LOS DESEOS
DE UN HOMBRE ESPIRITUAL ES TRABAJAR PARA LA OBRA DE DIOS.
Deseos
equilibrados por las necesidades.
Pero quedar
en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que
quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo
de la fe. Filipenses
1:24-25.
Una
característica de un hombre espiritual es que sus propios deseos están
equilibrados por las necesidades de los demás. Ese es el tipo de hombre que
podía escribir: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien
con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros" (Fil. 2:3-4).
La iglesia
de Filipos necesitaba a Pablo, como también muchas otras iglesias. Pablo sabía
que ellos lo necesitaban tanto que su necesidad probablemente determinara su
futuro, lo que expresó en el versículo de hoy.
Aunque Pablo
deseaba estar con Cristo en el cielo, también quería quedarse en la tierra para
ayudar a fortalecer la iglesia. Él sabía que, si se quedaba la iglesia
glorificaría mejor a Cristo, y glorificar a Cristo era lo único que deseaba.
Al tener un
nuevo año por delante, ¿a qué está Cristo pidiéndole que entregue su vida?
Espero que sea un deseo de satisfacer las necesidades de los demás con un
corazón humilde.
UN NUEVO AÑO
PARA DALE GLORIA A JESUCRISTO EL SEÑOR.
Oseas 6:3:
“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está
dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía
y temprana a la tierra.”
En este Año
Nuevo, usted quizás estará preguntándose qué pasará. Hace años unos hombres
estaban en un viejo y agrietado barco en medio de un mar áspero y tormentoso.
Uno de los marineros le preguntó al capitán: “¿Estamos seguros?” Él respondió:
“Bien, las calderas están débiles y pueden explotar en cualquier momento. El
agua está entrando en la embarcación. Para serle muy sincero, podemos ascender,
o podemos descender, pero de todos modos, proseguiremos adelante.” En la misma
posición nos encontramos al enfrentar este Año Nuevo. Jesús puede regresar,
podemos ascender. Podemos morir, y descender y luego ascender, pero de todos
modos proseguimos adelante.”
Reflexione
acerca de este año pasado. Permita que el Espíritu Santo invada su corazón
poniendo convicción y atrayéndole a Él. Ore por sabiduría, valentía, y fe para
proseguir este próximo año pase lo que pase.
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