juicio, y no escuchó
nada de los cargos que se le imputaban, no se le pudo juzgar.
¿USTED TAMBIÉN
ESTÁ DORMIDO?
No podemos
menos que preguntarnos: ¿Cuántos hay en este mundo que, sin padecer de la
enfermedad del sueño, se duermen en lo más importante de la vida? Hay hombres,
por ejemplo, que parecen dormirse cuando se trata de llevar dinero a la casa
para alimentar a los hijos y pagar las cuentas.
PERSONAS CON
UNA CONCIENCIA DORMIDA.
Otros, sin
tener el cerebro dormido, parecen tener dormida la conciencia. Pueden cometer cualquier
fechoría, cualquier delito moral, sin siquiera inmutarse. Más que conciencia
dormida parecen tener la conciencia muerta.
MUCHOS ESTÁN
MUERTOS Y DORMIDOS FRENTE AL CLAMOR DE SU FAMILIA.
Otros
duermen profundamente sin oír el clamor de su esposa abandonada, o el llanto de
sus hijitos con hambre, o el gemido de los padres ancianos que viven en la
miseria. Duermen profundamente ante su deber moral, sin necesidad de alcohol,
ni de droga, ni de somníferos ni de “apnea obstructiva”.
OTROS ESTÁN
DORMIDOS DELANTE DE DIOS.
Para todos
estos que duermen delante de Dios y de su responsabilidad moral, hay un texto
bíblico apropiado: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los
muertos, y te alumbrará Cristo» (Efesios 5:14). Estar dormido, sordo e
inconsciente a la realidad moral de la vida es igual que estar muerto.
ES EL TIEMPO
PARA REACCIONAR Y PEDIR PERDÓN
Debemos
reaccionar y despertar del letargo moral. Tenemos que abrir los ojos y los
oídos. Y debemos escuchar a Jesucristo que nos llama a una vida recta, justa,
moral y limpia. Si seguimos moral y espiritualmente dormidos, nuestro sueño nos
llevará a la perdición eterna.
3:20 He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré
a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3: 20.
Cristo está
llamando hoy y está llamando ahora. ¡Despertemos!
ES TIEMPO DE
ARREPENTIRNOS Y PEDIR PERDÓN A JESUCRISTO EL SEÑOR.
Un creyente
no es una persona que sencillamente cree que Cristo murió por sus pecados. El
diablo cree eso. Un creyente es una persona que se ha arrepentido de sus
pecados y ha invitado a Cristo a entrar en su corazón como Salvador y Señor.
Usted puede creer intelectualmente que un avión puede volar, pero para poder
volar usted debe probar sus alas. De la misma forma, cuando usted entrega su
corazón al Señor Jesucristo, Él toma el control de su vida y comienza a hacerle
la persona que Él desea que usted sea. Su vida no necesita ser absolutamente
perfecta para que usted pueda ir al cielo. En el momento que recibe a Cristo
como su Salvador personal, usted está eternamente salvo, eternamente seguro y
Dios empieza a trabajar en usted.
¿No es
maravilloso saber que es salvo? Bien, esparza las Buenas Nuevas de esa
seguridad a su vecino hoy.
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