HAY SOLO UNA
FUENTE DE CONOCIMIENTO Y DE FUERZA Y DE VERDAD Y ES LA PALABRA DE DIOS.
En contraste
a la Palabra de Dios están las opiniones, los razonamientos, las culturas, y
las tradiciones de los hombres.
Jesús le
dijo a Pedro “Apacienta mis Ovejas” «Apacienta Mis ovejas» quiere decir enseñarles toda la
Palabra de Dios, desde Génesis hasta Apocalipsis.
El mensaje
que el Espíritu Santo le dio al apóstol Pablo para escribirle al joven Timoteo
se mantiene igual para todos aun hoy en día: «Te encarezco delante de Dios y
del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en Su
manifestación y en Su reino, que prediques la Palabra; que instes (estés listo)
a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina (enseñanza)».
Enseña sobre
Los deberes de los esposos y de las esposas; los sufrimientos y las
recompensas; los deberes de los ancianos y todo lo que tenga que ver con la
sana Doctrina.
Hay
solamente una Fuente para el conocimiento y la fuerza. El Espíritu Santo guio
al apóstol Pedro a escribir: «Si alguno habla, hable conforme a las Palabras de
Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el
imperio por los siglos de los siglos. Amén» (I de Pedro 4:11). En contraste a
la Palabra de Dios están las opiniones, los razonamientos, las culturas, y las
tradiciones de los hombres. Nosotros no debemos de menospreciar, modificar, o
ignorar la única guía para la vida que nuestro Creador nos ha dado como el
patrón para enseñarnos las normas por las cuales vivir.
Las últimas
palabras registradas que Jesucristo le habló personalmente al apóstol Pedro
fueron a la orilla del mar de Galilea, cuando Jesús le preguntó tres veces:
«Simón, hijo de Jonás, ¿Me amas? . . . Pedro se entristeció de que le dijese la
tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te
amo. Jesús le dijo: Apacienta Mis ovejas» (Juan 21:15-17). Pedro cumplió con
esta comisión al comunicarnos la Palabra de Dios. El cuidar, defender, y guiar,
y muchos más deberes son necesarios en los creyentes; pero la frase «Apacienta
Mis ovejas» quiere decir enseñarles toda la Palabra de Dios, desde Génesis
hasta Apocalipsis. Todos podemos estar involucrados en esto. Algunos saben
escribir, otros editar, otros imprimir, mientras que muchos otros ayudan a
mantener la distribución de los ministerios que enseñan sobre Jesús, pero Él
también nos manda a nosotros, diciéndonos: «Apacienta Mis ovejas».
El principio
que está escondido detrás de casi todos los empeños mundanos está basado en
esta pregunta: «¿Qué puedo yo ganar de esto?» Este espíritu de avaricia, de
orgullo, y del poder sobre otros ha penetrado tanto en todas las relaciones de
nuestra sociedad presente que aun nuestras iglesias no están libres del peligro
de las ambiciones de la auto-gratificación. Porque la Palabra de Dios es viva y
nunca cambia, y porque la naturaleza humana permanece sin cambio, el mensaje
que el Espíritu Santo le dio al apóstol Pablo para escribirle al joven Timoteo
se mantiene igual para todos aun hoy en día: «Te encarezco delante de Dios y
del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en Su
manifestación y en Su reino, que prediques la Palabra; que instes (estés listo)
a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina (enseñanza)» (II de Timoteo 4:1-2).
AYUDEMOS A
DESCUBRIR LOS VERDADEROS VALORES ESPIRITUALES.
El
crecimiento del creyente es evidente cuando se encuentra la satisfacción en
ayudar a otros descubrir los valores espirituales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario